martes, 31 de mayo de 2022

Traditio symboli (CXXIX)

 


Lo siguiente que viene en el mamotreto es el…

ESQUEMA DE LA ENTREGA DEL SÍMBOLO APOSTÓLICO

Y para que no quede ninguna duda, aclarar que nada tiene que ver con el Ritual de Iniciación Cristiana de Adultos -abreviadamente R.I.C.A- del que tan solo toman dos oraciones y una monición -resaltados en ROJO para que no pasen desapercibidos-, todo lo demás es ajeno a la iniciación cristiana de adultos de la Iglesia.

-        Monición ambiental. Canto: "Te verán los reyes"

-        Saludo del presidente

-        Invocación al Espíritu Santo (cantada)

-        Oración del presidente (R.I.C.A., 373 n.° 3 o 4)

-        Asamblea: Amén

-        Monición a la 1ª lectura

-        Primera lectura. Ex 3, 1-14; 4, 1-17

-        Comentario sobre la lectura

-        Canto: "A la Víctima pascual"

-        Monición a la segunda lectura

-        Segunda lectura. 1 Cor. 15, 1-8

-        Canto: "Oh, muerte, dónde está tu victoria"

-        Exhortación del presidente (de la Catequesis V de San Cirilo; Salterio vol. IV, pág. 437)

Entrega del Símbolo Apostólico

-        Exhortación del presidente (de R.I.C.A., n.° 186):

Entonces el celebrante les habla con estas o parecidas palabras:
- Queridos elegidos, escuchad las palabras de la fe, por la cual recibiréis la justificación. Las palabras son pocas, pero contienen grandes misterios. Recibidlas y guardadlas con sencillez de corazón.

-        Entrega del Símbolo (el Obispo, los presbíteros, los catequistas y la comunidad adulta transmite el Credo cantándolo y los catecúmenos lo escuchan)

-        Canto: "Amén, amén, amén"

-        Oración del presidente: (de R.I.C.A., n.° 98, p. 119). Con las manos extendidas ante el pecho, el celebrante dice la oración siguiente:
- Oremos.
Te rogamos, Señor,
que concedas a nuestros elegidos,
que han recibido la fórmula que resume
el designio de tu caridad
y los misterios de la vida de Cristo,
que sea una misma la fe que confiesan los labios
y profesa el corazón,
y así cumplan con las obras tu voluntad.
Por Jesucristo nuestro Señor.

-        Asamblea: Amén

Diálogo con los catecúmenos

-        Monición

-        Lectura: Rom 10, 8-17

-        Diálogo (a cada comunidad, puesta en pie, el presidente pregunta): “¿Aceptáis ser enviados por la Iglesia a predicar el Evangelio?". Respuesta:  Sí, aceptamos.

Envío

- Evangelio: Mt 10, 7-10; 12-42

- Breve homilía del Presidente

Exorcismo e imposición de manos

Presidente: "Padre Santo, te pedimos que quites de NOMBRE todo espíritu maligno, toda obra de error y de pecado, la incredulidad y la duda". (imponiendo las manos sobre la cabeza del neocatecúmeno) "Ven, Espíritu Santo, y confirma en NOMBRE la palabra de nuestra fe para que no hable con vanidad sino con la virtud y gracia con que Jesucristo ha liberado al mundo. Por nuestro señor, Jesucristo”. Respuesta: Amén.

- Canto: "El Espíritu del Señor está sobre mí"

- Oración de acción de gracias

- Paz

- Canto: "Jerusalén reconstruida"

- Bendición

Esto es el esquema del rito kiko. Dan a los pasos los mismos nombres que en el R.I.C.A. para hacer pensar que se trata de lo mismo, pero es una falsa apariencia.

Y a continuación, como era previsible, el mamotreto registra las moniciones que hicieran Kiko y Carmen en su momento, para que los loritos se las aprendan.

Monición ambiental (Kiko)

La celebración que haremos hoy, hermanos, es muy sencilla. Es el momento en que la Iglesia quiere hacerse presente, quiere que reviváis una parte de vuestro Bautismo. Es el momento que se llama “traditio”, en el que escucharéis el Credo, el esquema de la fe, la columna vertebral de nuestra fe, lo que debéis predicar y anunciar por las casas durante este tiempo, durante este año.

Resulta que según el R.I.C.A. la «entrega del Símbolo», la traditio, se hace en la semana siguiente al primer escrutinio. Nada que ver con el camino que no lleva a ninguna parte. Y en el R.I.C.A. los escrutinios se hacen en las Misas de los escrutinios y solo los puede hacer un sacerdote o un diácono.

Los nombres coinciden, no por casualidad, pero ni los escrutinios del CNC son los de la Iglesia ni tampoco la traditio lo es.

Este Credo lo proclamará la Iglesia: vosotros solo lo escucharéis.

En el R.I.C.A. los catecúmenos primero escuchan el Credo -lo reciben- y luego son ellos quienes recitan lo mismo que han recibido.

En el catecumenado primitivo no conocían esta formulación hasta este día.

¡Cómo no va a saber Kiko lo que se hacía en el catecumenado del siglo I, si los viajes temporales no tienen secretos para él!

Este era un día memorable para ellos, cuando la Iglesia les daba algo tan importante, la formulación de la fe. Los catecúmenos habían escuchado muchas veces el kerygma general, habían escuchado muchas veces la predicación de la Iglesia, pero desconocían esta formulación de la fe, expresada verbalmente, que a partir de este momento debían aprender de memoria y, en el momento de la 'redditio', devolver a la Iglesia.

En el R.I.C.A es una sola celebración en la que la Iglesia entrega el símbolo y los catecúmenos lo hacen suyo y lo proclaman. En cuanto a lo que Kiko cuenta sobre los presuntos hechos de la Iglesia primitiva, no tiene ninguna base.

La celebración se compone de tres partes: la primera parte consiste en la escucha de este Credo: escucharéis cómo lo confiesa hoy la Iglesia, vuestra madre, que os ha llamado a entrar en su útero, en su seno, que os está gestando y está desarrollando vuestro Bautismo.

El problema es que el CNC aparta de la Iglesia a quienes capta. Los extrae y los sustrae, se los lleva a una polvorienta sala de usos múltiples y poco a poco los convence de que todos los demás son religiosos de misa de 12, que es lo mismo que decir “subcreyentes”, religiosos naturales de esos que se santiguan cuando truena, supersticiosos… Por tanto, es mentira que la Iglesia los geste. Así les va.

Escucharéis hoy como vuestra Madre confiesa la fe, como una Madre que enseña a hablar al niño, que enseña a hablar por medio de sí misma. Hoy os enseñará a hablar, os cantará este Credo, así como un día lo cantaréis vosotros porque tendréis que devolverlo y proclamar este mismo Credo.

Después de escuchar el Credo habrá una lectura y la Iglesia tendrá un dialogo con vosotros porque todos los ritos que se hacen en la Iglesia, todo lo que se hace en la Iglesia se hace con libertad y no por obligación. Así que se os preguntará si estáis dispuestos a ir a predicar el Evangelio: está claro que no se podrá preguntar uno por uno, ya os hemos visitado comunidad por comunidad y os hemos hecho a cada uno el cuestionario sobre el ciego de nacimiento y si estabais dispuestos a ir a predicar el Evangelio. Entonces, si has aceptado, se os dirá: "¿aceptáis ser enviados por la Iglesia a predicar el Evangelio?". Y diréis: "Sí, aceptamos". Esto lo haréis comunidad a comunidad.

Qué raro, porque luego ninguno hace eso que ha aceptado hacer, sino que solo salen para predicar el kikismo.

La tercera parte es la del envío propiamente dicho: primero habrá un exorcismo, una oración para implorar al Señor que se aleje de nosotros el maligno, cualquier espíritu de error y de maldad que realmente nos impida anunciar el Evangelio. Después se invoca al Espíritu Santo sobre vosotros para que os ayude y os fortalezca en esta misión de confesar vuestra fe.

 

domingo, 29 de mayo de 2022

Poner en la verdad al hermano

 

Esta entrada está basada en este texto.

 

En cualquier grupo, asociación o movimiento -incluso si se define a sí mismo como itinerario- son importantes tanto el clima como las relaciones con los demás miembros.

En el Camino Neocatecumenal, se supone que una comunidad se forma con el heterogéneo grupo de quienes escuchan una kikotización: jóvenes y mayores, solteros y casados, estudiantes y trabajadores, titulados y con estudios básicos, pudientes y menesterosos, cultos e incultos… Se supone también que el rasgo que los junta es que todos son alejados de la Iglesia y, pese a ello, receptivos a la idea de conocerla poco a poco, despacito y a conciencia. En realidad, por lo menos en la actualidad, se juntan los hijosde, y no todos lo hacen “en su libertad”, sino que son arrastrados por la imposición forzosa de sus kikísimos padres.

El caso es que cuando los integrantes de un grupo o “itinerario” tienen poco que los una, es fácil que haya momentos de pesadez, de hastío mortal, y tampoco es inusual que el aburrimiento trate de compensarse con otros momentos de exaltación antinatural. De una forma u otra, el grupo constituye un espacio estanco de realidad paralela, es otro mundo al margen de la vida real.

Hay neocatecúmenos que se acercan a la comunidad como un drogadicto antes de drogarse, un alcohólico antes de emborracharse, un ladrón antes de robar o un lujurioso antes de satisfacer su lujuria. Es decir, experimentan una emoción fuerte por un tiempo -corto-, y aunque ello no cambia su vida y no le aporta paz, serenidad ni un bienestar duradero, se convierte en una adicción, un hábito, una experiencia anormal que considera positiva, aunque sea consciente de que no hay beneficios a largo plazo, sino que todo queda reducido al subidón del “momento comunidad”.

Sucede además que la relación con los demás se ve encaminada a ser cada vez menos empática, cada vez menos misericordiosa. El adoctrinamiento incide en que es un error ponderar por encima de todo el llevarse bien con los demás, el respeto cortés al otro, las buenas maneras, la cortesía, el protocolo social, todo eso no es más que un corsé que aprisiona y oprime porque impide mostrarse tal y como se es el realidad, se da una imagen falsa de uno mismo impuesta por el qué dirán. Y eso es malo, porque si los hermanos no conocen tu realidad profunda, como eres tú verdaderamente, no podrán amarte. Y esa falsedad no te ayuda ni a ti ni a nadie a crecer en la fe.
En consecuencia, el adoctrinamiento insiste en la necesidad de despegarse de la afectividad neurótica, hay que quitarse caretas y decir lo que se piensa sin miedo a ofender al otro, es más, si se ofende es que le has dicho la verdad.

Con el caminar, la técnica de poner en la verdad al otro se perfecciona grandemente. Como cuando esperas a la rueda de experiencias de la convivencia del mes con el cuchillo entre los dientes para vengarte de “decirle la verdad” a alguien. Ni se te pasa por la mente la posibilidad de quedar con esa persona para tomar algo y aclarar el asunto que sea. No, lo neocatecúmeno es hacer partícipe a toda la comunidad del follón, por eso esperar a la convivencia y lo cuentas ante todos los presentes.
Te vuelves mezquino, infame, despiadado. Y lo peor es que te enorgulleces de "poner a ese hermano en la verdad", te enorgulleces de "hacerle un servicio" de destruir su fama delante de todos "por su propio bien".

Si eres de los hábiles, quizá te pongas de acuerdo con algún otro hermano de la comunidad para golpear al objetivo desde varios ángulos o por más de un tema, o simplemente para hacer más efectiva y destructiva la crítica destructiva el servicio impagable que el hacéis sin anestesia ni nada.

 Antes de terminar, es importante no olvidar asegurar que vas a la comunidad "por Jesucristo", que tú eres mucho peor que el hermano al que has despedazado, pero que por misericordia de Dios, Jesucristo te sostiene y te mantiene en la comunidad.

No te engañes, atrévete a abrir los ojos y mirar a tu alrededor, mirar lo que haces a los demás y a ti mismo, comprende que vas a la comunidad a alienarte, para evadirte de tu insatisfactoria vida real.
Jesucristo no tiene nada que ver con eso.
Ojalá te des cuenta antes de que seas tú el señalado en una rueda de experiencias y seas tú el atacado, acosado y derribado con el argumento de “ponerte en la verdad”.

Quizá necesites que suceda eso para entender, para darte de dónde estás. Entonces tal vez empieces a crecer, empieces a comprender el mal que has hecho en nombre de una mentira que ha machacado a otros y que ahora te machacará a ti.