La manipulación mediante el miedo y la culpa
El
miembro de una secta llega a vivir dentro de un ámbito delimitado por el miedo,
la culpa y la vergüenza. Los problemas son siempre una falta del adepto, y se
deben a la debilidad de su fe, a su falta de comprensión, a «padres malos»,
a espíritus perversos, o lo que sea. Se siente constantemente culpable por no
dar la talla. Llega a creer que «el demonio» le persigue [o le engaña una y otra vez].
En
todas las sectas destructivas que he conocido, el miedo es el principal motivador.
Cada grupo tiene su propio demonio que espera a los miembros para tentarlos y
seducirlos, para matarlos o volverlos locos. Cuanto más vivo y tangible es el
demonio que la secta puede conjurar, más intensa es la cohesión que alimenta.
Altibajos emocionales
La
vida en la secta es como un viaje en una montaña rusa. El adepto oscila entre
la felicidad extrema de experimentar la «verdad» junto a una élite privilegiada,
y el aplastante peso de la culpa, el miedo y la vergüenza. Los problemas son
siempre debidos a su incapacidad, no a la del grupo. Es el eterno
culpable por no alcanzar las metas. Si plantea objeciones, se le aplicará el
«tratamiento de silencio» o se le trasladará a otra parte del grupo [tus kikotistas
hemos visto que necesitas bajar a otra comunidad. Tus kikotistas te decimos que
diosito quiere que dejes de ser responsable…].
Estos
extremos imponen una pesada carga en la capacidad de la persona para funcionar.
Cuando los miembros están «arriba», pueden convertir su celo en una gran
productividad y capacidad de persuasión. Pero cuando caen, se transforman en
unos completos inútiles.
La
mayoría de las sectas no permiten que los «bajones» duren demasiado tiempo. Un
procedimiento habitual consiste en someterlo nuevamente al adoctrinamiento para
que vuelva a funcionar. No es raro que alguien reciba un adoctrinamiento formal
varias veces al año [tostón de inicio de curso, anuncios publicitarios varios…].
Algunos
de los miembros más antiguos se queman. Estos individuos comienzan a señalar
las incongruencias en la política del grupo. Si se convierten en una carga, se
les pide (o se les ordena) que se marchen.
Cambios en la orientación temporal
Una
interesante dinámica de las sectas es que tienden a cambiar la relación de la
persona con su pasado, su presente y su futuro. Como ya he mencionado antes, el
pasado del miembro es reescrito. Tiende a observar su vida pasada con una
memoria distorsionada que lo pinta todo de color oscuro. Aun los recuerdos más
positivos son desviados hacia lo malo.
El
sentido que del presente tiene el adepto también es manipulado. Experimenta una
gran sensación de urgencia por realizar las tareas que le han asignado.
Recuerdo muy bien la sensación constante de que había una bomba de relojería
bajo mis pies y que el mundo podía convertirse en un infierno o en un paraíso
según mi capacidad para realizar el proyecto en curso.
Muchas
sectas enseñan que el fin del mundo está a la vuelta de la esquina. Algunas
dicen que ellas evitan su llegada; otras simplemente creen que sobrevivirán.
Cuando estás siempre demasiado ocupado con proyectos tan críticos, todo se hace
borroso.
Para
el miembro de una secta, el futuro es el tiempo en que será recompensado porque
ya se habrá producido el gran cambio (o puede ser también donde reciba su
castigo). En casi todos los grupos, el líder proclama que tiene el control del
futuro, o al menos es el único que lo conoce [Es que los demás tienen prohibido
proyectarse, mientras que el líder proyecta que va a hacer una casita en un
monte de Jerusalén, que va a ir de mariscada a Panamá…]. Sabe cómo pintar visiones del paraíso celestial o
del infierno para dirigir a los adeptos hacia un camino u otro.
No hay salida
En
las sectas destructivas, jamás existe una razón legítima para marcharse. A diferencia
de las organizaciones no sectarias que reconocen el derecho inherente a la
persona de abandonarlas, los grupos que practican el control mental dejan bien
claro que no existe un modo legítimo para dejarla [Por eso, todo el que abandona es un “rebotado”].
Se dice a los adeptos que las causas que llevan al abandono son la debilidad, las
tentaciones, el lavado de cerebro (hecho por los desprogramadores), la soberbia,
el pecado, etc.
A
los miembros se les adoctrina concienzudamente para que crean que si alguna vez
se marchan, las consecuencias serán terribles para ellos, sus familias y la
humanidad. Están encerrados en una prisión psicológica.
"Muchas sectas enseñan que el fin del mundo está a la vuelta de la esquina. Algunas dicen que ellas evitan su llegada; otras simplemente creen que sobrevivirán."
ResponderEliminarRecuerdo una entrada de "Cruxsancta" de un acto del CNC en el estadio Mestalla de Valencia, en España. Kiko dijo que el CNC estaba precipitando o acelerando el fin del mundo
Lo que ya da es vergüenza ajena este blog raya con el ridiculo
ResponderEliminarVergüenza y oprobio es lo que promoverá el haber admitido en el seno de la Iglesia un falso movimiento, pleno de falsas doctrinas contradictorias con el Magisterio, y el Catecismo, que usa la reforma del pensamiento sin paliativos, el "chantaje emocional", y juega con la buena fe e intención de personas que no estaban fuera (nada de alejados, pues su porcentaje es insignificante) sino en las parroquias católicas, siendo en su mayoría bautizados. A los que se les ha ofrecido "renovar las promesas bautismales", cuando la realidad es que les han dado gato por liebre creando nuevos ritos, nuevos compromisos, "nuevos bautismos"...
EliminarTodo ello para sostener un entramado tipo chiringuito de fundaciones, amiguismos, y demás hierbas apestosas.
Vergüenza, sí, con todas las letras. Y lo que te rondaré morena...
-sepul-
Te da vergüenza todo lo que se destapa en este foro respecto a la secta en la que vives? o, tal vez te roza el ridículo la cantidad de sandeces que tú amo el gurú, es capaz de decir o ha dicho a lo largo de los años?...
EliminarPatético todo, querido anónimo...
Lázaro
Y eso lo firma sepul, que como todo el mundo sabe, es un gran teólogo, un experto en doctrina católica, un dictor en liturgia, ética y metafísica, que está por encima del criterio de todos los dicasterios vaticanos que se pongan por delante. Una mezcla de Santo Tomás de Aquino, Von Balthazar, el P. Vitoria y Fray Luis de León, que se permite corregir a la Santa Sede.
Eliminar¡Qué manera de hacer el ridículo!
Cuando los mediocres carecen de argumentos, recurren al ataque ad hominem. No dan para más.
EliminarSe nota que son los últimos y los "pedores" de todos. "Pobechitos".
Por cierto, estoy de acuerdo en que las papanatadas y falacias de los adictos a la kikotina rebajan mucho el nivel del blog.
EliminarPero precisamente ese es el cometido del mismo: demostrar lo hondo que se puede caer con ayuda de la kikotina.
Lo que da profunda vergüenza y tristeza es que todo lo que sale sobre las sectas y sus métodos destructivos sean idénticas a lo que practica kiko y su sistema neo. Eso me afectó a mi, y lo sigue haciendo con mi familia, y los que vendrán, que gracias a este blog y sus testimonios, previene de futuros sufrimientos. Y a los que hemos pasado por años dentro nos ayuda a ver la verdad mas profunda. No a todos se le devela la verdad que libera.
EliminarY gracias a todos los que donan su tiempo para abrir los ojos y algo más.
Abrazos.
Tan ridículo no debe ser este blog, para que los nonis diversos (o los mismos de siempre) se molesten tan siquiera en entrar a leer las novedades.
EliminarEl ridículo lo hace quien entra a un blog que le parece ridículo, valga la redundancia.
No dan pa más los kikótikos.
Lo tuyo es patético, anónimo... No es cierto que las entradas rayen en lo ridículo. ¡Son lo ridículo! Y es que cada una de ellas, directa o indirectamente, se refieren al "camino neocatecumenal".
EliminarVergüenza dan las estupideces de Kiko Argüello. Lo único malo de todo esto es que es vergüenza ajena. El "nuevo Moisés" que promete "la leche y la miel", que en lugar de liberar a "su pueblo" lo esclaviza en una simple y vulgar secta.
En el mundo de kikonides, ya se acerca la kikonavidad y en muchos hogares ya preparan las eukas particulares, aprovechando todos esos kiko-presbis RM, que son capaces de organizar una euka-pseudo-privada en la casa de algún «pata negra», con la excusa de una opípara cena y así, librar a los anfitriones y sus kiko-familis de tener que ir a una Misa de Gallo o de Año Nuevo, con el populacho de 12; y todo ello con el conocimiento (o desconocimiento) de que las eucaristías domésticas, no están permitidas ni recomendadas por ningún obispo...pero, que les importa a ellos esos "legalismos".
ResponderEliminarLázaro