miércoles, 20 de noviembre de 2019

Traditio symboli (XXVIII)



Prosigue el tedioso monólogo con una descripción de la vida en Kikónides que hace comprender que todas las nórdicas rubias sientan la irresistible tentación de subirse a un ferry para practicar el submarinismo sin vuelta atrás.
Y en el fondo no es feliz porque, como dirá San Pablo, el pecado no ha arruinado nuestra naturaleza en absoluto, no es que haya cambiado de opinión, sabemos que el amor es la verdad; la ley siempre está ahí para decirnos cuál es el camino de la vida, pero experimentamos nuestra pequeñez, nuestra realidad, en última instancia, el pecado que encontramos en nuestras ilusiones. Conocemos nuestro orgullo, sabemos nuestro egoísmo, nuestra pereza, no queremos, y esto no nos causa alegría, ¡absolutamente, hermanos! No nos da alegría. Intenta un día mirar televisión en casa sin hacer nada, otro día ... "Pero no, trabaja un poco, haz algo". No, sigue, déjate llevar, verás si estás alegre. Después de tres días sin hacer nada, quédate en la cama todo el día, haz lo que quieras, no hagas nada, a ver si eres feliz, déjate llevar, prueba todo, no te sacrifiques en nada, veremos si eres feliz, después de haber tenido la experiencia.
No estás contento en absoluto, insatisfecho, incluso doblemente insatisfecho. Luego llega un momento cuando los niños, que no estudian, no tienen fuerzas, para olvidarse de ellos mismos toman drogas: y así la cosa va tirando. Y ¿Por qué? Porque los niños no pueden sufrir, no, no aceptan el sufrimiento y estudiar significa sufrimiento. Pero no digáis vosotros, padres, a vuestros hijos: "¡Qué mal mi hijo, que perezoso, no quiere trabajar!", Y entonces este juicio lo destruye aún más. No. Nosotros no vemos a las personas completamente en este sentido moral. Sí, hay libertad en las personas, pero fundamentalmente vemos al hombre como Cristo lo ve: ¡esclavo! Debemos liberarlo.
Ahí está el problema. El único que puede liberar es Cristo, pero estos lumbreras pretenden usurpar el lugar de Cristo y lo que hacen es cargar de más cadenas a quienes ya son esclavos.
¿Y cómo será liberado? Por el poder de la predicación, por el nuncio del Kerygma, porque Cristo viene con nosotros.
Lo único seguro es que jamás he escuchado a un kiko decir que ellos van con Cristo. No. Siempre quieren poner a Cristo a su servicio y no al revés.
Cristo verdaderamente ha resucitado. Ha venido a ofrecer su Cuerpo como rescate por nuestros pecados, se ofreció a sí mismo como rescate por nuestros pecados. Aquella cláusula, aquella ley que era desfavorable para nosotros, que nos condenó a todos porque Dios dijo "Quién cometa este pecado morirá" y todos hemos pecado, todos estamos condenados a muerte.
Inútil buscar la presunta cita en la Biblia, debe ser de las conversaciones privadas del iluminado con su ego al que llama dios.
Todos estamos condenados a muerte, porque la naturaleza, hermanos míos, como dije de esta bellota, es una maravilla, es una maravilla de amor. Arruinar el amor es algo serio, destruir el amor en la naturaleza, destruir el universo. El pecado arruina el universo. Un día, cuando seamos transformados, porque todos seremos transformados, no sé si lo sabéis, ya que esta bellota muere y se convierte en un roble, también tenemos una semilla dentro y seremos transformados, y ya no viviremos en este cuerpo sujetos a la debilidad, etc., sino que veremos cara a cara, realmente veremos nuestra vida tal como es, y sabremos que Dios estaba cerca de nosotros, que estaba en nosotros, ¡nos ayudaba! Sabrás por qué te casaste con esa mujer, con ese hombre, sabrás todo en ese momento. En ese momento, tú, hermano, verás las consecuencias de tus pecados, adonde llevaron a tus hijos, a tus hermanos, a la mujer que arruinaste, el pecado, el egoísmo.
Ya sabes, verás toda tu vida, dice, pero dado que eres lo “pedor de lo pedor” es evidente que solo podrás ver la muerte y el pecado, si te creías que también ibas a recuperar los momentos buenos, de alegría, de comunión, de amistad y de amor, despídete. En Kikónides eso no existe.
El egoísmo causa la muerte en el hombre. ¿Y cómo lo haremos, cómo lo haremos ese día, a quién apelaremos, a quién lloraremos? Será como un tremendo fuego. Porque el infierno, hermanos, existe, el infierno existe.
Entonces bendito sea el Señor que no quiere que pasemos por este terrible juicio, Dies irae -dice la liturgia- el día de la ira, porque todas las lágrimas de los pobres están reunidas y Dios hará justicia de todos nuestros hechos, hay un juicio.
La incoherencia por bandera. Porque no pasar por el juicio es contradictorio con el juicio mismo.
Cristo ha querido hacer justicia, Cristo nuestra justicia, amándome, amándote, no cuando eras bueno, cuando eras pecador y malvado, comprendiendo que caíste en una trampa, Jesucristo te excusó, te quiso también.
No es casualidad ni es inocente que los que no eran buenos fuesen los demás, su sensibilidad está en otro nivel, diosito come de su mano.
Hoy estoy aquí un heraldo para ti, para ti, sacerdote, hoy soy un heraldo, para ti, Cristo ha entendido, también entiende los pecados que cometiste ayer y hoy quiere ofrecerte la liberación. ¿Cómo? Él se ha hecho nuestra justicia, ha querido cumplir toda justicia: porque Dios, en esta ley que está aquí, ha prometido a cada pecador una serie de males. Pero el hombre que confía en el Señor, todo le va bien. Esposa adúltera para el pecador, ladrón e hijo malvado para el pecador, enfermedades, todas las cosas que quiera le sucederán al hombre impío.
Pues será que Kiko es muy impío, porque está bastante cascado de salud.
Pero al hombre que pone su vida en el Señor, Dios lo protege y verá cómo salen bien sus cosas; dice el Salmo I "Todo lo que emprende el justo -que quiere hacer la voluntad de Dios- en todo tiene éxito", y sale bien. En cualquier asunto que haga, el justo tiene éxito; si piensa en comprar un terreno, construir una casa, todas las cosas tienen problemas, te pueden engañar, pero cualquier cosa que emprenda el justo acaba bien, dice la Escritura. Y esta es Palabra de Dios, Dios nunca se equivoca. La Escritura, dice Jesucristo, nunca falla: cada coma es perfecta. De hecho, cuando los malvados tienden una trampa al justo, dice el Salmo, caen ellos en la trampa porque en el último momento Dios libera al justo: el justo no cae, caen
ellos en la trampa.
Y los fariseos sabían esto, que Dios es la primera causa de todas las cosas; y dijeron de Jesucristo: "¿Este hombre dice que es el hijo de Dios? ¿Este hombre dice que Dios lo protege? ¡A ver si es verdad! Sabemos que aquellos que son amigos de Dios, Dios los protege, no permite que se les toque un cabello, que se les rompa un hueso, que se lastimen. Bueno, pongámoslo a prueba" -así fue profetizado por Isaías- "torturémoslo hasta la muerte. Si Dios permite que le pongamos las manos encima, teníamos razón, era un pecador, un impostor, un fraude, es cierto que hizo milagros, pero incluso el demonio hace milagros", esto dicen siempre. Y es cierto, incluso el demonio hace milagros. Por eso todos los milagros son buenos... Veamos si esto es cierto. Entonces lo prendieron y lo mataron en la cruz. Y cuando lo vieron en la cruz, torturado, dijeron: "¡Fíjate! Menos mal, qué respiro, porque uno siempre dudaba -dijeron los sacerdotes de entonces- uno duda: ¿Tenemos razón? ¡Por qué este tipo hablaba muy bien! Ahora nadie tiene dudas: las Escrituras no pueden mentir. Está cerca de la muerte, Dios lo ha abandonado, es un pecador, es un pecador, porque al justo Dios lo salva".
Y no se dieron cuenta de que exactamente con esto Dios nos estaba salvando. ¡Era verdad lo que decían, que él era un pecador era verdad!
Suelta una herejía y se queda tan pancho y quienes lo oyen, como tapias: ven pero no miran y oyen pero no escucha, porque tiene cerrados los ojos y los oídos.
Como había tomado el pecado, se ofreció a sí mismo como pecador, se convirtió en pecado por nosotros. Él sufrió en su cuerpo las maldiciones que debían caer sobre todos los pecadores, de modo que si tú has abusado de una chica, si robabas, si hablabas mal, estos pecados están escritos en el libro de la vida, en el Libro del Señor: y cada el pecado tiene su condena. David, figura de Cristo, adulteró, tomado la esposa de otro: y por ese pecado debía pagar. Ved cómo tiene que pagar: "Secretamente se llevó a la esposa de otro. Dios dijo: por lo que has hecho, otro tomará a todas tus esposas públicamente, para jactarse ante todos. Mataste en secreto; otro matará abiertamente: Dios ha decretado que la espada entre en su familia. Tus hijos se matarán". Leed la Escritura, que esta es la Palabra de Dios.
Eso, leed y comprobar que la cita no existe, que lo que pretende hacer pasar por palabra de Dios, solo son sus palabras.
Porque hay una justicia de Dios, ¿eh?, que es muy similar a la justicia que tiene el hombre, en cierto sentido, porque el sentido de justicia del hombre le fue dado por Dios. Pero Dios nos amaba con tanto amor cuando éramos malvados, no cuando éramos buenos, que ha querído tomar sobre su cuerpo el castigo, el cáliz...

7 comentarios:

  1. No acabo de entender el texto, me parece confuso y contradictorio. O lo he leído bien, o es que mis facultades intelectuales declinan, o es que el autor empieza a estar un poco senil. O simplemente estaba muy exaltado y poco inspirado.

    ¿Veremos pronto discursos incoherentes como los de Carmen en sus últimos años?

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  2. Es muy extraño que del Camino neocatecunenal no se pronuncien sobre el sínodo de la Amazonía, hasta un chaval lo nota que hay puntos y prácticas hereticos.

    Ellos se ufanan de conocer las escrituras y tener una palabra para todo y de estar atiborrados de discernimiento. "el que calla otorga"

    Solo los valientes son capaces de denunciar la verdad, el resto son solapado.

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  3. La herejía de convertir a Cristo en pecador, es muy común en el Kamino.
    Recuerdo una vez que escuchando tal barbaridad en una catequesis, el sacerdote que presidía y que no era caminante, sino que hacía el servicio, no pudo aguantar tal y paró de inmediato al que hablaba y puso a caldo al que decía tamaña burrada y en un "eco" profundo nos explicó que había que medir muchísimo lo que se decía y que como laicos sin preparación no podíamos decir las cosas a lo loco.
    Cuando el que hablaba se justificó en que solo transmitía lo que había oído a otros, le dijo que era mucho peor porque el que decía tales cosas estaba plenamente equivocado y alguien tendría que corregirle ( quién le pone el cascabel al Maicito?)...
    Con el paso de los años aquel sacerdote voluntarioso, fue siendo relegado poco a poco en sus colaboraciones hasta ser finalmente abandonado cuando llegó a edad avanzada en una residencia para curas donde vive hoy sin que nadie le visite...

    Lázaro.

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  4. Según la predicación publicada en esta entrada... Job era muy malvado y pecador, ya que recibió muchos males y desgracias.

    De nuevo otra contradicción de estos kikos.

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  5. En el siguiente enlace están identificadas las seis herejías del Sínodo de la Amazonía.

    https://www.google.com/amp/s/www.razonmasfe.com/actualidad/oracion-y-ayuno-para-detener-las-herejias-del-sinodo-en-el-amazonas/amp/

    Ahora, en más de 2000 años de la Iglesia se han presentado otras herejías, inclusive Papas que han tenido que ser corregidos.

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  6. "porque Dios dijo "Quién cometa este pecado morirá"

    Con un poco de imaginación, podemos pensar que Kiko se refiere al pecado contra el Espíritu Santo. Pero el Evangelio no dice eso. Dice que es el único que NO SERÁ PERDONADO. Pero no que el que lo comete morirá por este hecho (en todo caso, todos tenemos que morir algún día)

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    Respuestas
    1. Yo creo que es el pecado de comer el fruto prohibido:
      "16. Y Dios impuso al hombre este mandamiento: «De cualquier árbol del jardín puedes comer, 17. mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás, porque el día que comieres de él, morirás sin remedio.»"
      Génesis, 2,16-17 - Bíblia de Jerusalén
      "1. La serpiente era el más astuto de todos los animales del campo que Yahveh Dios había hecho. Y dijo a la mujer: «¿Cómo es que Dios os ha dicho: No comáis de ninguno de los árboles del jardín?» 2. Respondió la mujer a la serpiente: «Podemos comer del fruto de los árboles del jardín. 3. Mas del fruto del árbol que está en medio del jardín, ha dicho Dios: No comáis de él, ni lo toquéis, so pena de muerte.» 4. Replicó la serpiente a la mujer: «De ninguna manera moriréis."
      Génesis, 3,1-4

      Hay también un eco de:
      "23. Pues el salario del pecado es la muerte; pero el don gratuito de Dios, la vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro."
      Romanos, 6,24

      Pero no está muy claro.

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