Aunque todos nos echen, aunque parezca que todo se viene abajo a nuestro alrededor, o que el fin del mundo está próximo, el Dios de la Biblia nos dice: “No te dejaré ni te abandonaré” (Hb 13:5).
Quien ha sido objeto de abuso espiritual y ha dejado el grupo puede vivir en la vergüenza y en la culpabilidad, porque piensa equivocadamente que traicionó a Dios y que, para vengarse, Dios le rechaza. La culpabilidad y la vergüenza son parte de la programación que persiste incluso apartado de la comunidad y son un engaño porque pase lo que pase Dios no abandona a nadie.
Lo primero que hay que entender es que ese sentimiento de desastre inminente y de responsabilidad por el previsible desastre es normal: Al abandonar la comunidad has perdido a la vez amigos, esperanza, confianza y varios años preciosos de vida.
Es importante comprender que tú no has traicionado a nadie, sino que has dejado atrás a un falso dios. No es que Dios quiera vengarse de ti, son los que le han manipulado. No hay que temer su enseñanza mentirosa.
El amor de Dios es incondicional. Incluso si estás tan lastimado que no pisas una iglesia, ¡Dios le ama! Incluso si no puedes dar ofrendas de dinero para la iglesia, Él le ama. Incluso si no viste con ropa cara cuando vas a los oficios divinos, Él le ama. Eres aceptado no por lo que haces sino por quién eres. Pablo escribe: “Estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni las dominaciones, ni el presente, ni el futuro, ni las potencias, ni los seres de arriba ni los de abajo ni ninguna otra criatura podrá separarnos del amor de Dios en Jesucristo nuestro Señor” (Rm 8, 38-39). No te preocupes, a pesar de todo lo que te pueda pasar, Dios jamás te negará su amor.
Dios nos dice a cada uno: “Con amor eterno te he amado, por eso te he atraído con misericordia” (Jr 31,3).
Dios nos ha mostrado su amor por la cruz de su hijo Jesucristo. “En eso está el amor, no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó primero y envió a su Hijo como propiciación por nuestros pecados” (1 Jn 4:10).
En las comunidades que se desvían, los responsables enseñan y hacen creer que si no haces enormes esfuerzos y un trabajo considerable por y para el grupo, no podrás salvarte. Pero resulta que es mentira, te mienten y te engañan porque la salvación no viene de nosotros ni de nuestras obras. Somos salvados por la gracia, por medio de la fe. Es el don que Dios nos hace por la cruz de Jesucristo. Dios nos pide simplemente creer y recibir su gracia. En la epístola a los Romanos está escrito: “Porque si confesares con tu boca al Señor y creyeres en tu corazón que Dios le resucitó de entre los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para la justicia, y con la boca se confiesa para la justificación. Pues la Escritura dice: Todo el que creyere en Él no será confundido” (Rom. 10:9-11).
Rechaza esa falsa imagen de Dios que te han inculcado, la imagen del Dios colérico que está ahí para juzgar, castigar y enviar al infierno, la de un Dios frío y lejano al que no le importan los problemas y sufrimientos de los seres humanos y solo mide el grado de cumpli-miento a las directrices de los falsos profetas que te han manipulado.
Aprende a través de Jesucristo a descubrir el verdadero rostro de Dios Padre, el del amor, la compasión y el perdón. Para ese Padre, cada persona, sin ninguna excepción, tiene valor a sus ojos. Dios ha venido en Jesucristo para salvar, curar y dar la vida en abundancia.
Jesús conoció la angustia y el sufrimiento. Por eso Él puede comprenderte, llorar contigo como lo hizo con Marta y María a la muerte de Lázaro. No te juzgará ni condenará: así actuó con todos los que encontró.
Deja de culpabilizarte y recuerda las palabras de Jesucristo: “Venid a mí, todos los que estáis fatigados y cargados que yo os aliviaré. Tomad vosotros mi yugo y aprended, que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras almas, pues mi yugo es suave y mi carga ligera” (Mt 11, 28-30).
Responde a su llamada y encuentra el Él descanso para tu alma.
Bueno, pues ya tenemos el segundo kikolagro...según el vocero del Neokk, Álvaro de Juana este es el comunicado sobre el Comboniano:
ResponderEliminarCOMUNICADO ESTADO DE SALUD P. MARIO PEZZI (LUNES 12 DE ABRIL)
abril 12, 2021 AdJ
¡ CRISTO HA RESUCITADO!¡ALELUYA!
Hermanos, os comunicamos las buenas noticias de la mejoría del P. Mario. Los médicos nos han dicho que mañana o pasado recibirá el alta hospitalaria; os informaremos cuando se produzca. Mientras tanto continuamos rezando por P. Mario y por Kiko, pidiendo al Señor el total restablecimiento de los dos.
¡JRISTÓS VASKRIÉS! ¡VAÍSTINA VASKRIÉS!
Kiko y Ascensión
Reitero lo que fije un día, la OMS ya está tardando en sacarle anticuerpos a estos dos para obtener la cura total de la pandemia. Qué dos ancianos del rango de 80 años, con todas las patologías posibles ( tabaquismo, sobrepeso y vaya usted a saber que más) se hayan recuperado en 3-4 días, hay que estudiarlo...
Panda de sinvergüenzas.
Lázaro.
Vaya panda de incoherentes que no pide a diosito morir prontito y bien contentos.
EliminarEl projeta deseando ver a alguno morir con la sonrisa de oreja a oreja y ninguno le da ese gusto. Qué groseros, cómo ponen a prueba su sensibilidad, una y otra vez, como la rubia que se lanza del ferry.
EliminarCuando te coaccionan para entrar hay que decirles lo que dijo el papa Francisco, se puede ser cristiano fuera del camino. Es una obviedad, pero hasta el papa ha tenido que dejarlo claro. ¡Bendito papa Francisco! Esperemos que ponga al camino en orden y no se desperdicie tanto joven y tanto talento.
ResponderEliminarMás todavía, lo que está por ver es que se pueda ser cristiano dentro del camino, pues sabido es que ninguno de ellos ha completado el aprendizaje y adquirido la adultez precisa para no necesitar kikotista.
EliminarArtículo clarificador. ¿Falta alguien o están todos?
ResponderEliminarEs una triste constatación histórica que muchos, si no todos, los problemas que sufre una sociedad derivan de las soluciones que se dieron a problemas anteriores, en ese fenómeno que se conoce como ‘consecuencias no deseadas’. Y la Iglesia, en cuanto institución humana, no es ajena a esa constante. Por eso la prudencia es la reina de las virtudes cardinales.
Hoyeu, autor de un libro sobre los casos de abusos sexuales entre los fundadores de nuevos movimientos eclesiales que vieron la luz durante o inmediatamente después de la anunciada ‘primavera de la Iglesia’ que debía ser el Vaticano II, arroja cierta luz sobre la razón de que estos abusos se produjeran e incluso se mantuvieran ocultos durante tanto tiempo.
Hoyeau ha estudiado el caso de estos fundadores-abusadores, especialmente en Francia: Thierry de Roucy, Mansour Labaky, Marie-Dominique Philippe, Thomas Philippe, Jean Vanier, André-Marie van der Borght, Ephraim… Y, buscando un hilo común, nos habla de un ‘culto al líder’ omnipresente en estos movimientos que les permitía actuar con impunidad, de estructuras institucionales y psicológicas que recuerdan poderosamente a la dinámica de las sectas destructivas.
Pero eso es solo la mitad de la historia. Eso explica por qué se producían los abusos y por qué callaban las víctimas. La otra parte, sin embargo, es por qué la Iglesia no actuó, no vigiló, no previó, no receló, no disciplinó.
Comenta Hoyeau a la periodista: “La falta de control por parte de la Iglesia también se explica por el hecho de que estas comunidades reivindicaban un marco separado, nuevos modos de construir comunidad (hombres/mujeres; solteros/parejas) en la Iglesia. La regla se fijaba siguiendo las intuiciones del fundador, en torno al cual giraba todo. Básicamente, la regla era él. Estas comunidades no respetaban las salvaguardas ni las garantías y equilibrios que son las normas de prudencia habituales en la Iglesia (especialmente, la distinción entre fuero interno y externo, es decir, un líder de la comunidad no puede acompañar espiritualmente o confesar a un miembro de su comunidad, a fin de preservar su libertad”.
Y otra explicación, esencial, que complemente la primera: “Todo esto formaba parte del contexto de una sociedad, tras el Concilio Vaticano y Mayor del 68, donde se había “prohibido prohibir”.
La Iglesia no era inmune a estos cambios culturales: los obispos preferían “acompañar” antes que sancionar. Se prefería una “Iglesia de Comunión” al modelo autoritario previo al Vaticano II”.
Estos casos ilustran una de las paradojas de la misericordia que se olvida a menudo, y que consiste en que en ocasiones el expediente más misericordioso es el que parece cruel, mientras que resulta cruel aplicar una misericordia aparente que no es más que debilidad.
https://infovaticana.com/2021/04/13/los-abusos-sexuales-de-los-fundadores-de-nuevos-movimientos-y-la-misericordia-cruel/
Bueno pues nada; el padre pizza ya está en casita...vamos, lo que yo decía...RECORD MUNDIAL!!!.
ResponderEliminarEste es el comunicado:
COMUNICADO ESTADO DE SALUD P. MARIO PEZZI: ALTA HOSPITALARIA (MARTES 13 DE ABRIL)
abril 13, 2021 AdJ
Queridos hermanos:
¡Cristo ha resucitado!
Os comunicamos que el P. Mario ha recibido el alta hospitalaria y ya se encuentra recuperándose en casa.
Agradecemos de corazón vuestra oración en este tiempo de enfermedad y os pedimos que sigáis rezando por Kiko y P. Mario hasta su total restablecimiento.
¡La paz del Señor resucitado!
Kiko, P. Mario y Ascensión
Pero claro, por supuesto, querrán pasarlo por milagro y no por vacunación que según los adeptos más para negra no tienen, porque no sería "moralmente correcto" que se hubiesen vacunado antes de que les correspondiese.
Sin embargo ( y es mi opinión), yo creo que están vacunados muy fuera del proceso habitual establecido ( me da igual aquí que en Italia, que muy probablemente sea donde les inocularon), pero me resulta muy extraño que con lo que gustan de cacarear todo lo que hace el amo y sus secuaces, si se hubiesen vacunado en modo legal que por edad ya les habría correspondido) ya habría habido hasta fotos del pinchazo.
Sin embargo mis contactos catequistas de alto standing me juran y perjuran que "no están vacunados de ninguna manera porque ya se lo habrían comunicado"...
Yo ahí lo dejo, el tiempo dirá si es verdad o no...
Lázaro