"Jóvenes" con muchas canas

 

Como no he visto el video de la reunión neocatecumenal en Lisboa tras la clausura de la JMJ 2023, voy de oídas con lo que me cuentan y las imágenes que me hacen llegar.

Lo que me cuentan es que Kiko está achacoso, que canta incluso peor que antes, que ya es decir, que se limita a leer lo que le ponen por delante y que no se levanta para escuchar el Evangelio.

"Ahora proclamaremos el Evangelio", dijo Kiko. Y se sentó mientras los demás se levantaban

 

También he leído en algún comentario que aprovecha esa “pausa” para fumar. Ignoro si es así, porque no le he visto con el piti en ninguna foto. Lo que si me han pasado son imágenes del momento justo antes y justo después de la proclamación del Evangelio, y tanto él como la secre están sentados, mientras que todos los demás se han levantado. Durante la proclamación en sí, las cámaras no les sacan, pero es de suponer que no se desapoltronaron.

Acaba la proclamación y Kiko y Ascen siguen sentados tan panchos

También me dicen que la asistencia al evento neocatecumenal era muy muy inferior a la de la JMJ, lo que es lógico. Por lo visto se quedaron lejos de la cifra que esperaban alcanzar, a pesar de convocar no solo a jóvenes, sino también a kikotistas de los jóvenes, a todos los presbikikos disponibles, a seminaristas, al personal de los seminarios… En suma, que había bastantes canas en esta reunión.

La noticia de esta JMJ está siendo la joven (ella sí) española casi ciega que recuperó la vista tras comulgar en Fátima. Una plausible curación milagrosa por intercesión de María en su advocación de Virgen de las Nieves. En cambio, nada he escuchado de milagros de kategoría superior. Será que Carmen está de vacaciones.

De hecho, la anécdota de la reunión neocatecumenal no tiene que ver con Carmen, sino que la ha proporcionado la secre, que ha tomado el testigo de contar historias truculentas de gente desesperada salvada del suicidio gracias a ellos, a los del CNC. En este caso se trataba de la historia de una mujer anónima allá en la lejana Kazajistán, pues siempre es conveniente que las historietas hayan sucedido (Ascen dice que es un hecho concreto y real) en algún tiempo y algún lugar lejanos y completamente indeterminados, no sea que alguien trate de comprobar la improbable verosimilitud del cuento.

Un clásico: lanzarse a por la flores sin que acabe el canto final

 

Dice Ascen que esta mujer fue violada por más de uno y que tras la experiencia lo que hizo fue lanzarse a la calle porque a toda costa quería contar lo que le había pasado. La gente normal, por lo menos por aquí, lo que hace es contarlo a la policía, a los sanitarios e incluso al personal judicial y, si le apetece, a los medios de comunicación, que siempre están interesados por esas noticias. De hecho, lo usual por aquí es que haya que tomar medidas para proteger la identidad y privacidad de la víctima, porque muchos querían escuchar su historia de primera mano.

Aquí todavía quedan flores

 

Pero el cuento de Ascen sucede en el mundo al revés y la pobre mujer llevaba días queriendo hablar de su violación, ya son ganas, y nadie la escuchaba… hasta que se cruzó con la secre, que entonces todavía no era secre, que ¡oh portento! fue la única que se paró y la dejó hablar cuanto quiso. Me recuerda la historieta de la rubia de ferry, no sé por qué.

Entonces la mujer le expresó a Ascen que si no llega a cruzarse con ella y ser escuchada, tenía decidido suicidarse, porque no soportaba no poder contarle a nadie la agresión sufrida. A ver si a la rubia del ferry nadie la escuchaba y se hartó. 

Se acabaron las flores

Lo cierto es que me parece una banalización repulsiva de las secuelas que una violación deja en la víctima. Me parece repelente que Ascen haga como que el drama de esta mujer era que quería hablar y no se la escuchaba. Como si la violación grupal fuese secundaria. ¡Puag!

No puedo seguir. Voy a ver si me quito el mal sabor de boca que me deja la "palabra" de cierta gente.