Tostón publicitario. Cuaresma 2022 (V)

 

Tras berrear un canto nuevo -porque no se puede ser kikiano y cantar el Salve Regina que cantan los religiosos de misa de 12-, le toca al padre Mario.

He de hacer un inciso. Hace muchos años, al terminar la carrera, tuve que presentar una tesis, como es preceptivo para obtener el título. No conservo nada de nada de dicho trabajo. Lo imprimí, lo mandé encuadernar, lo presenté, aprobé y me olvidé del tema. Jamás se me hubiese ocurrido tener una copia en mi biblioteca.

Pues resulta que la depresiva Carmen sí debía de guardar como oro en paño su tesis de teología escrita allá por 1960 -no sé de qué me extraño, ella no era de categoría normal como los demás, sino superior-, y Mario se la ha leído y no tiene nada mejor ni más edificante que contar. Así pues se dispone a soltar un tostón sobre la visión carmelitana de la oración en el magisterio del Papa Pío XII que, dicho sea de paso, es anterior al Concilio Vaticano II y, por tanto, proscrito para los kikos.

Los tostones de Mario siempre resultan ilegibles porque mezcla en un batiburrillo citas de terceros -en este caso del Papa Pilo XII y de Carmen- con el texto base de su exposición y con comentarios que se le ocurren sobre la marcha, así que no me voy a molestar en trascribirlo, salvo que encuentre algo que merezca la pena, que lo dudo.

He encontrado un detalle sorprendente. No interesante, sorprendente. Hay un momento en que Mario rompe la exposición, pasa de Carmen, de la oración y del magisterio de Pio XII y se queja y protesta porque parece ser que en Italia ha habido responsables que han osado ¡HAN OSADO! No transmitir a sus catecúmenos las directrices que los tres gerifaltes hicieron circular a propósito de cómo tripodear en tiempos de pandemia.

Estos responsables se han pasado por el forro las indicaciones de los jefazos y han impuesto el cumplimiento de las normas establecidas por el gobierno de turno. Claro, Mario no podía dejar pasar la ocasión de quejarse y protestar: ningún gobierno debería ser obedecido por encima de ellos, que son los ultimísimos, los peorcísimos y los que más mandan en el Camino.

En otro momento de su rollete, Mario pone una cita de Pío XII:

«Rezar y rezar bien. La oración es la respiración del alma sin la oración frecuente y ferviente el alma se vuelve anémica, la fe se debilita, la esperanza languidece y en lugar de la caridad es el egoísmo el que se asienta como plomo en nuestros corazones».

Y a continuación tergiversa, deforma y retuerce la llamada a la oración del Papa para fingir que lo anterior significa lo siguiente:

«También nosotros hoy -añadimos- para responder a los desafíos del tiempo no podemos vivir sin respirar, sin nutrirnos o imponiendo reglas que dificulten a los demás recibir el alimento tan necesario especialmente en este tiempo. Todo esto no solo para nosotros, sino también en vista de nuestro ministerio como presbíteros, responsables, catequistas, itinerantes: si no nos nutrimos, ¿cómo podemos nutrir a los hermanos que el Señor nos ha confiado?

Si uno está animado por el Espíritu del Señor, que es Espíritu de comunión, tomará precauciones -como ya hemos dicho- pero no puede privarse a sí mismo ni a los demás, por ningún motivo, del alimento de la palabra y de la Eucaristía. La salud del alma: la santidad es primordial en el Camino».

El Papa habla de oración y de nada más. Y en el interior de uno mismo, que es donde se ora, es casi imposible que se puedan “imponer reglas que dificulten a otros recibir el alimento” de la oración. Es evidente que el alegato de Mario distorsiona pésimamente las palabras del Papa para convertir el verdadero alimento -la oración- en el engrudo del trípode.

A Mario lo que le preocupa es que a consecuencia de las medidas covid se limite el aforo, se impida el acceso a los que no lleven mascarilla, etc. Esas reglas -impuestas por el gobierno de turno- son las que le molestan y contra las que clama y no duda en hablar en contra de quienes hacen cumplir esas normas, porque ya se sabe que para ellos si te contagias será que lo necesitabas y por eso diosito lo permite.

Así no es raro que concluya que la única razón importante para que los neocatecumenales oren en esta Cuaresma 2022 es la siguiente:

«En esta Cuaresma 2022 estamos invitados a orar intensamente al Señor para guardar la comunión que el Señor nos ha regalado desde hace más de cincuenta años».

Es decir, para que nadie deje la comunidad. Con la que está cayendo y eso es lo único por lo que a Mario se le ocurre rezar.

Ombliguismo, ombliguismo y ombliguismo.

Corto aquí. En la próxima entrega sale a la palestra “una señora que está por aquí”.