Hace poco, el blog italiano neocatecumenali ha publicado un par de entradas muy interesantes desde la perspectiva del parroquiano de toda la vida desconcertado por las formas y manera de cierto grupo que ha colonizado su parroquia.
Una de las primeras señales que desconciertan al parroquiano de siempre es la afición de los integrantes del grupo rarito por sacar a la luz los trapos sexuales de todo el mundo.
El procedimiento suele tener un esquema fijo: se reúnen en grupitos convocados con la excusa de profundizar en el conocimiento de la doctrina, de las Escrituras, de la Historia de la Salvación… algo así. Pero en la practica sucede que esos grupos se dedican a hablar de la vida privada de presentes y ausentes. Con hechos concretos.
Sin duda muy instructivo el contenido.
Un aspecto resaltado por los parroquianos de siempre es la falta de pudor generalizada y la falta de reparo del presbi, cuando está presente, por compartir información recibida durante una Confesión, sin dar nombres, cierto, pero ello no lo hace menos grave.
Por desgracia, en todas partes hay gente que ha vivido situaciones traumáticas y que quiere desahogarse, y se da cuenta tarde de que muchas veces es peor contarlo a quien no tiene preparación ni empatía para ponerse en el lugar del otro, pues sucede que algunos son especialistas en culpabilizar a la víctima y exhonerar al culpable.
Ese es otro de los aspectos aberrantes que destacan los parroquianos de siempre: se llega a sostener que a ver si la víctima se cree que es mejor que su verdugo, que este solo es un pobrecillo engañado por el demonio y, por tanto, en el fondo, es no culpable, puesto que no ha podido evitar el pecado. No así la víctima, que teniendo a su alcance la oportunidad de reconocer que ella podría hacer lo mismo o incluso algo mucho peor, se empecina en no darse cuenta de su maldad interior.
Es decir, una y otra vez la premisa es que el culpable no lo es, puesto que ha sido engañado por el demonio, mientras que la víctima sí es culpable por acusar a su verdugo. Objetivamente los hechos concretos apuntan al verdugo como malvado, no a la víctima. Pero algunos se empeñan en darle la vuelta para hacer pasar al verdugo por un angelito engañado que necesita que se le muestre amor y respeto, el mismo amor y respeto que no se ofrece a la víctima, a quien se reclama la virtud heroica de ponerse a los pies del verdugo.
Un desatino, sí. Y lo narra un parroquiano a secas, uno que tiene oídos para oír y ojos para ver y discernimiento para entender. Discernimiento que le permite ver el rancio machismo de ese grupo. El observador lo refiere en particular a los presbis que una y otra vez se muestran comprensivos y caritativos con ciertas conductas masculinas que llegan a rozar el delito, mientras que se impacientan y rabian por defectos mucho más inofensivos por parte de las mujeres. Según estos presbis es diseño divino que el hombre se imponga y domine sobre la mujer, que es neurótica y necesitada de guía viril.
De suerte que la misión divina del hombre es ser jefe y mandamás y ser perdonado una y otra vez si sucediera que mete la pata, mientras que la misión divina de la mujer es sufrir, perdonar, callar y no dar la lata. Y estar siempre receptiva para el varón, claro. Y no levantar la voz. Y no pretender tener razón.
¿De dónde ha salido un presbi que piensa así? De un semivacío, claro.
Con este punto de partida, sucede que dentro del grupo se ve como “natural” la violencia contra la mujer. Es para lo que ella ha venido al mundo, para vivir sometida al varón. Y algunas no lo entienden si no se las ablanda un poco.
Aún más, en el discurso de esta gente, todo sucede porque hay un dios que lo quiere. Es decir, el malvado solo ha hecho lo que ese dios tenía previsto que había de hacer y es la víctima la que, según el plan de ese presunto dios que tanto ama al pecador, tiene la obligación de perdonar para que con su perdón el malvado se convierta y se salve no solo él, sino también toda una generación malvada y pecadora.
Por tanto, es la víctima la que falla a ese dios si no cumple con su obligación y no perdona. Es la víctima la culpable, la que impide la conversión del malvado, la que condena a toda una generación por la dureza de su corazón de piedra. Hay que lapidar a esa víctima.
Y este discurso nauseabundo es el que recibe, alucinado, el parroquiano de siempre.
Una consecuencia evidente de tanto desatino es que desde ese grupo se defiende que el matrimonio es una misión imposible para el ser humano. IM-PO-SI-BLE.
Es decir, no creen en la gracia del Sacramento, de ningún Sacramento, como tampoco creen en el amor. Por el contrario, aseguran muy convencidos que el ser humano está incapacitado para amar, para pasar a otro y para no ser destruido por el otro. Que el matrimonio sea tan antiguo como la humanidad y sea una institución pujante en todas las sociedades y en todas las épocas no les hace apearse del burro. Su discurso memorizado dice que el matrimonio es imposible y ellos se esmeran en contar hechos concretos horrorosos en ese sentido.
Y si alguien les lleva la contraria y presume de llevarse bien con su cónyuge, será acusado de ocultar algún cáncer mortal que aún no ha salido a la luz. La técnica es decir siempre la última palabra y negar la evidencia con veladas acusaciones de falsedad o de ceguera en quien no les da la razón.
Así se llega a un mundo apocalíptico en el que la única posibilidad de no provocar la destrucción del propio matrimonio, de la propia familia y de la propia vida es pedir urgentemente entrar en una cosa que no sirve para nada y se llama Camino Neocatecumenal. Léase bien porque es muy importante: aseguraran que la Iglesia no tiene cura ni remedio para la maldición ancestral que impide que el matrimonio funcione. Solo el CNC tiene ese remedio.
Ese es su credo. Negar la Iglesia fundada en el Espíritu Santo para postularse como el último refresco del desierto.
Exacto, es por eso que a esos kikotistas no se les puede decir nada, no se les puede hacer una corrección fraterna, hay que aceptarles todo lo que digan y hagan, ellos no pueden equivocarse, hay que aceptarles todo: herejías, equivocaciones, malos consejos, intromisiones en la vida privada hasta de tu familia, humillaciones, a los pobres ingenuos seguidores del cn los sinvergüenzas kikotistas los han convencidos que ellos hablan ex cátedra de modo infalible! además los intimidan y los manipulan con sus frases de cajón. ¡Hasta donde han llegado esos sinvergüenzas supuestos catequistas! Ni siquiera los Santos y Doctores de la Iglesia Católica llegaron a atribuirse tal cosa!!!
ResponderEliminarCuanta razon tienes. El colegio concertado (!!!) de mi sobrinas esta en manos de kikos, aunque se hacen llamar "Coperadores de la Verdad". Lo ocultan, vaya. ¿Porque sera? Y ni se te ocurra dar ni tan siquiera una pizca de opinion, ni la mas minuscula critica constructiva... porque estas marcado y se te invita a cambiar a tus niñas de colegio, incluso broncas y regañinas a esos familiares delante de los demas en reuniones y actos.
EliminarEn el Kkamino no hay lucha de sexos, el Kkamino es misógino y talibán sin más, la mujer no cuenta para nada ( aunque ella crea que sí) salvo para estar al servicio del "cabeza de familia" y estar "abierta a la vida", independiente de que el patriarca abra las piernas a alguna más.
ResponderEliminarQué la mujer trabaje, está mal visto, pero se tolera porque sería un estigma social perjudicial para la imagen del Neo-invento.
En resumen recurriré a una frase que usa mucho mi suegro patanegra, amoroso Katekistas y katekumeno directo del Amo; " la mujer mejor atada a la pata de la cama y mejor con una pierna quebrada"
Lázaro.
Kiko debía tener un trauma muy gordo con su madre. Y no lo ha superado
EliminarPues eso indica que el cnc tampoco sirve como terapia de grupo. Ni sirve para llevar a Dios ni tampoco para ayudar a superar traumas y convertirse en un adulto sereno sirve.
EliminarEs tan sencillo como la pregunta aquella: "¿ De qué color era el caballo blanco de Santiago? "....
EliminarDado que cuando un katekista pregunta a los cónyuges lo hace tal que así, generalmente:
¿ Quien es "el" cabeza de la casa?
Si aún no tiene claro el sometimiento absoluto del matrimonio a las doctrinas neo, y esto provoca andar con pies de plomo, preguntará:
"¿Quien hace de cabeza de la casa? "
En cualquier caso, la única respuesta "correcta" para los kikotistas, para el cnc, es: el marido, el hombre.
Punto clave para llegar a comprender tanto el machismo que se instala, como la misoginia imperante.
Lo llaman orden y valores.... Pero no es más que una secuencia lógica de los complejos del gurú. Los trastornos no superados, ni jamás tratados, de un tipo que se las da de maestro, de guía, de cristiano adulto capaz de inventar una escuela de fe... Mediante un itinerario que él jamás recorrió.
Ya le podrían regalar un buen equipo de psicólogos, en lugar de tanto doctorado de pegote.
-sepul-
Ya que ha salido el tema de los traumas y los traumados.
ResponderEliminar¿Habéis leido las notas biográficas de Carmen? Yo no, pero me han hablado mucho de ellas (aunque no puedo asegurar si los charlatanes las han leído o si también van de oídas, por más que pontifiquen sobre ellas como si hubiesen ayudado a redactarlas).
Bien. El caso es que con lo que todos comentan se entiende a la perfección que no existe una biografía de Carmen, solo notas pesadísimas sobre sus andanzas. ¿Por qué lo digo? Porque en las tales notas no existe nada mínimamente parecido a una familia en la que Carmen creciera, no hay interacciones con sus padres ni sus hermanos ni parientes de ningún tipo. Es como si fuese una huérfana abandonada a su suerte.
Eso respecto a su infancia y juventud, época en la que el autor de las notas da mucha más importancia a las amistades de los centros de estudio que a las hermanas. Y la cosa no hace más que empeorar y agravarse en la madurez, de tal forma que se diría que Carmen vivió toda su existencia de espaldas a su familia.
Y esos seres, el traumado y la depresiva ajena a la familia, pretenden dar lecciones sobre la familia cristiana. Pa mear y no echar gota, que dicen en mi pueblo.
La manera como tratan en el CNC los temas sexuales no se da ni en los ámbitos más paganos y vulgares, además El Vaticano y la Iglesia Católica prohíben rotundamente indagar y hacer interrogatorios indignantes sobre la vida sexual, inclusive ni siquiera a un sacerdote le es permitido interrogar ni en entrar en detalles privados y vergonzosos cuando está confesando!!! sin embargo unos falsos y retorcidos y morbosos catequistas se atreven a indagar y a interrogar a las personas sobre su vida sexual hasta en los más pequeños y privados detalles, estar presente o ser víctima de esos bellacos y retorcidos "catequistas" en dichos interrogatorios de tipo sexual.... es de no te lo puedo creer! no contentos con eso los miserables hacen los interrogatorios en presencia de todos, después con el tiempo se han dado muchos casos que en cafés y bares se salen a ventilar las vidas privadas de los hermanos.
ResponderEliminar¿Quién le pondrá freno a esa secta CNC?