El rollete pézzimo ha sido tan largo que ya es domingo por la mañana y en lugar de dedicar el día a dar gloria a Dios, lo que hacen, además de calentar metacrilato, es completar los equipos kikinerantes a los que les falta presbi o seminarista o chico soltero.
Alguien podría pensar que eso de disponer del destino de un presbi sin contar primero con el beneplácito del obispo correspondiente no tiene sentido. En efecto, en el Camino nada responde a la lógica ni a la razón.
A continuación, en el mamotreto en español -en el italiano, no está- se ponen a hacer propaganda de lo que llaman post confirmación, que consiste en obligar a los hijos adolescentes -desde los doce / trece años hasta los dieciocho- a acudir una vez a la semana -el viernes noche- a “grupos de padrinos” que se reúnen en casa de un matrimonio kiko, donde son interrogados en presencia de otros chicos -suelen ser grupos de ocho- sobre todo tipo de aspectos vergonzosos y vergonzantes, tanto personales como familiares.
Según Kiko, «muchos chicos que habían dejado el Camino, gracias a la post confirmación se han recuperado por dentro y han vuelto al Camino», que es lo que a ellos les interesa.
El caso es que deben ser tantísimos los hijos que se les escapan que Kiko ha traído a un italiano para que se recorra todas las parroquias kikotizadas de Madrid -quizá de España- y se asegure de que la kikada de los padrinos esté implantada como él quiere a fin de evitar que los chicos se le sigan escapando como hasta ahora.
«Yo le he hecho responsable a Gianvito, que es bravísimo, de la post confirmación. Entonces, puede ir a vuestras parroquias, reunir a las familias, reunir a los chicos y poner en marcha la post confirmación».
Tras esto, arranca la uka que vale como cien, según alguno.
Entonces le toca a la secre hacer una monición a las lecturas, dicen, que en realidad consiste en una arenga para concienciar a la audiencia de lo que se juega su alguno de ello decide abandonar el CNC:
«¿Cómo nos salvamos de esto? [Se refiere a la sociedad apocalíptica que describen ellos] Con la comunidad. Es el momento en el que no podemos jugar. La comunidad es el apoyo, la unión en la comunidad es el apoyo ante todos estos ataques que son verdaderamente demoníacos. Una familia sola no puede resistir. Todo esto no para asustar, sino para decir que el Señor nos llama a la fe, quiere darnos fe, y esta convivencia es una palabra de esperanza porque muchos hermanos tendrán miedo, una palabra de esperanza. El Señor siempre nos ha dado inmensas gracias e incluso en este gravísimo momento histórico nos ayudará, pero nos pide una cosa: nos pide que seamos fieles al Camino».
Este es el resumen de la reunión. Como siempre, su diosito solo pide que idolatren al Camino.
Y Mario, tras el Evangelio, lo respalda con: «Bien, hermanos, después de haber escuchado la Palabra del Señor, que confirma toda la predicación de esta convivencia…», porque en el CNC a la propaganda autorreferencial le llaman “predicación”.
También es llamativo que en el sarao italiano tras la homilía de Mario se reza el Credo, que es lo que toca. En cambio, en España se lo saltan y pasan directamente a las peticiones particulares.
Lo que es igual en ambos tostones es que antes de la bendición final y, por tanto, interrumpiendo la liturgia de la misa, se levanta el divo para pedir dinero: «Tened piedad, porque no tenemos nada, de lo contrario iremos a mendigar por las calles. Por qué no? La fase creativa del Camino no ha terminado, podemos salir a la calle a mendigar. Pero hasta hoy nunca nos ha faltado de nada».
Y también el reparto de la estampita carmelitana de categoría superior se lleva a cabo antes de concluir la misa.
Después llega lo de “pedir vocaciones” o como lo llamen. Y entonces Ascen suelta que las chicas que se levantan en realidad no tienen ni idea de su vocación, por lo que necesitan ser guiadas: «las chicas que se levantan, que no saben para qué el Señor las llama, entonces, el año pasado lo dijimos. Tiene que haber un equipo que se ocupa de las chicas, se reúnen y el esquema es el mismo, habrá que ayudarles a discernir si están llamadas a la misión, si están llamadas al monasterio, o a la vida religiosa activa, es decir, presentarles distintos tipos de posibilidades (…) Les ayudará mucho leer la biografía de Carmen». Si no fuese tan triste, me reiría de esas “vocaciones” y me reiría del surgimiento de conventos “nuevos” que interesan a algunos solo por los pintarrajos: «Queríamos pediros ayuda para el convento de las carmelitas de Mazarrón (Murcia). Construyeron un convento nuevo y le pidieron a Kiko que les pintara algo en la iglesia; y Kiko, por ese amor que tiene a los pobres, accedió a la petición de estas poquitas monjas. Ha ido con su equipo de pintores y han realizado un retablo inmenso y maravilloso con todos los misterios de la fe. Las monjas están felices rezando frente a él. El problema es que se han quedado muy pocas, y con la nueva ley para los monasterios, corren el peligro de que les cierren el convento si no aumenta el número de hermanas. Por eso, si alguna chica quiere conocer el carisma de las carmelitas, podéis invitarla a que haga allí alguna experiencia».
Ya metidos en la propaganda descarada, también comentan que la ruina que es la iglesia de Fuentes del carbonero está siendo rebozada por fuera (yo no tengo la culpa de que digan tonterías, solo las aporto). Y entonces Kiko decide soltar una tontería mayor: «Está en medio de la llanura castellana y es imagen de lo que es la iglesia futura». Del futuro de finales del medievo, más o menos.
Y solo después de tanto autobombo se procede a cerrar la uka que vale como cien y a bailar al corro de la patata.