lunes, 10 de octubre de 2022

La "conversión" neocatecumenal

 

En una charla con un sacerdote -no un presbikiko- surgió el tema de la conversión. Por descontado, este sacerdote defendía la importancia de transmitir la fe a los hijos -expresión que no es del CNC, sino que pertenece a la Iglesia-, pero también sostenía, con mucha razón, que en la edad infantil lo que se les daba a los niños era, ante todo, conocimiento y formación religiosa porque la fe de los niños necesita madurar y crecer y pasar por una nueva conversión en la adultez.

No sé si me estoy explicando bien: este sacerdote sostiene que la fe de los padres y de la familia es un paraguas válido y muy útil, pero el hijo necesita adquirir su propia fe, suya, personal, experimentada, vivencial, hecha carne en él, no en sus padres. Por eso lo que se transmite al hijo son conocimientos, doctrina, cultura, moral y ética. La fe es cosa de Dios y será Dios quien tenga un encuentro personal con el hijo para que su fe infantil se transforme en fe auténtica.

Viene todo esto a cuenta de lo que se sabe de la “konversión” del presunto Moisés de los neocatecumenales.

Pese a vivir en una sociedad que se declaraba mayoritariamente católica y en un barrio burgués, Kiko asegura que hasta los veinticinco años no conoció a ningún cristiano: «Yo llegué a los veinticinco años sin ver un solo cristiano» (mamotreto del primer escruticidio). Es decir, declara falsos creyentes a sus padres y a todos aquellos con quienes convivía. Él es así, siempre presto a juzgar las intenciones de los demás.

Justo tras declararse no cristiano, pese a las buenas intenciones de sus padres y pese a que estudió religión y recibió los sacramentos, Kiko dice: «Si un niño no ha visto a un cristiano en su vida, no puede tener fe. Así podemos explicarnos nuestra situación» (ibid.). Es decir, Kiko no tenía fe. Ni pequeña como un grano de mostaza ni infantil ni de ningún tipo. Son sus palabras.

También le gusta contar que fue el ambiente vivido durante sus estudios en la academia de Bellas Artes lo que le llevó a una crisis existencial… Pero no fue que ese entorno contestatario, crispado y bronco le robara la fe, puesto que no tenía ninguna, sencillamente se metió o se vio inmerso en un ambiente opresivo y depresivo, se protestaba mucho, pero no se aportaban ideas positivas, todo se quedaba en el rechazo a la sociedad de los mayores, pero sin visos de que los cambios que defendía la nueva generación fuesen para mejor.

Entonces, desencantado del ideario estudiantil, Kiko decide creer en la existencia de Dios. Porque sí. No hay conversión ni confesión, no hay una búsqueda de Dios, es puro sentimentalismo: «De repente, sentí dentro de mí la certeza de que Dios existía» (El kerigma, libro agotado y sin embargo disponible en todos sitios). Es decir, hubo un instante magikiko más propio de la religiosidad natural y de los rituales paganos.

Pero ese instante no fue seguido por una correcta formación, ya que de niño se ve que no estuvo atento y no se enteró de nada. Por el contrario, las apabullantes herejías en las que incurre demuestran la ignorancia de Kiko en teología y en liturgia. Habla de lo que no sabe, pero no le importa porque habla para ignorantes. Y su recurso es tocar la fibra sensible, una y otra vez, una y otra vez. Como los religiosos naturales.

Kiko se sabe elocuente y le gusta hablar, aun sin dominar el tema del que habla. Su método de abrir la Biblia y predicar sobre lo que salga es luterano. En la carta de San Pedro está escrito que la Escritura no debe estar sujeta a libre interpretación personal.

Kiko no domina la doctrina y por eso su discurso carece de claridad, incurre muchas veces en ambigüedad, cuando no en contradicción, y casi siempre carece de prudencia y tacto, y le sobra visceralidad, porque para estimular el sentimiento -o el instinto, porque quizá sea más correcto decir que estimula pasiones de esas que se tildan de bajas- de la audiencia recurre a narrar situaciones de pecados ajenos: lo que estimula la malicia en el oyente inocente y favorece la propagación de escándalos. Con cuanta frecuencia recurre a cuentos de sodomía, cuernos, violencia y violación. Y no puede faltar la proclamación final: ¡Esto es histórico! ¡Todo es verdad, eh!

Lo que sí que es gran verdad es que nadie puede dar de lo que no tiene. Por eso, quien confunde sentimiento con fe y encima tiene un temperamento visceral, solo puede dar a otros lo que le sale de dentro. Así que se recrea describiendo la Pasión con mucha sangre, muchos dolores, mucha ignominia y humillación; pinta la humanidad como un saco de deshechos, todos hijos del demonio y, por tanto, malvados, ninguno hijo de Dios; y recurre a historietas truculentas que demuestran la maldad innata y lo desgraciados que son todos para captar la atención de una audiencia que se hace adicta a los chismes y cotilleos escandalosos y se regodea en los hechos concretos más míseros de la naturaleza humana.

Y sus seguidores, a imitación de su líder, se esfuerzan por sacar a la luz de la comunidad las vivencias más groseras y endemoniadas. El pudor y el respeto al otro, tantas veces ausente y privado de defensa, se pisotea en favor de una presunta conversión que no es sino regodeo de lo chabacano. Por eso presumen tanto de ser los últimos y los peores, no lo dicen con humildad ni con arrepentimiento, sino con la suficiencia arrogante de quien cree ser el único que no vive en la inopia. Por eso son capaces de aunar sus manifestaciones de ser últimos y peores con el desprecio al otro, al que consideran inferior, incluso subhumano (aunque sepan que el otro es Cristo), por no haber escuchado las necedades que ellos han oído una y otra vez.

Vuelvo a una cita que he empleado antes: «Si un niño no ha visto a un cristiano en su vida, no puede tener fe. Así podemos explicarnos nuestra situación».

Sí, así se puede explicar la situación de los neocatecumenales. Son ciegos guiados por otro ciego. 

13 comentarios:

  1. Los kikotistas siempre han enseñado que la conversión es creer en lo que ellos dicen y a kiko siempre se le escucha decir antes de hablar del Kerigmazo que no hay que cambiar vida

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  2. El pasado 26 de agosto el Papa Francisco hablaba de la transmisión de la fe a los hijos y decía cosas muy importantes y clarificadoras
    "Pienso en los abuelos y abuelas que transmiten la fe con el ejemplo y con la sabiduría de sus consejos. Porque la fe debe transmitirse ‘en dialecto’, siempre, de ninguna otra manera. Los abuelos, el padre, la madre... La fe debe transmitirse en dialecto”, insistió el Papa Francisco.
    Ante la “transformación” que vive el mundo, el Santo Padre explicó que “es necesario buscar nuevos caminos, nuevos métodos, nuevos lenguajes”.
    Respecto a lo último que dice el Papa de buscar nuevos caminos, métodos.... recuerdo lo que dice San Agustín:
    "Unidad en lo esencial, libertad en lo accidental y en todo caridad”, es una gran divisa de respeto a la diversidad y manteniendo la unidad sobre todas las cosas.

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    1. "Unidad en lo esencial, libertad en lo accidental y en todo caridad”

      Tres puntos primordiales del gran San Agustín que definen claramente lo que es el Kkamino respecto de la iglesia católica;
      Ni mantiene unidad en lo esencial, al ir con todo a parte, incluida la "euka".
      Ni permite libertad, haciendo a sus seguidores seguir un cumplimiento de todo sin réplica alguna ( el que obedece no se equivoca).
      Y por supuesto caridad cero; "en el Kkamino no estamos para caridad y esas cositas".
      Definición perfecta del grupo en boca de un Padre de la iglesia.

      Lázaro.

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    2. Al margen del tema de esta entrada, pero sin ser off topic; está semana he escuchado algo dentro del Kikismo español que me ha dejado boquiabierto ( y es difícil ya sorprenderse uno en lo que a kikonides se refiere).
      Resulta que tras los años de pandemia, el teatro Neo ha quedado muy mermado, tanto en adeptos como en sus arcas. La crisis económica que se viene en ciernes tampoco está ayudando, por lo que la maquinaria Neo-katekumenal se ha puesto en marcha a toda potencia. A parte de las consabidas bolsas, se ha decidido retomar con fuerza los viajecitos a Tierra Santa para visitar los kikolugares, sobre todo por las komus que han acabado el Neo-invento o los que renuevan el kikompromiso.
      Pues bien, a parte de la excusa monetaria ( estos viajes estan sobre inflados por la empresa ( Kika) que los organiza), existe el problema de que siempre son fuera de períodos vacacionales y no todo el mundo puede pedir días para tal excursión y estando cómo está el tema del trabajo hay riesgo de poder perderlo. Llegados a este punto, la ocurrencia de los equipos de Katekistas para burlar este escollo y poder ir al viajecito, es el conseguir una "baja por depresión", dado que al parecer, con dicha baja, es posible viajar ya que el "esparcimiento" puede ser beneficioso para recuperarse de dicha depresión.
      Pues dicho y hecho, ya hay muchos tratando de informarse al respecto y buscando la forma para conseguir esas bajas...
      "Cuando el diablo no tiene que hacer, con el rabo espanta las moscas", decía mi abuela.

      Lázaro.

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    3. No es sorprendente que los hijos del mentiroso usen ardides propios de este para salirse con la suya.

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  3. Supongo que ya lo sabéis. El lunes 10 de octubre, el Papa Francisco cesa al cardenal Antonio Cañizares, arzobispo de Valencia, en España, muy favorable al CNC

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    1. Y hace poco se apresuró a aceptar la renuncia del obispo de Alcalá de Henares, también muy sonriente con los kikos.

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    2. A ver, hay que ser serios con la noticia. En ningún momento Francisco "cesa" al cardenal Cañizares, simplemente ha aceptado su renuncia obligatoria por jubilación al haber cumplido los 75 años ( 77 creo que tiene) lo cual no tiene nada que ver con un cese de carácter personal o de otro tipo. Es simplemente un trámite.
      Sí que es cierto que salvo que su sustituto sea de la misma simpatía, ésta jubilación es un varapalo considerable para las mermadas filas kikas en España.

      Lázaro.

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    3. Purs no, su sustituto, Enrique Benavent, no parece de la misma simpatía CNC

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  4. ¿Pero lo cesa por ser del cnc o por tener la edad correspondiente?

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    1. No hay obispos del cnc, noni. Solo hubo uno, en Perú. Fue un desastre y el Papa lo dimitió y lo mandó de vuelta a su casita. Él corrió a refugiarse en su comunidad, es decir, que pese a ser anciano, sigue sin convertirse y necesita guías de las Kikosas para caminar hacia la tierra prometida que jamás ha pisado.

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    2. De alguna forma Roma tendrá que colocar en su correcto y debido sitio al C.N. en la Iglesia Católica, lo que ocurre es que a algunos obispos quedan "ennublados" o captados por sus éxitos y discursos, etc. pero cegados por los graves errores pastorales, eclesiológicos, etc. que han causado en sus Diócesis, fraccionamiento de los fieles, división en las parroquias, marginación a los sacerdotes diocesanos, muchos con gran experiencia y sustituidos por otro clero formado en lo extra diocesano, seminario paralelo al seminario histórico y oficial , un sin fin de situaciones que se hacen insostenibles.

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    3. Dado que "no hay mal que cien años dure", Roma no va a colocar nada, solo deja pasar el tiempo a la espera de su defunción.

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Antes de comentar, recuerda que tú eres el último y el peor de todos, y que el otro es Cristo.