sábado, 29 de febrero de 2020

Tostón publicitario. Cuaresma 2020 (II)



Tras las presentaciones, se lee el Evangelio del primer domingo de Cuaresma (Mt 4,1-11) al que sigue el consabido mitin a cargo de uno muy sensible.

Esta es la palabra de las tentaciones del 2020, estamos en el 2020, y yo tengo que daros una palabra, si me inspira el Señor; sobre todo si a vosotros os da la gracia de escuchar y la palabra Dios la hace penetrar en vuestro espíritu y, tocando vuestro espíritu, florece, se llena de fuerza vuestro espíritu y de amor a Dios.
El Evangelio leído es la excusa, el mensaje subsiguiente invariablemente es verborrea de Pako y nada más, aunque siga tratando de hacerse pasar por un nuevo Moisés, solo es un enviado de su padre, el amante de la mentira.
Tenemos que prepararnos porque viene el Señor. En la Pascua del 2020 viene Jesucristo y tiene que encontrarnos preparados para llevarnos con Él. Según la tradición de la Iglesia, durante la vigilia pascual vendrá el Señor. Será este año, el año 2020, será el 2021, será el 2040, ¿cuándo será? ¿Qué diferencia hay en que venga el 2020 o venga dentro de 40 años? Ninguna, es lo mismo. Así que puede venir perfectamente este 2020.
Lo que sí nos dice la Iglesia es que tenemos que prepararnos, estar todos prontos, listos para cuando venga el Señor. Dice que cuando venga, de pronto, se abrirán los cielos, se llenará todo de luz, como si la Tierra fuera plana, no fuera un lugar redondo, y de pronto veremos a Cristo venir con los ángeles del cielo y los santos en su gloria. Entonces, los que estén vivos en ese momento -dice S. Pablo, que lo describe él-, seremos arrebatados en los aires al encuentro con el Señor. Y mientras somos arrebatados por los aires, nuestro cuerpo será transformado, porque este cuerpo es un vestido que no sirve, porque está sujeto a la corrupción y por tanto tenemos que ser revestidos de un cuerpo celeste, de un cuerpo de bodas eterno, un cuerpo maravilloso que Dios ha destinado para nosotros semejante al que tiene Jesucristo y tal cual Él es así seremos transformados. Seremos transformados con un cuerpo que no sufre, con un cuerpo preparado por Dios para participar del amor que Él nos tiene.
Para su sensibilidad la parusía se reduce a: si le pilla vivo, se libra de la muerte. Siempre enfocado en sí mismo. Yo-me-mi-conmigo.
Esto está revelado por Él. Dios nos ama tanto que quiere que participemos de su gloria, de su felicidad. Dios es amor en sí mismo, amor. Y en sí mismo es eternamente feliz. Esta felicidad que Él tiene y esta forma de ser que Dios tiene, que es amor a todos, nos quiere hacer partícipe a nosotros. El amor es difusivo de por sí, la felicidad de Dios no ha querido tenerla para sí, sino que nos pensó desde antes de la creación del mundo para que participemos de su felicidad, de su voluntad y de su amor.
Descifrando el verdadero mensaje del tostón publicitario
Así que es una buena noticia para todos: estamos todos destinados a participar de la felicidad de Dios mismo. Él nos ha preparado, nos ha formado en una familia, nos ha hecho conocer el Camino y, Dios, que es amor, está deseando… No sé si conocéis la naturaleza misma de Dios. Dios se ha mostrado viniendo a la Tierra y tomando nuestro cuerpo y con nuestro cuerpo se sometió a la ignominia, a la tortura y fue crucificado. Ahí tenemos un crucifijo muy bonito, grande. Fue crucificado, algo verdaderamente impresionante: que Dios mismo se hiciera pecado por nosotros y sufriera el castigo que los pecadores tenían que sufrir como estaba predestinado. Pues quiso sufrirlo Él para que no lo sufriéramos nosotros. Y en eso ha mostrado su infinito amor a cada uno de nosotros.
El discursito es tan malo como de costumbre: mucha predestinación por aquí, bastante irreversibilidad por allá y la sensación de que el libre albedrío no existe porque todo está decidió de antemano. Eso más el pertinaz error de que Dios se hizo pecado son dichos concretos que nada tienen que ver con el Cristianismo.
Dios nos quiere tanto que quisiera ser uno, uno en nosotros. ¿Por qué dice uno? Porque no se reserva nada cuando ama, se da totalmente. Se da de una manera tan formidable, Dios al hombre, que se hace uno con él. A mí me quiere tanto que entra dentro de mí y se hace uno conmigo. No somos Cristo y yo dos, no, uno conmigo, uno conmigo. Si sois perfectamente uno, el mundo creerá. Uno con cada uno de los hermanos de la comunidad, de forma que aparezca en la comunidad un misterio: el misterio de la perfecta unidad.
Todavía no se ha dado cuenta de que, por su propia naturaleza, un gueto es todo lo contrario a la unidad. Y una comunidad es un gueto.
Amaos como yo os he amado, en este amor conocerán todos que sois mis discípulos. ¡Animo, hermanos!
Claro que tenemos que estar preparados para recibir este amor y a lo mejor no somos capaces de poseerlo y nos importa nada.
Hay que mandar al sensible a repetir los primeros estropicios porque no se ha enterado de nada: el Amor no se posee, nadie puede poseer a Dios porque no es el genio de la lámpara ni puede ser sometido al antojo de un gurú, por más que se llene la boca asegurando que Dios es el responsable de esa enferma obra humana que es el CNC.
Dios nos preparará y cuando os ha llamado a este Camino y os ha mandado catequistas como Carmen y como yo y como el padre Mario y como Ascensión y como vuestros catequistas, Dios ha hecho una obra prodigiosa, la está haciendo con nosotros, está ayudando a su Iglesia. Está haciendo hasta una nueva estética, hemos hecho aquí una nueva parroquia, dando importancia a la asamblea cristiana, con un catecumenium, con las salas, con las comunidades. Poco a poco se está realizando lo que el Espíritu Santo ha inspirado después del Concilio Vaticano II con su Iglesia.
Por eso tenemos que estar muy agradecidos a Dios: primero, que te haya llamado el Señor; segundo que quiera ser uno contigo, uno en ti, Cristo uno en ti, uno contigo, no dos, uno. Perfectamente uno, porque esta es la naturaleza misma de Dios: amarnos totalmente, absolutamente. Nos ama de una forma tan grande que se hace uno en nosotros, uno. Quiere que siendo uno en mí y en ti y en el otro y en el otro hermano de la comunidad, aparezca la perfecta unidad en la comunidad que es la Iglesia, el misterio de la Iglesia. Y este misterio, que es la perfecta unidad, es más que una bomba atómica, transformará el mundo.
Amaos como yo os he amado y en este amor conocerán todos que sois mis discípulos. En este amor el mundo se transformará.
Claro que a lo mejor somos tan tontos o tan pobrecitos que no nos damos cuenta de lo que está pasando y nos tiene sin cuidado. Pues no. Es muy importante que tengas una comunidad y vas a morir en ella, te vas a morir y los hermanos van a venir cerca de tu cama y van a cantar contigo el Credo.
Tal vez sea que ha descubierto que la única razón de ser de la comunidad -ya que ni se aman ni transforman otra cosa que a sí mismos en “pedores”- es montar bulla cuando se muere uno de ellos. ¡Pues mira que aguantar toda la vida en la comunidad solo para eso!
Y te van a esperar en el cielo. Gracias a Dios será pronto, no vamos a tardar mucho.
¿Los vivos van a esperar al fiambre en el cielo? Lo dudo mucho, pero que sea pronto, que me encantaría verlo.
Dentro de poco, en poco tiempo estaremos todos prontos para reunirnos con nuestros hermanos en el cielo. Porque existe otra creación, existe el cielo, donde está Dios y quiere que estemos allí también con Él. Porque Dios es así.
Dios tiene una esencia que es querernos, estar en nosotros, ser uno en nosotros. Nos quiere tanto que quiere ser uno en mí, uno en ti, para que seamos perfectamente uno y la gente diga: mirad, mirad cómo se aman. Mirad cómo se aman, gritaban los paganos viendo cómo se amaban los cristianos.
Claro que este amor no es algo que tú te puedas imaginar. Lo realiza el Señor. No es algo sentimental, es algo sobrenatural, nadie puede poner trabas a este amor. ¿Cómo se realiza? Lo verás, lo realiza el Señor poco a poco, poco a poco en vosotros, en vuestras comunidades, lo va haciendo el Señor poco a poco. Lo importante es que deis paso a que el Señor venga y se haga uno en vosotros y, entonces, el mundo se transforme viendo vuestro amor, el amor de Dios en nosotros, el mundo reciba una sacudida enorme, mirad cómo se aman.
Sí, se repite como el ajo y siempre para poner el centro en el instrumento que se ha demostrado inútil y dejar a Dios al servicio de esa inutilidad.

jueves, 27 de febrero de 2020

Tostón publicitario. Cuaresma 2020 (I)



Un año más se cumple que el panfleto que el CNC emite con ocasión de la Cuaresma, resulta ser un tostón publicitario a favor de los amigos de vivir bien con el dinero de las bolsas.
Una vez más, también sucede que el susodicho panfleto amenaza con las penas del averno a quien ose reproducir lo que escrito está en el panfleto. 
Está bien que lo hagan, es un hecho concreto demostrativo de que el contenido no puede ser un mensaje cuaresmal, porque todas las llamadas a conversión de la Iglesia son públicas y no pueden quedar escondidas ni oscurecidas por ©, mucho menos en lo que solo es un borrador.
Pero es que también es absurdo pretender evitar la publicidad de lo que en sí mismo es un panfleto publicitario que, para que no haya duda posible, arranca con proyecciones hacia el futuro de lo que ni por temática ni por cronología tienen nada que ver con la Cuaresma.
Aquí puede comprobarlo el lector a partir de una transcripción de lo captado con un móvil, porque nadie puede impedir que se lleven móviles a los tostones publicitarios.
Salón de usos múltiples con corona "histérica"
La reunión tuvo lugar en el salón de usos múltiples no litúrgicos también conocido como templo de Santa Catalina Labouré el día 19 de febrero y empezó la cosa haciendo saber a la audiencia que «hemos acordado con el Santo Padre, una audiencia el 23 de mayo próximo a las 12 del mediodía en Roma en el aula Pablo VI para enviar nuevas familias en misión a todo el mundo. Tendremos primero una convivencia en Porto San Giorgio con todas las familias disponibles, y las que estén disponibles a partir haremos un sorteo con ellas y serán envidas por el Santo Padre a los diferentes lugares donde nos han pedido familias cristianas que anuncien a Jesucristo».
Primera noticia que nada tiene que ver ni con la Cuaresma ni con hacer una llamada a la conversión: el Papa se reunirá a finales de mayo con las nuevas familias en misión. No con el CNC, solo con las nuevas familias en misión… Bueno, este, es que hay que llenar una sala muy grande. Algo habrá que hacer para llenarla. Por ejemplo: «Invitaremos también a las [familias] que ya están en misión y no han sido enviadas por el Papa».
No puedo evitar preguntarme, esas familias que están donde estén sin haber sido enviadas… ¿quién dirán que las ha enviado? ¿en nombre de quién dirán que hablan?
Y aun así, juntando tanto a las nuevas familias en misión, que es a las únicas a las que se dirige la convocatoria del Papa, más las familias que están por ahí enviadas por nadie, no es suficiente para llenar un aula con capacidad para 7000 almas. ¡Uff! Hay que llevar más gente. A ver que se puede hacer… «Invitaremos también los formadores y seminaristas de los seminarios de Europa que van después a acompañar las familias».
O al revés, esas familias a lo que van realmente es a ser la comunidad artificial de los formadores y los seminaristas de los RM ubicados en lugares donde el CNC no se come un colín.
Otra imagen de la corona "histérica" del saloncito
El segundo tema publicitario, también sin relación ninguna con la Cuaresma fue: «El 5 de septiembre próximo haremos un encuentro vocacional en el Circo Máximo a las cinco de la tarde. Invitaremos especialmente a los jóvenes, esperemos que vengan todos los de Europa y de los otros continentes los que puedan. Será un encuentro bellísimo de jóvenes. En preparación a este encuentro haremos una misión dos a dos anunciando el Evangelio por todo el mundo. A la vuelta yo los recogeré en el Circo Máximo.
Para los jóvenes que no vayan a la misión de dos en dos, porque son menores de edad, preparad peregrinaciones por parroquias donde queráis, a visitar la tumba de Carmen, o a un lugar santo, a algún santuario...
Ya puestos, también podrían visitar la tumba de Chiquetete o la de Napoleón. Total, si es por ver tumbas…
El tercer tema ajeno a la Cuaresma y al anuncio de la Buena Nueva es: «Este año nos han pedido realizar la Sinfonía de los Inocentes en Cerdeña, será el 21 de Junio, si Dios quiere».
Y luego viene el repaso de quien está y quien falta en esta convocatoria de consignas publicitarias varias. ¿Os acordáis de Marita, la que enseñaba la habitación del pánico a los peregrinos visita-tumbas, a quien tuvieron que amputar una pierna? Pues no penséis que le preguntó qué tal estaba o si tenía dolores. No hizo nada de eso porque el acrisolado amor que se profesan los adictos a la kikotina no admite sentimentalismos ni conoce la educación.
En cambio, se interesó por un viudo reciente: «Miguel Ángel, te acompañamos -¿será plural mayestático?-en el sentimiento. Su mujer ha pasado al Padre pero está aquí con nosotros presente, está unida a Jesucristo, más presente que nunca. Miguel Ángel y Hortensia, itinerantes en el sur de Portugal desde hace 35 años, con 12 hijos: un presbítero en Ghana, una monja de clausura, dos hijas en misión en China, una de ellas como familia en misión».
Y entonces el viudo se levanta y dice: «Hortensia ha dado un testimonio impresionante en el hospital, en el tanatorio».
Desgraciadamente el viudo no dio hechos concretos del testimonio de la difunta en el tanatorio. Hubiese sido la caña que se explayase porque, en mi modesta experiencia, los muertos en el tanatorio no hacen nada de nada, ni se levantan de la caja de pino para pedir ir al servicio ni rezan el rosario ni anuncian en kerygma; así que me hubiese encantado saber la clase de testimonio “tanatorial” que dio Hortensia.
Imagen de "uka de funeral" de un kikopresbi en León. Las caras tristes de los presentes no hablan de resurrención
Pero la cosa no acaba ahí: con la muerte de Hortensia el CNC ha inventado un nuevo tipo de celebración que por lo menos debe ser de extra-categoría superior y solo al alcance de los muy kikotizados: «Hemos hecho una Eucaristía de funeral donde gente quiere hacer catequesis».
Porque al final lo único que preocupa a los adictos a la kikotina es que lleguen fuentes nuevas para llenar las bolsas. Y a lo mejor la "uka de funeral" fue la bomba porque la difunta hizo una monición ambiental que puso a todos la piel de pollo.
Pero, por supuesto, la última palabra sobre el cuento que cuenta el viudo reciente es de Kiko que, no por primera vez, declara que eso de morirse es «un gran acontecimiento».