Es verano.
Y he decidido que no voy a complicarme la vida, me voy a servir de hemeroteca para traer a la luz hechos concretos neocatecumenales que demuestren que el amor y la unidad ni están ni se los espera.
Aquí va el primero de ellos, un ejemplo de lo que sale de dentro a uno nacido en el CNC: mala educación, burlas, groserías, fornicación, droguería, falsedades y presteza para presumir de vicios y pecados. Los últimos y los peores de todos, desde luego. Y además inmaduros: en lugar de buscar el diálogo, el recurso de la pataleta, la violencia verbal y las falacias ad hominem.
Por sus frutos se los conoce.
No ofende quien quiere, sino quien puede. Y no es el caso.
ResponderEliminarMe da que el escocido es este seguidor de su ídolo de barro, no lo puede remediar, le mola eso de ser el último y el peor de todos, y presume de ello y de su inmadurez. Son sus frutos, después de toda una vida kikotizado.
Da hasta pena, pobre.