Traditio symboli (CXLVI)

 

¿Alguna pregunta? 

PREGUNTAS:

¿Cuántas veces a la semana hay que salir por las casas?

Un día a la semana.

Porque estas salidas son un extra, además hay que seguir tripodeando, así que no se puede dedicar mucho más tiempo.

 

En caso de no ser escuchados, ¿se deben sacudir las sandalias?

No, no es necesario que os sacudáis las sandalias; no hace falta porque ese es un gesto más duro para cuando se va a inaugurar la Iglesia y la rechazan: aquí, en el barrio, la Iglesia está instituida. Sin embargo, si no os acogen, podéis decir: "Aunque tú no nos acojas, debemos decirte que el Reino de Dios se ha acercado a ti"; debéis decir esto, no tengáis miedo de mencionar la palabra 'Reino de Dios' aunque os parezca que no lo entiende. "Id y anunciad el Reino de Dios", el Reino de Dios viene con vosotros. Si alguien os acoge y os escucha su vida empieza a cambiar porque un día va a la catequesis. Y entonces el Reino de Dios comenzará a acercarse. Vosotros estáis entrando en el Reino de Dios, ¿verdad?

Siempre hay que aprovechar para sembrar la confusión. El Reino de Dios no va con unos que solo anuncian kikadas. No tengáis miedo a rechazarlos. Los sacerdotes que están bien informados les cierran la puerta en las narices cuando les llegan con la pretensión de que les den hospedaje y comida gratis durante unos cuantos días mientras se dedican a recorrer las calles para intentar vender kikadas.

El Reino de Dios viene con vosotros, os acompaña. Estáis haciendo lo más importante, estáis salvando a la gente.

Otra mentira. Solo Dios salva, unos tipos que se dedican a hacer proselitismo solo incordian.

Porque Dios salvará a la gente por medio de esta estupidez para el mundo que es la predicación. Para esto hay que ir como pequeños; hay que ir y tragarse las risitas de este portero que te mira irónico mientras te dice: "Sube, sube...", estos dos van como tontos... ¿comprendéis? Muy bien, así se va a predicar el Evangelio por las casas.

Otro engaño interesado, puesto que Kiko no quiere que prediquen el Evangelio, quiere que les inviten a las kikotesis, como ha dejado ver hace un momento.

Debes decir que vienes de la parroquia: "Venimos de parte de la parroquia para anunciar la Buena Noticia".

Puedes decir: yo, que vivo en otro municipio, vengo de parte de tu parroquia, que nada me importa, porque jamás participo en ella y me limito a usar sus salas de usos múltiples, preferentemente a horas tardías, cuando no hay culto ni feligreses con los que pueda cruzarme, por eso no conozco a nadie, pero os juzgo a todos religiosos de misa de 12 y como a tales os desprecio.

Apenas abran la puerta decís: "La paz del Señor esté contigo. El Reino de Dios hoy está cerca de ti, viene con nosotros".

Ya sabes, no debe darte el menor empaño mentir a quien te abra la puerta.

¿Y qué es el Reino de Dios? “Mira, el Reino de Dios es donde Cristo ha vencido la angustia, ha vencido la muerte. Tú sufres, ¿por qué sufres? Porque tienes miedo de la muerte física, ¿a qué le tienes miedo? Tienes miedo del sufrimiento, no aceptas a tu marido cuando él..." O, si es un muchacho, sabes decir cosas concretas por las cuales el hombre no acepta la contrariedad y sufre mucho. Y contáis que Dios no es indiferente al sufrimiento. ¿Qué hizo Dios ante el sufrimiento humano?

Envió un salvador, un libertador. Entonces tienes que decir: "Yo era así y así, ¿y sabes lo que Dios ha hecho conmigo? Pensaba que era muy buena, ¡eh! Iba a la adoración nocturna, siempre en la iglesia, pero no conocía la luz. Creía que Dios me amaba si yo era buena, pero no si yo era mala; ya ves, yo estaba en la Iglesia y no conocía el corazón del Evangelio, no era libre, no tenía una liberación interior”. El Señor os inspirará lo que tengáis que decir. Y no creáis que sois vosotros los que predicáis: es Jesús quien predica.

Pero que no se te olvide que se trata de resaltar que tu pertenencia a la Iglesia no te servía de nada hasta que descubriste la varita magikika de la manipulación kikótica. Y luego, échale la culpa a Jesús y alega que fue él quien quiso decir semejantes aberraciones.

Si no te dejan entrar, puedes decir: "No tengas miedo, somos de la parroquia, venimos a rezar contigo, a abrir la Escritura". Si te dejan entrar, haz una lectura al azar del Evangelio, si te salen los Hechos es lo mismo.

Vais de dos en dos porque es más fácil. Moisés y Aarón van en dúo. Si van un hombre y una mujer que no están casados, creerán que son novios y preguntan: "¿Quiénes sois?". “No, esta señora es una compañera mía…” y no sabes qué decir. Antes enviábamos a una pareja con otro hermano, pero la gente se asusta cuando ve a tantos, sobre todo en los barrios pobres donde las casas son pequeñas Es mucho más fácil que abran a dos mujeres solas, e igualmente a los hombres, veremos. Vosotros pensad que el Señor ya ha preparado las cosas, que Él va delante de vosotros.

Si fuese cierto que Él va delante allanando el sendero, poco importaría si fuesen dos mujeres, dos hombres, mujer y hombre… Lo que pasa es que Dios ni está ni se le espera y por eso se valen de argucias humanas.

Se va con miedo, se va llorando porque vas con angustia. Y se vuelve contento, se vuelve cantando, se vuelve con paz.

Claro, se vuelve contentísimo de haber puesto fin al sinsentido, de otro modo no se limitarían a ir por las casas por decreto kikoquítico, sino que lo harían a tiempo y a destiempo, tocase paso o no tocase. La prueba de que no les aporta nada ni sirve para nada -como lo de bailar en la plaza- es que solo lo hacen por imposición kikótica y nunca más.