jueves, 30 de enero de 2020

El tiempo y las visiones invisibles de Kiko



Confieso que no me he parado a leerlo, pero me ha parecido ver que el blog neocatecumenali ha dedicado algunas de sus entradas recientes a poner en evidencia la capacidad kikil para los viajes inter espaciales o para la multi ubicación simultánea o, tal vez, se trate tan solo de un caso de ″kiko-cuentismo″.
El caso es que hay quien afirma que fue exactísimamente en diciembre de 1959, más concretamente el 8 de dicho mes, cuando uno que dice ser muy sensible vio lo que no vio (salvo que además de viajar en el tiempo tenga la capacidad de ver por el ojo que no ve), porque lo que dice su humildad es que a su espalda se aparecieron nada menos que María y el Niño, a quien la primera llevaba en brazos… y todo eso lo sabe porque lo vio sin verlo.
«Después de haber hecho un viaje por Europa, en 1959, en el día de la Inmaculada Concepción, cerca de las tres de la tarde he sentido de Dios que tenía que ir a orar a mi habitación, estaba muy decidido. He ido a rezar y me he puesto cerca de la cama de rodillas. Y mientras estaba así, de repente la habitación se ha llenado de luz y ha aparecido la Virgen, místicamente, no la he visto con los ojos, la he visto con el intelecto. Se llama visión intelectual o intelectiva afirman los teólogos, fortísima.
Detrás de mí estaba la Virgen con el Niño, siento una presencia real, profundísima, y en mi alma siento estas palabras: ″Hay que hacer comunidades cristianas como la Santa Familia de Nazaret que vivan en humildad, sencillez y alabanza; el otro es Cristo″. Y así ha terminado. Estaba allí y de repente desaparece la luz, desaparece la Virgen. Me he quedado impresionadísimo.
He llamado a un amigo mío, que era Director de la Acción Católica y le he dicho: ¡Ven, ven! Se me ha aparecido la Virgen. -¿De verdad? -Si, me ha dicho que el otro es Cristo, el otro. Esto es lo que más me había impresionado. Viviremos de ahora en adelante pensando que el otro es Cristo». Tostón de Inicio de Curso 2016.

Ojo a la fecha, porque ese mismo año 1959, en febrero, fue cuando ese ser tan sensible ganó el único certamen de pintura que ha ganado en toda su vida. Por esas fechas (finales de la década de los 50), según cuenta el interesado, él estaba centradísimo en ser un artista de fama intersideral y las cosas iban de maravilla en el plano profesional, lo que le condujo, sin que tenga ninguna coherencia, a una profunda crisis existencial, que tal vez fuese la que, a su vez, le llevó a los Cursillos de Cristiandad.
Lo cierto es que no hay forma de precisar en qué fechas cursó Bellas Artes en la Real Academia de San Fernando de Madrid, aunque todo apunta a que no acabase hasta un par de años después de la aparición invisible. Además, su sensibilidad lo equipara a la universidad y en los años 50 y 60 para acceder a la universidad primero había que cursar 6 años de bachillerato y uno más de preuniversitario.
El caso es que, a juzgar por los pocos hechos biográficos que se pueden precisar, la aparición que no lo fue no tuvo ninguna repercusión en la vida de su sensibilidad, que siguió “aprendiendo” a pintar y deprimiéndose como si tal cosa, hasta que, en 1962, funda junto con el escultor José Luis Coomontes y el vidrierista Carlos Muñoz de Pablos, el grupo de investigación y desarrollo del Arte Sacro “Gremio 62”, con el que buscaban renovar el arte religioso.
Con Gremio 62, el que se considera artista se dedica a exponer churros allá donde le dejan durante los siguientes dos años…
Aquí ya empieza a quedar patente la capacidad kikótica para la multi ubicación, porque a la misma vez que se dedica a viajar por Europa de exposición en exposición; está en la casa de sus padres consolando a la pobre cocinera del marido alcohólico y decide irse a vivir con ella, el marido y los nueve hijos; y también, a la misma vez, se va a las chabolas de Palomeras Altas, donde conoce a una persona de categoría superior con quien funda la primera comunidad de las chabolas; y a la misma vez le toca hacer el servicio militar en África.
Con toda la confusión habitual, en el siguiente relato lo cuenta el mismo… sin ninguna mención a la aparición que no se apareció, porque o no tuvo la menor trascendencia o no se la había inventado todavía, digooooo, debió de ser en otra revuelta inter temporal de viaje al pasado cuando tuvo lugar:
«Cuando entro en la universidad, en Bellas artes, ya sabéis lo que es Bellas Artes… pues un ambiente ateo, todo de izquierdas, todo comunistas, todo un follón…entro en crisis con mi propia fe, ¡porque el vestido de primera comunión que me habían dado en el colegio y en la parroquia era pequeñito para toda la problemática que tenía planteada como joven y sobre todo en Bellas Artes! Así que rápidamente me lo quité, ese vestido de primera comunión, y lo tiré, y entré en crisis radical. A través de un grupo de teatro que teníamos en Bellas Artes empecé…conocí el teatro de Jean Paul Sartre, y conocí la filosofía de Sartre. 
Entonces yo me preguntaba ¿Qué es la vida, quien soy yo, quien me ha creado?, etc. ¿no? Entré en una crisis muy profunda y encontré en Sastre una respuesta: “el absurdo de mi existencia”, que yo tenía que aceptar con valentía que yo no había existido, que hoy existía, y que mañana tenía que… dejaría de existir, sin tener que inventarme ningún consuelo en ningún cielo, ni ninguna cosa de ese tipo. Intenté vivir con honestidad esto, pero sabéis que, sin embargo, el Señor me estaba esperando, porque me dieron un premio extraordinario nacional de pintura. Salí en la televisión, en el nodo, empecé a ganar dinero, y me quedé sorprendido al darme cuenta que no me dio… que esto, tener dinero, tener fama, en esos momentos ¡no me daba absolutamente nada! Osea (sic), que el sentido de mi existencia se me estaba apagando. [Se refiere al único premio de su vida, el de 1959].
(…) En aquel momento, ya lo he contado alguna vez, Dios tuvo misericordia de mi (sic), porque llegué a una situación en la cual me daba cuenta que como nada absolutamente me satisfacía mi final iba a ser matarme, cuando ya no pudiera vivir más, puesto que el arte se me había hecho cenizas.
Esto comenzó, digamos…se abrió una brecha en mi ateismo (sic), en mi existencialismo. De ahí… si existe Dios… pues pasé a convocar a Dios, a llamarlo etc. Y el Señor me ayudó. Tuve una experiencia de Jesucristo profunda, que me dejó sorprendidísimo, porque me acuerdo que estaba… que lloraba, me salían lágrimas, y yo decía ¿Por qué lloro? lloraba, lloraba, como a chorros, ¿Por qué?… pues lloraba por una razón muy sencilla: Porque… te digo, es como a un condenado a muerte que está aterrorizado, que lo van a matar y en el mismo momento que van a decir ¡fuego! le quitan la venda y le dicen “estas libre”». http://www.martinez-abad.es/sagradafamilia/kikobarce.htm


[El rollo sigue, pero viene a ser más de lo mismo, en esta época no había apariciones invisibles ni rezos ni rodillas... En la próxima entrada, más].


martes, 28 de enero de 2020

Cristo todo lo hace nuevo, pero no neo



En griego hay dos palabras pare designar lo nuevo.
Una de ellas se refiere a lo nuevo como cualidad temporal, algo juvenil, lo contrario a lo viejo o arcaico: pero, por su misma condición temporal, eso que hoy es nuevo, es algo destinado a envejecer y perecer. La palabra griega que expresa esta forma de novedad, de ser nuevo es, precisamente, la palabra NEOS.
Por tanto, neos es lo que va de nuevo a viejo, de joven a anciano, de novedoso a pretérito, arcaico, desfasado, vetusto y obsoleto.
La otra palabra griega para lo nuevo, KAINOS, representa algo que es diferente a todo lo anterior. En este caso, la condición de novedad, de ser algo nuevo está en la naturaleza de lo que se designa como nuevo y, por lo tanto, es una característica inmutable: su naturaleza es ser nuevo y no puede dejar de ser nuevo porque no puede dejar de ser lo que es.
El Camino NEOcatecumenal fue nuevo allá por los años 70 del siglo pasado, pero se ha vuelto viejo y pretérito. Y puesto que NEOS es todo aquello que tiene fecha de caducidad y vencimiento, el nombre era apropiado en su momento.
En cambio, la Iglesia es KAINOS, porque fue instaurada por Cristo como novedad firme, imperecedera e inmutable. En Cristo todo es KAINOS: una Alianza Nueva (Lc 22,20; 1 Cor 11,25) que sustituye a la que una vez fue neos y luego se transformó en vieja alianza, superada por la Nueva; un mandamiento nuevo (Jn 13,34; 1 Jn 2,7; 2 Jn 5) que engloba a todos los precedentes; un vino nuevo que no puede echarse en odres viejos (Mt 9,17; Mc 2,22; Lc 5,38). Jesucristo, es el hombre nuevo (Ef 2,15), que hace hombres nuevos (Ef 4,24; Col 3,10). Además al final de los tiempos hará un cielo nuevo y una tierra nueva (2 Pe 3,13; Ap 21,1) y Cristo beberá con los suyos un vino nuevo en el Reino (Mt 26,29; Mc 1,25), donde los elegidos cantarán un cántico nuevo (Ap 5,9; 14,3).
En suma, todas las promesas de Dios para sus criaturas se refieren a realidades no neos, porque lo neos no forma parte de la naturaleza de Dios.
Lo neos es lo propio de los que pretende tener la receta mágica para la conversión en cómodos plazos y sin esfuerzo ninguno. Todo lo que hay que hacer es caminar un camino neos -que a estas alturas de la película es tan viejo que ya huele mal-, y por arte de magia, si no te rindes y no dejas de caminar -y de obedecer-, caminar -y llenar bolsas opacas- y caminar -y sacrificarlo todo y a todos en dicho caminar-, llegará un momento, nadie sabe cuándo, en que te convertirás y brotará de ti un manantial de amor y unidad, dicen.
El cuadro se llama El indiano. Es mi abuelo
Pero no solo resulta que es falso, sino que además no es posible porque no está en su naturaleza, porque todo lo que es neos, está destinado a la muerte.
En la Iglesia, el proceso es justo al revés, no se parte de lo nuevo para llegar a lo viejo, de lo vivo a lo muerto, de lo luminoso a lo oscuro. Lo KAINOS es una transformación del propio ser y de su propia naturaleza, que conduce de lo viejo a lo nuevo, de la muerte a la vida, de la oscuridad a la luz, del no ser al ser.
Para ser KAINOS no hay que dar, hay que recibir: recibir la filiación divina. Por eso, más vale alejarse de los que solo dan certificados de filiaciones demoniacas y demuestran con sus obras y sus hechos concretos ser dignos hijos de tal padre. Por eso no es casualidad que los grandes amigos presbis de los neos sean los que son: Apuron, McCarrick, Pell, del Palacio, DiMarzio…, por eso no es casualidad que tantos hijos de los neos estén enganchados a la pornografía y tan destruidos que ahora los grandes jefes han tenido que reconocer que su receta mágica de caminar, obedecer y pagar no sirve de nada y que es imprescindible recurrir a ayuda profesional eficaz.
Cristo es eficaz, en cambio lo neo conduce a la muerte.

domingo, 26 de enero de 2020

Traditio symboli (XXXVIII)



Esta es la segunda pregunta:
CONCRETAMENTE, ¿CÓMO SE ABRIERON TUS OJOS?
Si dices que eras ciego y ahora lo ves, dime cómo sucedió, qué hicieron por ti.
Dime tú a mí con qué autoridad pretendes que te cuente lo que sucedió. ¿Careces de autoridad? Entonces la respuesta es: no eres digno de romper los sellos y abrir el libro.
El ciego no cuenta cosas inventadas, cuenta exactamente los hechos. Dice: "Ese hombre al que llaman Jesús de Nazaret se me acercó. Estaba pidiendo limosna, se me acercó, hizo barro con su saliva, me la untó en los ojos y dijo: ¡Ve a lavarte! ¡Fui, me lavé y ahora veo!" ¡Esto es lo que dice: hechos! No cuenta ningún tipo de elucubración. A ti concretamente (después de que contases cómo era tu vida antes del Camino), ¿Cómo se te han abierto los ojos?
Y aquí se ha descubierto. Porque lo que le interesa es que parezca que le debes la vista al Camino, no a Dios.
Tú dices: "Bueno, mi cuñado me llevó a una catequesis y ese hombre al que llaman Jesús de Nazaret -que apareció en las catequesis- me puso barro en los ojos, me iluminó con su palabra profética en las catequesis a través de los catequistas. De repente me di cuenta de que tenían razón y la Palabra, que se combina con la saliva, continuó iluminando mis pecados, mi barro, mi basura y me mostró que tenían razón, que yo no era la persona perfecta que creía ser. Hay personas con las que esto sucede en la primera catequesis, a otros les sucede en el primer escrutinio porque todavía se creen buenísimos y, de hecho, creen que nos están haciendo un favor al ir a la comunidad. Entonces el Señor mismo los derriba con hechos. Algunos entran en crisis, otros son violentos, otros se enamoran... El hecho es que deben ocurrir problemas y conflictos (muy necesarios en los primeros años de camino) a través de los cuales el Señor ilumina nuestra realidad.
Entonces debes decir: En la Iglesia hay un camino y una palabra profética que me iluminó y me hizo ver quién era. Antes no veía nada y pensaba que era muy buena y me pasaba la vida juzgando -como muchas mujeres que van a misa y comulgan a diario, muy intolerantes-. ¡Me creía buenísima! Mi esposo era muy malo, mis hijas no me entendían y yo era muy buena (es tu vida, ¿no?).
Es la vida de cualquiera que lleve unos cuantos años metido en el hoyo del Camino, porque eso es lo que se enseña en la comunidad y además, tú no puedes evitar ser como eres ni tiene la menor importancia porque diosito te quiere como eres.
Solo en el camino comencé a conocer mi egoísmo, porque no veía nada, no veía nada más que el hecho de que no me amaban mientras pasaba mi vida en casa sacrificándome por todos.
"¿Pero cómo sucedió esto? ¿Cómo, concretamente?". Así: hizo barro con su palabra, con su saliva iluminó mis pecados. Y me vi tan sucio, tan sucio, vi de lo que soy capaz: con hechos, no una o dos veces, sino durante años, con hechos muy concretos, me hizo ver mi apego al dinero, mi mente sucia, cómo murmuro, cómo no respeto al otro, cómo lo juzgo, cómo tengo una mente sucia, sexual, etc.
La palabra de Dios pone al hombre frente a su misericordia. El ciego que recupera la vista no ve pecados, suciedad y delitos, ve la majestad de Dios, ve su amor, ve su perdón. Así que si te echan encima algo que solo te hacer ver dolor y culpa, huye por tu bien.
Y aunque soy así... Señor, ¿me amas? He visto que el Señor me ama. Y no solo me ama, sino que por esta persona así como soy yo, el Señor ha dado la vida. Dar la vida por uno bueno es fácil, pero dar la vida cuando soy tan pecador o pecadora... ¡He visto su amor! Estaba completamente ciego antes, no veía amor por ninguna parte, no veía nada más que mi bondad y la maldad de todos los demás.
Exactamente lo que ven los kikos. Pobrecitos, tan perseguiditos ellos. ¿De qué se van a arrepentir y a corregir ellos si se creen los buenos de la película? Y si no lo son, lo dicho antes, les trae sin cuidado, porque diosito los quiere como son.
El ciego de nacimiento ve cuando se lava, cuando le quitan sus pecados.
Otra falsedad. Precisamente antes de curarlo, Jesús deja claro que no estaba ciego ni por sus pecados ni por los de sus padres.
¿Cómo se te pueden quitar tus pecados? ¡Cristo los toma sobre sí mismo! Alguien debe sufrir el castigo de tus pecados: en esto hemos visto el Amor. ¡Ahora he visto el Amor de Dios, la luz, he visto la luz! Porque antes de no ver la luz, ¿qué es la luz? Dijimos: la luz es el amor que Dios tiene por nosotros los pecadores.
Pero esta es una frase bonita y nada más si no se vuelve existencial en ti, si no llega verdaderamente a tu vida. Por lo tanto, es imposible ver para aquellos que se creen justos como los fariseos, los profesionales de la religión, porque dicen: "Nosotros vemos".
Eso es exactamente lo que dicen los kikos de sí mismos. Que tomen nota.
Jesucristo no debe soportar ningún pecado porque no tienen ninguno, son justos. Porque esto dirá Jesús en Evangelio: "Ay de los ricos, ay de los que ahora están satisfechos", ay de vosotros que no necesitáis a Jesucristo.
Ay de vosotros, que cambiáis a Jesucristo por un chute de kikotina.