La semana
que precede a la semana Santa recibe el nombre de semana de Pasión, supongo que
debido a que el domingo de esa semana se lee, entero, el relato de la pasión.
Y el
viernes de esa semana se conoce como viernes de Dolores porque la devoción popular,
amparada por la Iglesia, lo reserva para hacer presente la pasión desde el
punto de vista de su madre.
Hoy es
viernes de dolores. Y por respeto a la Dolorosa, no quiero publicar hoy nada
que tenga que ver con ese errado movimiento que se llama Camino Neocatecumal;
en su lugar, prefiero traer un fragmento de una entrada del blog Ex Orbe.
«Más bella
que la Inmaculada es la Dolorosa: Cada dolor la perfecciona, cada lágrima la
embellece. Por eso es tan bella, la más bella, en su Asunción, cuando la suben,
porque lleva en su ser - cuerpo y alma - la perfección de la Pasión de la
Virgen-Madre, Tota Pulchra. Por eso sube, tan excelsa, por encima de la belleza
de los ángeles, más hermosa que los querubines, más bella que los serafines.
La
iconografía católica atina cuando representa en el Stábat Mater a una mujer
bella, dolorosa mas hermosa, especialmente pulcra en el dolor, Mater iuxta
Crucen Filii.
Desde el románico, un realismo poco elaborado espiritualmente que representa el patetismo trágico de la Pasión con formas poco atractivas, no bellas, recalcando la descomposición de los rasgos de Cristo-herido y María-lacrimosa, va dejando paso a la iconografía de la Mater Pulchra in dolore. Ya en el Descendimiento de Roger van der Weyden, del Prado, la Virgen sincopada es la figura más hermosa del conjunto, patética en su dolor desmayado, pero bella. La Pietá del Michelángelo (Vaticano) es un culmen iconográfico de la acertada contemplación mística del misterio de la belleza del dolor divino, la hermosura de la Pasión del Hijo, cuya gracia también vence la fealdad del pecado, siendo todo hermoso el cuerpo sacrificado, siendo bello el dolor de la Madre que le llora, mostrándolo, juntamente con el suyo, como misterio de amor, atractivo porque es bello su dolor, ese dolor.»
Desde el románico, un realismo poco elaborado espiritualmente que representa el patetismo trágico de la Pasión con formas poco atractivas, no bellas, recalcando la descomposición de los rasgos de Cristo-herido y María-lacrimosa, va dejando paso a la iconografía de la Mater Pulchra in dolore. Ya en el Descendimiento de Roger van der Weyden, del Prado, la Virgen sincopada es la figura más hermosa del conjunto, patética en su dolor desmayado, pero bella. La Pietá del Michelángelo (Vaticano) es un culmen iconográfico de la acertada contemplación mística del misterio de la belleza del dolor divino, la hermosura de la Pasión del Hijo, cuya gracia también vence la fealdad del pecado, siendo todo hermoso el cuerpo sacrificado, siendo bello el dolor de la Madre que le llora, mostrándolo, juntamente con el suyo, como misterio de amor, atractivo porque es bello su dolor, ese dolor.»
El dolor cristiano, ese gran incomprendido incluso por tantos dentro de la iglesia, dice el evangelio:
ResponderEliminar"21 Desde entonces Jesús comenzó a explicar a sus discípulos que él debía ir a Jerusalén y padecer mucho a manos de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas, y morir, y resucitar al tercer día. 22 Pedro lo llevó aparte y comenzó a reconvenirlo: «Señor, ¡ten compasión de ti mismo! ¡Que esto jamás te suceda!» 23 Pero él se volvió y le dijo a Pedro: «¡Aléjate de mi vista, Satanás! ¡Me eres un tropiezo! ¡Tú no piensas en las cosas de Dios, sino en cuestiones humanas!»"
¿satanas?, efectivamente, satanás habló por la boca de pedro, incitando a nuestro señor a huir del sufrimiento de la crucifixión, y así impedir la gloria de cristo.
El dolor de cristo en la cruz, representado en las cruces católicas, es el centro de la fe, una cruz sin cristo sufriendo y ensangrentado, no viene de dios.
Por eso los protestantes usan una cruz sin el cristo, negando su tortura y sufrimiento, negando así la esencia del mesías y su cometido. Han convertido la cruz del mesías en un mero símbolo matemático.
Por eso también, en kikónides, no hay un cristo sufriente colgado de una cruz, sino un cristo resucitado, negando de nuevo su pasión.
Curiosamente una de las gurúes del new age (neoreligión satánica) decía exactamente lo mismo que kiko: hablar del cristo resucitado y no del cristo torturado.
Quien busque la felicidad en este mundo, perderá su vida, quien sufra junto con cristo, la ganará para toda la eternidad.
No estamos en este mundo para ser felices y disfrutar, sino para ganar la eternidad junto con cristo en el cielo obedeciendo sus mandatos por encima de todo.
El mundo dirá que es sadomasoquismo y estúpido, el cielo dirá que es la verdad.
Soy la más falsa . doble e hipocrita de las personas con esta entrada.
ResponderEliminarGloria G.
Noni, vas a tener que lavar los pies a Gloria, porque la has juzgado.
EliminarY si no la pides perdón, ya sabes que la Pascua será inútil para ti, sólo calentarás el metacrilato sin enterarte de nada y sin que te sirva para nada.
Es lo que hace todos los años.
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