jueves, 16 de octubre de 2025

Más sobre la censura gratuita y sin ánimo de lucro

 


«Un cristiano no busca el mal a otro hermano».

Lo menciona el sacerdote José Manuel en el vídeo adjunto (no creo que le moleste que use su vídeo. Cuando me enteré de lo del presbi Eugenio me acordé de él, que pasó por lo mismo).

«Un cristiano no busca el mal a otro hermano».

 Tan sencillo como eso. Y sin embargo, a lo que se ve, tan difícil de llevar a la praxis -es decir, llevar a la vida personal, hacerlo carne- para los responsables del CNC, que se dicen cristianos, pero…




 

 Dado que Kiko está muy cascado no se puede asegurar que el responsable último del desaguisado sea él, pero no cabe duda de que es alguien de su círculo más cercano, alguien que no solo demuestra los modos y maneras prepotentes usuales de los kikotistas, sino que también sus actos entran en contradicción manifiesta con la forma en que, dice el gran jefe, han de vivir los cristianos en general y los neocatecúmenos en particular.

 El mamotreto del segundo paso del “Padre nuestro” registra (dejo la nota del Catecismo, por si hace reflexionar a alguno sobre la improcedencia de la censura del Camino) que Kiko sostiene:

«S. Pablo quiere decir que el cristiano vive la vida de modo distinto que los paganos: ¡vive los bienes de este mundo con desapego y libertad![1] La cosa es muy sencilla: el que posee algo, tiene miedo de perderlo y por eso lo defiende del que se lo quiere robar; y, en la medida en que se defiende de alguien, se hace enemigo de ese alguien, sea quien sea, y ya no puede amarle.

Los que no son pobres, humildes, libres, siempre defienden algo y se hacen enemigos de todos los que quieren tocarles lo que defienden. En cambio, el que dice: "¡No tengo nada! ¡No merezco nada!, es el más libre de todos».

 Y un poco más adelante, tras explicar que nada tenemos que no nos haya sido dado y, por tanto, nada deberíamos retener ávidamente como si nos lo hubiésemos proporcionado nosotros solitos, por méritos propios, explica que esa es la actitud de quien ocupa el lugar de dios, y advierte:

«Cuando el hombre se hace dios, aunque el otro sea de su misma casa, de su misma carne, ya no le entiende, no le comprende: le odia.

No por casualidad dijo el Señor: "¡Cualquiera de vosotros que no renuncie a todos sus bienes, no puede ser discípulo mío!"».

 

Jesús dice más:  «Quien no renuncie a su propia vida, no puede ser discípulo mío» (cf Lc 14,26).

Aunque a decir verdad, no hay nada nuevo en que Kiko exija y reclame a los demás lo que él no ha hecho ni ha dado nunca. Pero lo que saca a la luz esta situación es que Kiko, o quien maneje ahora los hilos del CNC, no es libre, es un pobre esclavo de su vanidad. 

Y el esclavo, como se recuerda tantas veces en el mamotreto del Padre nuestro, no se queda para siempre en la casa del Padre.



[1] CCE 2407: En materia económica el respeto de la dignidad humana exige la práctica de la virtud de la templanza, para moderar el apego a los bienes de este mundo; de la justicia, para preservar los derechos del prójimo y darle lo que le es debido; y de la solidaridad, siguiendo la regla de oro y según la liberalidad del Señor, que "siendo rico, por vosotros se hizo pobre a fin de que os enriquecierais con su pobreza" (2 Co 8,9).

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Antes de comentar, recuerda que tú eres el último y el peor de todos, y que el otro es Cristo.