Supongo que todos estáis
al tanto de lo sucedido en la región de Campaña en Italia.
Los hechos concretos se
produjeron entre el 28 de febrero y el 4 de marzo y fueron los siguientes:
- 28 de febrero / 1 de marzo
– reunión a puerta cerrada de un grupo de neocatecumenales, diecisiete laicos y
tres presbis -dos de los cuales estuvieron el día de la penitencial-, en un
hotel de Atena Lucana.
- 4 de marzo por la tarde –
reunión a puerta cerrada de neocatecumenales en una sala de usos múltiples de la
parroquia San Roque de Sala Consilina.
El 10 de marzo tiene
lugar la primera muerte de R.C., un kikotista participante en los “ritos
místicos” perniciosos para la salud.
El 15 de marzo, el
gobernador de la región está que trina y no duda en mostrar su opinión a través
de los medios de comunicación. La noticia puede encontrarse aquí.
15 de
marzo de 2020
Cuatro
municipios de la provincia de Salerno (23.000 personas en total según cifran fuentes italianas) han sido puestos en cuarentena por un aumento
exponencial en los casos de coronavirus. Son Athena Lucana, Caggiano, Polla
y Sala Consilina. En total hay 16 casos positivos distribuidos de la siguiente
manera: 11 en Sala Consilina, 3 en Caggiano, 1 en Polla, 1 en Atena Lucana.
Según la reconstrucción de la cadena de contagios, todos habrían participado en
un retiro de los neocatecumenales que habrían bebido de la misma copa durante la misa.
Según la reconstrucción realizada por la ASL, el hombre de 76 años de Bellizzi
que murió el 10 de marzo había participado en el retiro religioso. La esposa también
dio positivo por coronavirus. Ahora está en cuarentena. Los "contactos
cercanos" registrados y que se someterán al protocolo previsto son más de
100: 45 en Sala Consilina, 20 en Caggiano, 10 en Polla, 8 en Atena Lucana, 5 en
Teggiano, 5 en Montesano, 3 en Buonabitacolo, 3 en Auletta, 2 en Sant'Arsenio y
3 en Padula.
La
reacción del presidente de la región de Campania a esta noticia fue vehemente. «La
decisión de poner en cuarentena los cuatro municipios al sur de la provincia de
Salerno - dijo De Luca - es la consecuencia de dos iniciativas implementadas
por un" predicador" y otros colaboradores, en violación de las
ordenanzas existentes. Estamos realmente indignados por esta irresponsabilidad
que ha producido docenas de infecciones, la cuarentena para cuatro municipios y
docenas de contactos que serán verificados en las próximas horas».
«Le di
un mandato a la ASL - continuó el gobernador- para proceder con la denuncia
penal de aquellos que han promovido o participado en esta iniciativa por el
enorme daño que ha causado en la piel de miles de ciudadanos, miles de médicos
y enfermeras comprometidos hasta el último aliento en la batalla contra la
propagación de la infección. En las próximas horas, si es posible, seremos aún
más rigurosos frente a un comportamiento irresponsable, aplicando las sanciones
previstas, comenzando por aquellos que participaron en estas iniciativas».
La respuesta de “la
oficina de prensa del CNC” llegó el 17 de marzo (ver aquí)
y, fiel al estilo neokikomenal, es un refrito entre el usual “y tú más” y el no
menos usual “nosotros estamos aprobadísimos y jamás reconocemos un
error”. Pero lo interesante es la apabullante ausencia de interés por los
cienes y cienes de posibles contagiados y por los muertos que ya ha habido tras esas reuniones tan legalísimas.
El
Telediario 1 (TG1) y Telediario 2 (TG2) de la Televisión italiana RAI han
emitido ayer por la tarde, 16 marzo 2020, una noticia inexacta relativa a dos
encuentros de una comunidad neocatecumenal en ATENA LUCANA y SALA CONSILINA
(Campaña).
El
encuentro de los fieles del Camino ha tenido lugar el 28 y 29 de febrero en un
hotel de Atena Lucana (mientras que en Nápoles se jugaba el partido
Nápoles-Turín: en el estadio abierto con 55.000 espectadores) y ninguna
ordenanza del Gobernador prohibía el encuentro (la Ordenanza del 26 de febrero
se refería exclusivamente a otros dos ayuntamientos de la Campaña: MONTANO
ANTILIA y CERASO).
El mismo
Obispo de Teggiano-Policastro, Mons. Antonio De Luca, ha declarado que los
fieles del Camino han celebrado la Eucaristía sin el intercambio de la paz y
recibiendo la hostia en la mano, respetando las normas difundidas para las
diócesis en aquellos primeros días.
El
encuentro en SALA CONSILINA tuvo lugar el 4 de marzo por la tarde, después de
las 18:30. El comunicado de la CEI (Conferencia Episcopal Italiana) y el de la
Conferencia Episcopal de la Campaña son del día 5 de marzo: por tanto no había
todavía ninguna prohibición sobre los encuentros. Además, la ordenanza del Presidente
del Consejo para toda Italia es del 9 de marzo.
¿Cómo se
puede entonces acusar a los neocatecúmenos de desobediencia, o tan sólo de
desatención a estos documentos de los obispos y de las autoridades civiles? La
noticia dada es lesiva al buen nombre y a la imagen del Camino y ha de ser
desmentida, con obligación de rectificación según las leyes vigentes,
precisamente en este momento difícil en el que muchos hermanos en Italia y en
todo el mundo se están esforzando en dar su ayuda y su testimonio en favor de
tantas personas más débiles, golpeadas por el virus, y su colaboración en
diversas estructuras y centros sanitarios.
Abogado
Doctor Adelchi Chinaglia
Padre
Ezequiel Pasotti
(Oficina
de prensa del Camino Neocatecumenal)
La
notita elude explicar qué hay de verdad en ese bulo de que todos bebieron del
mismo cáliz, de la misma forma que no explica si en esos tres días de convivencia en un hotel los asistentes compartieron habitación de dos en dos, o si las confesiones se realizaron a más de un metro de distancia y por móvil.
Y también es curioso que
su argumento “de autoridad” sea mentar a un “obispillo” de algún lugar remoto (el
término no es cariñoso, es kikoñoso)
que se pone puntillitas, que, casualmente, no estuvo en esa convivencia contaminante y que dice lo que
le contó el presbi que sí estuvo, que prefiere permanecer en el anonimato. Y cuando
es preguntado, este obispo asegura lo siguiente: «Ciertamente no fueron guiados
ni coordinados adecuadamente por quienes tenían la responsabilidad». «Seguramente
fue una grave imprudencia no posponer todo. Personalmente
no sabía que celebrarían el encuentro porque el grupo provenía de otra
diócesis. Sin embargo, debe decirse que en esos días confusos solo habíamos
recibido unas pocas ordenanzas y ninguna medida restrictiva. Yo, por ejemplo,
mientras mantenía activos todos los servicios de caridad, inmediatamente
suspendí los oratorios, las catequesis, las reuniones prematrimoniales. Más por
escrúpulo de conciencia que por prevención. Solo más tarde nos dimos cuenta de
cuán agresivo es este virus».