No tiene desperdicio.
Me cuentan que ha habido un akikolarre en la mezquita-catedral del Córdoba con asistencia del obispo del lugar (y de otro figurante al que largaron del Callao con gran alivio de los cristianos peruanos). Al finalizar el asunto tuvo lugar la siguiente escenita (antes hubo algún vítor al gran divo). No se la pierdan. Es la pleitesía que debe rendir todo buen kikotista a su señor.
Lo siguiente, que debió de acontecer a la salida, es otro ejemplo de manual del proceder del buen kikólatra:
¿Queda alguien que no les vea los modos y maneras de iglesia paralela?
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