lunes, 4 de noviembre de 2024

Interludio


 


Se interrumpe la “retransmisión” de la reunión de inicio de curso para dejar constancia del grado de alienación e ignorancia de algunos neocatecúmenos.

Sabréis lo que ha pasado en Valencia (España) estos días: hubo una enorme tormenta y se inundaron pueblos y ciudades. Más de doscientos muertos, todavía buscan desaparecidos, gente que lo ha perdido todo, incalculables daños materiales… Y ha placido a Dios que la reunión anual de transmisión del rollete kikil a los neocatecumenales levantinos coincida con todo esto.

Algunos comentaristas lo mencionaron en otra entrada: la consigna que han recibido los kikotistas levantinos ha sido la de anteponer las cosas del gueto a todo lo demás. El gueto es lo primero ahora y siempre.

Si el kikotista ha tenido la fortuna de salir indemne del temporal, su obligación, para no incurrir en pecado grave, es acudir a la reunión proyectada para dar gracias, porque darlas en la intimidad del hogar, sin que se entere nadie más que Dios, es lo que hacen los religiosos de misa de 12.

Pero si se ha visto afectado en su familia, sus amistades, sus bienes o su trabajo, con mayor razón su obligación kikil es dejarlo todo para acudir a la reunión del gueto, no solo por no incurrir en pecado grave, sino también para que los kikotistas le iluminen qué ha querido decirle diosito con esta catástrofe, porque en Kikónides diosito no se toma la molestia de dirigirse personalmente a la plebe, sino que lo hace a través de los kikotistas, que son más peores y más últimos que nadie.

Total. En un hecho concreto de clarísimo desinterés por sus conciudadanos que evidencia falta de amor y de unidad, los neocatecumenales han corrido a calentar silla en algún hotel o sala de usos múltiples como la de San Pedro del Pinatar. Y al ser denunciado su comportamiento en este blog, un kikacérrimo se apresuró a dejar un comentario en el que demuestra a partes iguales su ignorancia y su alienación.

Porque la kikotina daña seriamente las neuronas, se ha dicho muchas veces y el siguiente comentario lo acredita:

Pasar de ayudar por ir a un akikolarre nada tiene que ver con la Liturgia de la Iglesia. Pero los kikokúmenos con daño neuronal severo por adición a la kikotina no tienen ni idea de lo que es Liturgia ni mucho menos de lo que es la Iglesia.

A las palabras concretas me remito.

Y sinceramente, habida cuenta de que los que consideran prioritario calentar sillas en un akikolarre han de ir con la cartera llena para vaciarla en las bolsas que se pasen, dudo mucho que sean numerosos aquellos a quienes aun así les llega para donaciones antes acudir presurosos a la voz de su amo. Y en cuanto a su presunta participación en labores de rescate, limpieza o acompañamiento, solo se puede asegurar que lo disimulan mucho, puesto que encerrados en una sala de usos múltiples durante tres días no se puede colaborar en esas labores.

 

 

sábado, 2 de noviembre de 2024

Inicio de curso 2024-25 (III)

 

Aquí unos artículos para kikokúmenos

He dicho en la entrada anterior que es un despropósito introducir moniciones a los salmos de las laudes. No solo no hacen ninguna falta, es que además jamás el CNC ha recibido autorización para deformar y distorsionar las laudes al antojo de uno muy sensible.

Añado algo más: el rezo de laudes, el de verdad, el que se lleva a cabo por la mañana y no pasado el mediodía, establece con suma claridad qué salmos corresponde rezar cada día. Sustituir uno o más de dichos salmos por los cantitos kikiles (que con la excusa de musicalizarlos introducen distorsiones en los salmos) es una estafa. Esas no son las laudes de la Iglesia, se quedan en un kiko-rito más. Uno no autorizado, pues bien claro dejó Benedicto XVI en la que, si no me equivoco, fue la última audiencia con ellos que la Liturgia de la Iglesia es una sola, por lo que de ninguna manera el CNC iba a recibir autorización para alterar ninguna de las celebraciones litúrgicas de la Iglesia.

Digo esto porque, obviamente, lo que se canta en las reuniones kikiles cuando ellos dicen que “hacen laudes” (como quien hace cocido) no suelen ser los salmos de la Biblia, sino los kikirikantos que alguien compuso y Kiko se atribuye a sí mismo, kikirikantos que alteran la letra de los salmos para adecuarlos a la sensibilidad kikil.

Todavía cometen en el CNC más abusos en las laudes.

Uno de ellos es el error de introducir a su bola cantos de respuesta a los salmos. Es un placer escuchar unas laudes cantadas, lo que no tiene el menor sentido es leer el salmo y a continuación cantar otro salmo ajeno a las laudes. Y eso se hace en el Camino y en concreto se hizo en la reunión de inicio de este curso.

Otro abuso, en el que se advierte mucho mejor la intencionalidad del hecho concreto, es no leer la lectura breve propia de las laudes, sino poner otra lectura breve seleccionada con miras a servir a las intenciones de los jefazos del CNC.

También este abuso se cometió en la reunión de inicio de curso. La lectura breve que correspondía a las laudes del día era Rm 12, 1-2. Sin embargo, la que se leyó en la reunión fue Hb 13, 7-9 que no por casualidad empieza del siguiente modo:

«Acordaos de vuestros pastores, que os anunciaron la Palabra de Dios y, considerando el resultado de su conducta, imitad su fe» (Hb 13,7).

Pues eso, sugiero a los neocatecumenales que consideren el resultado de la conducta de sus dirigentes: viven de gorra desde hace décadas, no contribuyen a las muchas bolsas negras, no han dado nunca un palo al agua, no se privan de vacaciones, no se desprenden de ningún bien material (ni Carmen carecía de vivienda propia ni Kiko se ha desprendido de la casa de sus padres, convertida en túnel del terror)…

Neocatecumenales, entended esto: «Ayer como hoy, Jesucristo es el mismo, y lo será siempre. No os dejéis seducir por doctrinas varias y extrañas. Mejor es fortalecer el corazón con la gracia que con alimentos que nada aprovecharon a los que siguieron ese camino» (Hb 13, 8-9).

Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre. Y ayer, hoy y siempre ha estado y está accesible para quienes le buscan. No os dejéis seducir por doctrinas extrañas que imponen la participación obligatoria en akikolarres so pena de pecado grave, mirad a vuestro alrededor y ved que en nada aprovechó la kikotina a quienes siguieron ese camino.

 

jueves, 31 de octubre de 2024

Inicio de curso 2024-25 (II)

 

Uno con estola y otros con imitaciones cutres

Tras los aplausos al jefe, como si fuese una vieja estrella del rock y no sea que se deprima si no recibe loas humanas, Kiko se pone a contar lo mismo que antes ha contado el obediente y bien adiestradito Ezequiel. A saber, que hay muchos problemas en los R. M.:

«Hemos hecho tres convivencias para ayudar a los seminarios Redemptoris Mater».

Habida cuenta de que la “ayuda” ha sido inyectarles kikotina recién salida del sumo amo, predigo que la situación irá a peor. Cómo estarán las cosas que desde hace varios años solo se ha abierto un R.M. y no por casualidad se ha abierto porque el obispo del lugar es el neocatecumenal y bien adiestradito Peter Baldachino.

Kiko también presume de hacer envíos el mismito y por su cuenta:

«En la última convivencia de itinerantes de junio enviamos a setenta familias en misión».

Las parejas mencionadas por Ezequiel acaban de ser ascendidas a familias. A saber si son matrimonios, familias enteras, chachas o célibes, solo tengo claro que a ninguno de los “enviadores” les importa lo que les suceda a los enviados y que hace mucho que no engañan al Papa para dejarse mezclar en tales envíos.

Después del autobombo, como es sabido, proceden a presentarse, porque sesenta años después todavía no se conocen ni se reconocen, ni se aman ni están unidos ni nada que se le parezca. Una pérdida de tiempo.

Y así es como se consigue que las laudes no empiecen antes de mediodía.

Un rezo de laudes, bien hecho, debe ser por la mañana y no solo no requiere moniciones de ningún tipo, sino que incorporarlas es desvirtuar las laudes hasta hacerlas un refrito absurdo. Más cuando las moniciones son del siguiente pelo:

«Hermanos, ante la dificultad de esta convivencia, el Señor me inspira que la única cosa cierta para todos nosotros es el deseo -es voluntad de Dios- de que todos nos convirtamos a Él, todos. Aquí no hay ningún espectador. Todos los que estáis aquí habéis sido llamados a participar en un evento llamado conversión».

También Ezequiel insistió un par de veces en que allí no había sitio para espectadores, que todos tenían que participar… Me hace pensar que más de uno ha intentado hacerse a un lado, vivir un poco en lugar de dedicar la vida a la kikotización, y que ha habido rapapolvos y llamadas de atención y avisos de que mucho ojito con fallarle a diosito, no sea que te envíe un cáncer o algo peor.

Lo interesante viene a partir de ahora.

Sabéis que durante lustros y más lustros Kiko ha insistido en que es imposible dejar de pecar y que no pasa nada porque Dios te quiere pecador y que el esfuerzo y la mortificación son moralismos trasnochados y propios de beatos de misa de doce y religiosos naturales que tratan de comprar gracias divinas. Pues bien, hasta qué punto estará el CNC cuajado de adictos a vicios varios que ahora el discurso es el de los denostados clericalistas que predican el esfuerzo:

«Convertirse a Dios total, eterna, radicalmente. No hay conversión sin romper con el pecado para siempre, para toda la eternidad, de lo contrario no se da la conversión, cambio total de vida, aceptar la nueva naturaleza que se nos ofrece en Cristo esta mañana, de lo contrario entramos en crisis con nosotros mismos y con la asamblea».

«Dios dice que habita en un corazón contrito y humillado. ¿Qué es un corazón contrito? ¡Un corazón contrito! Esperamos que Dios nos dé a todos nosotros un corazón contrito, capaz de llorar por nuestros pecados, de verdad. Un hombre contrito de corazón: es una gracia estar contrito, tener en su interior arrepentimiento por el mal cometido. ... Dios ha mostrado en su Hijo el camino de la vida: si no lo queréis seguir, si no lo queremos seguir, recibiremos daño porque mucho os ha sido dado y mucho se os exigirá».

«Convirtámonos, antes de que el Señor nos corrija duramente, tal vez con enfermedades u otras cosas».

Eso sí, no puede faltar la falsa pretensión de que la gracia necesaria para no pecar diosito solo la reparte en los akikolarres del CNC. Y no a todos:  

«Necesitamos absolutamente esta gracia que Dios nos da en esta convivencia».

Los contumaces hechos concretos demuestran que en un akikolarre lo único que se reparte son gérmenes, pero nada, Kiko erre-que-erre con el mito de que la konversión requiere abandonarlo todo, incluso al hijo hospitalizado si llega el caso, para ir a tragarse en tostón kikil. Y repite varias veces que es él, en esa clase de tostones, quien hace posible que diosito actúe, como también repite varias veces la consigna de que no se admite que nadie se limite a ser espectador:

«Dios conoce el desierto que hay que atravesar este año: por eso no estamos aquí para ser espectadores de nada, venimos aquí a recibir, existe la posibilidad de recibir el Espíritu Santo, porque la fe viene por la predicación»

Todos a dar la vida por el CNC hasta el final.