Tostón publicitario de Adviento 2020 (VIII)

 

Bien, hermanos. Este grito de no temáis, espero que resuene fuerte hoy, en cada uno de vuestros corazones. No tengáis miedo. El papa Juan Pablo II, desde el mismo día en que fue elegido papa, ya lo decía: non abbiate paura. Lo repitió miles de veces a lo largo de su larguísimo, valga la redundancia, pontificado. No tengáis miedo.

Esto tiene hoy, cobra una actualidad impresionante, porque cuantísima gente en este momento está muerta de miedo, muerta de miedo por la pandemia, por la ruina económica que asola a todas las naciones, todas las naciones. Gente que se ha quedado sin trabajo, que han tenido que cerrar sus pequeños negocios, su empresita, que no ve un futuro halagüeño, que tienen enfermedad, que tantos tantos han muerto del coronavirus. Ahora se nos plantea la dicotomía, la incertidumbre de que la vacuna esta o la vacuna otra.

Cuando oigáis hablar de “ya está aquí el Mesías aquí y allá”. No vayáis. El ungido, el salvador, la salvación está en esta vacuna. No, no, está en esta otra, en la de los ingleses, en la de Pfizer o como se llame, en la…

Lo dice un fantoche, porque nadie salvo él y los que son como él -loros de repetición y, por ende, fantoches- pretenden que hay quienes buscan al salvador en una vacuna. Se necesita ser mala gente para salir con esas.

Este es nuestro único salvador [señala la cruz].

Yo no digo a nadie que se ponga o se ponga la vacuna. Allá ellos. Cada uno haga lo que quiera. Hay gente que tiene miedo. ¿Qué nos van a meter ahí? ¿Ácido ribonucleico mensajero en las células? Un poquito complicado. Dice uno: “Se van a quedar estériles los varones”; otros que va a atacar al cerebro y se van a quedar medio tontos. Medio tontos están ya por el miedo que les están enchufando.

Y tontos del todo hay que estar para tragarse las kikadas.

Levantad vuestras cabezas... «Como algunos hablaban del templo, de cómo estaba adornado de bellas piedras y ofrendas votivas, dijo: “De todo esto que veis llegarán días que no quedará piedra sobre piedra”» [es cita del Evangelio que se proclamó en el anuncio publicitario]. El nuevo orden mundial que nos promete y nos presenta un mundo nuevo, una nueva normalidad, donde todo estará bien y habrá justicia, habrá pan, comida para todos, para todos los que queden, claro, porque según las teorías económicas de Malthus, pretenden eliminar a dos tercios de la humanidad. Estos son los altruistas: Soros y el Bill Gates y su mujer. Son altruistas, aman la humanidad… la humanidad que quieren dejar. «No quedará piedra sobre piedra».

Que lo sabe él, que es un loro, porque lo ha dicho el sensible, que además de proyectarse, lo que está muy feo entre kiko, tiene una cacho bola de cristal que le permite verlo todo.

No os dejéis engañar, dice Jesús, porque vendrán muchos usurpando mi nombre y diciendo “yo soy”. Yo soy la salvación, aquí está la salvación, allí.

Ese es el mensaje habitual de Kiko: servidme a mí, que yo os daré la salvación en cómodas dosis.

«Cuando oigáis hablar de guerras y revoluciones, no os aterréis». No tengáis miedo. Es necesario, dice Jesús, «es necesario que esto suceda primero, pero el fin no es inmediato. Se levantará nación contra nación y reino contra reino, habrá grandes terremotos, peste» -peste, epidemias, pandemias, enfermedades- «hambre en diversos lugares. Se verán cosas espantosas y grandes señales del cielo». Y hemos visto cosas, nosotros, en ጓያኪል, los primeros días de la pandemia, muertos por las calles a docenas, cubos de basura… «pero, antes de todo esto, os echarán mano y os perseguirán». Hermanos, viene la persecución.

Parecen no ser conscientes de que el Evangelio dice con total nitidez: persecución primero y desastres cósmico sanitarios después. Ergo, si la persecución viene ahora, es que los desastres vaticinados no son lo que tenemos en este año tan providencial, que parece que ya se les ha olvidado que este es un año providencialmente providencial.

Jesús no es como el comunismo que nos propugna… o el nuevo orden mundial que nos propugna un mundo donde todo será estupendo si sois obedientes y hacéis lo que el gobierno dice no habrá ningún problema. Vosotros obedeced que eso es lo que… y así no habrá ningún problema.

Ya lo dice el gurú desde el inicio del Kikismo: quien me obedece no se equivoca. Lo malo es que es mentira, como tantas otras cosas que dice.

Jesucristo nos anuncia cosas terribles. Habrá grandes terremotos, peste, hambre, cosas espantosas, grandes calamidades. Os perseguirán, os entregarán a las comunidades a las sinagogas, os meterán en las cárceles, o nos conducirán ante reyes y gobernadores.

Jesucristo jamás predijo -y quien pretenda lo contrario miente- que las comunidades fueran entregadas a las sinagogas. Entre otros motivos no lo dijo porque Jesús hablaba para los suyos, no para los de otro muy sensible. Pero a lo mejor al menda se le ha escapado y ha descubierto sin querer las intenciones del jefe de entregar el CNC a las sinagogas, que no son cristiana. Sería de agradecer que se quitara la careta.

Pero no propongáis preparar vuestra defensa. De nuevo: no tengáis miedo. No tengáis miedo, porque yo os daré una elocuencia que no podrán resistir. «Seréis entregados por padres, hermanos, parientes y amigos y matarán a algunos de vosotros». Esto ya está ocurriendo también.

En el CNC ocurre desde siempre que padres, hermanos, parientes y presuntos amigos entreguen a amadísimos hermanos a los kikotistas, quienes los matan sin compasión.

Muchos gobiernos han conseguido hacer de la población una sociedad delatora, la delación. Uno delata a otro.

La delación ante los kikotistas es una de las señas de identidad del buen kikokúmeno.

Nosotros…, a nosotros, en Madrid, con Kiko, haciendo la convivencia… [Se refiere a la konvi de inicio de curso, que tiene lugar en una urbanización de El Escorial] La sala de convivencia está en una urbanización donde hay residencial y tal, y muchos vecinos llamaron a la policía para que vinieran a ver qué pasaba que había muchos carros allí. Vio la policía, vio que todo estaba en orden, que estaban los papeles, los permisos del ayuntamiento, que estábamos todos con las mascarillas, guardando las distancias… Ya hay que delatar al otro que no lleva mascarilla…

Esto es una mentecatez. Y los kikos, tan amigos del “fumeo”, deberían saberlo mejor que los que no fumamos.

Pero no tengáis miedo. «Todos os odiarán por mi causa, pero ni un solo cabello de vuestra cabeza perecerá. Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras» vidas, vuestras almas.

Las comillas de cierre están donde están con toda intención, porque la cita real no dice vidas, dice almas.

Bien, hermanos, el Adviento, decía antes, no es una reparación para la Navidad salvo en esos últimos días del Adviento. En toda la primera parte del Adviento, desde que comienza el primer domingo de Adviento hasta el 17 de diciembre, es un tiempo donde se enfatiza una característica propia del cristiano, de todo cristiano, qué es la espera, la esperanza, la vigilancia, estar vigilantes, estar en pie, ceñida vuestra cintura, vuestros lomos, porque si el dueño de la casa supiera cuando va a venir ladrón, no permitiría que le robaran; estaría vigilando toda la noche con una escopeta, ¿eh?… Así estad vosotros, porque el reino de Dios llega como un ladrón, dice el Señor.

¡Menudo ascenso ha tenido San Pedro! Porque la cita, si acaso, es de una carta suya. Por lo demás, el empecinamiento de que el Adviento no es tiempo de preparación para la Navidad, sino tiempo de espera de la llegada del reino de Dios tiene una razón -muy kika y muy infame- de ser. Pero queda para las siguientes entradas.