El siguiente recorte de hemeroteca ya había sido publicado en este blog, pero merece la pena rescatarlo a fin de detallar mejor el origen del recorte.
El cardenal español Fernando Sebastián Aguilar (Calatayud, 1929; Málaga, 2019) fue un gran apasionado por la evangelización. Suyas son las siguientes palabras, pronunciadas en una entrevista:
«Antes o después del Bautismo, el catecumenado de conversión es indispensable. El catecumenado es parte integral del Bautismo. La actividad central de nuestras parroquias tendría que ser este catecumenado de conversión, con atención personalizada de cada catecúmeno por parte del sacerdote. Con niños, con jóvenes, con adultos. Facilitar los bautismos sin catecumenado, sin conversión, es fomentar la existencia de bautizados no creyentes, o como dijo el Papa Benedicto, es llenar la Iglesia de “paganos bautizados”. Si seguimos así terminaremos por ser una Iglesia enteramente mundanizada. Es la sal sosa, el fermento desnaturalizado, que no quería Jesús».
Quién sabe si por ser un convencido de la imperiosa necesidad del catecumenado, su relación con el CNC se mantuvo siempre distante. En su libro “Memorias con esperanza”, el cardenal Sebastián refiere un encontronazo con el mismísimo nuevo Moisés de los neocatecumenales, además de explicar el origen de las dificultades en el trato con ellos:
«Dificultades que irritaban bastante a los sacerdotes: quienes dirigían de verdad la vida de las comunidades [neocatecumenales] eran los catequistas, que formaban una especie de jerarquía propia, encabezada por Kiko Argüello» (SEBASTIÁN, F. Memorias con esperanza, Ed. Encuentro, Madrid, 2016, pg. 383).
Tras lo cual narra el par de sucesos en su etapa de arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela (1993-2007) :
«Mis relaciones con ellos no fueron a mejor sino a peor. Hubo dos cosas que bloquearon estas relaciones. Ocurrió que por fuerza de las situaciones y de las limitaciones que uno tiene que soportar tuve que enviar como párroco a una parroquia donde había varias comunidades a un sacerdote poco amigo de los neocatecumenales y poco dispuesto a atenderles en sus demandas especiales. Yo preveía las dificultades que podían surgir, pero una serie de circunstancias que no vienen al caso me obligaban a hacer ese nombramiento. Lo interpretaron como una falta de aprecio por mi parte hacia las comunidades [neocatecumenales]» (Ibid., pg. 383).
Kiko, este obispado está lleno de demonios, aseguraría algún ferviente consumidor de kikotina. O bien alguien pensaría que solo podría salvarles que se muriera este párroco, pero no plugo a Dios el deseo.
«Un segundo desencuentro con ellos se produjo cuando los catequistas regionales me pidieron permiso para celebrar una misión en Tudela. A mí me pareció que una misión con el estilo neocatecumenal no era lo apropiado en aquellos momentos para la ciudad. No sé qué resultado hubiera podido tener la misión proyectada por los neocatecumenales. El caso es que sus dirigentes llevaron muy a mal mi negativa»
¿No se asegura en los estatutos que el Camino está al servicio del obispo?
Bueno, ya se sabe cómo son estas cosas, se pone lo que se pone para conseguir la aprobación, pero el realidad siempre se trata de que el obispo esté al servicio del Camino. Por eso la anécdota prosigue así:
«El propio Kiko, en Roma, en plena plaza de San Pedro, me dijo muy solemnemente: “Nos has decepcionado”. A mí aquello me sentó muy mal. Me pareció que clasificaban a los obispos en buenos y malos según el grado de obediencia a sus sugerencias».
Los malos están todos llenos de demonios y los buenos son imbéciles.
«Me volví hacia la ventana por donde se asoma el Papa para rezar el Ángelus y le dije: “Kiko, no te pases, el único a quien debo dar cuentas es al Señor y al que está en esa ventana”. Después de aquello pasaron muchos años sin tener ningún contacto» (Ibid., págs. 383-384).
Algún día estos kikorros desaparecerán (en el sentido de que dejarán de existir)...
ResponderEliminarSegún las profecías de los santos (que Kiko odia), se dice que habrá un gran concilio con el llamado papa santo o papa angélico, y este concilio según las revelaciones. será ENORME, y tendrá como base, nada más y nada menos que... ¡¡¡EL CONCILIO DE TRENTO!!! (concilio que odia el Kiko)
y será la etapa más santa de toda la Iglesia; pero esto viene después del gran castigo o 3 días de oscuridad que han profetizado innumerable cantidad de santos, es decir, tanto el cnc, como todas las modernidades que han llevado a la destrucción interna de la Iglesia desaparecerán (carismáticos, cursillistas, opus dei, hakunas, etc), y los demás se unirán (los ortodoxos, sedevacantistas y demás se unirán a la única Iglesia católica)...
Olé, olé y olé. Puso en su sitio a Kiko.
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