sábado, 29 de junio de 2019

Traditio symboli (XVI)



Hoy quiero deciros que este libro, la Biblia, es un papel escrito; aunque está bien encuadernado con una portada maravillosa, es una envoltura. Lo importante de este envoltorio es que contiene el misterio, el talismán de la vida, es decir, que Dios ha querido manifestarse con un sonido y con una luz que están impresos. ¿Dónde? ¡En el corazón del hombre! En un pueblo, en el que Dios ha insertado acontecimientos a través de los cuales ha percibido la vida. Y esto no lo ha hecho de una vez para siempre: hoy nosotros somos este material, no de papel, el material de la actualización de este talismán que es la presencia de Dios.
No le veo ningún sentido a lo que dice Carmen, salvo que pretenda con ello estar legitimada a practicar la biblomancia. Total, ya puestos, entre talismanes y prácticas mágicas, que menos que un poquito de bliblomancia esotérica.
Este envoltorio contiene una revelación. La revelación es una manifestación de Dios en la cual se hace presente este Dios al que no podemos dar forma, pero sí podemos percibir su presencia: podemos escucharlo, nuestros ojos pueden ser iluminados con su luz. Por eso San Pablo dirá -y todas las Escrituras y la Palabra que proclamaremos aquí- que esta revelación se hará Palabra, Presencia de Dios. El Espíritu Santo permanecerá en nuestro corazón, haciendo que resuene.
Últimamente estoy experimentando una cosa muy importante (de la que no me había dado cuenta y que está en esta Palabra) que es la artrosis cervical, una de las enfermedades de nuestra época. Ya sabéis que en nuestra era del bienestar, de lo que es estático, resulta que uno se levanta por la mañana y toma el ascensor; baja en el ascensor y se sube al coche o al autobús; sale del coche, llega a su lugar de trabajo y se sienta en una silla, está sentado en una silla toda la mañana y después regresa para tomar el ascensor y el autobús. Y lo que parece ser la cosa más hermosa del mundo para el hombre es volver a casa, hundirse en un sillón y ver la televisión.
¡Qué visión tan reducida de la vida tienen los falsos profetas! Lo que les pasa es que ellos se levantan y se pasan el día calentando metacrilato entre tostones pedantes y cantos fúnebres y no tienen otra perspectiva.
Yo tengo artrosis cervical, y el otro día un hermano de una comunidad me explicó que tenemos 600 músculos diferentes en el cuerpo: cada uno tiene su nombre y su función, y estos músculos trabajan para caminar. Sabéis que lo que diferencia a los hombres de los animales es el hecho de estar de pie, de saber sostenerse sobre dos pies. La esencia del hombre es caminar porque, como decía, la Tierra se está moviendo, todo el universo se está moviendo, nada es estático, nada está sentado. Para Israel es lo mismo: cuando percibe la presencia de Dios en el Sinaí, dice la Escritura que el pueblo se puso en pie.
¿Cómo ven los apóstoles la resurrección de Cristo? No ven a Cristo resucitado como un fantasma, sino como un hombre que caminaba, no buscaba sentarse; lo más que hizo fue darles de comer, pero después desaparecía y seguía caminando: "Id a Galilea y allí me veréis" y los instaba a caminar, a caminar, a caminar.
Por tanto, no los instó a hacer konvivencias, escrutididios ni pasos que no llevan a ninguna parte porque consisten en pasarse los días muertos, sentados sobre metacrilato, mientras unos tipos con ínfulas de sabios sueltan trolas.
Estamos en una sociedad donde ya no se camina, la sociedad del bienestar, una sociedad estática. Entonces, resulta que si no caminamos estos seiscientos músculos que tenemos -que están hechos para caminar y hacer ejercicio-, ya no pueden mantener en tensión el esqueleto, los huesos de la columna vertebral; y como están flojos de estar siempre sentados, resulta que ya no sostienen el esqueleto en pie y en tensión, y las vértebras comienzan a unirse. Y dado que la alimentación también está completamente plastificada, resulta que la artrosis (que en otros tiempos era cosa de gente de noventa años) se encuentra ahora incluso en los jóvenes.
Qué raro que los médicos no lo sepan y no recomienden a todos los kikos cambiar las convivencias sedentarias por maratones.
En todas las cosas que dice el Evangelio, que nos han llegado como milagros sorprendentes y mágicos, hay muchas cosas que no comprendemos: la esencia de la existencia humana. Y aquí hoy veremos a un paralítico que, como los sordos y los ciegos, tenemos dentro: un espíritu paralizado.
Es maravilloso, habéis visto, cómo habla el Papa sobre el camino. Nosotros siempre estamos afirmando que no somos un movimiento, un grupo, sino un camino. Esto no es algo que Kiko creó en las barracas. La Escritura presenta el Cristianismo como el "camino, los hombres del camino"; el Cristianismo es un camino a seguir, y veréis que al mismo San Pablo, Jesús le dice: "Levántate y camina", pero ya no a caballo.
Resulta que lo del caballo es un añadido popular, pero no figura en la Biblia.
Por eso digo de salir de esta civilización de máquinas e instalaciones, que es un principio de parálisis y muerte, y de levantarnos y caminar.

jueves, 27 de junio de 2019

Gran fracaso en las plazas



He esperado por si me llegaba alguna noticia de “cienes y cienes” de suicidas rescatados de sí mismos y de la muerte por gracia de la charanga neokika de los domingos pascuales. Pero parece que ni ellos se animan a contarse tamaños cuentos cuando, quien más quien menos, a estas alturas todos saben que no se para a escucharles ni el Tato.

Charanga en Italia, nadie se para con ellos
De hecho, lo único novedoso de este año ha sido la queja de los vecinos de un barrio de Albacete por el ruido que provocan los vocingleros danzantes (ver aquí). Luego la protesta derivó en que si los vecinos, tan apóstatas ellos, se quejaban de un “acto religioso”, que si los católicos tenemos derecho a vivir públicamente nuestra fe, que si el obispado afectado reitera el firme compromiso de los cristianos con el bien común de la sociedad... En suma, que se hizo lío innecesariamente, porque lo único que pretendían los vecinos era que no les ocupasen la plaza todos los domingos sin otro objeto evidente que el de armar ruido.

Charanga en Japón, son siete y menguando
Y hacer ruido, dar saltitos y batir palmas, se ponga como se ponga Alvaro de Juana, no es hablar de Dios, es armar bulla.
Otra charanga despoblada en el norte de Europa
Porque en realidad eso es todo lo que hacen, salen de casa, montan un tenderete en el que exponen a sus hijos a la curiosidad de los paseantes y arman bulla. Es así en todos lados.

Otra más
Y en todos lados no les hace caso nadie.

Esta es en Valencia, con los niños delante
Pero luego se quejarán de que hay fotos con niños. Pues sí, los que sus padres arrastran a semejantes jolgorios.


martes, 25 de junio de 2019

¿Por qué ocultan quienes son?



¿Por qué se esconden? ¿Será para que parezca que las charlas -¡menos mal que no lo llaman catequesis!- son cosas de la parroquia?


A quien interese: si aceptáis un consejo, no vayáis a ninguna charla en cuya convocatoria no figure claramente quienes son los ponentes, cual es el tema y quien avala las charlas.
  
Otro ejemplo más. El siguiente es de este lado del charco y es peor, porque sí usan en vano el nombre de catequesis, y además presumen de dar lo que no tienen ni está a su alcance.

domingo, 23 de junio de 2019

Traditio symboli (XV)



Lo primero que la luz le hizo a San Pablo fue cegarlo, y permaneció tres días sin ver ni entender nada, ni comía ni dormía por nada. Esta es la primera experiencia para salir del fariseísmo y de la ley y comenzar a ser cristiano. San Pablo, que era un fariseo, hijo de fariseos, formado a los pies de Gamaliel y no sé cuántas cosas más, tuvo que ir como un tonto para ponerse a los pies de un hombre llamado Ananías, y comenzó su proceso de Bautismo.
Jesucristo dice (lo leímos ayer): "He venido como luz, para que los que creen que ven se queden ciegos".
Otra cita falsificada. La verdadera es: «Dijo Jesús: Para un juicio he venido yo a este mundo; para que los que no ven, vean, y los que ven, sean cegados».
No pienses que es algo malo: ya ves que en San Pablo fue positivo. Si en esta convivencia, Jesucristo logra reducirnos, cegar a muchos aquí y dejarnos tres días sin saber nada, esto nos llevará a arrodillarnos como San Pablo, bajarnos del caballo y arrodillarnos ante un hombre que aparentemente era mucho menos importante que él.
Más trolas, porque en el relato de Hechos 9 no se dice que san Pablo fuese a arrodillarse ante Ananías, ni mucho menos que Saulo fuese más que nadie. Lo que cuenta la Biblia es que Ananías recibió del mismo Dios el encargo de ir adonde estaba Saulo… Es decir, no le hizo ninguna falta a Saulo aislarse en una konvivencia para que Dios actuase en su historia.
Os pregunto: ¿habéis experimentado verdaderamente que sois ciegos? ¿Alguien ha tenido la experiencia de la ceguera, de la desorientación, de no saber a dónde va? Si ya habéis tenido esta kenosis en la oscuridad, en las tinieblas... Vale, digo esto por un lado para ver a Dios como luz.
¡Qué “fisno” queda meter de vez en cuando un cultismo del griego que no pega con el resto de la frase! Total, como nadie se entera de qué va el rollo.
Otra de las manifestaciones con las que Dios ha querido comunicarse es el sonido, la voz. Israel percibió la voz de Dios; y para que se pudiera escuchar este sonido -porque aquí podemos hablar mucho, pero si tú no escuchas, si eres sordo, no oyes la voz; e incluso si Dios lanzase ondas de comunicación con la tierra, si no hubiera creado una antena receptora, no serviría de nada-, lo primero que hizo Dios fue preparar una antena receptora de su voz, en un lugar sin interferencias acústicas, que es el desierto. Allí preparó una base de comunicación y abrió una oreja; el oído no de una persona -que podría ser un visionario-, sino de un pueblo. Constituyó un pueblo, una central receptora de su voz, que es el pueblo de Israel, preparado desde Abraham, preparado por la esclavitud, por tantas cosas.
Si fuese así, a ese diosito le salió fatal la preparación, la antena, la central y la emisión. Porque más de 2000 años después, ese pueblo todavía no ha escuchado al Mesías.
Porque hay un problema, y es que Dios, después de ver las cosas que había creado maravillosamente, creó al hombre a su imagen. ¿Cuál es la imagen de Dios? La LIBERTAD. Este es el problema y la grandeza del hombre: ser libre.
¿Será por eso por lo que el CNC se afana tanto por robar lo que es propio del ser humano como imagen de Dios?
No es un autómata, una máquina que salió de las manos de Dios en una cadena de montaje como los automóviles. No somos robots: aquí somos trescientos, y en el mundo no sé cuántos, y todos tenemos ojos, oídos, narices, etc., y no hay nadie igual al otro, todos somos completamente diferentes. El maravilloso Creador que es Dios hizo a todos diferentes.
Por eso cuesta tanto fabricar fotocopiados kikos, por más que la kikotina ayude.
Y cada uno de nosotros tiene un secreto, un prodigio; lo más grande del ser humano, lo que lo hace más grande que todas las cosas es que está hecho a imagen de Dios, ¡LIBRE! Para que podamos oponernos, negarnos a este ser grandioso de Dios que es la Vida y hasta podamos dar muerte a la vida: el problema del pecado.
Por esto, los judíos dicen que cuando Dios creó este maravilloso mundo, al contemplar el plano (como los arquitectos que hacen un boceto o un modelo), dijo: "Hay una cosa que falta en esta obra: la estabilidad". Toda esta creación puede correr el riesgo de ser un cataclismo; por esta razón Dios, antes de nada, creó una cosa: la CONVERSIÓN, la posibilidad para el hombre -después de haber probado los caminos de su libertad- de realizar en sí y en libertad el plan de Dios. Por esto dice San Pablo, un judío bueno y bien formado, que antes de la creación del mundo existía Jesucristo. Y Jesucristo es el camino de la conversión, la realización del plan de Dios.
Menudo mejunje. Precisamente los judíos, que no se han convertido, relatando leyendas sobre la conversión. Y ello aderezado con un supuesto dicho paulino (¿lo leería en el capítulo 1 del Evangelio de Juan?) que los judíos niegan hasta el día de hoy.
Esto no se logra sin la libertad del hombre en ninguno de nosotros. Os digo todo esto porque esta mañana hablaremos de conversión, y la conversión no es una cosa oscura y tétrica, sino la posibilidad abierta ante nosotros, después de nuestra experiencia de infelicidad, de pecado, de tinieblas, de una realización de vida en libertad. Se nos abre ante nosotros la vida, que es Jesucristo, la resurrección de Jesucristo.
Volviendo a lo que decía antes, el sonido es tan importante en la comunicación de la vida que la madre, cuando da a luz a un hijo, debe transmitirle amor para que pueda seguir viviendo y la primera forma de comunicación con el otro es la palabra.
Menuda trola. ¿Acaso los hijos de madres mudas se mueren? ¿Acaso las caricias no son tanto o más eficaces que los sonidos? ¿Acaso los que nacen sordos no sobreviven?
 La primera comunicación, que va mucho más allá del acto sexual (que siempre permanece como algo externo), es la palabra, el sonido que penetra en lo profundo del corazón humano. El sonido, la palabra es la cálida comunicación del amor. La palabra es muy, muy importante. Y es una de las maneras en que Dios se manifestó a sí mismo: como Palabra, Palabra que es creativa, porque el amor crea. ¿Cuál es la esencia de la vida? Todos sabéis que es el amor.

viernes, 21 de junio de 2019

El CNC envejece y se muere



El otro día me encontré una entrevista a Antonio Escribano que, según el autor de la misma, no es ningún desconocido en su parroquia ni en Pozoblanco (Córdoba), sino que es director del Colegio Ginés de Sepúlveda y, desde hace dos años, responsable del CN en la parroquia. Pero lo más significativo es que lleva en torno a cuarenta años dando kikotesis a jóvenes y adultos por todo el Valle de los Pedroches.
La entrevista es un compendio de lugares comunes, pero hubo algunas respuestas en las que el entrevistado 'deperrente' sufre un ataque de sinceridad inesperado y deja ver lo que el 'kikotizado escocío' que no se va del blog ni con agua caliente tanto detesta que le pasen por las narices.
Pues aquí quien se lo pasa por las narices es uno de los suyo –uno de los cada vez menos que van quedando-.
Las preguntas y las respuestas interesantes son las siguientes.

«¿Cómo fue para acercarte a esta iniciación cristiana? ¿Con qué te encontraste allí?
Corría el año 1974, yo era un joven de 15 años que estaba cercano a la Iglesia pero allí escuché que Dios me quería tal como era y que no necesitaba mostrarle quién era yo; que “no le pedía a nadie el carnet de identidad”. Aquella noticia me supuso una gran alegría que dejó una profunda huella en mí. Así comencé este Camino que llevo recorriendo durante casi 43 años».
Esta es la primera interesante cuestión: el CNC no tiene el menor éxito con los alejados, de siempre solo ha sabido pescar entre los “cercanos a la Iglesia”. Y lo que hace con ellos es precisamente, robarles esa cercanía y deformarlos para hacer de ellos seres peores, contrahechos, llenos de inseguridades, complejos y temores.

En Dos Torres. Puede verse que los laicos no esperan a que salga el presbi para ponerse a bailar alrededor de la mesa

«¿Cuál fue el punto de inflexión que cambió tu vida?
Empezar a conocerme y comprobar que no era quién yo me creía, un joven muy bueno que ayudaba, no hacía daño a nadie, etc.; sino que con el pasar de los años, alrededor de los 20, yo me había ido alejando de la Iglesia y aunque seguía en la comunidad, estudiando Magisterio en Córdoba, fuera de la familia había empezado a vivir una doble vida estando muy cogido en las redes del mundo con la pornografía y toda esa falsa libertad que se predicaba y que después de la Transición a la democracia, ya podías hacer lo que quisieras que todo estaba bien y nadie tenía que decirte nada sobre cómo hacer las cosas».
En otras palabras, en la comunidad se alejó de la Iglesia, porque la comunidad no es la Iglesia y en la comunidad, cuanto más vicios cuentes, más palmaditas recibes en la espalda. Hasta que te crees que eso es lo correcto, como le pasó a este menda.
«Me sentí muy hipócrita pero fui amado por mis catequistas y mi comunidad que me ayudaron a comprender que esto que había permitido el Señor había sido mi salvación porque me había llevado a conocerme realmente y experimentar profundamente el amor de Dios a los pecadores entre los que me empecé a contar».
Sugerir que Dios permite y se complace en el pecado porque es tu salvación, es una aberración, es, en concreto, la aberración que cuentan los kikotistas a sus pobres catecúmenos. Por eso es preferible huir de ellos.

Otra aberración es que hay que pecar –y cuanto más gordo sea el pecado mejor- para conocer el amor de Dios. Porque en el kikismo parece que Dios solo ama a los pecadores. No me explico como Santa Teresa de Jesús, que de tonta no tuvo un pelo, no se dio cuenta de que sus éxtasis de amor hubiesen sido mayores de haberse dedicado a pecar a todas horas.

Los últimos -y "pedores"- de Pozoblanco

«¿De qué manera se vive la fe en esta iniciación cristiana?
Este Camino, no presupone la fe, al contrario intenta ayudar a las personas a reconocer que la fe que tiene no es madura y no puede dar respuesta a los interrogantes fundamentales del hombre».
Ese camino, que fagocita las parroquias, prejuzga la fe de los demás, considerándola inválida porque sí, porque eso es lo que han aprendido en los mamotretos. Y les trae sin cuidado que tales prejuicios e intromisiones en lo más interno del alma humana sean una violación de sus aprobadísimos estatutos.

«Es evidente que esta realidad en nuestra parroquia y en el pueblo no deja indiferente a nadie: gusta o disgusta fuertemente ¿Esto es bueno o dificulta a la hora de evangelizar?
Más o menos ¿cuántas personas en Pozoblanco han pasado por el Camino”?
Las catequesis de inicio, a lo largo de tantos años que las hemos realizado en la parroquia han sido escuchadas por cientos de personas, quizá miles pero en el Camino nunca se ha sobrepasado un número de 200 o algo más. No pretende esta iniciación cristiana que haya más o menos gente sino que verdaderamente se dé en nosotros un cambio de vida».

Aquí están las cifras para quien quiera verlas. Pozoblanco, 17.222 habitantes en  2018 según el INE y nunca han sobrepasado los “200 o algo más” de kikos. Y eso que llevan 43 años “o algo más” intentándolo.

Por eso no tiene nada raro que la entrevista concluya con una llamada a acudir a las kikotesis. ¡Qué venga “arguien”! ¡Que los que están se mueren y no viene nadie nuevo!