¡VENID VOSOTROS, BENDITOS DE MI PADRE; HEREDAD EL REINO PREPARADO PARA VOSOTROS DESDE LA CREACIÓN DEL MUNDO!
Mt 25, 31
Nada hay más placentero para un kikocúmeno que constatar que se cumple “la palabra” recibida por los Sumos Kikotistas.
Su conciencia necesita del alimento de la confirmación por la vía de los hechos de que no están tirando su vida por la borda. Estando así las cosas, me parece oportuno lanzar esta pequeña reflexión, si me lo permiten, acerca de un fenómeno que viene sucediendo últimamente en distintas Diócesis.
Se trata, ni más ni menos, que del fenómeno sucesorio que se está dando en las Diócesis, de padres kikoquistas o itinerantes que viéndolas venir, idean toda clase de estratagemas para colocar a sus vástagos al frente de las principales parroquias; o quién sabe, si todo este cifrado laberíntico de estrategias persiguen, simple y llanamente, la sustitución en la itinerancia.
Sea como fuere, más allá de los contubernios y las cavilaciones conspiranoides oportunas, el hecho es que se están sucediendo en distintas provincias españolas relevos de los karismas, siempre ligados consanguíneamente (al final todo queda en la familia). Las razones que explican esta fenomenología pueden encontrarse, a mi entender, en cinco motivaciones:
1) El dinero que te quiero.- Ostentar la vara y el mando de la primera comunidad de una parroquia numerosa permite gestionar directamente el caudal pecuniario del diezmo de la misma comunidad y parte del resto de comunidades. El menguante entorno económico hace que, con toda probabilidad, los ingresos hayan experimentado un decrecimiento inversamente proporcional al incremento de los gastos, habida cuenta del incremento del coste de la vida por las múltiples causas que hacen aparecer la inflación (en última instancia, desde la teoría económica de la escuela austriaca, la inflación siempre se explica por la expansión monetaria, el envilecimiento de la moneda tan duramente criticado por el Padre Juan de Mariana).
2) La dinastía celestial nunca pierde.- No es un secreto que bastantes familias kikas, de pata negra, se saben y aprecian como parte de una estirpe celestial, tocada por la mismísima Providencia que, a propósito del sacrificio de sus padres (o sea, no haber trabajado en 40 años), deben ser bendecidos (acaso indemnizados) por el cielo en distintas formas creativas; pudiendo ser una de éstas la sucesión en los principales puestos de dirección de las primeras comunidades, haciendo uso de los mecanismos de la fusión intercomunitaria (incluso, aunque disten bastantes años de camino entre una y otra; la excusa siempre será auxiliar a hermanos de una primera comunidad octogenarios, a partir de la nueva sabia de esta comunidad que, eso sí, será regentada por el hijode). De rondón, constituye un beatífico símbolo para con los demás de cómo “el señor” allana los caminos de los mensajeros. Al fin de cuentas, heredan el reino que desde la creación (del kikismo) les fue predestinado.
3) Viejos sin dientes pero con pasta.- La tercera edad, al menos en España, forma parte de una clase social altamente patrimonializada dado la alta tasa de sustitución (porcentaje de la cuantía de la pensión con respecto al último salario) garantizada (por el momento) por el sistema público de pensiones, sumado a los distintos bienes inmuebles y muebles que abulten sus patrimonios. Estadísticamente no es infrecuente encontrar personas mayores de 65 años con más de una propiedad inmobiliaria. Esta condición patrimonial hace especialmente jugosa la colonización por parte de los hijosde de estas vetustas comunidades. Cómo optar a participar de estos bienes será algo que “el señor” suscitará y mostrará.
4) Jóvenes haberlos haylos, pero tiesos.- Una merma de nuevas comunidades de matrimonios jóvenes, por muy fecundos que sean (voluntaria o involuntariamente, lo mismo da), y caracterizados por el nuevo tiempo económico que arrecia por la carestía deliberada y la falta de perspectiva u horizonte económico, pudiera ser otra motivación. Si éstos precisan de auxilio financiero por parte de las familias neocatecúmenas, cuando no del Estado a través de los servicios públicos y de la asistencia social, ¿Cómo financiarán la elefantiásica estructura neocatecúmena y a las dinastías celestiales?
5) Tonto el último.- El tiempo corre y aún está por saberse cómo se gestará y se gestionará el futuro del CNC a la muerte de Kiko. Antes de que esto suceda hay que ir tomando posiciones para asegurar el statu quo de muchas familias, y para no alterar gravemente su existencia y su supervivencia financiera. Además, por extraño que parezca, la muerte no solo acecha a Kiko, sino a TODOS. Por tanto, dejar atado y bien atado las cosas de casas pasa por colocar a los hijos en las posiciones adecuadas para transmitir el testigo de la Buena Vida.
En suma, parece que el CNC se parece más a una estructura de poder que a una realidad eclesial evangelizadora. Es como si fuera una gran empresa descentralizada a partir de franquicias provinciales en las que cada gerifalte aspire a dar continuidad, a través de su descendencia , a su más noble contribución a la empresa, por la misma razón que cada persona anhela ser contagiada de eternidad: el SER.
PD1: Quién sabe si la cultura empresarial de la familia de la sierva de categoría superior ha podido originar un mamotreto con la quinta esencia de estas prácticas.
PD2: Para ser una empresa les sienta fatal la libre competencia, habida cuenta la censura y la presión que sienten los jóvenes para no ingresar en Hakuna. Han encontrado un digno competidor. ¿Quién ganará?
Dani.