Prosigue el tedioso monólogo con una descripción de la vida en
Kikónides que hace comprender que todas las nórdicas rubias sientan la
irresistible tentación de subirse a un ferry para practicar el submarinismo sin
vuelta atrás.
Y en el fondo no es
feliz porque, como dirá San Pablo, el pecado no ha arruinado nuestra naturaleza
en absoluto, no es que haya cambiado de opinión, sabemos que el amor es la
verdad; la ley siempre está ahí para decirnos cuál es el camino de la vida,
pero experimentamos nuestra pequeñez, nuestra realidad, en última instancia, el
pecado que encontramos en nuestras ilusiones. Conocemos nuestro orgullo,
sabemos nuestro egoísmo, nuestra pereza, no queremos, y esto no nos causa
alegría, ¡absolutamente, hermanos! No nos da alegría. Intenta un día mirar
televisión en casa sin hacer nada, otro día ... "Pero no, trabaja un poco,
haz algo". No, sigue, déjate llevar, verás si estás alegre. Después de
tres días sin hacer nada, quédate en la cama todo el día, haz lo que quieras,
no hagas nada, a ver si eres feliz, déjate llevar, prueba todo, no te
sacrifiques en nada, veremos si eres feliz, después de haber tenido la
experiencia.
No estás contento en
absoluto, insatisfecho, incluso doblemente insatisfecho. Luego llega un momento
cuando los niños, que no estudian, no tienen fuerzas, para olvidarse de ellos
mismos toman drogas: y así la cosa va tirando. Y ¿Por qué? Porque los niños no
pueden sufrir, no, no aceptan el sufrimiento y estudiar significa sufrimiento.
Pero no digáis vosotros, padres, a vuestros hijos: "¡Qué mal mi hijo, que perezoso,
no quiere trabajar!", Y entonces este juicio lo destruye aún más. No. Nosotros
no vemos a las personas completamente en este sentido moral. Sí, hay libertad
en las personas, pero fundamentalmente vemos al hombre como Cristo lo ve:
¡esclavo! Debemos
liberarlo.
Ahí está el problema. El único que puede liberar es Cristo, pero
estos lumbreras pretenden usurpar el lugar de Cristo y lo que hacen es cargar
de más cadenas a quienes ya son esclavos.
¿Y cómo será liberado?
Por el poder de la predicación, por el nuncio del Kerygma, porque Cristo viene
con nosotros.
Lo único seguro es que jamás he escuchado a un kiko decir que
ellos van con Cristo. No. Siempre quieren poner a Cristo a su servicio y no al
revés.
Cristo verdaderamente ha
resucitado. Ha venido a ofrecer su Cuerpo como rescate por nuestros pecados, se
ofreció a sí mismo como rescate por nuestros pecados. Aquella cláusula, aquella
ley que era desfavorable para nosotros, que nos condenó a todos porque Dios
dijo "Quién cometa este pecado morirá" y todos hemos pecado, todos
estamos condenados a muerte.
Inútil buscar la presunta cita en la Biblia, debe ser de las
conversaciones privadas del iluminado con su ego al que llama dios.
Todos estamos
condenados a muerte, porque la naturaleza, hermanos míos, como dije de esta
bellota, es una maravilla, es una maravilla de amor. Arruinar el amor es algo
serio, destruir el amor en la naturaleza, destruir el universo. El pecado
arruina el universo. Un día, cuando seamos transformados, porque todos seremos
transformados, no sé si lo sabéis, ya que esta bellota muere y se convierte en
un roble, también tenemos una semilla dentro y seremos transformados, y ya no
viviremos en este cuerpo sujetos a la debilidad, etc., sino que veremos cara a
cara, realmente veremos nuestra vida tal como es, y sabremos que Dios estaba
cerca de nosotros, que estaba en nosotros, ¡nos ayudaba! Sabrás por qué te casaste
con esa mujer, con ese hombre, sabrás todo en ese momento. En ese momento, tú,
hermano, verás las consecuencias de tus pecados, adonde llevaron a tus hijos, a
tus hermanos, a la mujer que arruinaste, el pecado, el egoísmo.
Ya sabes, verás toda tu vida, dice, pero dado que eres lo “pedor
de lo pedor” es evidente que solo podrás ver la muerte y el pecado, si te
creías que también ibas a recuperar los momentos buenos, de alegría, de comunión,
de amistad y de amor, despídete. En Kikónides eso no existe.
El egoísmo causa la
muerte en el hombre. ¿Y cómo lo haremos, cómo lo haremos ese día, a quién
apelaremos, a quién lloraremos? Será como un tremendo fuego. Porque el
infierno, hermanos, existe, el infierno existe.
Entonces bendito sea
el Señor que no quiere que pasemos por este terrible juicio, Dies irae
-dice la liturgia- el día de la ira, porque todas las lágrimas de los pobres
están reunidas y Dios hará justicia de todos nuestros hechos, hay un juicio.
La incoherencia por bandera. Porque no pasar por el juicio es contradictorio
con el juicio mismo.
Cristo ha querido
hacer justicia, Cristo nuestra justicia, amándome, amándote, no cuando eras
bueno, cuando eras pecador y malvado, comprendiendo que caíste en una trampa,
Jesucristo te excusó, te quiso también.
No es casualidad ni es inocente que los que no eran buenos fuesen
los demás, su sensibilidad está en otro nivel, diosito come de su mano.
Hoy estoy aquí un
heraldo para ti, para ti, sacerdote, hoy soy un heraldo, para ti, Cristo ha
entendido, también entiende los pecados que cometiste ayer y hoy quiere
ofrecerte la liberación. ¿Cómo? Él se ha hecho nuestra justicia, ha querido
cumplir toda justicia: porque Dios, en esta ley que está aquí, ha prometido a
cada pecador una serie de males. Pero el hombre que confía en el Señor, todo le
va bien. Esposa adúltera para el pecador, ladrón e hijo malvado para el
pecador, enfermedades, todas las cosas que quiera le sucederán al hombre impío.
Pues será que Kiko es muy impío, porque está bastante cascado de
salud.
Pero al hombre que
pone su vida en el Señor, Dios lo protege y verá cómo salen bien sus cosas;
dice el Salmo I "Todo lo que emprende el justo -que quiere hacer la
voluntad de Dios- en todo tiene éxito", y sale bien. En cualquier asunto
que haga, el justo tiene éxito; si piensa en comprar un terreno, construir una
casa, todas las cosas tienen problemas, te pueden engañar, pero cualquier cosa
que emprenda el justo acaba bien, dice la Escritura. Y esta es Palabra de Dios,
Dios nunca se equivoca. La Escritura, dice Jesucristo, nunca falla: cada coma
es perfecta. De hecho, cuando los malvados tienden una trampa al justo, dice el
Salmo, caen ellos en la trampa porque en el último momento Dios libera al justo:
el justo no cae, caen
ellos en la trampa.
ellos en la trampa.
Y los fariseos sabían
esto, que Dios es la primera causa de todas las cosas; y dijeron de Jesucristo:
"¿Este hombre dice que es el hijo de Dios? ¿Este hombre dice que Dios lo
protege? ¡A ver si es verdad! Sabemos que aquellos que son amigos de Dios, Dios
los protege, no permite que se les toque un cabello, que se les rompa un hueso,
que se lastimen. Bueno, pongámoslo a prueba" -así fue profetizado por
Isaías- "torturémoslo hasta la muerte. Si Dios permite que le pongamos las
manos encima, teníamos razón, era un pecador, un impostor, un fraude, es cierto
que hizo milagros, pero incluso el demonio hace milagros", esto dicen siempre.
Y es cierto, incluso el demonio hace milagros. Por eso todos los milagros son
buenos... Veamos si esto es cierto. Entonces lo prendieron y lo mataron en la
cruz. Y cuando lo vieron en la cruz, torturado, dijeron: "¡Fíjate! Menos
mal, qué respiro, porque uno siempre dudaba -dijeron los sacerdotes de entonces-
uno duda: ¿Tenemos razón? ¡Por qué este tipo hablaba muy bien! Ahora nadie
tiene dudas: las Escrituras no pueden mentir. Está cerca de la muerte, Dios lo
ha abandonado, es un pecador, es un pecador, porque al justo Dios lo salva".
Y no se dieron cuenta
de que exactamente con esto Dios nos estaba salvando. ¡Era verdad lo que
decían, que él era un
pecador era verdad!
Suelta una herejía y se queda tan pancho y quienes lo oyen, como
tapias: ven pero no miran y oyen pero no escucha, porque tiene cerrados los
ojos y los oídos.
Como había tomado el
pecado, se ofreció a sí mismo como pecador, se convirtió en pecado por
nosotros. Él sufrió en su cuerpo las maldiciones que debían caer sobre todos
los pecadores, de modo que si tú has abusado de una chica, si robabas, si
hablabas mal, estos pecados están escritos en el libro de la vida, en el Libro
del Señor: y cada el pecado tiene su condena. David, figura de Cristo, adulteró,
tomado la esposa de otro: y por ese pecado debía pagar. Ved cómo tiene que
pagar: "Secretamente se llevó a la esposa de otro. Dios dijo: por lo que has
hecho, otro tomará a todas tus esposas públicamente, para jactarse ante todos.
Mataste en secreto; otro matará abiertamente: Dios ha decretado que la espada
entre en su familia. Tus hijos se matarán". Leed la Escritura, que esta es
la Palabra de Dios.
Eso, leed y comprobar que la cita no existe, que lo que pretende
hacer pasar por palabra de Dios, solo son sus palabras.
Porque hay una
justicia de Dios, ¿eh?, que es muy similar a la justicia que tiene el hombre,
en cierto sentido, porque el sentido de justicia del hombre le fue dado por Dios.
Pero Dios nos amaba con tanto amor cuando éramos malvados, no cuando éramos
buenos, que ha querído tomar sobre su cuerpo el castigo, el cáliz...
No acabo de entender el texto, me parece confuso y contradictorio. O lo he leído bien, o es que mis facultades intelectuales declinan, o es que el autor empieza a estar un poco senil. O simplemente estaba muy exaltado y poco inspirado.
ResponderEliminar¿Veremos pronto discursos incoherentes como los de Carmen en sus últimos años?
Es muy extraño que del Camino neocatecunenal no se pronuncien sobre el sínodo de la Amazonía, hasta un chaval lo nota que hay puntos y prácticas hereticos.
ResponderEliminarEllos se ufanan de conocer las escrituras y tener una palabra para todo y de estar atiborrados de discernimiento. "el que calla otorga"
Solo los valientes son capaces de denunciar la verdad, el resto son solapado.
La herejía de convertir a Cristo en pecador, es muy común en el Kamino.
ResponderEliminarRecuerdo una vez que escuchando tal barbaridad en una catequesis, el sacerdote que presidía y que no era caminante, sino que hacía el servicio, no pudo aguantar tal y paró de inmediato al que hablaba y puso a caldo al que decía tamaña burrada y en un "eco" profundo nos explicó que había que medir muchísimo lo que se decía y que como laicos sin preparación no podíamos decir las cosas a lo loco.
Cuando el que hablaba se justificó en que solo transmitía lo que había oído a otros, le dijo que era mucho peor porque el que decía tales cosas estaba plenamente equivocado y alguien tendría que corregirle ( quién le pone el cascabel al Maicito?)...
Con el paso de los años aquel sacerdote voluntarioso, fue siendo relegado poco a poco en sus colaboraciones hasta ser finalmente abandonado cuando llegó a edad avanzada en una residencia para curas donde vive hoy sin que nadie le visite...
Lázaro.
Según la predicación publicada en esta entrada... Job era muy malvado y pecador, ya que recibió muchos males y desgracias.
ResponderEliminarDe nuevo otra contradicción de estos kikos.
En el siguiente enlace están identificadas las seis herejías del Sínodo de la Amazonía.
ResponderEliminarhttps://www.google.com/amp/s/www.razonmasfe.com/actualidad/oracion-y-ayuno-para-detener-las-herejias-del-sinodo-en-el-amazonas/amp/
Ahora, en más de 2000 años de la Iglesia se han presentado otras herejías, inclusive Papas que han tenido que ser corregidos.
"porque Dios dijo "Quién cometa este pecado morirá"
ResponderEliminarCon un poco de imaginación, podemos pensar que Kiko se refiere al pecado contra el Espíritu Santo. Pero el Evangelio no dice eso. Dice que es el único que NO SERÁ PERDONADO. Pero no que el que lo comete morirá por este hecho (en todo caso, todos tenemos que morir algún día)
Yo creo que es el pecado de comer el fruto prohibido:
Eliminar"16. Y Dios impuso al hombre este mandamiento: «De cualquier árbol del jardín puedes comer, 17. mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás, porque el día que comieres de él, morirás sin remedio.»"
Génesis, 2,16-17 - Bíblia de Jerusalén
"1. La serpiente era el más astuto de todos los animales del campo que Yahveh Dios había hecho. Y dijo a la mujer: «¿Cómo es que Dios os ha dicho: No comáis de ninguno de los árboles del jardín?» 2. Respondió la mujer a la serpiente: «Podemos comer del fruto de los árboles del jardín. 3. Mas del fruto del árbol que está en medio del jardín, ha dicho Dios: No comáis de él, ni lo toquéis, so pena de muerte.» 4. Replicó la serpiente a la mujer: «De ninguna manera moriréis."
Génesis, 3,1-4
Hay también un eco de:
"23. Pues el salario del pecado es la muerte; pero el don gratuito de Dios, la vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro."
Romanos, 6,24
Pero no está muy claro.