Tres Magos de Oriente vienen
buscando al Rey que ha nacido,
una Estrella reluciente
les va marcando el camino.
Tres dones le traen al Niño:
Oro, porque es el Rey,
incienso porque es Divino,
y mirra pues será Hostia
digna para el Sacrificio.
Tres veces lo han adorado
con postraciones rendidos,
reconociendo al Mesías
Hijo de Dios, el Altísimo.
Jesús, bendito Emmanuel,
de Dios Hijo y de María,
ilumina con tu Estrella
los senderos de mi vida:
Que al fin también yo te ofrezca
el oro, el incienso y la mirra.
...y eternamente te adore
en los brazos de la Reina,
tu Madre Virgen, María.
AGRANDA LA PUERTA, PADRE
ResponderEliminarAgranda la puerta, padre,
porque no puedo pasar;
la hiciste para los niños,
yo he crecido a mi pesar.
Si no me agrandas la puerta,
achícame, por piedad;
vuélveme a la edad bendita
en que vivir es soñar.
Gracias, padre, que ya siento
que se va mi pubertad;
vuelvo a los días rosados
en que hijo no más.
Hijo de mis hijos ahora
y sin masculinidad
siento nacer en mi seno.
maternal virginidad.
Miguel de Unamuno