Despropósitos kikos sobre el matrimonio (VIII)

 

En la anterior entrada sobre los despropósitos kikos acerca del matrimonio, el ponente, Kiko el sensible, dejaba claro que un matrimonio que entra en el Camino tiene que estar dispuesto a que los kikotistas, que no saben nada ni está autorizados a ello, indaguen en su vida privada y marital. ¿Por qué? Porque al sensible le da la gana, aunque trate de disfrazarlo de “ayuda”.

También hay muchos conflictos y problemas, gente con miedo, con todo el lío de no querer tener hijos y demás. Aquí hay todo un mecanismo que siempre es muy difícil.

Por eso, hermanos, no sé si os habéis dado cuenta de que nuestra intención como catequistas kikotistas no es que vosotros tengáis más o menos hijos, sino que viváis en la gracia de Dios, porque aquí está el punto más importante. El punto más importante es que vosotros podáis recibir la gracia sacramental, es decir, que Jesucristo esté presente en vuestro matrimonio. Pero si nosotros lo ahuyentamos, si el demonio está presente con toda la violencia, con todos los problemas, la convivencia humana es dificilísima. ¿Cómo es posible que un hombre deje que su 'yo' sea dividido, que sea destruido por el 'tú' de la mujer, y puedan llegar a ser una sola carne sin el sacramento, sin que Cristo se entregue realmente allí que los ayude constantemente? ¿Como es posible?

¿Cómo es posible que los musulmanes o los queridos judíos sobrevivan al matrimonio cuando ninguno de ellos pone a Cristo en medio de su vida?

Uno de los traumas de Kiko -uno entre unos cuantos- es que no cree en el amor humano. Por eso para él la entrega mutua de dos personas es algo destructivo, y por eso siempre considera al cónyuge el primer enemigo, el peor, el más feroz.

Primero no quieren. Segundo, cuando hacen el acto sexual lo hacen mal, impidiendo la vida, impidiendo que vengan hijos, etc. Sin embargo, Dios quiso la santidad de este "Santo de los Santos". Recuerdo que en mi casa la habitación de mis padres era el lugar más sagrado de la casa. A los niños nos daba una sensación indescriptible entrar en ese lugar donde estaba el lecho conyugal. Hoy ya no existe una sola cama, muchos quieren tener camas separadas.

¡Qué espabilados estaban esos niños! De niña, para mí el lecho conyugal, era solo el lugar donde mis padres dormían. Para un niño no tiene por qué ser otra cosa.

Entonces, volviendo a lo que decíamos antes sobre Perú y Bolivia, sobre los indios, para nosotros es muy importante tener casas donde, por ejemplo, haya un cuarto para la pareja que no sea el de los niños, y que no haya promiscuidad de chicos con chicas, lo que es fuente de una serie de conflictos (que luego afloran en el segundo escrutinio). Allí, en realidad no existe la familia; hay incesto, problemas, rencillas. Y así como es importante que se reconcilien con el padre (en el segundo escrutinio se les dice que deben ir a reconciliarse con su padre, con ese hombre que ni siquiera los ha reconocido como hijos, para que pueda reconstruirse en ellos su historia), también es muy importante reconstruir la familia cristiana creando una nueva civilización, familia por familia.

Este rollo es una kikotesis habida en España con comunidades de España… ¿Por qué se pone a chismorrear y calumniar a la sociedad del Perú y de Bolivia? Porque se trata de soltar el rollo de que la familia no existe, así que para que no le digan que es falso lo que cuenta no puede referirlo a sus compatriotas y hace como que habla de otras naciones. Pero Kiko jamás ha kikotizado una comunidad en América. Entonces, ¿cómo es que sabe lo que sale o deja de salir en el segundo estropicio? Chismes, chismes, chismes. Y calumnias. Señas de identidad del CNC.

Y la gente, para continuar el camino, son capaces de construirse su propia casa. Donde antes no querían trabajar, no querían nada, ahora construyen su propia casa. "Sí, te ayudaremos, pero debes hacerte un aposento que sea el "santo de los santos", el aposento donde se da la vida. Esto no es un colchón, es un tálamo nupcial donde aparece el Espíritu Santo y donde se da la vida, donde un hijo de Dios es traído al mundo".

Todo así de fácil, magikikamente. La realidad es que todo el que puede tener una casa mejor y más cómoda no se conforma con menos. Y que no se regalan permisos para construir casas, ni aquí ni en ningún sitio. Por eso conviene situar el cuento kiko muy lejos de la realidad cotidiana de los oyentes, en Perú o sus alrededores. Aunque Kiko no tenga ni idea de cómo son las cosas en Perú.

¿Es esto lo que dice la Iglesia? Se dona al mundo un hijo de Dios.

No. La Iglesia no dice eso. Dice que todos son criaturas de Dios, pero por el hecho de ser concebido en una habitación apartada no se es hijo de Dios; las condiciones de la filiación divina no tienen que ver con el lecho en el que se produjo la fecundación.

Y no se puede construir una casa de mercado, no se puede construir una casa de prostitución, no se puede construir un lugar donde se maten niños, ¡no es posible! Donde el acto sexual se queda solo en placer, este placer va disminuyendo cada vez de manera que hay necesidad de pervertirse para obtener más placer, con pornografía o con lo que se quiera, y esto es un absurdo.

Lo que es absurdo es pretender que una gente que, según Kiko, vive en promiscuidad, vive así porque quiere, no por necesidad (porque en cuanto se les llama la atención se ponen a construir casas grandes), y más absurdo suponer que tengan para condones o para adquirir pornografía.

La realidad, reconocida por los tres del trípode, es que los que han pervertido la sexualidad son kikotistas e hijos del CNC. Lo que demuestra que ningún árbol malo puede dar fruto bueno.

Dios os ha llamado a ser matrimonios cristianos, y no podemos dar el sacramento del matrimonio a gente que no han entendido lo que es realmente el sacramento del matrimonio, que no tienen una fe adulta; que ha sido bautizada y comprende el contenido esencial del matrimonio. ¡Y si no, que se vaya!

Otras veces no se limita a creerse que es él quien reparte sacramentos, sino que alardea de dar salvaciones a tutiplén.

Pero es necesario que los esposos comprendan profundamente la maravilla y la grandeza de este sacramento porque es la base de la sociedad. Si se destruye la familia, se destruye radicalmente toda la sociedad, y hay implicaciones sociales gravísimas.

Repito una vez más, la familia, que existe en todas las civilizaciones, no es un sacramento, la sexualidad no es sacramento y la reproducción no es sacramento. Y a este, que ni sabe ni se deja corregir, dan doctorados.

Es una gran cosa que Dios os haya llamado a colaborar con él. Yo, hermanos, nací porque mis padres querían tener un hijo. Nací en 1939, durante la guerra; Bendigo a mi padre, que estaba en el frente y no le dijo a mi madre: "¿Un hijo? ¡Ni hablar de eso! No sabemos dónde vamos a vivir, estamos en guerra. ¡Qué problemas! ¡No se hable de eso! Cuando termine la guerra, si estamos vivos... " No lo pensaron: y yo les estoy agradecido, porque de lo contrario no habría nacido, no habría vivido, es decir, no despreciaron lo que significa el sacramento del matrimonio.

En otra ocasión, refiriéndose también a su nacimiento a finales de la guerra civil española, Kiko maldijo a su padre por ello. La contradicción es signo de identidad del CNC.