domingo, 30 de octubre de 2022

Tostón de inicio de curso 2022-2023 (II)

 

El sábado a media mañana, más o menos, en lo que los neocatecumenales llaman “los Laudes”, es el mismo Kiko quien retoma las reflexiones del presbítero sobre la importancia vital de la misión a la que los neocatecumenales han sido llamados -algunos, más bien, han sido arrastrados a la fuerza y contra su voluntad- y aumenta la dosis:

«Todos tenemos una misión en este camino. Antes no lo sabías, pero ahora sabes que el cristiano es un extranjero: es un ingenuo, un tonto que de alguna manera se instala con su casa, con su auto, con su familia... deja de ser extranjero. Pronto le vendrá un desastre para removerlo y se dará cuenta que esa cosa horrible que le está pasando es una gracia grandísima. Lo está removiendo, porque el que se instala se corrompe».

El mensaje es claro: cualquier cosa que te parezca más importante que el Camino, sea tu familia o sea lo que sea, es algo que te corrompe; y para rescatarte de la corrupción te vendrá un desastre horrible. Advertido quedas.

Aquí se pasa a la siguiente fase: después de haber asegurado al personal que no se puede ser cristiano ni alcanzar la salvación sin el Camino Neocatecumenal -lo que conlleva obedecer todos los mandatos y preceptos de Kiko, hasta los más pequeños-, se pasa a culpabilizar y exigir más a la audiencia, so pena de que la desgracia aceche a quienes osen creer que es sano y natural dar prioridad, por ejemplo, a sus responsabilidades de padre, cónyuge o hijo, sobre los ingentes deberes que tiene hacia el gran ídolo Moloch-comunidad.

¿Y quién es el guapo que discrepa? ¿Quién, después de haber renunciado a la razón por el camino, encuentra argumentos para oponerse?

Hasta hace poco esos tales recibían el cariñosísimo apodo de judas; ahora el nivel de intolerancia -cargada de amor y de buenos deseos, por supuesto- parece haber subido y son tildados de anticristos.

En resumen: si no aceptas la palabra de Kiko, un pintor fracasado, te dirán que reniegas de Cristo, porque en su ceguera provocada por el exceso de kikotina su diosito es Kiko, su mesías es Kiko, su profeta es Kiko… Y su perdición, si no recapacitan, también es Kiko.

De hecho, en la reunión, a los prófugos del kikismo se les dedica un pasaje que se lee el sábado por la mañana: «Ciertamente, si habiéndose ellos escapado de las contaminaciones del mundo, por el conocimiento del Señor y Salvador Jesucristo, enredándose otra vez en ellas son vencidos, su postrer estado viene a ser peor que el primero. Porque mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia, que después de haberlo conocido, volverse atrás del santo mandamiento que les fue dado. Pero les ha acontecido lo del verdadero proverbio: El perro vuelve a su vómito, y la puerca lavada a revolcarse en el cieno» (2 Pe 2:20,22).

El punto está en que es una mentira grotesca pretender hacer pasar la trampa y cartón del CNC por conocimiento de Jesucristo. Por eso, los que se van del Camino -que son muchísimos- en nada se parecen a aquellos de quienes habla San Pedro en su carta.

Sin embargo, inmune a la verdad, Kiko comenta:

«Por eso, el anticristo nace siempre de la Iglesia, digámoslo así. San Juan dice que eran de los nuestros, que estaban antes con nosotros, gente que ha conocido las catequesis, que estaba bautizaba y ha apostatado, negando los auténticos valores cristianos.

Así los valores cristianos, especialmente la revelación, son sustituidos por valores humanos, es decir, tienes que ser justo, tienes que vivir para el trabajo, para la honestidad, para la amistad, para la lucha contra la injusticia. Nos llaman angelistas porque hablamos de Cristo... Todo es maravilloso y las almas débiles siguen estas cosas así, tranquilamente, todo con la justicia, con esas cosas».

Supongo que parte del problema es la ignorancia de Kiko, que el tiempo no ha paliado, porque sucede que no hay valores cristianos de primera y de segunda, no los hay “auténticos” frente a falsos, ni de cristianos adultos frente a religiosos de domingo. Los valores, o son cristianos o no lo son. Y la revelación, dicho sea de paso, no es un valor cristiano, ni de categoría superior ni de ninguna otra.

Sucede también que la justicia sí es un valor cristiano, aunque Kiko trate de degradarlo al tildarlo de valor humano. Como lo es la honestidad. Pero Kiko tiene un serio problema con la justicia, que menciona en tres ocasiones y las tres para despreciarla como algo de ínfimo valor, una engañifla para almas débiles.

Pues no. El primer atributo que caracteriza a Dios es la Misericordia -la caridad y esas cositas, para que se me entienda-; el segundo es la Justicia.

Volviendo a aquellos que, a pesar de ser "gente que ha conocido las catequesis", que "eran de los nuestros", sucede que "ha apostatado", dice Kiko que con los que no han apostatado del Camino Dios «¡tiene paciencia! Puede esperar años; te ha dejado muchos años en el pecado, porque sabe que un día se acabará y se terminó el pecado, ¡qué estupendo!».

Porque sucede que diosito hace acepción de personas y trata de manera completamente diferente a los "no apóstatas" y a los “apóstatas”:

«Los que no son sus ovejas no obedecen su voz y no ponen en práctica lo que él dice, no lo ponen en práctica porque no son sus ovejas y están aquí en medio de nosotros, destinados para esto, para que todos digan: "¡Mira lo que le pasó a ese!". Por eso el Señor lo ha traído aquí, para que todos aprendáis, para que podamos aprender. Esto es lo que dice San Pedro. Están destinados para esto. No sabemos cuál será su destino final... lo dejamos a la misericordia del Señor, pero sí sabemos una cosa, hermanos: el amor de Dios por nosotros».

Un poquito de seriedad y de coherencia, por favor, aunque pedir coherencia a Kiko es como pedirle peras al olmo. Las ovejas que no obedecen son esos que muy a gusto presumen de permanecer en el pecado durante años y más años, a la espera de que Dios provea magikikamente que se acabe el pecado. ¿Se entiende? Pues eso.

Y, por cierto, San Pedro no cae en la defensa de la predestinación, que es herejía muy kika, sea cuando menciona a los predestinados a dejar de pecar sin el menor esfuerzo ni interés, sea cuando lanza venablos contra los predestinados a liberarse al dejar la comunidad.

 

Esta entrada está tomada de aquí.

 

viernes, 28 de octubre de 2022

Tostón de inicio de curso 2022-2023 (I)

El original de esta entrada, que no es traducción literal más que en los párrafos remarcados, puede leerse aquí.


Puerto San Jorge

Del 29 de septiembre al 2 de octubre de 2022

Asisten las comunidades kikotizadas personalmente por Kiko y Carmen en Roma, Florencia, Ivrea y París, equipos kikinerantes de Europa (excepto los de España y Portugal, ya que a continuación los tres del trípode viajan a España para repetir el rollo en español), África, Asia, América y presbíteros de los semivacíos Redemptoris Mater. 

¿Dónde se han metido todos?

Y pese a convocar a tantos todavía quedaba sitio libre, porque cada vez son menos, más cansados y más cascados.

De hecho, diez días después de esta reunión se produjo la inauguración de la iglesia restaurada en la localidad de Fuentes del Carbonero, que ahora venden como cuna del kikismo porque de las chabolas de Palomeras no queda ni un clavo, y sucedió que Kiko no estuvo de cuerpo presente en la inauguración. Ni Kiko ni Mario ni la secre ni nadie en su nombre. Se dijo que estaba indispuesto y por eso no pudo ir.

Es que los años no perdonan.

También se da el caso de que otras veces la reunión de inicio de curso tenía lugar a primerísimos de septiembre, no a comienzos de octubre. Da la impresión de que cada vez están más desganados. O que se van quedando sin labia.

Algo de eso hay. Desde hace algunos años, para mi comunidad la reunión de inicio de curso consiste en tres rolletes sin ninguna novedad, una penitencial, una uka de esas que vale como 100 y muchas horas de turismo. Cada año se visita una población y se contrata no solo el hotel, también un guía turístico para llenar las horas.

Turistas en Fuentes, durante la restauración

En otras palabras, el follón de la reunión de inicio de curso de tres días es perfectamente prescindible y para hacer turismo hay fórmulas más baratas, pero en el CNC -y por casualidad es similar a la praxis de los grupos coercitivos- sucede que cualquier alejamiento de las normas impuestas por los iniciadores es visto como una traición, un abandono de la vocación recibida de lo alto; como si su Camino reemplazara a la Iglesia o fuera una iglesia dentro de la Iglesia o, con más precisión, los “elegidos” de la Iglesia.

Tampoco este año faltó la declaración de este elitismo insano.

Por ejemplo, en la penitencial del viernes, al comentar el versículo seleccionado para escrutar (Rm 5,2: “Por él también nosotros, por la fe, tenemos acceso a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios”), el pésimo presbi que no sabía nada de religión ni del Catolicismo hasta entrar en el Camino dijo:

«Esta esperanza no es una esperanza aérea, etérea, porque San Pablo dice que la fe es el fundamento de lo que esperamos. No esperamos en ilusiones, historias, teorías. No, gracias al camino con el que hemos redescubierto la iniciación cristiana, la riqueza del bautismo, ya todos comenzamos a saborear esta realidad celestial. Sin este testimonio del Espíritu a nuestro espíritu no podemos creer. La primera luz llegó con el kerigma».

Primera luz que rompe las tinieblas

Con lo que en psicología se llama proyección, el pésimo presbi extrapola su experiencia personal de falta de fe y conversión hasta que conoció -se produjo el encuentro, en jerga neocatecumenal- a Kiko y a Carmen (Dios a veces usa de medios extraordinarios y estrafalarios para la salvación de sus hijos) y afirma que para todos los neocatecumenales que existen y han existido es igual: para todos y cada uno de ellos la primera luz llegó en una kikotesis dada por un kikotista sin formación.

Aún dijo más:

«La primera luz vino con el kerigma: si lo hemos acogido somos fieles a la Palabra, a la Eucaristía, a la vida en comunidad, a los pasos».

Quede claro: para el pézimo presbi no se trata de ser fieles a Dios, sino al trípode, a la sarta de kiko ritos kikomágicos de los pasos, al diezmo -que no falle nadie en dar el diezmo, que está la situación muy peliaguda y el gas muy caro-, a las reuniones con Kiko que no sirven para nada, a las perekikaciones a los lugares kikos, etc.

Entonces el hablante agrega:

«Hay traiciones, pecados, caídas, pero si nuestro deseo de llegar a ser cristianos es sincero, Dios, que ve nuestro corazón, lo realiza en los tiempos que Él ha previsto».

Lo que quiere decir que ya está bien de quejarse porque en medio siglo no se ha convertido ni el gato, ya está bien de impaciencia, que sois unos impacientes y pretendéis marcarle el calendario al mismísimo diosito. Ya sabrá diosito cuando os tenéis que convertir. Y cuando llegue el momento sucederá sin hacerse esperar, de forma magikika y si esfuerzo ninguno por parte del interesado.

Prosigue la charla, que se supone inspiradora:

«La unidad, la comunión de nuestras comunidades, el Señor quiere que se conviertan en luz, sal y levadura y los paganos, viéndola, como profetizó Ratzinger en los años 70: la Iglesia subsistirá como una minoría, pero cuando el mundo haya probado la destrucción de todos sus proyectos y la muerte, mirará a estas pequeñas comunidades creativas y recuperará la Esperanza. Esta es la misión que el Señor nos confía. Por esto tenemos necesidad de conversión constante entre nosotros».

Ahí es nada. A la vista está que el CNC no sirve, que no se convierte nadie, que ninguno ha descubierto a Cristo en el otro, que no se aguantan entre ellos, que la unidad en la comunidad es un mito y que miran por encima del hombro a los de fuera, en vista de lo cual lo que toca es fingir que un Papa sabio que gustaba de puntillitas y zapatitos rojos profetizó sobre, qué casualidad, pequeñas comunidades portadoras de esperanza.

Quizá los neocatecumenales ignoren que también está profetizado que antes del fin de los tiempos el mundo entero se convertirá al Cristianismo, no solo un pequeño rebaño, no pequeñas comunidades, el mundo entero. ¿Será que esa profecía no cuadra con sus intereses?

Volviendo al discurso pésimo, la conclusión que saca el ponente es que la razón por la que están necesitados de conversión constante entre ellos es para ejercer de esperanza de los demás no se sabe cuándo.

Cómo la cosa se haga esperar un par de décadas más, no quedará ni un neocatecúmeno vivo para llevar a cabo tan magna misión. A lo mejor es que no son ellos los destinatarios de la profecía benedictina.

miércoles, 26 de octubre de 2022

Traditio symboli (CXLVIII)

 

CUARTA PREGUNTA

Para la lectura, ¿hay que hacer primero una monición?

No, no, si no sabes lo que va a salir, ¿cómo puedes monitarlo? Después de leer lo explicas; está claro. ¡Tienes que dar una explicación de la lectura! Dices: "Mira. Esta Palabra significa esto. En alguna convivencia he dicho: "Hagamos una lectura al azar", y así lo hice; leí y no vi nada, no sabía qué decir. Entonces miré hacia arriba y dije mentalmente: "¡Señor, ayúdame! ¿Qué quiere decir esto?" Empiezas a hablar y de repente dices cosas. ¡Es fantástico, fantástico! Porque el Señor nunca te abandona.

Es decir, salga lo que salga en la lectura al azar, tú sueltas tu rollo aprendido de memoria, como lorito bien amaestrado. Y después aseguras que lo dicho te ha inspirado en ese momento.

Si hay un hospital en vuestra zona y queréis visitarlo, podéis ir; si hay algún convento también, id y anunciad vuestra experiencia.

¿No se trataba de llamar a los alejados? ¡Qué pronto se descubre a un mentiroso!

Si hay una pensión también, y si os toca una casa de mala reputación también. Si es la sede de un partido político o de algún cargo, id de todos modos; no te golpearán con el martillo en la cabeza, ¡no preocuparos! ¿Qué necesitan, ellos que piensan que los cristianos son burgueses y estúpidos, sino ver que hay gente que se arriesga? El Señor es misterioso, pensad que los frutos son un misterio. Vosotros vais a sembrar, y otros segarán; lo que vosotros sembréis lo cosecharán otros, y muchas veces vosotros cosecharéis frutos que otros han sembrado. Porque una de las cosas misteriosas que hay en la Iglesia es el fruto. Dios se sirve de las cosas más inesperadas para cambiar el corazón del hombre. En el corazón del hombre hay un misterio grandísimo: está su libertad, es una criatura creada por Dios, hay una catequesis de Dios en cada hombre.

Ya sabes: no vas a cosechar nada, no vas a convencer a nadie, en realidad de lo que se trata es de convencerte a ti de que tienes que ir para que otros, no se sabe quiénes ni cómo ni cuándo, cosechen no se sabe qué.

Nosotros no tenemos una idea pesimista del hombre, no. Sabemos que hasta en el peor hombre que te está escuchando Dios está presente, está en él.

Ya está confundiendo los términos. Toda criatura humana es hija de Dios, pero eso no significa que Dios esté en todos.

Tal vez hoy te rechace, pero algo le queda. Si habéis podido decir: "la paz", esta palabra ya es de Dios, está ahí y permanece para siempre; ha llegado al oído de aquel hombre y se ha impreso en su interior: ¡si quisiera sacárselo de encima, sería difícil! Por lo menos hay un testimonio que está presente para su vida.

El magikiko poder de las palabras. ¡No te digo nada si en lugar de “la paz” le deseas que todos sus días sean “buenos días”! ¡Le cambiará la vida! No se lo sacará de su interior ni a cañonazos!

Uno te abre la puerta y tú dices: “El Reino de Dios se acerca ahora a vosotros”. 'Escucha, caramba, ¿a mí se me acerca el Reino de Dios? Atento, tengo que digerirlo: ¿qué significa esto?'. Y es una verdad, no es una estupidez, ¡es la verdad! “El Reino de Dios, hoy, se acerca a vosotros, ¡alegraos! ¡La paz a esta casa, la paz!”. ¿Qué quiere la gente sino paz y felicidad? ¿Qué quiere la gente sino tener un poco de paz? Un poco de paz, por favor, y no tanta angustia, problemas, disgustos con el dinero, lo que sea, con la familia... ¿La gente no quiere paz? La paz es lo más grande. Y vosotros tenéis el poder de llevarla, de llevar la paz al corazón de las personas.

Si ellos mismos no están en paz ni van en paz por las casas, ¿cómo podrían dar de lo que no tienen?

Luego, en la próxima convivencia, tan pronto como sea posible, debéis hacer los equipos para el Credo; os daremos el Credo dividido en 12 artículos. Haced los equipos para comenzar lo antes posible y después sorteáis los equipos para ir por las casas. Se va a las casas una vez a la semana. ¡Cuidado con los holgazanes! El Señor os pedirá cuenta, sí, de esto el Señor os pedirá cuenta ("Escondí el talento..."), os pedirá cuenta de cada semana que hayáis faltado, os lo digo sinceramente.

Pero sin presiones, ¿eh? No se trata de atemorizarte con los castigos divinos, qué va, todo esto es el tu libertad… siempre que tu libertad coincida con lo que a Kiko le dé la gana que hagas para él.

Me asombra ver como el Cardenal Jubany de Barcelona, que vino a hacer el envío, a poner las manos sobre los hermanos, les dijo que cuando baja del Tibidabo y ve la ciudad de Barcelona -barrios enteros, millones de personas que no creen, que se ríen de la Iglesia-, él, con su corazón de obispo, dice: «¿Y dónde están hoy los que proclaman el Evangelio? En Barcelona no hay más que homilías politizadas, nada más que esto. ¿Quién predica hoy el Evangelio? ¿Quién anuncia la Buena Noticia?». 

¿Será que ese señor cardenal no caía en la cuenta de que precisamente su misión es el anuncio del Evangelio? ¿Será que no veía que él tenía que ser el primero en esa misión, hoy y siempre? ¿Será más bien un cuento del abuelete Kiko?

Y el Cardenal les dijo: "Aquí estáis vosotros, sabed que lleváis la preocupación de vuestro Obispo". El cardenal Jubany les habló con el corazón en la mano. También en Sevilla, el Cardenal fue a hacer el envío y fue una alegría, una maravilla; el Cardenal se mostró convencido de que esto es lo que hace falta hoy: predicar el Evangelio, que los cristianos prediquen el Evangelio, el pueblo de Dios que sale a jugarse la vida. No es que estemos haciendo el tonto aquí o cosa parecida; esto es lo más grande que uno puede hacer en la vida, lo más grande: dar la vida a través de la predicación.

Entonces, ¿por qué solo van a las parroquias cuando las puertas se cierran? ¿Por qué tanto rechazo a juntarse con los religiosos de misa de domingo? ¿Por qué no participa cada uno en la parroquia que le corresponde? ¿Será que no quieren predicar ni dar la vida y que todo se les queda en palabrería vacía?

Además esto no es fácil porque cuando la gente viene a la catequesis ya viene con el oído abierto, viene porque ya ha visto un signo.

Una vez más se le escapa que el objetivo no es llevar alejados a la parroquia, sino hacer proselitismo a favor de CNC y solo del CNC.

Esto es más duro que dar catequesis, aquí -en las casa- muchos tienen los oídos completamente cerrados y hay que abrirlos a través de tu testimonio.

Me imagino la escena: “Porque yo antes era un pecador, pero no me conocía ahora veo mis pecados, pero no me escandalizo porque sé que dios me quiere así, me acepta así y no me pide que cambie. Estoy bien conmigo mismo , con todos mis pecados a cuestas”.

Porque lo que abre el oído es esto: que pierdas la vida, que hagas el ridículo, que a lo mejor te insulten o te griten y que tú no les respondas. 

Pero ¿no era que según abrían la puerta tú decías “la paz” y magikikamente les entraban unas ganas locas de escuchar lo que tuvieras que decirles para que dios no se alejase de ellos? ¿Acaso era mentira lo que dijo antes? ¿O lo que se aparta de la verdad es lo que dice ahora?

 Y esto le queda para siempre, esto ya queda ahí y sigue trabajando. Os aseguro que la visita de algunos cristianos a una casa no se olvida tan fácilmente.

Lo que sucede es que los catecúmenos no son cristianos todavía, como su propio nombre indica.

Y si os agreden y os echan, peor para ellos, menos lo olvidarán; les quedará allí y sucederá que más tarde, cuando otro vaya después, abren porque esa noche no estaban contentos: '¿Pero por qué los eché? ¿Por qué me puse tan nervioso? ¿Qué me muerde por dentro que no quiero tener nada que ver con Dios? No quiero dejar mis pecados…”.

Qué curioso que, según Kiko, quienes no quieren tener nada que ver con Dios, tengan el discernimiento de ser conscientes de sus pecados, mientras que los neocatecúmenos, según los interrogatorios presentes en el mamotreto de la traditio, estaban ciegos tanto a sus pecados como al amor de Dios antes de entrar en la comunidad… Y después de entrar, les convencieron de que esforzarse por dejar los pecados es un moralismo y que Dios les quiere pecadores.

Y, claro, como el Señor está obrando en todo hombre (porque no se peca en vano, Dios le está diciendo: “Pero ¿qué haces? ¡Desgraciado!") Entonces vais allí para ayudar a Dios, ayúdale a empujar un poco la puerta.

En cuanto a los presbíteros, ellos también entran en el sorteo con los demás; los presbíteros hacen con vosotros el camino neocatecumenal para revivir también el Bautismo, porque antes de ser presbíteros son cristianos. Tienen una misión en el cuerpo como cabeza, pero ocupan plenamente su lugar en la Iglesia cuando la Iglesia está verdaderamente constituida. Muchas veces el presbítero es una cabeza sin cuerpo.... la cabeza de personas que tienen una fe muy débil. En este itinerario que recorremos, los presbíteros van con vosotros por las casas.

El Señor os dará ánimos. Habéis recibido el poder del Señor; ayer la Iglesia os dio el Espíritu Santo para ir, os dio el poder de ir y el demonio no os lo puede quitar. Es verdad, eres libre siempre, está claro, y esta mañana es posible que hayas pecado y ahora puedes negar a Jesucristo. Aquí se va a ver quienes tienen fe, quienes acogen las gracias que les estamos dando, y quienes las rechazan, quienes no las quieren. Hay que ver qué uso les dais a los talentos que se os dan: si negociáis con ellos o si los guardáis sin querer negociarlos.

¿Quién te crees que eres, Kiko, para juzgar tú el uso que da cada hijo de Dios a sus talentos? ¡Poco discernimiento tiene quien quiere usurpar un cometido que solo corresponde a Dios!