jueves, 29 de marzo de 2018

Kikomitin. Pascua 2018 (VI)



¿De qué substancia está hecha la bolsa?
…«Buenos, hermanos, esta noche tengo que daros una palabra [recuérdese que en el Camino todo es moralismo y todo se hace por puños, porque hay que hacerlo]: el kerigma. Y ¿qué es lo que dice el kerigma? Lo digo para que os vayáis contentos. Pues el kerigma dice una cosa sorprendente y es que nos hace mirar a Cristo crucificado. Y ¿por qué nos hace mirar a Cristo crucificado? Porque nos dice la Palabra de Dios que esto que veis (señala el crucifijo), en él está presente, está reflejada, la substancia divina. La substancia es una palabra filosófica. ¿Qué es la substancia? ¿De qué substancia está hecho esta funda de la Biblia? Pues decimos: «De plata». La substancia es la plata. Y esto de bronce. Y ¿cuál es la substancia de Dios? ¿De qué está hecho? ¿Cómo está hecho? Pues la Palabra nos lo dice. Bueno, lo que nos dice es que miremos a Jesucristo, que él es imagen de la substancia divina, de Dios. Y ¿qué es lo que vemos en esa imagen de un hombre crucificado?
Ya os he explicado muchas veces ––que no se habla bien en esta semana de Pasión–– lo que significaba la crucifixión, que dice el filósofo Cicerón que ni hubo ni habrá jamás un suplicio semejante. ¡Era un horror!»
Y como los cristianos no se recrean con espectáculos sangrientos, para no ser confundidos con tales pusilánimes, el tipo se recrea describiendo con lujo de detalles los sufrimientos corporales que padecía un crucificado y se deleita con los gritos que imagina debían dar los ajusticiados. Y sigue, y más, y dale… Y se frota las manos imaginando a María contemplando la escena.
El único ejemplar de la epístola de Pablo a los kikocenses
«Entonces, la Iglesia nos invita a mirar a Cristo crucificado. …Y ¿qué es lo que vemos? Pues que ese hombre que está sufriendo tanto está sufriendo por ti y está sufriendo por mí. Cristo se entregó por todos los hombres. Claro que la Sangre de Cristo, que era Sangre de Dios, tiene valor infinito. Cristo lo entregó por ti, ha muerto por ti. Por eso los cristianos primitivos tenían mucho cuidado de no volver a crucificar a Jesucristo con el pecado. Lo dice la epístola de S. Pablo: «¡Ay del que vuelva a crucificar a Jesucristo, porque no tendrá ya salvación!» [Se debe referir a la única epístola de Pablo a los kikocenses, que es falsa]. El que sabiendo lo que Cristo ha hecho por él, que con toda conciencia y habiendo sido bautizado y perdonado y metido en una comunidad, crucifica de nuevo a Jesucristo, pues que se prepare. Por eso tenemos que estar todos vigilantes, porque el demonio, a todos, y a los curas más, nos ronda buscando a quien devorar.
El Kerigma dice eso. ¿Qué dice? Que Cristo ha muerto por ti, sí, por tus pecados, y que Dios le resucitó para nuestra justificación. Porque si entregó su vida por ti y el Padre aceptó lo que se llama su oblación vicaria (vicario es uno que se entrega por otro) [Desnortado total. Vicario es quien sustituye a otro en sus funciones], si el Padre aceptó que él se entregase por ti, que muriera por ti, entonces, si Él ha muerto en tu lugar tú ya no mueres. Y como Dios aceptó la muerte de Cristo por tus pecados su resurrección muestra tu justificación; murió y fue resucitado para nuestra justificación. Demuestra que Dios aceptó su oblación y ya no tienes que morir, eres libre de la muerte. Y ¿qué dice el Kerigma? Que no solamente fue resucitado para nuestra justificación, sino que lo elevó por encima de todo poder, de toda virtud y de toda dominación y lo sentó a su derecha. Eso de sentarlo a su derecha significa que lo constituyó Kyrios, sacerdote eterno para siempre, sumo sacerdote para siempre, para que intercediera por nosotros. Entonces, ahora mismo, en el cielo, Jesucristo está intercediendo por cada uno de los que me estáis escuchando [que falta os hace. Y por todos los demás, sin el castigo de escuchar eso, también]. Y ¿por qué?
Como vuelvas a comerte mi postre, te vas a enterar de como te amo
Porque la substancia divina es amarte, amarte. Y ¿eso qué es? ¿Qué es el amor de Dios? No es un sentimiento como se siente por una chica o por un chico. ¿Qué es el amor de Dios? Pues Cristo mismo nos lo dice, lo hemos escuchado esta tarde en el evangelio: «Padre, yo en ellos y tú en mí para que sean perfectamente uno como tú Padre estás en mí yo estoy en ti, perfectamente uno». ¿Qué es esto de la unidad? ¿Uno? ¿Perfecta unidad? Dice Jesucristo que cuando nos eligió y nos dio una comunidad cristiana, nos dio esa comunidad con una sola condición [va a ser que ningún kiko del universo cumple la condición y por eso no se da en ellos ni el amor a enemigo ni la unidad]: para que viendo cómo nos amamos mostremos esta unidad porque tenemos vida eterna dentro en la dimensión del enemigo; el enemigo que es tu mujer, que es tu hija que se fue de casa, que es tu marido [no hay que perder ocasión cuando se trata de atacar a la familia], lo que sea, pues Dios te da la ocasión de amar a los demás, a tu prójimo, en una nueva dimensión: «Como yo os he amado». Cristo nos amó cuando éramos sus enemigos, no opuso resistencia a nuestras bofetadas ni a los salivazos ni a la tortura de la cruz. No, se ofreció como un manso cordero dándonos ejemplo de cómo tenemos que hacer nosotros. Tú, mujer, tienes que ser una corderita con tu marido; tienes que ser mansa, humilde, mansa con tu marido en casa; no puedes ser violenta, no puedes responder a la violencia con la violencia; no puedes [él si que puede ejercer la violencia, pero a ti no se te ocurra responder o te merecerás el feminicidio]. No, somos cristianos.
Pero no solamente es para que os améis como yo [está hablando de sí mismo, claro, porque cita no es] os he amado, sino que os he metido en una comunidad para que seáis perfectamente uno. Y si sois perfectamente uno el mundo creerá, se convertirán, porque todos están buscando el amor y la perfecta unidad, es algo que está sembrado en el corazón mismo, en el fondo de todo hombre. Solamente que están esperando que aparezca. Y no aparece por ninguna parte. Aparece la violencia, los espectáculos inmorales y violentos. ¿Dónde ven los hombres normales la perfecta unidad? ¿Dónde? ¿Dónde está eso?»
En Kikónides, no. Absolutamente, no. 50 años de fracaso lo confirman.
Oye, ¿apagaste la luz antes de salir?
«Dios ha suscitado el Camino Neocatecumenal. Claro, esa sería una pregunta muy importante para que os hagáis en la próxima convivencia: ¿Es que en nuestra comunidad somos uno?; primera pregunta. Y segunda: ¿Qué tenemos que hacer para ser perfectamente uno? Porque si no, mejor apaga y vámonos, porque solamente de esta forma, dice el Evangelio, cumpliremos nuestra misión.»
En efecto, sucederá que el último apagará y cerrará la puerta.
«¿Cómo se es perfectamente uno? A ver, no sé si alguno lo sabe. ¿Cómo es? ¿Tenemos que repartir el dinero? ¿Es eso? ¿Se refiere al dinero? ¿A qué se refiere ser «perfectamente uno»? Claro, si somos uno no podemos llamar por teléfono y criticar a un hermano, eso está prohibido [y tu libertad te la metes donde te quepa, que aquí todo es moralismo y órdenes y obediencia]: juzgar, criticar, hablar mal de nadie; por ejemplo. Que seamos perfectamente uno, uno.
La substancia divina ––y esto es lo más importante de lo que voy a decir esta noche–– es que si conociéramos el amor de Dios sabríais que Cristo está en estos momentos delante del Padre, pensadlo bien, está en el cielo, presentando sus llagas gloriosas solamente por una cosa: que Dios quisiera realizarse como Dios en ti. Fíjate lo que he dicho: Dios quiere realizar su ser Dios en ti. ¿Cómo? Siendo uno dentro de ti. Como el Padre es uno con el Hijo, así Dios quisiera ser en ti perfectamente uno. «¡Ay, qué bonito, Kiko! Y eso ¿cómo se hace? ¿Cómo se come eso? ¡A ver, dínoslo tú! ¿Cómo puede ser en mí el amor de Dios perfectamente uno en mí?» Pues es una buena pregunta [una pregunta que Kiko no ha sabido responder en 50 años, yo buscaría otro a quien preguntar]. Yo te respondería: «¡Con el Espíritu Santo!». Sin el Espíritu Santo tú no puedes ser uno ni con Cristo ni con su Padre. Dios te manda su Espíritu Santo. «Entonces, Kiko, según lo que tú no (sic) estás contando queda claro que yo no soy uno con el Padre ni con el Hijo, porque de alguna manera yo me resisto a la acción del Espíritu Santo. ¿Verdad? Porque es el Espíritu Santo el que logra que yo sea perfectamente uno con Cristo. Y ¿por qué me resisto al Espíritu Santo?». Piénsalo. Pues te respondería con el Evangelio: «el que no odia su vida la pierde». Más: «el que no odia su propia vida, no puede ser mi discípulo». Y aquí muchos no habéis perdido vuestra vida. Dirigís vuestra vida como os da la gana; vuestro matrimonio es como os da a vosotros la gana; vuestros hijos como quisieras que fueran. Todo así.»
¡Improcedente! ¡Vergonzoso! ¡Mira que todavía hacer uso de su libertad en lugar de someterse en todo a uno que no sabe de nada!

6 comentarios:

  1. Jueves santo en kikónides, día de lavar y besar las pezuñas del de al lado y dormir soñando con las frasesitas incendiarias del gurú, san kk de los amores amargos. Kikozombies de todos los rincones del orbe, ¿ya proclamaron el ayuno? ¡Que comiencen los juegos del hambre!.... un año mas...

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    1. Sí, han lavado y besado pies. Se han entretenido con un ritual que responde a una devoción de esas que tanto se critican en el cnc.

      Lo han hecho a puerta cerrada, porque ellos, los muy kikos, no están para lavar pies a nadie que no sea de la comunidad.

      Y lo peor: se han perdido lo trascendente. No han participado de la magna celebración de la institución de la Eucaristía, que es lo verdaderamente importante del jueves santo, no el ritual de los besitos pedicuros, que no salvan a nadie.

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    2. Si me lo permites Rodrigo, añadiría a tu buenafrase " kk de los amores amargos" como la hiel.

      Gloria, muy buena la frase "besitos pedicuros".

      Meripe

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  2. Tampoco han asistido a las procesiones de religiosos naturales, ni se han arrodillado ante el Santísimo a rezar, solo se arrodillan ante el socio de la komu para hacer el paripé públicamente, y luego a la salida chismorrear de quien tenía los mejillones mas largos y sucios.

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  3. Hey Gloria esto es el colmo; mejor di asi:

    "Lo HEMOS HECHO a puerta cerrada, porque NOSOTROS, los muy kikos, no estamos para lavar pies a nadie que no sea de la comunidad"

    No te da vergüenza Gloria G???????????

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    1. Eso es exactamente lo que he dicho: que VOSOTROS lo HABÉIS HECHO a puerta cerrada, porque VOSOTROS, los muy kikos, NO ESTÁIS para lavar pies a nadie que no sea de VUESTRA comunidad.

      Gracias por reconocerlo.

      Para la próxima, toma nota de que yo, como ya estoy unida a la comunidad aunque esté físicamente en las antípodas (Pezzi dixit), no me dejo encerrar en un gueto y a los oficios voy donde libremente me parece, más que nada por buscar a los cuatro gatos de los que habla tu gurú.

      Te puedo decir que en la preciosa iglesia donde estuve el jueves habían organizado el monumento más hermoso de los que he visto hasta ahora (en kikolandia no existen los monumentos, luego ya puedes deducir que me fui con los de misa de 12).

      El viernes estuve en otra parroquia distinta. Más moderna, más sobria, también más de mi gusto, pero me sorpendió muchísimo que no había monumento. Tienen una capilla dedicada a la adoración del Santísimo. Pero estaba absolutamente desprovista de todo adorno, incluso a oscuras, salvo por el cirio rojo, claro.

      Deduce de lo que te cuento que tampoco ayer me dio la gana encerrarme en el gueto separado de la Iglesia. Y ¿sabes, qué? Me encontré con varios ex-catecúmenos en los oficios de ayer. Están en el coro parroquial. Ayer no hubo ni guitarras ni otro instrumento que no fuese el órgano... y las voces de los fieles.

      Y fíjate por donde estos ex de los que escribo ni se han divorciado ni les va fatal ni son desgraciadísimos. Todo lo contrario, se les veía bien. Se les veía juntos y fuertes.

      ¿No te da vergüenza juzgar y acusar en falso, noni ?

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