jueves, 29 de noviembre de 2018

Segundo escrutinio (LXXXII)



«El Señor está luchando. ¿Qué significa Jacob? Qué has sido elegido. Tú eres Jacob, hoy. "Amé a Jacob y rechacé a Esaú". ¿Por qué motivo? Porque amé a Jacob y rechacé a Esaú. ¿Pero por qué a Esaú? Esta pregunta nunca será respondida, no puede ser respondida. Porque Esaú tiene todas las credenciales para ser aceptado y Jacob para ser rechazado. No puedes entender a Dios. Piensa en la gratuidad, en la misericordia de Dios, en los designios de Dios. Según San Pablo, Dios te ha amado cuando eras mucho peor que los demás, pero él te ha amado para manifestarte que Él era un Dios de misericordia.»
“Era un Dios de misericordia”. ¿Será que ya no lo es? Más bien será otra teolocura kika.
«Tú, que eras tan malo, tan débil y tan desvergonzado, Dios te amó y te perdonó tan fácilmente.»
Da la impresión de que Pako suelta lo primero que se le ocurre o bien piensa que un día Dios decidió seleccionar a unos cuantos y darles un trato de favor. La realidad es que Dios ama a todos y perdona a quienes acuden a Él. El perdón divino se otorga a quien lo busca, no es lluvia que cae sin ser buscada.
«¿Por qué te ha elegido? ¿Por qué te ha dado la oportunidad de escuchar esta Palabra? San Pablo dice que el alfarero hace, con arcilla, un vaso destinado a orinal y otro destinado a usos más nobles, y ¿quién eres tú para preguntar el porqué a Dios? Dios puede ponerte en este camino y puede hacer que mañana te envenenes: puede hacer de ti un proverbio para que otros te vean.»
Esto es lo que pasa cuando no se conoce el libre albedrío: se cae en la herejía protestante del determinismo (y del ser humano como instrumento para los “más nobles”). Lo incongruente es que precisamente los “pedores de todos” se crean también las vasijas nobles.
«En estos momentos el Señor te está llamando: tú eres Jacob y el Señor te está llamando. Él te está eligiendo para que de Jacob pases a ser Israel. Israel quiere decir que tú tienes experiencia. Dios tiene mucha paciencia: si necesitas cinco años serán cinco años, si hay necesidad de diez serán diez, veinte, treinta, cincuenta si hay necesidad.»
Van por cincuenta. Lo que no demuestra necesidad, sino la inutilidad del instrumento empleado.
«Dios tiene una paciencia inmensa con nosotros y el silencio de Dios continúa: hay momentos en los que no interviene porque tiene paciencia con nosotros. Pero tú te resistes. Aquí entra en juego la libertad del hombre.
Sabemos que eres libre, pero sabemos que Dios obra, que Dios te elige, respetándote. Dios construye la fe en tu libertad. Pero al mismo tiempo, nunca te permite pensar que puedes acaparar a Dios, que puedes ponerlo en tu bolsillo. Dios está luchando contigo, te está haciendo llegar a conocerte profundamente, para que veas que estás cojo, que no sirves; ver que Él es el que vale.»
Este es uno de los kikodogmas: no te molestes en intentar ser bueno, hermano, porque tú no vales ni valdrás nunca. Así que no hagas nada, repantígate y espera a que Dios se manifieste. Y así, repantigados y a la espera, llegan a cotas flipantes de vileza moral.
«Qué maravilla que, a través de tantos acontecimientos, a través de una cruz, descubras que Dios existe verdaderamente, que Él es el fuerte, que Él te ama y que tú no sirves. Entonces, si llegas a esto, todavía hay una Palabra de Dios para nosotros hoy. Es hoy que Dios te está hablando, no te habló ayer y no te hablará mañana.»
Faltaría más que diosito no se ponga al servicio de su sensibilidad y le haga los recados cuando él diga.
«Es hoy que el Señor te dice: "Cuando descubrirás que Yo estoy dentro de tu vida, que en definitiva soy Yo mismo quien te estoy destruyendo, Yo trato de matarte para que realmente descubras esto: que no son ni los acontecimientos, ni la política, ni la sociedad, que soy Yo quien intenta romperte la cabeza, dura porque eres un testarudo, que tienes el cuello de hierro y nunca lo doblas, que nunca cedes porque las cosas siempre deben ser como tú las quieres, que soy Yo quien trato de hacerte dócil y obediente porque Yo soy la salvación. Pero en cambio, tú estás apoyado en un ídolo que te condenará, que te llevará al infierno. Es por eso que trato de sacarte de donde estás. Quiero salvarte de esa realidad, pero si continúas así, duro, y date cuenta de que el tiempo se acaba, Yo no puedo hacer nada".»
En resumen, diosito por boca de su amo reclama que renuncies a tu libertad o de lo contrario te condenará. Pero sin presión, eh, sin presión. Ya sabes que todo es en tu libertad de condenarte, que es lo único que puedes hacer tú sin diosito.
«Entonces Dios te dice: "Cuando descubras esto, cuando Yo te haya derribado al suelo, cuando hayas visto que estás cojo, que no puedes hacerlo, que tú no eres y que Dios es, que es Dios quien está presente realmente en tu vida, entonces aférrate a Dios".
¿Qué es la oración? Si Dios está allí, aférrate a Él, sujétalo: "No te dejaré ir". ¿Qué significa: "No te dejo?". Mirad: esta noche me aferro a Dios en oración (que es la manera de aferrarse a Dios) y le digo: "Hazme justicia contra mis enemigos". No dejes dormir a Dios, Dios se quiere ir a otros asuntos. ¡Ni hablar! Te estás aquí y lo llamas y sigues hasta que sientas náuseas. Bueno, ¿no te escuchó por una noche? Tengo tiempo. Empezamos la segunda noche: no te dejaré. "Déjame que termina la noche y llega la aurora". No te dejaré hasta que me bendigas, hasta que pronuncies sobre mí la palabra que dice: "Ya no te llamarás Jacob. De ahora en adelante serás Israel", y como la Palabra es potente y eficaz, seré Israel para siempre, nunca me apoyaré en mí, sino que me apoyaré en Ti y venceré a todos mis enemigos.»
Así con el esfuerzo y el moralismo kiko, creen que obligan a Dios a someterse a su voluntad. Es lo que les enseñan.
Esto significa la palabra Jacob. Significa que esto debe hacerse, debemos experimentarlo. Dios debe pronunciar sobre vosotros esta palabra: "Ya no te llamarás Jacob, serás Israel quien se apoya en Dios" y como se apoya en Dios, vence a todos sus enemigos.
Haremos una alianza con el Señor, en la cual el Señor, antes de entregar la tierra al pueblo de Israel, después de haberlo tenido un tiempo en el desierto, cuando está a punto de hacer la alianza, dice: "Yo te prometo, bajo juramento, darte una tierra que destila leche y miel; pero debes tenerme como el único Dios. Prométeme que seré el único Dios en tu vida. Únete a mí, apóyate en Mí, Yo, tu Roca; no me pongas celoso con otros dioses. Si Yo, por ejemplo, tengo una idea en contra tuya que tal vez no entenderías y te dejo en la oscuridad durante 5 días, ¿me prometes que no dudarás de mí? ¿No pensarás que estoy muerto y no intentarás entenderme con tu razón, por tu cuenta, pecando y buscando otros dioses? ¿Te apoyarás en otras cosas para buscar la felicidad? ¿Me olvidarás? ¿Prometes que harás lo que le digo? ¿Confiarás? ¿Esperarás en mí? ¿No dudarás que Yo te he jurado darte la Tierra? ¿Prometido? ¿No dudarás de Mí? O cuando veas el camino por el que te llevo y descubras que es un poco difícil y un poco triste, me abandonarás porque debería ser exactamente como tú quieres, para que Dios seas tú y Yo deba de servirte?".»
Toda la película entre comillas, pero no es una cita, salvo que sea una auto-cita de Kiko el magnánimo que juega a ser diosito de tu vida.
«Este es el diálogo que el Señor está haciendo en estos escrutinios, porque esto exactamente es lo que nos sucede. Lo único que te interesa es ser feliz y apenas Dios permite esto o aquello que no te deja ser feliz, al poco dejas de apoyarte en Él. El Señor ha dicho que con la violencia no se resuelven las cosas. Cuando te apoyas en el dios Molk, el dios de la violencia, en el dios Marte de la guerra, entonces con dos hermosos porrazos termina todo desorden, agarras un palo y todo resuelto. Parece algo bueno, pero fíjate en lo que sucede porque el camino de la violencia no es cristiano. Has intentado resolver el asunto por tu cuenta. Lo digo en este sentido y también en todos los demás, todo es lo mismo.»

martes, 27 de noviembre de 2018

Conformismo neocatecumenal



Esta entrada se la dedico a Aurora


¿Te ves a ti mismo como un conformista o como un inconformista?

La mayoría de gente a la que se hace esta pregunta, responden que se consideran a sí mismos unos inconformistas y que serían capaces de hacer frente a todo un grupo de personas cuando saben que tienen razón.

Sin embargo, ¿hasta qué punto pueden los inconformistas resistir la presión de la gente que les rodea?

En la década de 1950, el psicólogo polaco Solomon Asch, realizó un estudio sobre la conformidad. Los participantes en el experimento se inscribieron para participar en un experimento de psicología en el que se les pedía que completaran un test de visión.

Pero el verdadero experimento intentaba responder a la pregunta: ¿La gente puede resistir la presión de la mayoría para que acepte como verdadero algo que es falso?

Sentados en una sala con otros participantes, a los sujetos del experimento se les mostró una tarjeta con un segmento de línea de una determinada longitud y se les pidió que eligieran, de entre un conjunto de 3 segmentos pintados en otra tarjeta, cual de ellos tenía la misma longitud que la mostrada anteriormente.

El psicólogo posteriormente pidió a cada participante, de forma individual, que seleccionara qué segmento de línea era el correcto. En algunas ocasiones toda la gente del grupo elegía la línea correcta, pero de vez en cuando, los demás participantes ofrecían, unánimemente, una respuesta incorrecta. Lo que el sujeto del experimento desconocía, era que toda la gente que formaba el resto del grupo y que él creía que eran sujetos del experimento como él, en realidad colaboraban con el psicólogo y sus respuestas habían sido planificadas de antemano con el fin de determinar si la respuesta del participante en el experimento podía ser condicionada por la opinión de la mayoría a pesar de ser claramente errónea.

Casi el 75% de los participantes en los experimentos de conformidad estuvieron de acuerdo con el resto del grupo, por lo menos una vez. Después de combinar los ensayos, los resultados indicaron que los participantes se ajustaban a la respuesta incorrecta ofrecida por la mayoría, aproximadamente una de cada 3 veces.

A la conclusión de los experimentos, se le pidió a los participantes que explicasen por qué se habían mostrado de acuerdo con el criterio erróneo del resto del grupo. En la mayoría de los casos afirmaron que, si bien sabían que el resto del grupo se equivocaba, no querían correr el riesgo de enfrentarse a críticas personales.

Algunos de los participantes eran tan débiles de mente, que llegaron a afirmar que creían que los otros miembros del grupo estaban en lo cierto y que eran ellos los que se equivocaban en sus respuestas, a pesar de la evidencia que tenían ante los ojos.

Estos resultados sugieren que la conformidad puede ser influenciada tanto por la necesidad de encajar en una comunidad, como por la creencia de que las demás personas son más inteligentes o están mejor informadas.

Dado el nivel de conformidad visto en los experimentos de Solomon Asch, la conformidad puede resultar aún más fuerte en situaciones de la vida real, donde los estímulos son más ambiguos o difíciles de juzgar que la simple elección de unas líneas pintadas en una tarjeta. Y donde los de la respuesta errónea no dudan en asegurar que ellos hablan en nombre de Dios y enviados por el obispo.

Sin embargo, hay una lección adicional realmente esperanzadora en todo esto: en el experimento, Asch también descubrió que si uno de los miembros del grupo que colaboraban con el psicólogo daba la respuesta correcta contradiciendo a la mayoría del grupo, el grado de conformidad del sujeto descendía dramáticamente.
En tal situación, solo entre un 5% y un 10% de los participantes se mostraban conformes con las decisiones erróneas de la mayoría.

Es decir, una sola persona diciendo la verdad dentro de un grupo de mentirosos puede ayudar a convencer a otros sobre cuál es el camino correcto.

Esto muestra claramente la importancia que tienen, por ejemplo, los medios alternativos o los investigadores de todo tipo y disciplina que se enfrentan a la verdad oficial y mayoritaria y que tratan de informar de su punto de vista a tantas personas como pueden.

domingo, 25 de noviembre de 2018

Tostón publicitario. Adviento 2018




Jueves, 22 de noviembre de 2018

Este año en que por primera vez se invita a la 2ª de S. Catalina de Siena, comunidad de Ascensión, a presenciar el rollo mitinero de temporada, ha contado con la novedad de que no ha habido que visionar un vídeo carente de interés ni tampoco ha habido ningún “regalo” por parte de su humildad.

Por cierto, el padrecito Pezzi prefirió quedarse tranquilamente en Roma. Ni se notó su ausencia, claro. No suele aportar nada.

El mitin arranca de una forma un tanto turbia y confusa: mentando la Cuaresma sin venir a cuento de nada y la historia de Moisés y de la piedra que da agua, que suele caer todos los años en el tostón de Cuaresma. Ya digo, se lio.

Del tostón publicitario de este año
La verdad es que este anuncio publicitario no ha aportado nada nuevo, salvo el relato de los gravísimos problemas de salud de Kiko que tantísimo le hacen sufrir. Eso sí ha sido novedoso, porque sabido es que cuando cualquier otro padece una enfermedad es porque Dios le ha visto tan soberbio que “le tiene que enviar un cáncer o algo peor” para su conversión. Bueno, pues con su sensibilidad Kiko no es así, resulta que se pone a contar que tiene un agujero que no se cura, pero para nada tiene que ver con su soberbia y con el hecho de que Dios le mande ese agujero para su conversión. ¡Qué va! A ver si a estas alturas aún alguien no se ha dado cuenta de que lo que Kiko predica nunca va con él, solo es para los demás.

«Ahora tengo una pierna con un agujero así de gordo, que esto no hay quien lo cierre, que me duele. Me curan todos los días como pueden, pero me parece a mí que esto —llevo ya tres meses con este agujero— no se cierra ni a tiros. Pues muy bien. ¿Que tengo una pierna mal? Pues muy bien, no pasa nada.»

Tal vez sea porque, como él mismo dice, no tiene ni idea de nada y aún no sabe que todo tiene un sentido escatológico:

«Si sois buenos cristianos, tenéis que descubrir esta escatología en los acontecimientos de la historia. Si no tenéis ni idea de nada, porque no os han catequizado nada y sois cristianos de nada, pues muy bien, vuestra vida está vacía completamente.»

En todo caso, entresacando algunas cosillas del rollo de siempre, lo único que me apetece resaltar es como insiste una y otra vez en sostener una cosa y su contraria. Que tampoco es nada nuevo. Sencillamente es que solo he entresacado lo menos aburrido de entre todo lo aburrido.

Por un lado, libertad:
«Dios no puede obligarnos al Bien, no lo puede hacer. Dios es amor y el amor no se impone jamás, no sería amor.»

Por otro lado, imposición, el moralismo:
«Nos vamos a levantar todos por la mañana. Aparte de la primera semana —que rompemos la noche y el sueño— durante todo el tiempo de Adviento las comunidades se levantan antes de ir al trabajo y rezan juntos, cantan los salmos.»

«Verás lo que te va a pasar cuando te pongan delante tu vida, lo que has hecho y esté delante de tu historia. … Vas a ser juzgado.»

«Entonces nos tiene que preguntar si queremos participar con Él del Cielo. Y para ello nos ha puesto en la tierra, nos ha dado un cuerpo, nos ha dado la Torá, nos ha dado la Palabra, nos ha dado la Iglesia. Y le ha dicho al demonio que es necesaria su presencia para que nosotros podamos responder a esta pregunta.»



Por un lado el alegato sobre no juzgar:
«Por eso es muy importante no considerarse superior a nadie. Por eso los Padres dicen siempre: «Considérate el último y el peor de todos». Pero si por cualquier circunstancia te levantas y comienzas a juzgar a los hermanos de tu comunidad, a algún hermano que ha caído en adulterio y le juzgas, porque te crees superior, Dios actuará. Esto es muy importante.»

Y por otro, juicios sumarísimos contra todos:
«Estás, como todos, pensando en pasarlo bien. Por eso el juicio será terrible cuando aparezca Cristo.»

«Para ser santo se necesita la cruz. Por eso, si rechazas la cruz, eres un malvado, no eres cristiano, eres un sinvergüenza, eres un canalla, eres uno que merece el infierno.»

También hay juicios contra el arte sacro occidental. Es que la ignorancia es atrevida. Y a la ignorancia se le ocurre tildar tantas maravillas del arte sacro occidental de “sentimental y devocionista”.

Por un lado, la humildad:
«¿Y cómo se descubre la humildad? Pues a través de considerarte pecador. Dicen los Padres que el principio de la conversión es considerarte pecador, más pecador que los demás. Es decir constantemente: «Yo soy un pecador, soy un pecador».» (Martingala peligrosa por cierto. Jesús es ejemplo de humildad. Pero dudo que Jesús fuese por la vida considerándose más pecador que nadie. Estas son cosas que solo pasan en el kikismo).

Por otro lado, es tan humilde que se equipara a San Pablo y se erige en salvador de la Iglesia:
«Yo soy el carisma y este cura es la institución. Y estamos juntos. Eso salva a la Iglesia, la evangeliza, la renueva.»

Y ya puestos, ¿por qué no usar el nombre de Dios?:
«Nosotros estamos reconstruyendo la Iglesia y la Iglesia no puede prescindir de nosotros. Sería un error enorme. Pueden hacerlo, pero sería un error, porque sería oponerse a la voluntad de Dios.»


Por un lado se sugiere a los aceptos que busquen la humillación:
«Por eso es muy importante que en tu vida alguien te insulte, que alguien te robe, que te hagan injusticias para ver un poco cómo respondes, si de verdad tú eres o no eres cristiano, que aquí está el punto.»

Inexplicable que santa Teresita fuese declarada santa, ¿no? Murió joven, sin buscar insultos ni robos ni injusticias… Está claro que hay santas de categoría inferior.

Por otro lado, cuando su humildad se siente humillado indefectiblemente eso es porque le odian y no porque Dios lo quiera para su conversión:
«Me acuerdo cuando estuve en Florencia en un encuentro con curas, que me detestaban —no sé porqué— y pensaban que yo era de derechas y se armó un follón enorme, yo empecé a hablar. Y nada más empezar se pusieron a silbar, me silbaron.»

Y no solo eso, sino que se pone por encima de todos esos curas y decide que él era allí el único que tenía el Espíritu Santo (de serie, seguro), mientras que los demás carecían de él. Si eso no es un juicio, que venga el Papa y me corrija por favor.

Por cierto, en el anuncio publicitario ese, Kiko menciona la tora, el talmud que tanto ataca a Cristo y a su madre, pero ni media mención a la Biblia… ¿Qué fe será la suya?

Pero como de vez en cuando se le escapa alguna verdad, este año revela que tantos años de CNC no han servido de nada porque siguen sin amar a Cristo:
«Hermanos, yo espero que este Adviento os lleve a querer a Jesucristo. «El que no ame a Cristo sea anatema» dice S. Pablo, sea maldito aquí el que hoy no ama a Cristo.»

Y por fin, descubre que puesto que la comunidad no sirve, la solución está en las devociones de toda la vida:
«Y si te das cuenta que no lo amas, pues, no sé, haz algún sacrificio, reza el rosario, pídele a la Virgen, entra en una iglesia y reza el rosario a la Virgen, y pídele a la Virgen que te de amor a Cristo, que eso es ser cristiano.»

El final es una bofetada a la chica “ad experimentum” (¿se habrán peleado?):
«Rezad por mí y por el Padre Mario.»

Y se acaba con un aviso. A estas alturas les ha dado cosa porque no va casi nadie a la JMJ y fletan un vuelo… ¿Será por dinero?