Tostón publicitario. Cuaresma 2022 (IV)

 

«Jesús ayuna 40 días y 40 noches y cuando está todo debilitado y físicamente enfermo, muy enfermo, el demonio lo tienta invitándolo con el sufrimiento a rebelarse contra Dios».

No es lo mismo estar debilitado que estar enfermo. Kiko tergiversa, según costumbre. Y a continuación se inventa un discurso del demonio que los evangelistas, despistados ellos, no registraron. ¡Menos mal que llegó Kiko para contar lo que sucedió!

«Dice la Epístola a los Hebreos que frente a la tentación de la mente Jesucristo aceptó la ignominia de la cruz en lugar del gozo que se le proponía. Porque el diablo le ofreció otra forma de salvar a la humanidad: “Tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Mesías, ¿por qué tienes que pasar por la cruz y por la muerte?” Lo invitó a hacer como siempre hizo Israel, que ante un acontecimiento que no comprendía obligaba a Dios a cambiar la historia. El diablo le dice: “¡Haz que el Padre cambie la historia! ¿Por qué nadie debería aceptarte? ¿Por qué tienes que pasar por el fracaso? Sube al pináculo del templo, te verán venir entre los ángeles, todos saben que el Mesías debe aparecer ahora que los romanos han invadido Israel, cuando te vean entre los ángeles, todos te seguirán. ¿Por qué tienes que pasar por la cruz? ¿Por qué tienes que pasar por el rechazo?».

¿Todos sabían que el Mesías tenía que aparecer entonces? Pues qué cerriles los amados hermanos mayores que dos milenios después siguen sin creerlo, sin saberlo y sin reconocerlo.

Además el demonio no propone a Cristo una alternativa “a la cruz”. La cruz no aparece hasta mucho después en los evangelios, el demonio no entendía los planes de Dios, de haberlos entendido, no habría maquinado para matar a Cristo. Pero sucedió que no pudo someterlo, de modo que decidió matarlo.

«¿Qué significa amar a Dios con todas tus fuerzas? Déjarte crucificar, etc. Pero esto no lo podemos hacer, necesitaríamos recibir un nuevo espíritu del cielo, el Espíritu del mismo Dios.

¿Qué significa ser santo? Subir a la cruz con Cristo, amar a Dios con todo el corazón. Todo cristiano está con Cristo en la cruz. Esto es lo que dicen los Padres del siglo IV. Y todos los que estáis aquí hoy, que bajáis de la cruz, sois apóstatas, estáis apostatando vuestra dimensión cristiana y estáis sufriendo, sufrís como locos, porque aquí es donde está el descanso».

De vez en cuando se le escapa alguna verdad. Tantos años de kikotina y metacrilato, de cantos feos y kikonos horrorosos y son unos apóstatas y sufren como locos. Porque la kikotina no salva.

«Métete esto en la cabeza: ¡has sido llamado al Camino Neocatecumenal para convertirte en santo!».

No te lo creas. Los santos lo son en la Iglesia, no en un gueto ombliguista.

«Entonces, hermanos, termino diciendo que esta Cuaresma tengan ánimo. Es un tiempo maravilloso de batalla contra el demonio, porque todos vosotros sois el cuerpo de Cristo, el Mesías. Y el demonio te dice: "¿Tú el Mesías?" Y va a tentarte, te presenta el sufrimiento... ¿Y cómo luchas contra el sufrimiento? Con ayuno. La Iglesia te invita a ayunar esta Cuaresma. Si quieres, puedes ayunar los viernes con tu familia, comiendo pan y agua, mientras les cuentas a tus hijos la vida de un santo: nunca lo olvidarán».

A todos esos kikos orondos que hay les vendrá muy bien el ayuno, pero a los niños que los dejen en paz. Sé de unos muy kikos y muy cumplidores que entienden por ayuno pasarse el día bebiendo leche merengada, muy muy merengada, con mucho dulce, todo para resistir las ganas de picotear algo sólido… Están como toneles, claro.

«Contra la tentación de hacerte el Dios de tu historia, el Señor te dice: "Amarás a Dios con toda tu mente" y la Iglesia te invita a orar, porque quien ora reconoce que hay Otro. Entonces la oración destruye el orgullo. Orar. Ayuno y oración ante la tentación de que la religión en el fondo debe servir para vivir mejor, para tener poder, para tener dinero, para tener éxito».

Igualito que Kiko que la usa para eso.

«Esta es la terrible tentación de instalarse, de triunfar... Contra esto, hermanos, está la limosna, vender los bienes, desarraigarse, en marcha, como extranjeros, foransteros. Estamos en camino, la muerte nos espera.

Los hombres más felices de la tierra son los santos».

Eso deja fuera de juego a la depresiva de categoría superior de los sufrimientos perpetuos.

«Entonces, hermanos, recuperémonos en esta Cuaresma. Necesitamos dormir poco, debemos madrugar, ofrezcámoslo a Cristo, mirando a Cristo crucificado. No bajes de la cruz. Sube a la cruz».

A Kiko no se le ha visto nunca en las Laudes matutinas a las seis y media de la mañana que, dicho sea de paso, no es hora de Laudes. Algo dijo Jesús sobre aquellos que cargaban pesados fardos sobre los demás…

«Hermanos, ánimo, yo estoy contento de veros y de ayudarlos a prepararos para esta Pascua 2022. Estamos contentos de prepararnos para la Vigilia Pascual, debemos prepararnos para la Vigilia, para dejar en el agua de esta Vigilia el cuerpo, el cadáver del hombre viejo que hay en nosotros, el hombre del orgullo, de la soberbia, de sentirse bien a toda costa, de no querer ser humillado. No, debemos ser cristianos, somos felices de parecernos a Cristo y Cristo crucificado. Por eso, hermanos, las humillaciones que Dios ha permitido que nos sucedan son una gran gracia».

¡Qué manía de achacar a Dios todo lo negativo! Hay algo sádico en Kiko.

«Somos cristianos, el Señor nos ha dado una comunidad para amarnos, para querernos, para dar gracias a Dios, para orar juntos, para pedirle al Señor que salve a esta generación... El Señor pone el resto del mundo en nuestras manos».

¿Será ese el motivo de tantos desastres: la sequía, la pandemia, la guerra, sismos, volcanes, la inflación…?

«Hermanos, soy un pobrecillo y estoy aquí haciendo un ministerio que Dios me ha mandado para vosotros».

Soltar rollos no es un ministerio, ni siquiera es un carisma.

«Lo hago como puedo, en mis fuerzas, lo hago como puedo y donde no llego yo, supplet Ecclesia, llega el Señor por vosotros».

Tantos años asegurando que no había que hacer nada por puños, que eso era un moralismo, que Dios te lo tenía que regalar gratis y ahora resulta que Kiko sigue sin fiarse de Dios y sin dejar que sea Él quien saque las cosas adelante, si quiere.

Por otra parte, con el supplet Eclesia se conoce que ha oído campanas y no sabe dónde, porque resulta que supplet Eclesia no aplica a los laicos. Mala suerte.

«Amaos unos a otros, dice el Señor, amaos unos a otros como yo os he amado, amaos unos a otros. Amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os odian, haced el bien a los que os odian. Esto es ser cristiano. Tendremos persecuciones, gracias a Dios, como Cristo: si nos alcanzan sabemos que el Señor quiere que amemos a nuestros enemigos, los que de alguna manera o por las causas que Dios quiere nos detestan, nos odian, hablan mal de nosotros. Es una gracia, porque Cristo fue burlado, torturado, crucificado. Parecerse a Cristo crucificado, esto es ser cristiano, parecerse a Cristo crucificado. Por eso, estad alegres si la vida nos humilla un poco: la enfermedad es una humillación, un conflicto con el marido o los hijos también es una humillación. Cualquier humillación que os venga, acogedla con alegría, abrazad la cruz que os lleva al cielo».

Menudo revoltijo. Empieza con los malísimos malos que los odian a ellos, que son los últimos y los peores de todos, pero se le olvida y los pone de víctimas. Y luego pasa a la “humillación” de tener una enfermedad como los juanetes o un disgusto familiar. Me da que no sabe de qué habla.

«Terminaremos con el canto “Salve, Regina”, que ahora os enseño».

Lo de “terminamos” es un modo de hablar, claro. Continuará.