Prosigue la entrevista.
José: Bueno, pues así más o menos se fue creando un pequeño grupo donde después de los trabajos que cada uno hacíamos (el que trabajaba, claro, que éramos pocos), pero a unas horas concretas de por la tarde nos reuníamos allí, en su chabola. Hacíamos unos cantos, empezábamos a… se hacían unos salmos y leía la biblia, leía la escritura.
Esto posteriormente, porque nosotros, por ejemplo, le preguntábamos a este hombre. Bueno, o sea él leía una lectura del evangelio o leía una lectura de cualquier parte de la escritura y entonces él nos preguntaba: “Bueno, qué significa para ti esto”. Y entonces se abría un diálogo y cada uno decía cómo entendía lo que tenía que ver esto en su propia vida.
Se llama bibliomancia y no es propia del Cristianismo, sino todo lo contrario.
Y bueno, con
sorpresa para nosotros, después de cada una y en medio de estas celebraciones
que teníamos, pues veíamos con sorpresa como en medio de nosotros, en gente tan
dispar, tan distinta como nosotros, que éramos como el perro y el gato, pues
entonces se abría una nueva realidad, o sea era posible convivir allá gente tan
distinta, tan destruida como todos los que habíamos allí.
Gente dispar es juntar a un conde con un mendigo, a una reputada lingüista con una costurera remendona, pero allí todos eran gitanos, quinquilleros y traperos, no eran dispares, solo se llevaban mal unos con otros.
Pues a raíz de estos contactos que teníamos, de estos encuentros que teníamos con Kiko, pues empezó a crearse un ambiente. Un ambiente a favor y otro en contra, donde en esta contra pues estaba mi madre, pues por aquello de que nos juntábamos con los payos y que nos juntábamos a rezar, todo esto. En esta contra, estaba también Rosario entonces.
Bueno pues yo un día también, si quieres, un poco viendo lo que allí se daba, sin saber que era, pero viendo lo que allí se daba y también un poco apremiado por la persecución que en cierta manera tenía por parte de mi familia, entonces yo una noche le dije a Kiko: “Oye, por qué no vienes a contarle todas estas cosas a mi familia. Yo te los reúno esta noche en las chabolas, en mi chabola, y tú les hablas como nos hablas a nosotros. Les hablas de Jesucristo”.
¿Acaso no dijo que ellos vivían en una cueva? ¿Cuándo se habrán mudado a unas chabolas?
Entonces a Kiko le pareció muy bien, y bueno pues yo por la noche reuní allá en la chabola donde vivíamos, reuní a mi padre, a mi madre, la poca gente de allí del barrio, y Kiko empezó a hablar. Y claro pues, Kiko venía también, el pobrecillo, de una realidad de cursillos, donde el hombre, entonces pues, empieza a soltar un poco el rollo de Cursillos que es válido, ¿no?, pero que aquella gente no entendía nada.
Se supone que Kiko iba a repetir lo mismo que contaba a su grupito de afectivos, no que iba a probar un discurso impostado a partir de lo memorizado en Cursillos de Cristiandad… Suena a que en su grupito solo fumaban y canturreaban y que para convencer a la familia de José intentó algo que ni remotamente se parecía a lo que hacían y le salió rana.
A los cinco minutos de estar hablando Kiko, pues entonces mi madre dijo: “Bueno, un momento, todo eso que usted está diciendo es verdad, pero sabe usted lo que le digo, que yo… mi padre se ha muerto. Nadie me ha dicho dónde está y aquí nadie ha venido a decírnoslo”. Estas fueron las palabras que dijo mi madre.
Pues no son las palabras que cuenta Kiko. Alguno de los dos se engaña o falsea el cuento.
Y entonces claro pues aquello ya cortó al pobre Kiko, porque claro, no había una respuesta para esto, para esta pregunta no había una respuesta.
Entonces luego después -ya la reunión se deshizo, Kiko se fue a su chabola-, pero luego, dos o tres días después, leyendo la escritura, se encontró Kiko, tal como dicen en las catequesis, se encontró con este pasaje de los hechos de los apóstoles donde dicen que le envían a Pablo a un… al emperador festón, me parece o algo así, donde le dicen: “Aquí hay un hombre que dicen que predica a uno que ha vuelto de la muerte, a uno que ha resucitado y que dice que hoy está vivo”.
Entonces aquello fue como una iluminación para Kiko, ya que el problema -que luego pues fue una idea que el señor le fue inspirando, le fue desarrollando-, como el problema del hombre es el más allá de la muerte, o sea que hay después de la muerte. Lo que al hombre le interroga y le limita toda su realidad de vida es la muerte.
Entonces el problema era si después de la muerte había algo más, o sea si esto de la vida eterna no era un cuento, sino que era una realidad viva, o sea que Jesucristo estaba resucitado. Y entonces o sea él tuvo esta experiencia íntima con el Señor, donde el Señor, de alguna forma, le comunicó la verdad de esta revelación.
En los cuentos de Kiko vivía aún en casa de sus padres cuando se fue a su cuarto a solas y asegura que experimentó a Dios. En la versión “agudiana”, parece ser que la experiencia se produjo en las chabolas y gracias a una gitana. Hasta en las historietas son incoherentes.
Y entonces pues yo recuerdo que un día por sorpresa pues me llamó, todo contento, a su a su chabola. Esto no aparece en las catequesis, pero yo lo recuerdo perfectamente. Me llamó a la chabola y nos llamó a dos o tres más, y nos dijo: “¿Tú te acuerdas de lo que el otro día preguntaba a tu madre?”.
Entonces nos leyó el texto y dice: “Esto es lo que el Señor quiere, a esto es a lo que el Señor me ha traído aquí. Yo he dicho que venía aquí a encontrarme con Jesucristo en medio de los pobres y es verdad, porque Jesucristo está aquí en medio de los pobres”. Entonces esto es palabra de Dios.
¿El qué? ¿El ladrón, el que se droga, el que se emborracha? No. Eso no es palabra de Dios.
Entonces para nosotros aquello fue el origen un poco de llegar nosotros al conocimiento de lo que es el kerigma, la buena noticia del evangelio, y esto verdaderamente en nosotros, cada vez que se proclamaba esta palabra en distintas partes de la escritura, para nosotros era un motivo de alegría, un motivo de gozo poder descubrir no a nivel sentimental, sino en una realidad que no se puede decir, cómo estas… lo que las barreras que nos separaban, pues que hay en todo hombre, estas barreras se rompían en medio de nosotros y aparecía la comunión hacia… O sea nosotros habíamos vivido verdaderamente la presencia del Espíritu Santo en medio de nosotros.
Si, bueno, también aseguraba que veía a Jesucristo en las iglesias, pero de lejos, sin acercarse, sin pisar ninguna ni por error.
"Se llama bibliomancia y no es propia del Cristianismo, sino todo lo contrario".
ResponderEliminarFrancisco de Asís, Teresita de Lisieux.... y otros santos, han usado la lectura de la Sagrada Escritura de esa forma.
¿Te quedas satisfecho después de difamar a esos santos, noni? La Iglesia condena la bibliomancia, lo sabes. Por tanto también sabes que los santos no la practicaban. Pero se conoce que a ti te da lo mismo mentir con tal de que parezca que el sol es del tamaño de tu pulgar.
EliminarAnónimo; lo que practica el Kkamino es bibliomancia con todas las letras. Mi mujer ( hija de patas negrisimas), lo usa a diario para todo, cada vez que quiere saber lo que le depara el futuro abre "la biblia al azar"( que es lo que le dicen sus carteristas)...y lo peor es que lo cree a pies juntillas.
ResponderEliminarNinguno de esos Santos con mayúsculas de los que hablas actuaban así no tu adorada santa de categoría superior .
Lázaro.
Vaya plan, lo siento por ti Lazaro, espero que tu mujer abra los ojos algún dia.
EliminarAunque kikos y exkikos me queráis quemar por hereje diré que no estoy en contra de las prácticas esotéricas siempre y cuándo no se caiga en lo esquiezoterico... Pero hay una cosa que me choca... ¿Como esta gente que condena el esoterismo, la adivinación como si fuesen obra del Diablo (pese que aqui muchos lo podais pensar también) pero luego algo tan supuestamente sagrado como son las escrituras hacen un uso de ella parecido al i ching considerandolo como un oraculo de respuesta circuatancial momentanea? No creo que el Papa este de acuerdo vaya hipócritas
-un exkiko placentario-
Ha fallecido el Sacerdote dominico Adalberto Izquierdo, miembro del CNC, itinerante en varios países. Comparto su testimonio:
ResponderEliminarEn el año 1965, terminó el Concilio; en el 66, fui ordenado yo. Años postconciliares de muchísima esperanza, pero también de mucha convulsión y arena movediza, mucha crisis, mucha marejada, y tantísimos naufragios de presbíteros, y vocaciones religiosas.
Desde este puerto zarpó mi nave de presbítero, y por este mar navegaron mis inicios de ministerio. Que, aun reconociendo el respaldo de la Orden, y el esmero de los formadores, la sensación siempre fue la de estar embarcado en una cáscara de nuez: sin rumbo, ni velas, ni timón; puros remos, mar por delante, y a la conquista de futuro y de logros indefinidos.
El naufragio no se hizo esperar, casi nada más arrancar. La verdad es que, los remos y madera de esta nave, que soy yo mismo, siempre fueron, -y siguen siendo- demasiado débiles, y de escasa valía. Esa es la pura verdad.
Pero, en fin: la fidelidad y la misericordia de Dios, quisieron que no me fuera a pique definitivamente. Desorientado y naufragado hasta la médula, en este mar borrascoso, -ni doy, ni quiero dar detalles-, apareció, a la vera de mi situación personal, una barquichuela de aspecto y bagaje bien poco significativos en aquel momento, fue absolutamente providencial para mi vida.
Quiso Dios que, desde aquella insignificante barca, se me lanzara una soga, gritándome y gritándome, una y otra vez, y mil veces, con amor e interés, a veces, casi, con desesperación, que me agarrara a esa soga, QUE NO ME SOLTARA DE ELLA POR NADA DEL MUNDO, QUE ELLA ME SALVARÍA. Y ASÍ FUE.
Esa soga fue el KERYGMA: LA PREDICACIÓN-PROCLAMACIÓN DE JESUCRISTO: MUERTO - RESUCITADO - KYRIOS -y- ESPÍRITU VIVIFICANTE- (Pentecostés).
Era el mismo Jesucristo, quien, a través de los Iniciadores del Camino Neocatecumenal: Kiko Argüello y Carmen Hernández, me buscó, y me salvó. Era el Único que lo podía hacer, y lo hizo. Me dio la Vida, se me dio Él Mismo.
Hoy sigo vivo, gracias a su Misericordia, navegando, y haciendo con otros, lo que otros hicieron conmigo. Y estoy contento y, profundamente agradecido a Dios, de estar desgastándome y entregando mi vida por este KERYGMA. No he sabido, ni sé hacer otra cosa: predicar, predicar, predicar. A tiempo y a destiempo. De mil formas y maneras, en lugares y a gente de lo más impensable. Lo he hecho con frailes compañeros, dos años sucesivos di los Ejercicios Espirituales, en S. Pedro Mártir, Alcobendas, presentes mis profesores; en Arcas Reales; en San Esteban, de Salamanca; al clero de Mérida, Cáceres. Lo he hecho en numerosos monasterios de contemplativas dominicas, y en otras comunidades religiosas dominicas y no dominicas. Dentro y fuera de España. Casi siempre he repetido.
Nunca, en mi predicación, me aparté del KERYGMA, comenzara por donde comenzara: primeros capítulos del Génesis, Abraham, Éxodo y Alianza como base del Misterio Pascual de Jesucristo: El KERYGMA.
Hoy lo sigo haciendo en Argentina, pero en otra dinámica: menos itinerante de acá para allá, y más centrado en la Iniciación Cristiana Postbautismal de Adultos, formando parte de un Equipo de Familias -dos- en Misión, y un seminarista.
Estamos en una VILLA MISERIA. Una especie de favela brasileña, o suburbio muy marginal, en España. Presbítero del equipo, y párroco de la VILLA.
Un año de gloria para ti, etc. etc. dijo uno. Y se murió el apuntador.
Eliminar¿Otro patanegra difunto? ¿Se sabe si murió contento? Si no fue así, qué palo para el kuervo, en este año de gloria kikokúmena.
EliminarEntonces, ¿dónde se produjo el soplido en el cogote, en la habitación del pánico o en las chabolas de los kinkis?
ResponderEliminarCon tantas mentiras y cambios de versiones, ya no se sabe de qué era el canuto ni dónde se lo fumó.
El soplido es algo que se le ocurrió al Maicito, para darle un cierto "color" al Neo-invento y poder remorizar al catolicismo. De quien fue la idea??, quién sabe, tal vez de la difunta balbuceante. Sin embargo, la iglesia ( o la parte que vio algo en el neo-invento) de entonces, de la época en que se le ocurre la "aparición", le dice que no siga por ahí porque le supondría un grave problema para sus fines.
EliminarEs a finales de los 90 y sobre todo tras el fallecimiento de San Juan Pablo II, cuando ven la necesidad de volver a tirar del soplido y empiezan a dedicar a el supuesto hecho la vigilia de la Inmaculada.
Lázaro.
En muchas ocasiones exigimos a los demás que sus experiencias o recuerdos nos lo cuenten, como si hubiesen sido grabados en un dispositivo digital.
ResponderEliminarCualquier error de bulto o nimio sirve para crucificar al relator.
Pero no entienden, que los recuerdos son inexactos y se van actualizando según la experiencia y las creencias de cómo funciona el mundo.
Por eso la memoria es una "mentira piadosa" (por decirlo en un argot comprensible), no son equivalentes ni iguales a las experiencias sino que se adaptan al funcionamiento del mundo, a sus circunstancias temporales y a nuestro funcionamiento dentro del mismo.
Supongo que te refieres a que ignorar la existencia de la de categoría superior, como hace el tal José, es un error nimio sin la menor trascendencia para la historia de la humanidad.
EliminarTotalmente de acuerdo.
También por esto mismo de lo voluble, o subjetivo más bien, de la memoria, es especialmente importante tener presente dos aspectos fundamentales, a saber, la coherencia, y el fondo.
EliminarDe modo qué, lo que hoy denominan "el relato", que suele coincidir con el ajuste interesado de los hechos por alguna parte, si no resiste la prueba del algodón es porque acostumbra a caer en la incoherencia, lo que viene siendo decir una cosa y su contraria. Y su fondo viene determinado por una lectura parcial que se inclina precisamente hacia el lado de los que, curiosamente, están armando el relato a su interés.
Una de las frases comodín de los que decían ser katekistas para mi ex komu (qué feliz me hallaría, en bastantes sentidos, desde que no tengo parte con ellos, de no ser porque me producen la suficiente lástima como para disculpar incluso algunas de sus cobardías, no me sucede lo mismo con los que practicaron la maldad, esos solo me dan asco, porque fueron ketúmenitos, y katekistitas, aquejados del infame mal de disfrutar haciendo daño. Lo mismo el día menos pensado les viene a pasar que se les pone la cosa bocabajo y abominan del kkmino hasta más que un servidor... tiempo al tiempo..) Bueno, que me fui del tema, decía que esa frase comodín viene a ser:
"Eso es como tú lo ves".
Lo miserable del asunto es que en esas pocas palabras se esconde mucho de las palancas habituales para manipular al personal. En principio ni parece agresivo el planteamiento, pero lo es en su fondo. Como tampoco injusto, al concederte en apariencia algo de posible razón, pero es soberanamente injusto puesto que te la quita toda. De hecho te invita a crucificarla, again.
Si existe algo que hace tambalear los cimientos de la manipulación que en realidad acaba siendo la neo programación, es la incoherencia. Se convierte en las grietas del monolito, y se sabe, si hay grieta puede haber rotura, y de ella se puede llegar al derrumbe. Los cascotes, y escombros pueden hacer daño, y de hecho lo hacen, pero por desgracia ese derrumbe es necesario para no "vivir" aplastado por la montaña de mentiras y deformaciones de la verdad.
La "suerte" cuando hablamos del kkmino, es que su manipulación no es fina, al contrario, es bastante burda y mediocre, tanto es así que sin esa pizca de la "buena fe" (exceso de confianza en realidad) aportada por los captados, no subsistiría.
-sepul-
Me encanta ver que no hay kikonos en la salita donde tiene lugar la entrevista. Será que los gitanos ni se divorcian ni adulteran (es absolutamente falso, pero lo dijo Kiko) ni cuelgan bodrios de las paredes de su casa.
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