Lo que Dios permite

  

El mantra de que nada sucede sin que Dios lo permita es uno de los más socorridos y peligrosos del ideario del Camino.

Es socorrido porque se emplea como “explicación” válida para todo: para el frío, para el calor, para la lluvia, para la sequía… La frasecita de marras no solo aplica a cualquier suceso ambiental, geológico, geopolítico o sociológico, sino que es utilísimo en el ámbito doméstico: si sales a hacer la compra y se te olvida traer huevos, es porque Dios lo permite. Si se te pegan las lentejas, es porque Dios lo permite. Si se te rompen las últimas medias que te quedan, es porque Dios lo permite.

En suma, cualquier acontecimiento que te perturbe a ti, a tu familia o a tu entorno puede ser “justificado” con un “Dios lo ha permitido”.  

El mantra aplica tanto a sucesos baladíes como a auténticos dramas. Por ejemplo, si se ahoga tu hijo de tres años en la piscina, es porque Dios lo permitió. Y no le des más vueltas. No puedes oponerte a los designios de Dios o, mejor dicho, es inútil que te opongas a ellos, así que cuanto antes asumas y aceptes la situación, mejor será para ti y para todos. Y no sufras, pon tu confianza en el Señor, que ya sabes que te ama, aunque no puedas entender sus designios. Porque solo faltaría que Dios tuviera que venir a explicarte a ti sus divinos motivos.

Pero asumir que la mano de Dios está detrás de todo y que no se cae ni un cabello de nuestra cabeza sin que Él lo quiera es muy delicado. En el CNC se ha extrapolado hasta hacer a Dios responsable de los actos de todo bicho viviente. Es decir, que nada sucede sin que Dios lo quiera, implica que nadie hace nada que Él no consienta. Lo que conduce a que cualquier delito y cualquier crimen, por execrable que sea, ha sido permitido y consentido por Dios. 

¿Y dónde queda el libre albedrío? Ah, es que eso no existe en el kikismo.

Lo interesante es que con ese mantra yo eludo la responsabilidad de mis hechos concretos, mis palabras o mis pensamientos. ¿Por qué tendría que apechugar yo con las consecuencias, si todo sucede porque Dios lo permite?

Este es uno de los mecanismos exculpatorios que se emplean en el CNC para mantener a los adictos infantilizados de por vida, siempre sometidos a los kikotistas, que son quienes pueden descifrarles las intenciones del gran diosito que los maneja como marionetas.

Hay otro mecanismo, que es el de “el demoño m’engaña”. Porque incluso entre ellos hay muchos que sienten pudor y rubor ante el mantra que sugiere que sus pecados son voluntad de Dios, de modo que prefieren recurrir al comodín de que su mal proceder ha sido cosa del demonio. El caso es no asumir responsabilidad personal sobre su vida. Siempre es otro quien la gobierna, sea Dios o el demonio con sus ardides. Prefieren ser esclavos antes que madurar y asumir como adultos que son responsables de su vida y de sus hechos concretos.

Sin embargo, esa forma de recurrir al comodín del demoño solo demuestra que quien lo usa todavía está atado al moralismo y se cree que el cristiano es el buenecito, el que no obra el mal, el que combate al demoño. El uso de dicho comodín entre quienes están debidamente kikotizados es otro.

 "El demoño t'engaña" se usa para marcar las líneas rojas que no deben ser traspasadas so pena de escarnio público y expulsión. 

Si osas no dar el diezmo, es que "el demoño t'a engañao". Si te vas de putas, es que Dios lo permite para tu conversión, para que veas lo que hay en tu interior. Si no obedeces a los kikotistas es que "el demoño te tie bienagarrao", pero si tu matrimonio no funciona y no os habláis desde hace días es que Dios lo permite. Si no haces el trípode es que "el demoño te tie cogío" y vas a destruir a tu familia, pero si ejerces la violencia en tu casa es que Dios lo permite para la salvación de tus hijos.

¿Se entiende? El empleo de uno u otro mantra marca lo que de verdad importa al kikismo.

Pero vuelvo al asunto de las catástrofes naturales y la implicación que Dios tenga en ellas.

No soy teóloga -Supongo innecesario recordarlo, pero dejo constancia de ello-, y pasan por el blog personas con más preparación y mejor cabeza que yo que podrán corregirme, porque lo que escribo es mi opinión y no busco sentar cátedra con ella.

Dios creó el universo. Eso sí fue responsabilidad suya. Los científicos pueden dar explicaciones naturales a todo lo demás, pero no pueden explicar cómo, de la nada, surgió la materia. No hay explicación “racional” para ello. “Algo” provocó el tiempo y el espacio. Lo demás son leyes físicas, químicas, biológicas, políticas y sociales.

Enfermedades y pandemias ha habido desde que el mundo es mundo… o desde que Dios quiso que el mundo fuera mundo. Pensar que el que un bichito se haya descontrolado es cosa de Dios es no querer ver la cadena de desatinos, fallos, errores, ineptitudes y golferías que han contribuido a su difusión. El problema no se ha tratado con criterios científicos, sino políticos, y el resultado está a la vista. Tenemos la suerte de que una proporción enorme de la población que ha enfermado de la covid-19 se ha recuperado sin problemas o incluso no ha tenido síntomas. No es un bicho muy maligno. Otra cosa es que haya gestores inútiles o que quieran sacar rédito de la situación.

Y otra cosa más es que haya a quien interese presentar la situación actual como una prueba divina para medir "el grado de resurrección" que portas en tu interior. De forma que si no te expones de manera innecesaria y absurda a un posible contagio por obedecer a las indicaciones de unos que de biología y de sanidad no saben nada, te dirán que tu fe es nula. Ala. Porque sí, porque ellos con su bola mágica así lo ven. Y si tu fe es nula, estás abocado a la muerte. Irremediablemente. Aunque no enfermes. Porque la muerte te alcanzará antes o después.

¿Puede haber mayor estupidez? ¿De verdad alguien se cree que Dios necesita "enviar" una pandemia para conocer "el grado de resurrección" de nadie?

Dicho lo cual, ¿es Dios quien permite la covid-19 o cualquier otra enfermedad? ¿No será la naturaleza quien lo produce y la sociedad quien lo difunde?