jueves, 30 de mayo de 2019

Traditio symboli (XI)



Él creerá en el Padre, creerá que el Padre le ha dado al hombre la libertad de ser malvado; y sin embargo, el Padre va a buscar al hombre en su maldad, va a esperarlo detrás del mal, lo amará hasta el final. Un inmenso misterio, hermanos, que solo el Espíritu Santo puede hacerte entender al otorgarte el don de la Sabiduría. Y si esto se da en vosotros, espero que en todos nazca el amor por Jesús, un amor tan grande que te lleve a no crucificarlo más, porque Jesús debe morir en la cruz por cada pecado. Dios dio una ley, una ley cosmo-biológica que rige todo el universo, la ley del amor que dice así: "Amarás a Dios sobre todas las cosas". Y nosotros, seamos claros, no amamos a Dios por encima de todas las cosas.
En particular, no hay un kiko que ame a Dios más que al camino que no lleva a ninguna parte, a la comunidad que machaca al otro, al tripodeo al que dedica su vida. ¡Pobres! Son esclavos que no ven su esclavitud.
Luego dice: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo". Por tanto, no robarás a tu prójimo, no desearás a su esposa, no cometerás adulterio, no desearás sus bienes, no le mentirás, etc. Y nosotros nos damos cuenta constantemente de que esta ley cosmo-biológica se ha transformado en nosotros en una ley de muerte, de condena, como dice San Pablo. Si todos los días me repiten constantemente los Diez Mandamientos, me condenan todos los días. ¿Por qué esto? Porque vivimos en una situación conflictiva, de pecado, de ceguera. Y Jesús vendrá para sacarnos de esta situación de ley, de condenación, para introducirnos en una nueva situación de gracia, en una situación de "agraciados", liberados de la ley, en una nueva condición: la condición del amor.
Ya sabes, kikillo que no puedes dejar de leer este blog: tantos años de pringar con preparaciones, reuniones, convivencias, bolsas y pendejadas no te han servido de nada. Todos los días te ganas la condenación, porque no crees, no amas y no eres cristiano. Y eso sucede porque no estás en la verdadera Iglesia.
Él nos dará Su mismo Espíritu para que, abriendo los ojos del corazón en el espíritu, podamos ver el amor de Dios por todos lados y entonces podamos bendecirlo.
En este blog queda a la vista que los tristes kikos lo único que ven son traiciones, intrigas, demonios y persecuciones, ni uno en capaz de entrever el amor de Dios por ningún lado.
Cuando explico a los niños la canción "Se encontraron dos ángeles", digo: ¿qué significa que Dios vive en la bendición, en la alabanza? Es muy simple: Dios se acerca a la tierra desde el cielo todos los días con la esperanza de que haya alguien que esté feliz de vivir y que le diga al Señor: "Bendito seas, Señor, estás haciendo todo bien. Bendito seas por la vida que me das hoy, por la salud que me das, etc. Pero no encuentra ni uno: todos fruncen el ceño, con cara enojada.
Está describiendo lo que hay en el CNC. Solo por eso los kikos que escuchan estas tonterías, asentirán y pensarán: tiene razón.
 Al parecer, Dios lo ha hecho todo mal: la esposa que te ha dado es un desastre; se equivocó al darte ese horrible marido; los hijos que te dio, ¡bueno! o te dio demasiados o te dio pocos o no te ha dado ninguno; el trabajo que tienes no te satisface, Dios no ha hecho ni una sola cosa bien.
Este reconocimiento de que en el CNC no hay un solo matrimonio conforme con lo que tiene es importante, porque ¿qué pasa cuando la esposa no se queja de marido y viceversa? Lo que sucede es que la amorosa comunidad les señala con el dedo ante los kikotistas y les acusan de falsos o de engañados, de no tomar su vida en peso, de no sincerarse con la comunidad. Por narices, porque lo dice uno que no tiene ni idea de lo que es la vida marital, en todos los matrimonios ha de haber disgustos y dramas y quien no lo reconoce, es que no acepta su realidad de pecador. Eso es lo que sostiene el que no sabe nada de estos temas.
Pero Dios no necesita que lo alabemos o lo saludemos, ¡DIOS SE COMPLACE SI SOMOS FELICES! Ha hecho todo lo posible para que seamos felices y no vemos. ¡Este es el punto! Dios se complace en nosotros si somos felices. ¿Qué más puede hacer que dar la vida por ti? Pero Dios no te puede robar la libertad, eres libre. "Dios que te creó sin ti no te salvará sin ti", este es el tremendo misterio de nuestra libertad: Dios que te creó sin ti no te salva sin ti, te pide permiso. Y si quieres pecar tranquilamente, puedes olvidarte de Jesucristo, puedes despedirte de tu esposa y largarte, irte con la primera que pase y abandonar a tu esposa, como hacen quienes se divorcian, porque somos libres. Y ni siquiera nos damos cuenta, porque ni siquiera nos creemos hasta qué punto Dios nos toma en serio, realmente en serio. Habrá personas poco inteligentes, personas con mucho trabajo, poco trabajo, etc., pero todos somos libres.
Una mezcolanza de ideas tal vez con finalidad perversa, porque da la impresión de que en el kikismo se intenta oponer la libertad a la felicidad, para que sea más fácil renunciar a ser libre es pos de una falsa felicidad. Cuando la realidad es que la libertad es condición del ser humano como hijo de Dios.
Bien, hermanos, convirtámonos al Señor esta noche. Que Él pueda abrirnos los ojos del espíritu, que puede darnos la vista, que podamos decir: "Señor, Hijo de David, ten piedad de mí". "¿Qué quieres que te haga?" "¡Qué vea, Señor! Que vea tu amor". Es maravilloso vivir y ver el amor, ver que todo contribuye a nuestro bien, ver por qué me sucedió esto a mí y cuán sabio es Dios. Tú no ves nada sino a ti mismo, no ves la acción de Dios por ninguna parte, no tienes una visión profética ni sobre tu vida ni sobre la vida de nadie. 
No así los falsos profetas, que se creen –o eso dicen- que pueden desentrañar los misterios de Dios y ser más listos que Él.
No sabes ver el amor de Dios por los hombres, ni sabes la razón de las cosas que suceden: no vemos nada, estamos ciegos. No vemos nada más que el dinero.
Entonces les digo a los niños que Dios está muy contento cuando encuentra a alguien que lo bendice. Israel ya decía que cuando un hombre se acuesta feliz después de orar, cuando está en la cama, antes de dormirse, dice a Dios en su corazón: "¡Qué grande eres, cuán bueno eres para mí, Señor! Hoy me diste un día maravilloso" y nace en su corazón una especie de gratitud. Dios se complace por esta gratitud, porque esto es pura felicidad, más que con todos los sacrificios. Esto lo dice el pueblo judío, antes del Cristianismo.
El pueblo judío no está en la Verdad y yerra si piensa que el Sacrificio con mayúsculas no fue tan del agrado de Dios, porque valen más las obras que las palabras, por más que a su sensibilidad se le vaya la fuerza en el blablablá y no tenga obras que presentar.
 

martes, 28 de mayo de 2019

Machismo neocatecumenal


Buenas a todos,

Creo que nadie se acordará de mí. Comenté hace casi un año que iba a hacer las catequesis del Camino porque había sufrido un cambio en mi vida (de agnóstica pasé a ser creyente) y pensé que éstas me ayudarían a acercarme a Jesucristo, a ser buena cristiana, etc. Tenía miedo de perder la fe, algo de lo que había carecido hasta hace poco. Recuerdo que me dijisteis que me iban a gustar. Bien, las hice, me agradaron mucho pero después dudé en la convivencia inicial si seguir en el Camino o no puesto que la mayoría de los de mi Comunidad son hijos del Camino y yo los veía como con todo muy claro, parecía la nota discordante y tampoco me convencían una serie de detalles...pero, eran eso, detalles. Al final cuando me tocó hablar pedí consejo a los catequistas y al párroco sobre si ellos me veían preparada o no. Me dijeron que sí, que comenzase a caminar y que fuese a mi ritmo, que yo era una mujer que primaba la razón sobre otras cosas y que ya iría encontrando a Cristo poco a poco, que me diese más 'cancha' a mí misma. Lo cierto es que al ponérmelo todo tan fácil decidí continuar.

Ya sabéis cómo va esto: primeras preparaciones de la Palabra, primeras Eucaristías, muchas risas, mucho entusiasmo en hacer las cosas bien...etc. He sido muy feliz en estos ocho meses que llevo en el Camino y estoy muy contenta con mis hermanos de Comunidad. Los adultos, que somos todos nuevos, nos llevamos muy bien y los chiquillos son, realmente, un encanto.


La cosa se ha torcido para mí desde el pasado fin de semana en el que he asistido a la Convivencia de transmisión, la primera de mi vida. Bueno, yo solo sé que he oído cosas que pienso no puede defender nadie que tenga un ápice de bondad y/o de cordura, y mucho menos Jesucristo: he oído cómo se justificaba la violencia de género en base a que una mujer se separa de su marido... y, claro, siendo los hombres impulsivos, pues como que es algo que no debes hacer; he oído cómo se justificaba la violación arguyendo que las mujeres no debemos provocar a los hombres porque éstos son muy impulsivos (otra vez) y, claro, a lo mejor nos encontramos con algo que no habíamos deseado; he oído que la dignidad de la mujer consiste en estar abierta a la vida y someterse a su marido, ahí es donde encuentra su plena realización, pero, que si no se ve casada, pues siempre puede optar por meterse a monja de claustro o quedar soltera y dedicarse a cuidar de sus padres; he oído cómo cogían extractos del Mulieris dignitatem de Juan Pablo II, el Génesis y las frasecitas de San Pablo que todos conocéis de una manera totalmente parcial, taimada. Parece que el 'genio' de la mujer no da más que para labores de servicio. Me agradaría saber dónde quedan las abogadas, médicos, jueces, ingenieras...etc., con las cuales yo me relaciono a diario.

Hubo dos momentos en que me sentí tan mal que tuve que salir de allí dando un fuerte portazo e ir a la puerta del hotel a fumarme un cigarrillo.

Por otro lado, en la encuesta, cuando la pusieron en común los representantes, una chica habló criticando el tema de las familias itinerantes refiriéndose a los hijos, que sufren mucho este tema al ser separados de su ambiente y tal. Bien, pues fue prontamente callada por uno de los catequistas. Y uno de los adultos de mi comunidad se llevó un chasco al ver que cuando le tocó hablar al representante de su grupo, éste pasó de nombrar siquiera las respuestas que había dado el de mi comunidad al ser contrarias a lo que dice el Camino y no querer meterse en problemas. Entonces, ¿para qué tenemos que poner nada en común si no aceptan críticas de ningún tipo?


Pero, lo que más impotencia me da de todo esto, es que parecía que los catequistas y el párroco estaban hablando a una pandilla de lerdos. Esto es, ni siquiera se esforzaban en que su discurso fuese mínimamente culto o avalado por datos empíricos. Afirmaban cosas que yo he comprobado que no son ciertas y cualquiera que tenga ojos en la cara también lo puede ver, ¿acaso nos están llamando ********* al intentar tomarnos el pelo de esta manera? ¿O como el 90% de los asistentes eran hijos del Camino piensan que con ese registro ya es más que suficiente para que queden contentos?

Mirad, he vuelto muy mal de la convivencia. Estoy hecha un lío. Veo lo bueno que tiene el Camino y que a mí me está ayudando mucho: disfruto enormemente de las Celebraciones de la Palabra, eso es lo que más me gusta, aprender en grupo de la Palabra de Dios y ponerla en práctica poquito a poquito. No siento ningún odio hacia nadie, es más, me da mucho fastidio escribir esto porque mis catequistas son buenas personas, veo que hacen cosas muy buenas por los demás; por ello, me ha escocido más todavía ver cómo cambiaba su discurso en la convivencia al referirse a ciertos temas. No entiendo que una persona pueda ser buena para unas cosas y despiadada para otras, no me cabe en la cabeza.

No fui la única que salió así. Todos los adultos de mi comunidad (que somos los nuevos) quedamos espantados ante ciertas afirmaciones y se medio habló de una deserción en bloque. Supongo que si en esta convivencia, al finalizar nos hubiesen preguntado públicamente lo que nos había parecido, yo, al menos, ya estaría fuera del Camino, porque sin ser ninguna intelectual, tengo cierta cultura y hay cosas que no habría podido callar. O igual me hubiesen mirado compasivamente y me hubiesen dicho que me diese más tiempo, ¡qué sé yo!


Esta semana no he asistido a la Celebración. Estaba agobiada. No sé si voy a seguir o no en el Camino, pero si sigo, no creo que haga los pasos esos de los escrutinios y demás, ¿para qué? Sé que no voy a superarlos porque yo no les voy a convencer a ellos, claro está, pero más claro tengo que ellos no me van a convencer a mí de ciertas cosas. Y me da mucha lástima todo esto porque no veo la necesidad de que introduzcan elementos tan aberrantes en algo que podría ser tan bonito como es el enfoque global del Camino Neocatecumenal.

Ante todo, no quiero dejar de seguir a Cristo.

Si he ofendido a alguien con mi post, ruego que me perdone porque no era mi intención. Me agradan muchas cosas del Camino y no quiero dejarlo, pero tampoco pueden hablarme insultando mi inteligencia ni contribuyendo a reforzar un machismo pleistocénico que te va a negar de base cualquier varón con dos dedos de frente.

La paz.
(Testimonio de autor desconocido)

domingo, 26 de mayo de 2019

El engaño como medio neocatecumenal para un fin malo



La familia de David Rubio y María Millán -con siete hijos- participa desde hace ocho años en una misión ad gentes en Odessa, Ucrania. 
Según el mensaje que esta familia ha interiorizado y que sus miembros repiten como loros, su presencia en Ucrania «trata de favorecer el contacto de la gente con la comunidad cristiana».
Luego viene el consabido recurso al «contexto de extrema secularización, abonado por décadas de un sistema comunista totalitario», que es el responsable de que «la gente viva al margen de la fe y muy aislada». Casualmente eso mismo se dice de tooooooda la población de Dinamarca, Suecia, Noruega e incluso de los lucenses y jienenses, pese a que no conste que en ninguno de dichos lugares hayan vivido durante décadas bajo un sistema comunista ni totalitario.
En caso es que «David Rubio reconoce que los compañeros de sus hijos vienen fácilmente a su casa y se sienten a gusto. Pero en cambio los padres son muy reticentes. Esto dificulta los contactos personales a través de los cuales compartir la fe».
Que se sepa, en tiempos de los apóstoles, estos hacían apostolado por las calles y en las sinagogas, no esperaban a tender encerronas a personas que creían acudir a una reunión social en un lugar privado, pero es que lo que hacen los neocatecumenales se llama proselitismo y solo busca carne fresca para llevar las vacías arcas del falso profeta.
«El año pasado la comunidad, compuesta por un sacerdote, un seminarista, cuatro familias y tres célibes, se centró en la catequesis y sobre todo la escucha de sus conciudadanos. “Pero viendo las dificultades para llegar a la gente, hemos pensado proponer otras actividades: cursos de español, de guitarra… Así nos podremos conocer y entablar una relación”», explica David Rubio.
Es decir, en lugar de ir con la verdad por delante, van a probar con la mentira y el engaño, que es lo que han aprendido en la casa de su padre.
 

viernes, 24 de mayo de 2019

Traditio symboli (X)



Y entonces, hermanos, ¿qué sucedió? Que Jesús, el Señor, vino y pasó cerca de mí, me hablaron de unas catequesis o algo así, no sé cómo; el Señor pasó cerca de mí y, por medio del camino neocatecumenal, ha comenzado a poner tus pecados ante tus ojos y has visto a través de tus pecados que Dios te ama, aunque seas un pecador. Has conocido la misericordia de Dios. 
A ver si puedo poner un poco de orden, aunque Malinche y Ganswëin lo harían mucho mejor que yo. La misericordia de Dios no se conoce por pecar y pecar y regodearse en el pecado, se conoce en el perdón. El CNC no enseña el amor ni la misericordia, enseña a atormentar al otro en busca de pecados reales o inventados, porque para que te dejen en paz tienes que contar pecados como otros cuentan mentiras. Y con esa actitud, lo único que se llega a conocer, y muy bien, es el miedo y la culpa.
Interesante también el cambio de persona en el rollo-discursete: está hablando en primera persona, pero para referirse a pecados, pasa a la segunda persona. Será que el pobrecito no puede ver los suyos, se cree tan bueno y tan especial.
Bien, hermanos. Mañana continuaremos con una encuesta sobre esto, y esta noche yo os invito a todos: ¿a qué? A regocijarse en esta Palabra, es decir, a ver que esta Palabra se cumple aquí hoy: ¿qué está haciendo Jesucristo con vosotros esta noche? Está iluminando nuestra realidad, se hace presente aquí esto: que Él nos ama, nos da la vista y nos envía a hacer un trabajo, el trabajo de dar testimonio a todos.
En realidad, el ciego del Evangelio solo es “enviado” a lavarse, que falta le hacía. Nada más. No es enviado a dar ningún testimonio de nada. En particular, jamás es enviado a dar testimonio de sus pecados puesto que, conviene no olvidarlo, NO era ciego por causa de sus pecados. Y quien sostenga otra cosa, deja a Cristo por mentiroso.
Y ellos dirán: "¿Qué hizo contigo? ¿Cómo te abrió los ojos?". Y tienes que decir cómo. Predicar no es hablar de la Trinidad, de Dios, etc. ¡No! Es dar testimonio, lo que hizo con vosotros. Te van a decir: "Se ve, señora, que no es profesional, que no estudió en la universidad: ¿por qué va por las casas? Porque yo, fíjese, aunque me pagasen tanto dinero, no lo haría. ¿Quién le obliga a hacer esto?". Y tú dirás lo mismo que el ciego: "Yo estaba ciega, mira, en el sentido de que antes era tan buena que no veía mis pecados, etc.". Bien.
Eso es lo único que importa al CNC: tus pecados. Y tus kikotistas no dudan en recurrir al engaño y el embuste para que hables de dichos pecados. Lo que es justo al contrario de lo que dice el ciego del Evangelio, porque la presunta cita precedente es mentira. Otra más, porque a Pako se le escapan las mentiras una y otra vez cuando pretende citar la Biblia.
Entonces, hermanos, comenzamos esta noche. Pero para poder recibir verdaderamente el Espíritu del Señor, esta misión, para poder cumplir las obras de Dios, para trabajar en la obra de Dios en este tiempo de gracia, dar vista a los ciegos, dar testimonio de Jesucristo, necesitamos de la conversión, abrirnos a este amor; para ver verdaderamente en este día -hoy ya es mañana- esta misericordia de Dios sobre nuestros pecados. Por eso mañana, hermanos, tendremos una jornada penitencial en las Laudes, con cantos, tendremos una mañana de conversión.
A ver como se come esto. Tanto rollo embaucador para convencerlos de que ellos, los sufrientes escuchadores de chácharas vacías, eran los únicos que veían, los únicos tocados por la saliva de Cristo y ahora resulta que no, que siguen tan paganos como siempre y si no se convierten no van a llegar a ninguna parte. Y esa es la realidad, que ninguno de ellos ha alcanzado la meta, porque el CNC no sirve para nada bueno.
Soy un heraldo de Dios para ti, para llamarte a la conversión. ¡Convirtámonos! ¿A qué? A este amor. Dejémonos limpiar por Jesús, dejemos que su Palabra, su saliva se mezcle con nuestra porquería, con nuestra nada, con nuestro polvo ("Eres polvo y al polvo retornarás"), hagamos un barro que ya está humedecido: nuestros pecados se humedecen con la Palabra de Jesús.
Esa es la trampa. El único barro que devuelve la vista es el que hace Jesús, pero en el CNC fabrican su propio barro, con falsedades, miedos y culpas. Or eso no funciona.
Se humedecen, ya no son costras duras, de muerte. Pero todavía es un inconveniente ver nuestra situación, ver que es verdad que somos pecadores, que no tenemos la vida de Dios, que estamos en la muerte. "Ve, lávate y tendrás vista".
Otra mentira. Esa cita es falsa, como falso es quien la dice.
"Fui, me lavé y ahora veo", veo el amor de Dios.
El sacramento te sella, te da la gracia de Dios, te da vida divina. Vemos en las convivencias que la gente cambia cuando ha recibido los sacramentos, porque está claro que los sacramentos dan la gracia que significan.
Los pobrecitos –el que habla y su legión- no puede verlo en otro sitio, porque evita pisar los templos. Pero resulta que los sacramentos son los mismos en todas las parroquias, por lo que los religiosos de misa de doce reciben la misma gracia sin necesidad de intoxicarse con kikotina.
Y hay mucha diferencia si uno está en pecado, frunce el ceño y no acepta nada, y si realmente está con el Señor, con humildad, con sencillez, es decir, dejando el pecado. Debemos enterrar nuestros pecados en las aguas de nuestro Bautismo, porque el pecado nos separa de Dios, hermanos.
El camino neocatecumenal tiene tres fases: humildad, sencillez y alabanza. Alabanza significa bendición. ¿Por qué bendecimos a Dios? Porque Dios nos ama, porque todo contribuye a nuestro bien, todo, absolutamente todo, incluso el mal de los demás. Porque el mayor escándalo es cuando la gente viene a hacerte daño. Mira, Jesús vino a asumir en su cuerpo el escándalo del mal, el escándalo de los desvergonzados, de los sinvergüenzas, de los políticos como Pilato, de los ricos, de los hipócritas como los fariseos, de los malvados: lo asumirá sobre su cuerpo. Cuando todos lo que queremos es deshacernos de él y ponerlo contra la pared -como hacen todos los sistemas políticos de hoy-, Jesús nos enseña cómo se destruye el mal en el mundo.
Y nos enseña el camino que es revolucionario, enorme: asume el mal sobre su cuerpo, respeta el plan que Dios tiene. Uno dice: "¿Pero cómo es posible que exista un Dios en el cielo y permita semejante barbaridad sobre este inocente? Los niños discapacitados, las drogas, que exista la pobreza, los miserables: ¿cómo es posible que haya un Dios en el cielo?".
Semejante cuestión es de primero de paganismo, será que a estas bajuras de camino, los pobres kikos aún siguen inmersos en la idolatría y por eso se dejan confundir con tan burdas preguntas.
Jesús asumirá plenamente, hermanos, el misterio del mal, el misterio de nuestro mal, de nosotros. No hablo de los malos que están fuera de aquí, sino de nosotros, que somos malvados tantas veces, que hacemos daño y somos egoístas. Lo asume porque lo lleva en su cuerpo.
Y así, sibilinamente, va haciendo dos grupos de personas: los de fuera y los de dentro; como si Dios no fuese Dios de todos, como si no hubiese asumido los pecados de la humanidad en su plenitud.