viernes, 23 de diciembre de 2022

Despropósitos kikos sobre el matrimonio (VI)

 

Os doy otra pincelada sobre esto. Por ejemplo, si lees el libro de Tobías verás que es un libro sobre el matrimonio. Os diré dos cosas. Uno: este libro de Tobías trata de una mujer judía muy hermosa y en primer lugar dice que la belleza en una mujer puede ser una maldición. No es cómodo tener una hija hermosa, sobre todo si es muy bella: te creará muchos problemas, habrá peligros. Tanto es así que el demonio, un espíritu maligno, se enamora de la belleza de esta mujer (porque hasta los antiguos creían que los demonios quieren hacer cosas horribles, repugnantes, pero como no tienen cuerpo entran en los hombres para satisfacer sus irrefrenables e inconfesables deseos). Dice el libro que el demonio se enamora de la belleza de esta mujer y cuando ella se casa, en la noche de bodas, como el demonio tiene celos y no permite que la toquen, mata a su marido. Un marido y otro, hasta que siete maridos fueron asesinados (es una especie de midrash judío).

Primero. Llamar “enamoramiento” a la obsesión de este demonio asesino lleva a una visión muy negativa del amor. Aquí el amor no parte de Dios, parte del malo y conduce a la muerte… ¿Se puede errar más?

Segundo. Primero menciona la necesidad del demonio de poseer un cuerpo para poder darse al desenfreno…, pero resulta que en la historia de Tobías el demonio no posee a ninguno de los siete maridos. Entonces ¿por qué mezcla ideas sin ilación? ¿Será para confundir a la audiencia? ¿Será que el objetivo es dar a entender que con los siete primeros no lo consiguió pero con el octavo, sí?

Entonces aparece Tobías. También aparece en este libro una figura muy importante: la figura de un ángel, el Arcángel San Rafael. Y también aparece otra cosa muy importante: un pez. Sabéis que la figura del pez es símbolo de Cristo y Cristo presentará el pez como su cuerpo; es como una catequesis sobre la Eucaristía que es su carne.

Aquí sigue la mezcla de temas sin relación. En la época en que se escribió el libro de Tobías no se identificaba al Mesía con la figura de un pez, tampoco en tiempos de Jesús existía esa representación. Fue más tarde, entre los discípulos cristianos de lengua griega -gentiles, por tanto- donde apareció esta representación y surgió porque las iniciales en griego de “Jesucristo, Hijo de Dios, Salvador” formaban la palabra pez. Dicho pez no tiene nada que ver con el cuerpo de Cristo ni con la Eucaristía. Pero que la realidad no estropee los cuentos del abuelo Kiko.

Ya vimos que cuando aparece resucitado a los apóstoles, les da de comer pan y pescado, multiplica los panes y los peces (sabéis que el pescado es el alimento que dará el Mesías).

Otra mezcolanza. Cuando Jesús se aparece a los discípulos, los espera en la orilla del mar de Galilea con un pez sobre las brasas y pan. Y no multiplica nada, es más, les pide que traigan otros peces de lo que han pescado ellos. La multiplicación de los panes y los peces es otro escenario diferente.

Y el alimento que identifica al Mesías es el pan, no el pescado.

Ya os hemos explicado el hecho de los dos peces, porque cuando iban al desierto tenían que recoger doble ración. El número dos significa que el Mesías nos introducirá en el descanso, el domingo.

Y dale. Los peces nada tienen que ver con que un día a la semana los israelitas perdidos en el desierto tenían que recoger doble ración de maná, porque Dios descansaba un día a la semana y ese día no había maná.

El pescado es el alimento mesiánico, porque el Mesías será el nuevo Moisés.

Los neocatecumenales ya tienen su nuevo Moisés, no les hace ninguna falta otro.

Cuando protestaron porque querían comer carne ("¡Dadnos carne!", esto de la carne es muy importante), Dios sopló un viento del mar que trajo codornices. Los antiguos decían: "El Mesías nos dará la comida que viene del mar", que es el pescado. Por esta razón los judíos tienen una cena llamada la "cena pura", que se basa en pescado. El pescado es también un alimento sagrado para muchos otros pueblos. Todos los jasidim comen pescado el sábado. En Polonia hacen una carpa rellena. El pez significa que Jesucristo nos dará su carne para comer.

Una montaña de chismes, cuentos y embustes uno sobre otro. Por cierto, los jasidim no comen marisco, ni en sábado ni ningún otro día… Ahí lo dejo.

Volviendo al Libro de Tobías, esta mujer se encuentra con una terrible tragedia, pues un demonio se ha enamorado de ella y nunca podrá casarse porque cualquiera que se le acerque morirá. Del otro lado aparece un joven, y este joven es conducido por un arcángel (la Providencia de Dios: todos tenemos un ángel custodio). ¿Adónde lo guiará el ángel? A casarse con ella. Con esto Israel quiere decir que el matrimonio no es un accidente, sino que tu esposa está predestinada por Dios y que un ángel de Dios, tu ángel de la guarda, te conducirá a través de muchas vicisitudes hasta que encuentres a aquel que Dios desde el cielo ha predestinado para ti.

Siempre que puede el kikismo niega la libertad y defiende la predestinación. En realidad, a Israel le tenía sin cuidado las preferencias matrimoniales de Dios, las familias eran quien se ocupaban de enlazar a sus hijos y lo hacían por motivos que nada tenían que ver con la voluntad de Dios.

Pero ese no es el único punto; también hay otra cosa muy importante. El arcángel llamará a Tobías y le ordenará que pesque un pez. ¿Por qué este pez es una imagen de Jesucristo? Porque este pez luchará contra el demonio. Cuando estos dos jóvenes se encuentran en su noche de bodas, lo primero que hacen no es hacer el amor sino rezar. Con esto se les enseña a los judíos muchas cosas; que el acto sexual es santo, que antes de ofrecerse el uno al otro deben bendecir al Señor.

¿Acaso se bendice antes de comer porque la comida es santa? No. Se bendice para dar gracias a Dios que provee, lo que no significa que los macarrones o la ensalada sean santos ni sagrados. Y tampoco significa que la sexualidad sea santa.

Ambos se arrodillan y Tobías hace una bendición a Dios, bendiciéndolo por haberlo traído hasta esta mujer. Pero el demonio no quiere que Tobías se acerque a ella: entonces el arcángel le dice que tome el corazón del pescado y el hígado (dos cosas muy importantes) y los ponga en el brasero de los perfumes. Cuando el demonio huela el corazón del pez, huirá y nunca volverá. En la noche de bodas entre la esposa y el esposo debe haber pescado (Cristo, el corazón de Jesucristo). Sólo el corazón de Cristo ahuyentará todos los demonios que rodean la sexualidad. Los demonios se introducen en la sexualidad, por lo que es necesario que el corazón de Cristo esté presente en la unión sexual. Hay muchas enseñanzas importantes en el libro de Tobías.

Este es otro tic del kikismo: todo es malo, todo está mal hecho, toda la creación es un desastre y solo los que consumen kikotina pueden eludir la malignidad intrínseca del universo entero.

Tobías no muere. Todo el mundo está esperando que suceda... Los antiguos tenían siete días de celebración en Oriente. Esto también es importante, porque los antiguos habían entendido que hay un problema en el matrimonio: el problema de que quizás no se consuma el acto sexual, el problema de la impotencia. Este es un problema muy grave aún hoy, en nuestra sociedad. No sólo existe un problema de frigidez en las mujeres, sino especialmente problemas en los hombres.

Este es el que hace unos cuantos párrafos decía que todos los chicos a los quince años se van a vivir en pareja… Y ahora resulta que viven juntos pero como monjes porque ella es frígida y él impotente por culpa de no consumir kikotina.

Entonces toda la sociedad los ayudaba.

Seguramente les preparaban infusiones revitalizantes de entonces, de antes de que inventasen las pildoritas azules.

Por eso dice: "El amigo del novio se alegra cuando oye la voz del novio". Se refiere a cuando el novio ha logrado consumar el acto sexual.

Según Kiko, el amigo escuchaba detrás de la puerta. ¡Qué cotilla!

Y esto no se hace en una noche ni en dos ni en tres.

Para mí que Kiko está extrapolando un problema personal suyo.

Por eso tienen siete días de celebración, porque toda la sociedad los ayuda con cantos, con festejos; los está ayudando, porque si uno no puede consumar el acto sexual hay problemas muy serios, que marcan como una mancha.

Desde luego, siete días aguantando las preguntas de toda la sociedad sobre si la ha metido ya y cuantas veces, marcan a cualquiera.

La sociedad antes del matrimonio cristiano ya había entendido que en el matrimonio hay un misterio sagrado, una cosa muy importante, y ya el hombre significaba el cielo y la mujer, la tierra. Y ya habían hecho una relación entre el acto sexual y la fecundidad. Tenemos todos los ritos de las religiones primitivas, religiones agrarias, donde hacer el amor es un rito de fecundidad. También está la prostitución sagrada, las sacerdotisas que se prostituían y realizaban el acto sexual en relación con la cosmología: por ejemplo, para que llueva sobre la tierra (que es fecundar la tierra); si no llueve, ¿qué pasa? No nace la vida, así como si el hombre no fecunda a la mujer, no nace la vida humana. O sea, los antiguos ya habían entendido los rudimentos.

¡Qué prodigio! A lo mejor incluso entendían que los ojos sirven para ver, los oídos para oír y la boca para comer.

Por eso le daban un protagonismo muy importante al matrimonio, y toda la sociedad participaba con los esposos.

 

2 comentarios:

  1. ¡Qué obsesión con el sexo! Y luego se llevan las manos a la cabeza cuando sus cachorros se convierten en esclavos de la pornografía.

    Este viejo y su tensión sexual no resuelta, son un peligro.

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  2. Considero suficientemente rebatida por la Sra. Gloria, una vez más ,toda esta otra mentirosa y falsa catequesis de Kiko. Verdaderamente ese individuo no tiene respeto de nada ni de ninguno . Sus "catequesis" son la de un sinvergüenza ,,charlatán ,embustero y farsante.
    Una vez más reconozco y doy gracias al Señor que me libró de la rapacidad del cnc ,de sus sostenedores espíritus en los aires y de la seudo comunidad católica que organizan en las parroquias, para propagar la vulgar estafa de las "catequesis" elaboradas por ese farsante y su socia en el embuste la Carmen H.

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Antes de comentar, recuerda que tú eres el último y el peor de todos, y que el otro es Cristo.