En el judaísmo se distingue muy bien entre templo y sinagoga. No son lo mismo.
La sinagoga es lugar de estudio y de oración, en ella se leen los textos considerados sagrados (en jerga neocatecumenal, se proclaman, y después se parte la palabra para que todos la reciban deformada según los gustos e intereses del gurú). La predicación corre a cargo de un rabino, es decir, un maestro, alguien docto en las escrituras y la tradición judía, algo así como un catequista laico.
Cualquier local sirve para sinagoga, solo es preciso que tenga espacio para reunir a una asamblea.
En cambio, el templo se diseñó ex profeso como el lugar de la presencia física del arca de la Alianza y del mismo Dios en medio de su pueblo. En consecuencia, otra diferencia importante es que solo había un templo. No había uno en cada aldea, sino uno solo en todo el mundo. En Jerusalén.
Ya sabéis la historia, David vivía en un palacio fastuoso mientras que el arca de la Alianza residía en una tienda, y lo comenta con el profeta Natán, quien recibe de Dios la visión de que será Salomón quien construya una casa para Dios.
Ese fue el primer templo del judaísmo. Un recinto dedicado al culto y la adoración -palabra censurada en el kikismo-, morada del cofre que contenía las tablas de piedra de la Ley entregadas por Dios a Moisés y, dice la tradición, una muestra del maná del desierto. El templo era el espacio natural de los sacerdotes y levitas, es decir, los descendientes directos de Aarón y de Leví, respectivamente. Los primeros eran los encargados de llevar a cabo los rituales sacrificiales -otro tabú entre los kikos-, los segundos se encargaban de la música, el baile y otras cuestiones menores.
El caso es que Nabucodonosor se cargó el templo y se llevó desterrados a los israelitas. Pero tras la liberación construyeron un segundo templo, más modesto, y sacerdotes y levitas retomaron sus funciones, incluido el ritual de que solo el Sumo Sacerdote podía penetrar en el Sanctasanctórum y solo una vez al año. Porque creían que la presencia de Dios seguía allí. Y ello a pesar de que el arca de la Alianza había desaparecido siglos antes.
Hoy en día, del segundo templo solo queda un muro. Allá por la segunda mitad del siglo I d.C. se lo cargaron los romanos encargados de sofocar la revuelta de los judíos.
Todo este rollo viene a cuento de que a Jesús le indignó encontrar vendedores y cambistas en el templo, pero los Evangelios no mencionan que le molestase lo que fuera que encontrase en las sinagogas (me imagino que a mucho pobre y tullido limosneros). Porque no eran lo mismo.
Los primeros cristianos se reunían en lugares equivalentes en su función a las sinagogas. Sinagoga significa lugar de reunión o de asamblea, iglesia significa también asamblea.
Jesús no pidió a sus discípulos que levantaran templos, ni uno solo ni muchos, instituyo la Eucaristía en una sala destinada a comedor y dejó dicho que hicieran eso mismo en memoria suya. No dio indicaciones sobre el dónde porque lo importante no era el dónde, sino el qué. La grandeza del amor de Dios no está en el edificio, está en algo tan humilde como el pan y el vino.
Personalmente veo las iglesias y catedrales, con todo su dorado, sus imágenes y vidrieras, como ofrendas a Dios, la ofrenda del ser humano que destina a Dios lo más hermoso que puede concebir y producir, pero sé que lo que recibo dentro de ese majestuoso envoltorio es lo que de verdad importa.
Pero cuando lo que importa es el entorno, el color del suelo, de las paredes o de los adornos y se pretende uniformizar todo ello para complacer la vanidad de un pésimo artista que se quiere mucho a sí mismo y se desprecia las obras de arte de los demás diseñadores de iglesias, se ha perdido el norte.
Eso es lo que
pasa en el CNC. Si el sensible buscase un entorno precioso para dar gloria a
Dios, se complacería en las obras artísticas de los demás, pero no le importa
destrozarlas para sustituirlas por sus churros, porque solo que busca a sí
mismo. Él se pone como centro y señor de todo y de todos y la Eucaristía y los Sacramentos solo son excusas para satisfacer su inmensa vanagloria.
Y lo peor es el efecto sobre los demás. Mis tristes hermanos de comunidad no gustan de ir a su parroquia porque «es que no es lo mismo, con esos bancos y el altar sin flores y tantas imágenes de santos…», «a mí lo que me gusta es nuestra sala, con su moqueta, su gran icono, su mesa grande…», «es que en la comunidad todos nos podemos ver las caras en la asamblea». No van a encontrarse con Dios, no van por la Eucaristía, van como a un club social donde en lugar de tener uniforme los socios, la uniformidad está en el entorno, el mobiliario y los kikirikantos.
Y además todo feo en grado sumo, por cierto.
Nini, de historia del nacimiento de la Iglesia (espacio sacro) y de hermenéutica del arte, estás pez.... Es mejor que hablex de tu experiencia y tu verdad en la Iglesia, y que no te metas en jardines de los que no sabes nada y no entiendes.
ResponderEliminarVaya, además de pendenciero, el tío Camorras presume de enteradillo. Me recuerda a algún aldeano palurdo que conozco. Apuesto a que habla a voces y no sale sin su boina.
EliminarPues sí, en cuanto se meten en un templo, tratan de "konvertirlo" en la medida de lo posible a imagen de la obra de Kiko. Y también a las personas. Van a menudo al encuentro de Kiko en lugar de al encuentro con Jesucristo
ResponderEliminarSolo hay que darse cuenta de que allí donde van es invariablemente a instancias de un tal Kiko. Eso ya dice al encuentro de quien van.
EliminarSeguro a Camorras le gusta el arte de kiko personificando a Jesús, la virgen, San José, el pastor, el cartero y el mandadero
ResponderEliminarSin olvidar la personificación del "demoño que tengaña". Seguramente esa le gusta un montonazo.
EliminarEl Obispo del lugar prohíbe la celebración de misas en las casas, sin embargo acá los kikos no obedecen y celebran sus misas donde les da la gana, este es otro signo de descomunión y desobediencia a la Iglesia.
ResponderEliminarSon muy astutos, cuando esta gente da sus catequesis dicen venir de parte del Obispo, claro para engañar, pero en realidad no obedecen al Obispo y mucho menos al Párroco, son un grupo aparte dentro de la Iglesia Católica, están dentro de la Iglesia pero en realidad apartados y en descomunión, como se le puede llamar a esto???? = secta!!!
EliminarSon muchos los lugares donde el obispo responsable ha dejado claro que no se pueden celebrar los sacramentos en cualquier lugar ni mucho menos de cualquier manera, pero si les preguntases a los kikotizados, te dirían que ellos no celebran misas, lo suyo es otra cosa que vale como 100 y no como 20. Desobedientes y además idólatras.
EliminarQue son cansinos, el lameculos del responsable siempre parafrasea en las celebraciones con que Kiko dijo esto, Kiko dijo, Kiko allí kiko acá, pero jamás menciona a Jesucristo, tienen una total idolatría a kiko, no siguen a Jesucristo, siguen a kiko y al camino neocatecumenal.
ResponderEliminarPues a su divo se le acaba el tiempo. Algunos tendrían que aprender lo de "no serviré a señor que se me pueda morir".
EliminarLos miembros del Kkamino, como buenos idólatras, solo ven con los ojos del Amo. Para ellos sus esperpénticos lugares de cultos "son con mucho lo mejor". Su horrible estética, cante, baile y aspavientos por doquier es lo que les "dicen" cosas. La esencia de la misa no tiene mayor importancia para ellos.
ResponderEliminarConozco unos cuantos que han pasado el confinamiento sin oír ( mandamiento de la iglesia) ni una solo misa televisada porque no era una euca digna ( entiéndase del Kkamino)...cuando se han empezado a emitir y/o grabar en diferentes sitios kamineros ( R.M o incluso casas particulares) entonces han empezado a hacerlo, montando en la propia casa toda la batería de parafernalia, celebrando incluso con grabaciones en diferido ( algo desaconsejado por la propia Iglesia Católica), para cuadrar a la hora que les "venía bien".
Han comulgado con panes hechos en casa ( consagrados en remoto) y
e incluso con formas "robadas" literalmente de los sagrarios ( pues no de han seguido los procedimientos establecidos para la comunión en casas)...
Está es la vida Kika, una farsa en la que viven los que van agusto en la burra del Kamino, sin importarles para nada que lo que hacen está mal y tachando de clerical o "papista" al que pasa decir que ha oído o leído que no lo están haciendo bien.
Lázaro.
"Han comulgado con panes hechos en casa ( consagrados en remoto)".
EliminarSeguro que como buen cristiano, habrás informado a tu obispado, de semejante barbaridad, con las pruebas oportunas.
Solo con el arrojo y la valentía de denuncias, en las instancias correctas, se puede terminar con estas prácticas.
Así que ánimo Lázaro, ve y denuncia.
Lo del robo en los sagrarios, que no se te olvide.
Jajajajaja anónimo 11:27... qué gracioso resultas...cuando ha dejado el Kkamino alguna de sus prácticas desviadas por mucho que hayan sido apuntadas por las instancias correctas??...se han limitado a hacer como que sí y luego han vuelto a lo mismo, hasta jactándose ( en privado) de hacerlo...lo fácil para los kikillos es ocultar sus malas prácticas al obispo de turno "porque no le gustan x cosas" y seguir a su bola luego.
EliminarOlvidas que el "robo" entrecomillado se refiere a algo ya comentado aquí respecto de la distribución de la comunión que han hecho en muchas comunidades, yendo en contra de la norma para distribuirla y de la recomendación dada por el Vaticano de la Comunión Espiritual.
Quién borró el comentario del anónimus de antes, él mismo??... qué pasó, se arrepintió de lo que decía??
EliminarLas veces que el Obispo a visitado a las comunidades en Eucaristía los dobles kikotistas siempre han dicho " prudencia en las moniciones, no hay ecos, prudencia en el momento de la comunión, no hay danza al final" Igualmente en las kikotesis cuando se hacia presente el Párroco o un cura que no fuera kikorro la cosa era más drastica omitian el 50 % de las enseñanzas y desmadres que acostumbran a enseñar, antes de cada kikotesis dentro del equipo revisamos que teníamos que omitir.
ResponderEliminarLo digo porque fuimos con mi esposa "kikotistas" y nos expulsaron asegurando que el neo-invento no era para nosotros, precisamente por cuestionar la ideología, praxis y predicaciones ambigüas del neoinvento que van en contra de la sana doctrina de la Iglesia Católica, muy particularmente las demoníacas enseñanzas que dan sobre el pecado!
El descaro, la desfachatez, el cinismo son totales, y todo como si nada.
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