viernes, 10 de octubre de 2025

Padre nuestro - parte 2 (II)

 


«Como ya dice Israel, bastan tres días sin escuchar la palabra de Dios, para que nuestra fe empiece a entrar en crisis, para que nuestra vida empiece a ser una maldición. El demonio utiliza los hechos de nuestra historia, de nuestra vida, para "catequizarnos" constantemente contra Dios, para hacernos, dudar del amor de Dios. Por eso, el que no oye la palabra de Dios pone en peligro su propia fe: empieza a no sentirse amado, empieza a no soportar la enfermedad, la falta de dinero, al marido, a la mujer, a los hijos, a no soportarse a sí mismo; poco a poco las cosas se juntan y le viene una especie de agotamiento espiritual».

Ignoro lo que dice o deja de decir Israel, pero me suena que lo que prescribe su ley es rezar tres veces al día, mientras que escuchar la palabra de Dios queda para el sábado, o sea, una vez por semana.

Es san Pablo, en una exhortación a los cristianos, sin referencia alguna al judaísmo ni a las costumbres del Israel, quien pone como fundamental la escucha asidua de la Escritura. Pero el CNC prefiere hacer apología de otros, por algún motivo.

También es interesante que, de repente, Kiko desmonta lo que sostenía en la entrada anterior. A saber: según la entrada anterior, quien estaba en la comunidad quedaba libre de crisis, de caer en vicios, de que los hijos se drogasen y, en suma, de problemas morales y personales. Ahora, inopinadamente, el efluvio mágico emanado de la comunidad desaparece y resulta que también los caminantes tienen problemas matrimoniales, crisis con origen en enfermedades o carestías, etc. En suma, se les presentan problemas exactamente igual que a los demás y reaccionan con quejas y melindres impropios de la adultez cristiana.

«Todos tenemos tres enemigos: el mundo, la carne y el demonio, que nos "catequizan" sin parar, que constantemente tratan de transmitirnos sus ideas sobre la familia, sobre la sexualidad, sobre nuestro ser hombres, etc. Como ya os hemos dicho, ahora estáis en un tiempo en el que tenéis que aprender a combatir sobre todo contra el demonio, contra sus obras, contra sus seducciones.

En el segundo escrutinio hicisteis un signo serio de renuncia a los ídolos del mundo. En la primera iniciación a la oración os enseñamos a combatir contra la carne mediante la oración. Jesucristo tuvo un encuentro contigo, como con la samaritana […] Y entonces Jesucristo también te contestó a ti: "Vete, llama a tu marido y vuelve acá" (Jn 4,16). Y tú: "No tengo marido" (Jn 4,17). Entonces Jesús, que es el único verdadero esposo del hombre, y que sabe que tú te apoyas en las concupiscencias de la carne, en tantas cosas que no son Jesucristo, y que experimentas la maldición, te dijo: "Bien has dicho que no tienes marido, porque has tenido cinco maridos y el que ahora tienes no es marido tuyo; en eso has dicho la verdad" (Jn 4,17-18). Y Jesucristo te invitó a renunciar a las concupiscencias de la carne y a hacerte una sola carne con Él (cf Ef 5,31-32). Para eso te dio el arma potente de la oración».

Por partes, que aquí hay mucha miga.

Es el magisterio de la Iglesia el que establece la necesidad de la oración para combatir contra las tentaciones del mundo, de la carne y del demonio. No es una revelación dada a Kiko ni es un arcano que solo se dé a conocer a los neocatecúmenos. Antes, casi todos los neocatecúmenos procedían de la misa de 12, por lo que Kiko no les enseñaba nada al poner la oración como el arma básica para combatir al mundo; ahora que casi no entra en el CNC nadie que no sea hijode, puede que sea necesario informarles de la importancia de la oración, precisamente porque al haber nacido en el CNC desconocen el Magisterio de la Iglesia.

Por lo mismo, no darles armas hasta llegar a este paso, que Kiko llama segundo paso de la iniciación a la oración, es retrasarlo demasiado; para cuando a los pobres hijosde les enseñan en poder de la oración ya se los ha comido la carne. Por eso tantos de ellos están enganchados a la pornografía.

Así que hablar de forma que se da a entender que solo en determinadas reuniones del CNC se manifiesta Jesús para invitarte “a hacerte una sola carne con Él” y para “darte el arma de la oración” es una falsedad propia de una secta.

Además aquí hay un uso retorcido de la Escritura. La afirmación de que, en el contexto de un paso que hiciste con la comunidad, Jesús te invitó a ti personalmente a ser una sola carne con Él, no responde a la cita de Efesios en la que pretende basarse tal afirmación.

En la carta a los efesios, Pablo habla de la unión marital del hombre y la mujer, unión que, por pasar de ser dos a “ser uno”, ve similar a la unión de Jesús con su Iglesia. San Pablo se refiere a que la Iglesia es una con Cristo, y que esa unión es para siempre, pero no hay ninguna referencia a unión con unos que deseaban la muerte de un Papa antes que diluirse en la Iglesia, que es la única esposa de Cristo.

Para más inri, en el mamotreto hay una nota a pie de página que incide en esto mismo que he querido resaltar: que Cristo se ha desposado con su Iglesia, no con quien Kiko diga, sino con su Iglesia.

 

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