domingo, 29 de abril de 2018

Segundo escrutinio (XLIII)




«La sal tiene también otra capacidad muy importante, por la cual se empleaba como signo de acogida: cuando el Papa Pablo VI fue a Tierra Santa, lo primero que recibió fue un saquito con sal en señal de bienvenida. ¿Por qué? Porque los peregrinos eran recibidos con sal. Por ejemplo, en África, en un lugar donde hace mucho calor, o en Palestina, si tienes que pasar mucho tiempo al sol o al aire libre, corres el riesgo de deshidratare. El agua que hay en tu cuerpo se evapora. Sabes que casi el 90% de nuestro organismo está compuesto de agua.» 

Hay gente tan sensible que no tiene reparo en hablar de lo que no sabe. El porcentaje de agua del organismo humano es aproximadamente del 70%. Insisto, del organismo humano, en otro tipos de organismos ignoro si llega al 90%

«Si el agua se evapora, puedes morir deshidratado. Para que el agua no se evapore rápidamente, se necesita sal para que retenga los líquidos del cuerpo. Entonces, de hecho, para eliminar la sed, tienes que comer un poco de sal. Un agua sin sal no sacia la sed. Si bebes mucha agua de nieve, no te quita la sed. Debe contener algo de sal. Por eso en África, si caminas, lo primero que hacen cuando llegas es darte un puñado de sal, para que no te deshidrates. La sal retiene los líquidos y no tienes que beber agua constantemente. El hombre no puede vivir sin sal. Muere. Por eso la sal, en algunos lugares, vale más que el oro. Donde escasea, la sal vale más que el dinero, más que el oro, más que nada. Sobre todo, la sal da sentido y sabor a las cosas.»

¿Quién de vosotros, lectores, no habéis entendido el sentido de las cosas con la sal? Desde luego yo, a mí la sal no me da el sentido de nada.
«Podríamos encontrar muchas más acepciones para el término sal y podríamos ver muchos otros sentidos. Entonces podríamos pensar que este rito es un rito de acogida, de entrada al Catecumenado, que se te da la sal porque entras, etc. Y muchas otras cosas. Es cierto que esta sal tiene todos estos significados. Pero hay un significado fundamental que aún no sabes.
Es lo que dice el Apocalipsis: "...que nadie conoce, excepto el que lo recibe". Y tal como se recibe, se comunica, como un misterio, por así decir. Un misterio quiere decir algo que está oculto para todos pero no para vosotros.»
Esto huele a masonería. En la Iglesia no hay misterios ocultos, por más que Kiko se los quiera inventar; antes bien, lo que aplica a la Iglesia es lo de “No hay nada oculto que no haya de ser conocido…”.
«Los misterios en la Iglesia se definieron de la siguiente manera: "Lo que está oculto a todos, que ni siquiera los ángeles saben, y que ha sido revelado, en Jesucristo, a los cristianos".»
A saber la procedencia de la cita, lo único seguro es que no es de la Biblia.
«En la Iglesia primitiva, como el Catecumenado no terminaba con el Bautismo sino que continuaba después, muchas catequesis se impartían después del bautismo.»
Pues exactamente igual que en la Iglesia actual o ¿acaso ve alguien algo extraordinario en las catequesis post-bautismales?
«Una de las cosas que se hacían después del Bautismo del agua eran las catequesis mistagógicas que se daban sobre todo después del Bautismo, que tenía lugar durante la Vigilia de Pascua, hasta Pentecostés, o incluso durante todo un año. Los neófitos tenían que venir todos los días para recibir las catequesis sobre los misterios, sobre los Sacramentos que habían recibido. Porque la Iglesia muchas veces hacía lo contrario de lo que yo hago ahora, que os doy la catequesis antes de recibir el signo; primero daba el signo y luego la catequesis. Por esto el catecumenado se puede hacer incluso después del Bautismo. Recibiste el bautismo de niño y ahora te damos las catequesis. Es lo que dice el Papa: "vosotros lo hacéis después". "La instrucción que no se haya podido hacer antes -dice San Agustín- la haremos después del Bautismo". Y eso es lo que estamos haciendo ahora, a vuestra edad. A alguno le tocó cuando era muy joven, a otros de adultos. Por esto las catequesis mistagógicas versaban sobre la Eucaristía, sobre lo que significaba el pan y toda una serie de cosas. Nosotros lo hacemos antes y después.»

Si fuese una instrucción cristiana para los que no la han recibido antes, los ordenados no la necesitarían, y en consecuencia no deberían hacer el camino. Pero como lo que se intenta vender no es la doctrina de la Iglesia, nadie está exento. Nadie ha recibido antes esta deformación, por lo menos, no en la Iglesia.
«Bien, veamos qué nos interesa. De todo esto, ¿significa que la sal es lo que Jesucristo dio a sus apóstoles? ¿Jesucristo habló alguna veza de la sal? Sí, habló de la sal. De lo contrario, la Iglesia no lo incluiría en la instrucción de los catecúmenos.»

Es que la Iglesia NO la incluye en la instrucción de los catecúmenos.

«¿Y qué dijo sobre la sal? Cuando hablaba a sus apóstoles, ¿qué les decía? Y los Apóstoles, que nos han transmitido las palabras de Jesús, ¿qué significado les dieron? Les dieron el mismo sentido que había dado Jesucristo mismo. Para saber qué significado dio Jesucristo y cómo lo ha interpretado la Iglesia (porque la Iglesia interpreta siempre las palabras de su Maestro que está vivo y presente en ella), es necesario, dicen los exegetas, ver el contexto de los Evangelios. Una regla para interpretar los textos de las Escrituras es: el contexto. ¿Dónde está insertada esta palabra? ¿Qué significado se le ha dado?
Ahora os lo leo. Hay tres evangelistas que hablan sobre la sal. De hecho, los cuatro Evangelios se complementan, no son una repetición. Es muy bello y por esto buscamos los paralelismos. Vemos un paralelismo, vemos otro y los paralelismos nos dicen diferentes aspectos. Pero una cosa que demuestra la verdad es que nunca se salen del aspecto original y fundamental. Por esto, si queréis, veamos lo que dicen.
Comenzamos con la Palabra de este escrutinio donde habla de la sal: la puerta que expresa lo que es este escrutinio de entrada al catecumenado. Es el Evangelio de Lucas, cap. 14. Escuchemos lo que dice sobre la sal. Para entender lo que significa sal, leemos el contexto: lo que viene primero. (Sabéis que es un "Logión", palabra, la palabra de Jesús. Dicen que los Evangelios iban precedidos por resúmenes de las palabras de Jesús. Los apóstoles debieron apuntarlas mientras iban a predicar el Evangelio. Aunque al principio fuese una tradición completamente oral, luego, a fuerza de repetirlo, se les podía olvidar algo, también la vejez te hace olvidar... Entonces los apóstoles comenzaron a escribir, como hacemos también nosotros, los catequistas, para tener un resumen de la catequesis).»

Seguro que en una época en la que la mayor parte de la población era analfabeta, Jesús fue a elegir como apóstoles sólo a pescadores ilustrados que sabían escribir. 
 
«Dice Jesús: "Buena es la sal, pero si la sal pierde su sabor, ¿con qué se la sazonará? No es útil ni para la tierra ni para el estercolero; la tiran afuera” (Lc.14,34- 35). Esta es una frase de Jesús. Bien, ¿qué significa esta frase? ¿Qué quiere decir Jesucristo? ¿dónde lo ha puesto San Lucas? ¿En qué contexto está esta frase de la sal? Veamos dónde lo ha puesto S. Lucas y sabremos lo que Jesucristo quiso decir con esta frase: si la sal pierde su sabor, no sirve de nada. Uno podría decir: "esta frase vale como está". No. Le puedes dar mil interpretaciones. Quiere decir que si uno deja de ser un buen cristiano no sirve de nada. Sin embargo, este no es el contexto. Entonces, veamos qué es. Veamos cómo S. Lucas lo ha encuadrado y con respecto a qué.
Lectura: Lc. 14, 25-35»
 

viernes, 27 de abril de 2018

Culto de "categoría superior"


La seriedad exhibida por el Papa el pasado día 19 ante el churro de regalo auto-publicitario que le llevó uno que es muy humilde, tal vez tenga que ver con el hecho (concreto o no) de que el Papa esté al tanto de que lo que le han presentado a él es una miniatura misérrima comparada con las cositas de categoría superior que elaboran los neo-hermanos para su consumo interno.




Y lo hacen pese a las advertencias de uno muy humilde, que les dijo:


«KIKO:
Sobre Carmen, quisiera que Charlie Metola os diera una palabra. Habéis visto que el cuadro de Carmen lo hemos puesto detrás: es porque está prohibido dar culto a ninguna persona que no haya sido beatificada o canonizada. Si, por ejemplo, ven que nosotros, en una eucaristía, tenemos puesta una imagen de Carmen, iría en contra de su proceso de beatificación. Por eso no se debe darle culto, ni ponerle velas ni nada; porque es una persona que la Iglesia no ha reconocido que esté viva en el cielo.»
(tostón de inicio de curso 2017-218)

Ni está detrás ni es pequeño

Por delante y más grande que el kikono

Por encima  y más grande

Manipulado para que parezca más "santita"


 Más manipulación. ¿Qué llevarán a Tor Vergata?

miércoles, 25 de abril de 2018

Segundo escrutinio (XLII)



«Dijimos: "¿Qué es la sal?". Esto es lo que nos interesa hoy; y es lo mismo, si quieres, para el signo de la luz. Cuando Jesús habla de la luz, habla de la vela, de una lámpara. La lámpara, iluminando, siempre se consume. Incluso estas bombillas se están consumiendo porque tienen un filamento de carbono y también una energía que, de alguna manera, se está consumiendo. Es decir: la vela, iluminando, muere a sí misma. Entonces, veamos: ¿qué es la sal? No voy a daros una catequesis de tipo moralista, pero os iluminaré un poco la importancia de este sacramento: "Sacramento de los catecúmenos", el signo de los catecúmenos. Aquí pueden entrar verdaderamente aquellos que han comprendido que es la sal. Además, entender qué es la sal es una catequesis eucarística, pre-eucarística, es empezar a comprender que es la Eucaristía. Porque la sal preanuncia verdaderamente, hace gustar y hace comer; la Eucaristía hace lo mismo. 
Recibiréis, en el rito, un cristal, una piedra blanca, una piedrecita, pequeña, blanca: un cristal de sal que debéis degustar. No recibiréis sal, sino un cristal, un guijarro blanco. El Apocalipsis habla de esta piedrecita: "Al vencedor Yo le daré una piedra blanca que tiene un nombre que nadie conoce, solo el que lo recibe lo sabe".»
La cita correcta es: “al vencedor le daré maná escondido; y le daré también una piedrecita blanca, y, grabado en la piedrecita, un nombre nuevo que nadie conoce, sino el que lo recibe” (Ap 2,17) y hace referencia al nombre que recibe el vencedor, no a un conocimiento que comparten los iniciados, pero no los legos, que es el falso cuento que seguidamente cuenta el abuelete.
«Porque en la Iglesia primitiva los misterios del catecumenado se preservaban en secreto, se los llamaba "arcano". No se podía contar qué sucedía después. Tú no podías decirle a uno que viene después de ti los secretos más profundos del catecumenado. Además, no serviría de nada y la gente pensaría que son cosas ridículas. Si empieza a circular el rumor de que para entrar a estas comunidades es necesario vender los bienes, ya nadie vendría a la catequesis.»
Y como no viene nadie por su voluntad, se obliga a los hijos a caminar a rastras para que el gurú, que es muy sensible, no se deprima.
«Podrás hacer las catequesis que quieras, pero no vendrá nadie. Esto sucedió en Barajas. Se corrió la voz de que era necesario dar los bienes y no hubo modo de que la gente fuese a la catequesis. Decían: "¡Ve tú! ¿Hacer yo como ese que ha vendido la casa? ¡No!" Por eso es muy importante que no os envanezcáis ni os anunciéis a vosotros mismos. Porque la gente que está fuera del contexto no lo comprende. Si te hubieran dicho que venderías las cosas, antes de comenzar el camino, hubieras dicho que ni hablar de eso, que era imposible, nunca jamás, que el dinero para ti era muy importante. Sin embargo, has visto como Dios ha estado fuerte contigo en todo este tiempo. Porque Jesucristo está vivo y resucitado y actúa con el poder de su Palabra en nosotros. Por esto el "arcano" era muy importante en la Iglesia primitiva. Por eso está escrito: "Nadie lo conoce". Este secreto era muy importante.»
En la Iglesia primitiva el arcano era una medida de precaución por miedo a los judíos, nada tenía que ver con la venta de bienes, ni con esconder a los catecúmenos imposiciones que vendrían más adelante, porque no existían tales imposiciones posteriores.
«A la sal se le puede dar muchos significados, muchos. Porque es un signo polivalente como todos los signos de la Iglesia: como el agua. El agua es un símbolo que significa muerte y vida. Hay aguas que sirven para matar: una inundación mata y destruye. El diluvio universal mató a todos los pecadores. Y hay aguas que sirven para dar vida, para limpiar de los pecados, de la suciedad, para dar vida en el desierto. Donde hayl agua, surge un oasis: comienza a existir la vida. Sin agua no se puede regar, etc. Lo mismo sucede con la sal. Es un signo ambivalente de muerte y vida. La sal, como signo, tiene muchos significados.
La sal sirve para curar. Siempre la cerveza se ha usado como medicina, y todavía se usa muchísimo. El agua salada para los pies cansados o si te duele la nariz... tiene diferentes usos en medicina, sobre todo sirve para curar. Pero la sal también sirve para matar. Si siembras sal en un campo, no nace nada. Toda la depresión del Mar Muerto está llena de sal, donde sea que vayas hay muerte.
La sal arde, es como el fuego. Si pones sal en algo, lo quema, quema todo. La sal quema la hierba, quema la tierra. Nada puede crecer donde hay sal. Se siembra sal para destruir un terreno: ya no crecerá nada. La sal tiene el poder purificador de quemar. Por eso la depresión del Mar Muerto, donde estaban Sodoma y Gomorra, hoy no es más que un desierto terrible. Si te bañas en el Mar Muerto, que está lleno de sal, y te entra un poco de esta sal en los ojos, te quema completamente. Es como un fuego que te irrita muchísimo.»
No veas lo que entiende su humildad de quemazones; piensa que ha tenido quemaduras de segundo grado en la cara, alrededor de los ojos, y que se ha curado emitiendo gallos, guitarra en ristre.
«La sal también preserva de la corrupción. Se sala la carne de cerdo o la que sea, el jamón, por ejemplo, y se conserva sin corromperse. La sal cura matando, destruyendo el mal, haciendo el mal, quemando.»
No tiene las ideas nada claras, la biología no es lo suyo.
«Podríamos enfatizar muchos significados. En el libro de los Números se habla de la sal: "la Alianza de la Sal de tu Dios". Está escrito: "No ofrecerás a tu Dios nada sin sal". No se podía ofrecer ningún sacrificio, ningún cordero, nada para Dios sin sal. Esto es muy importante. Cuando se hacía una alianza, que se sellaba con un banquete, no se podían hacer sin sal. Incluso en la antigua Roma para expresar la amistad entre dos personas, se decía que comían mucha sal juntos. Decir: "Hemos comido mucha sal juntos" significaba: "hemos banqueteado bien juntos". Cicerón usaba esta frase en Roma. Porque los alimentos sin sal pierden todo su sabor.
Lo que quiero decir es que la sal tiene muchos sentidos. También es un aperitivo. Antes de comer, se toman almendras saladas, aceitunas, patatas fritas saladas, un vasito de vino... Es un aperitivo perfecto, abre el apetito a otros alimentos mejores. La sal tiene muchos significados. Dice el Libro de los Números: "No podrás ofrecer a tu Dios ninguna alianza sin sal. Ningún sacrificio sin sal”.»
Sabido es que la Biblia del gurú no es como las demás biblias, por eso “cita” fragmentos que en las demás no existen. En este caso, incluso cambia el libro: Sazonarás con sal toda oblación que ofrezcas; en ninguna de tus oblaciones permitirás que falte nunca la sal de la alianza de tu Dios; en todas tus ofrendas ofrecerás sal. (Lv 2,13)
«Incluso el Talmud dice que todo debe ser salado. Incluso el dinero, por ejemplo, debe ser salado, dice, con la limosna: "¡Quien tiene dinero y no lo sala con limosnas, se le corromperá!" Lo perderá, le irá mal en los negocios. Debe ser salado.»
Lo dirá el talmud para privar a los pusilánimes de su libre albedrío. En el cristianismo, en cambio, los hijos de Dios son libres para obrar según su conciencia, sea para el bien o no.
«Todo en la vida debe tener una base, un sentido. La sal es un símbolo que representa lo que es más verdadero, más profundo. El dinero también se llama salario. Porque la sal fue el primer dinero que existió. La sal era tan necesaria que a la gente se le pagaba con sal. De aquí viene el término para la paga: el salario del trabajador.»