Cuando Kiko quiso dominar las parroquias (I)

 

En octubre del año 1996, el último día del tostón de inicio de curso, antes de pasar varias bolsas e irse a comer, Kiko expuso lo que él presentó como la colaboración del CNC en “la Misión para el Tercer Milenio” (la preparación del jubileo del año 2000) que había emprendido el Papa Juan Pablo II.

Es largo, por lo que lo dividiré en varias entradas, pero es interesante porque muestra la opinión de Kiko sobre la Iglesia, nuestra madre.

Esto es lo que dijo Kiko en aquel entonces:

Sabéis que al Santo Padre le propusimos un proyecto para el Tertio Milenio (sic) Adveniente de preparación al tercer milenio. En este proyecto nosotros pensamos que lo mejor, sería maravilloso... Primero, estamos escandalizados que frente a toda esta presión de los medios de comunicación: revistas, periódicos, televisión, cine, etc. de esta presión de los medios de comunicación de la que la gente no se puede casi defender, y que sobre todo es una presión donde se están desmontando los principios morales cristianos, donde lo más atacado -como sabéis- es la familia.

El principio es lo de siempre: cualquier tiempo pasado fue mejor. La Roma imperial, con sus esclavos y sus circos con espectáculos salvajes eran un jardín de rosas y la familia estaba valoradísima; o la época medieval con sus epidemias y sus invasiones; o las guerras mundiales… Siempre el pasado fue estupendo y la familia estuvo defendidísima, no como ahora.

Y la Iglesia no se puede defender porque no tiene ningún instrumento en su seno para poder, por lo menos, contradecir las barbaridades que el demonio o el mundo te suelta a través de sus medios. Porque en las iglesias no hay más que misas. Y la Misa por su propia estructura, no es el momento para dar catequesis ni para dar consejos de moral. La gente va a Misa a escuchar Misa tres cuartos de hora o una hora.

¡El gran descubrimiento del kikismo! ¡La Iglesia solo son misas! Kiko no cree que la Iglesia sea el Cuerpo de Cristo, ni que esté fundada por el Espíritu Santo, si lo creyera, no la despreciaría, no la consideraría solo un montón de misas de no más de una hora, no sea que la gente se aburra.

Esta papanatada es su resumen de la Iglesia de hoy y de siempre… salvo cuando le interesa inventarse una Iglesia primitiva que, según él, solo perdura en el Camino, faltaría más.

Entonces, les falta a las parroquias un instrumento a través del cual se pudiera dar toda la catequesis, toda la moral cristiana. Acaba la Iglesia de sacar el catecismo de la Iglesia Católica, donde dice claramente lo que piensa la Iglesia de la homosexualidad, donde dice lo que piensa la Iglesia de los anticonceptivos, lo que piensa de la bioética, de todo. En el catecismo están claros todos los problemas morales que tiene la Iglesia planteados frente al mundo hoy. Y ¿cómo las parroquias lo pueden dar a la gente? No tienen ningún instrumento. Les convocan a unas catequesis y normalmente no vienen.

¡En las iglesias no hay más que misas!

Lo que yo veo en mi barrio es todo lo contrario. Cada vez que se anuncian charlas cuaresmales o conferencias, sobre todo si el conferenciante es alguien cuyo nombre suena, la Iglesia se llena. La gente está ávida de oír hablar de Dios.

Entonces nosotros pensábamos que tomando ocasión del Tertio Milenio (sic) Adveniente, de tres años de preparación para el Jubileo del Año 2000, que el Papa ha hecho ya una carta presentando: el primer año Cristo, el segundo año el Espíritu Santo y los sacramentos, y el tercer año el Padre y los Diez Mandamientos; o sea, Cristo, el Espíritu Santo y el Padre... Que estén más comprometidos en este sentido los movimientos y las asociaciones y las nuevas realidades eclesiales, como nosotros... Sería maravilloso poder abrir en las parroquias la celebración de la Palabra como tenía la Iglesia Primitiva.

¿No acaba de decir que se convoca a la gente a unas catequesis y no acuden? Pues si no quieres sopa, tres tazas. Su gran propuesta es precisamente lo que asegura que no funciona: convocar en las parroquias.

La Iglesia primitiva tuvo durante siglos, los miércoles y los viernes, celebración de la Palabra en las parroquias. No había solamente Misas. Había celebraciones de la Palabra. Esta en los Hechos.

Toma cuentos. El libro de los Hechos no narra la historia de la Iglesia “durante siglos” porque se escribió no más allá del año 70. Eso para empezar. Para continuar, lo que narra es que los apóstoles y quienes se les sumaban lo tenían todo en común, que a diario iban al templo a orar y enseñar y que se juntaban para la fracción del pan. Eso es todo.

Pero debe ser que la bola de cristal le permite a Kiko saber lo que hacían los miércoles y los viernes y lo que merendaban y la hora a la que se acostaban.

¿Cómo ha desaparecido esto, que ya no hay celebraciones de la Palabra?

Supongo que se refiera al universo paralelo de Kikónides, porque la Iglesia jamás ha perdido la liturgia de la Palabra.

Ahora las celebraciones de la Palabra la tienen los protestantes. Yo me acuerdo cuando fui a Lisboa, que me encontré con una serie de señoras que iban con los evangelistas. Decían nosotras vamos a los protestantes porque hablan fenómeno. ¿Y eso? Nos encanta oír como hablan y nos dan la biblia, y nos dan leche , y nos dan no sé cuántas cosas. Y además yo voy a Misa de mi parroquia todos los días. 

En el CN también dan leche

Y Kiko lo junta y lo revuelve todo para formar un engrudo con chupitos de leche protestantes y biblia al estilo luterano.

La gente encantadísima. Dicen, si predican fenómeno en las sectas. Aquí como no predican nunca... Me acuerdo de que estaba en la Peña de Francia y se iban todos a los protestantes. Porque tienen la Palabra de Dios.

Aquí no había más que Misas, y Misas, y venga Misas. Y no Palabra. Pues si gracias a esto se abriera la Palabra…

Y ya se sabe que para Kiko las misas solo valen como 20, porque ni comprende ni cree en el valor salvífico de la misa, y no sé si entiende que la Eucaristía es un Sacramento; la Palabra no es sacramento. Pues nada, a despreciar la misa y encandilar la Palabra, no por ella misma, sino porque en las sectas predican fenómeno. Y se queda tan ancho.

Entonces, yo escribí una carta al Santo Padre en este sentido. El Santo Padre, sabéis, que me recibió en una audiencia privada durante media hora y estuvimos hablando de esto. Le escribí una carta presentando primero toda esta situación de Babilonia, de todos estos medios de comunicación y... ya Stanislaw nos había dicho que sería genial, sería estupendo para la Iglesia; pero no se puede imponer. Sería maravilloso que a través de esto se abriera en todas las parroquias, por ejemplo el jueves, a las 6 de la tarde, la Celebración de la Palabra.

Traducción: el amigo Stanislaw le paró los pies a Kiko y le explicó que de ninguna forma el Papa iba a imponer a todas las parroquias de todo el mundo lo que tenían que hacer el jueves a las seis de la tarde.

El problema ¿cuál es? Que no basta hacer una celebración de la Palabra con cuatro lecturas, con un tema, porque los temas ya están puestos en el catecismo de la Iglesia Católica, los ha dado el Papa ya. Primer año : Cristo. Te coges el catecismo de la Iglesia Católica y verás que vienen todos los temas de Cristo con el Credo y todas las citas. O sea, no hay más que celebrarlo. Ya está todo hecho. Es el catecismo de la Iglesia Católica.

Pero el problema es que la gente no está habituada, no tiene el oído abierto. No sabe poner la vida bajo la Palabra. Además, les lees la Palabra y les parece largo, no entienden. Nosotros al principio del Camino tenemos que dar moniciones y moniciones porque la Palabra sola no la entienden.

Tanto asegurar que el CNC nació en las chabolas de Palomeras, entre gitanos y quinquis incultos que no tenían el menor problema en entender cualquier Palabra… Y en cambio, los parroquianos normales, habituados a la liturgia de la Palabra, no se enteran. De lo más coherente y creíble.