lunes, 19 de diciembre de 2022

Despropósitos kikos sobre el matrimonio (V)

 

Hoy hay otra filosofía: se quiere acabar con esta cultura y trasplantar otra, una cultura de tipo socialista con otro tipo de familia, con otro tipo de sociedad, porque esta que habíamos construido era muy mala. Pero nosotros no creemos que sea así, por eso, en definitiva, "hacemos política": hablando de Jesucristo, llevando a Jesucristo a la gente estamos creando la familia cristiana. Si creamos la familia, creamos un nuevo tipo de sociedad, porque si hay una familia fuerte, el Estado no la gobierna; si no existe la familia, todos deben depender del Estado. Esto es algo muy importante. Por eso interesa mucho el divorcio, por eso es de gran interés una disgregación.

Kiko mezcla churras y merinas a fin de “sacar” conclusiones a partir de condiciones que nada tienen que ver y que de ninguna forma conducen a los resultados que él se inventa. No es el malvado estado quien legisló el divorcio en contra del sentir de la sociedad. El divorcio ya era una realidad social, aunque no fuese legal, antes de que llegase la ley. Y así con todo lo que Kiko deforma y manipula.

Vosotros estáis llamados a crear en vuestra casa un hogar santo, una familia cristiana donde transmitiréis la fe a vuestros hijos, donde se enseñe el respeto a los abuelos y a los ancianos. Debéis leer la Escritura cuando dice que se enseñe el respeto al padre y a la madre, lo que es la familia cristiana.

Y también es la familia budista y la sintoísta y la de los nativos precolombinos y la de los pueblos africanos y la de los nómadas de las estepas heladas… En suma la familia fundada en un hombre y una mujer no se la ha inventado el cristianismo, sino que es anterior y universal.

¡Tenemos que reconstruirla! Porque puede ser que una generación haya estado muy catequizada pero la siguiente generación, por las circunstancias que sean, no esté catequizada y todo se puede ir al fondo. El concepto de familia se hunde y los ancianos son llevados a hospicios o donde se quiera.

También los neocatecumenales llevan a sus ancianos a residencias para que no interfieran con la obligación de hacer el trípode.

Luego, el tercer altar es el lecho nupcial. Para nosotros, el lecho donde se realiza el acto matrimonial es un lugar donde se realiza realmente un sacramento. 

Lo que sucede es que ellos no tienen ni inteligencia ni discernimiento ni sabiduría para decidir lo que es sacramento. Y, una vez más, no es altar el lugar donde no hay sacrificio alguno ofrecido a Dios, sino solo satisfacción de un deseo humano.

En la Edad Media se ponía un dosel sobre la cama (como en muchas épocas había un dosel sobre el altar de la Eucaristía). Hoy se están haciendo estudios sobre la Edad Media y sobre el concepto cristiano del matrimonio en esa época, y era algo realmente impresionante.

En la Edad Media no existía la calefacción y las habitaciones sin chimenea se quedaban muy frías. Eran usuales los calentadores de cama y para que el calor no escapase, la cama se cubría y se cerraba con doseles que nada tenían que ver con el baldaquino del altar, elemento que representaba que ese altar era además el trono del rey de reyes.

Me gustaría decir dos cosas sobre la sexualidad: hoy estamos asistiendo en esta sociedad al hecho de que la sexualidad está separada de la procreación.

Al contario, están tan intrínsecamente unidos ambos aspectos que hay una pujante industria de anticonceptivos. Por tanto, lo que existen son medios para burlar uno de los aspectos de la sexualidad, lo que no significa que ese aspecto haya desaparecido, al contrario, se tiene muy en cuenta.

Ya ha dicho el Papa que el acto sexual tiene dos aspectos: el unitivo, es decir, la unión de los esposos, y el procreador, es decir, dar vida a otros seres humanos; estos dos conceptos no pueden ser separados. Dios ha elevado a la categoría de sacramento, ha hecho un sacramento del amor de un hombre por una mujer, de esta donación que el marido hace de sí mismo a su mujer, y ha querido rodearlo de su santidad.

Mentira. Ni la sexualidad humana ni la animal, que es igual en los mamíferos, ni la vegetal, si se puede llamar así, son sacramento. Dios no se hace presente cuando una hormiga pone huevos ni cuando se gesta un cordero. Y tampoco cuando los esposos “se conocen”.

En la Escritura todo lo relacionado con la vida es santo.

Otra mentira. La vida procede de Dios, pero también las piedras y el aire proceden de Dios, creador de todo, y no les ha transmitido su santidad. Por eso en el Cristianismo no hay animales puros ni impuros, ni santos ni no santos.

¿Y cómo muestra Dios la santidad? Creando la impureza legal. Por ejemplo, la muerte tiene una relación con la vida; quien toca a un muerto queda impuro y no puede entrar al templo, debe lavarse completamente, sumergirse en una piscina de tipo bautismal (que tiene unas características precisas) y allí debe desaparecer la impureza legal, es decir, todo lo relacionado con la muerte, porque Dios es vida y es el autor de la vida.

Por el camino que va Kiko, se llega a que todo varón no circuncidado tiene vetado el acceso al reino de Dios… Sus palmeros verán si quieren volver a una religiosidad natural llena de magia y de rituales purificadores que no salvan.

Así es el sexo. Por ejemplo, la mujer tiene la menstruación: para Israel la mujer queda impura después de haber menstruado, legalmente impura. No puede entrar en el templo, lo mancharía. No puede presentarse ante Dios, tiene que volver a entrar en la mikve (piscina). ¿Por qué es impura? Porque para Israel la sangre es vida; la vida del hombre está en la sangre. Habiéndose producido la menstruación sin haber tenido un hijo, es como si hubiera tenido un aborto espontáneo; ella ha dejado escapar la vida y por eso permanece impura. ¿Cuánto tiempo permanece impura la mujer? Mientras sea infértil, para que el marido no pueda acostarse con ella ni siquiera tocarla, porque quedaría impuro y no podría participar en ninguna de las tareas de su misión sacerdotal como judío. En el judaísmo, prácticamente, el hombre solo puede hacer uso del matrimonio cuando su esposa es fecunda, porque cuando ella es infértil está prohibido por Dios.

Esas prohibiciones absurdas y esas impurezas rituales propias de religiosos naturales no vienen de Dios, al contrario, Dios hizo saber a Pedro que no hay ninguna impureza en cuanto Él creó. La menstruación de las hembras mamíferas responde a su designio y no es impura, es bilógica.

Kiko se aparta de la revelación cristiana para volver al chamanismo cutre o algo por el estilo.

También podemos ver un paralelismo entre la santidad del templo y la santidad del matrimonio, porque el verdadero templo es el cuerpo humano, es el hombre. Cristo dice: "Destruid este templo y en tres días lo reconstruiré". Por esta razón en el templo hay un "sancta sanctorum", el Santo de los Santos.

¿? ¿Intenta decir que el útero es el santa sanctorum del cuerpo humano?

Hay un libro en las Escrituras llamado el Cantar de los Cantares. ¿Y qué canta este Cantar de los Cantares? Cantad el amor de Dios por su pueblo, que es su esposa. La exégesis católica ha dicho que Dios es el Esposo y el alma es la novia: esto cantará San Juan de la Cruz, esto cantarán los místicos. Es decir, con relación al Santo de los Santos, este Cantar de los Cantares es lo más santo, el canto superior a todos los cantos. En este templo que es obra de Dios, que es hombre, hay un Santo de los Santos, hay un lugar más santo que todos los demás -digamos así- y es el amor del esposo por la esposa. Y es el matrimonio, el gran sacramento, "sacramentum magnum", el más grande. Como dice San Pablo: “Grande misterio es este -refiriéndose al matrimonio- pero yo me refiero a Cristo ya su Iglesia”.

Como es mentira que la sexualidad humana sea un sacramento, Kiko se ve en la necesidad de falsear, deformar y tergiversar a San Pablo para intentar convencer a la audiencia. La verdadera cita es: «Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se entregó a sí mismo por ella. Grande es este misterio, pero yo me refiero a Cristo y a la iglesia» (Ef 5, 32). San Pablo habla del designio de amor con el que Dios creó a sus criaturas, no habla de sexo.

Por todo esto ya decía la Iglesia que en materia del sexto mandamiento no hay pecado venial, y esto para mostrar la santidad del acto. ¡Porque ahí se da la vida! Dios hace partícipes a los cónyuges del acto de dar la vida a otro.

Como de costumbre, Kiko mezcla cosas sin relación y las adoba con mentiras. Porque de sus palabras se deduce que en la menopausia, que es algo querido por Dios, y en los períodos infértiles no habría pecado posible por no haber posibilidad de dar vida. Y además, ¿alguien sabe cuándo, dónde y cómo decía la Iglesia -luego ya no lo dice- que no hay pecado venial para el sexto mandamiento?

 

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