El "fin" del Camino Neocatecumenal: viaje a Jerusalén

 

Gloria nuestra forista de Granada en la red que ya nos hizo un resumen de la última convivencia del Camino Neocatecumenal  y además nos informó acerca del abuso litúrgico "arcano" de la  distribución de Leche y Miel en las Eucaristias neocatecumenales  ahora nos hace un resumen  y comenta el viaje a Jerusalén que realizó al terminar el itinerario de formación postbautismal del Camino Neocatecumenal: 

Procuraré hacer un resumen del viaje, aunque perdí las notas que fui tomando, por lo que es posible que cambien el orden de los sitios que se visitan y lo que se hace en cada uno.

Parte de los ritos de la Elección se hacen antes del viaje. En concreto la renuncia a Satanás con la inscripción en el 'libro de la vida' (igual que en los segundos) y el imprescindible signo económico para sellar la renuncia, que se hace, a ser posible, ante el obispo o el vicario; la imposición de la túnica, que se hace la noche de Pascua y la renovación de las promesas bautismales esa misma noche de Pascua.

Después viene el viaje, que dura diez días. Los tres primeros, transcurren por Galilea, con hospedaje en la domus Galileae; para los restantes, el hospedaje es en Jerusalén, en un hotel de bastantes estrellitas.
La entrada en Israel es a través de Telaviv, claro; desde allí, la primera visita es al monte Carmelo desde el que se divisa el valle de Josafat, el Armagedón del Apocalipsis. Seguidamente, se llega a la domus, donde te reciben los seminaristas y la comunidad saliente con cantos de bienvenida y un refresco como signo de acogida (todo muy teatral y muy sentimental).
Se hace de tal forma que la tarde que llega una comu es la última noche de la comu precedente, que se va temprano a la mañana siguiente, sólo nos cruzamos en esa 'ceremonia' de bienvenida y en la cena.

Durante los tres días de periplo por los alrededores del lago Tiberiades, se visitan Tiberias, Cafarnaúm, Nazareth, Caná, Taqba, vuelta en barco por el lago, el primado de Pedro (varias veces), las cataratas de Banya y las fuentes del Jordán (un sitio precioso).

Como es tiempo pascual, todos los días se celebra la misa (la 'uca' según la doctrina del cnc), a ser posible al aire libre. En un par de ocasiones la celebramos en el lugar del primado de Pedro, en otra ocasión en Taqba, de cara al lago y la última tarde antes de partir hacia Jerusalén, en la capilla de la domus.
En esta etapa recuerdo un rito el primado de Pedro. Si no lo descoloco, este rito ya lo he contado: el sacerdote que nos acompañaba nos preguntaba uno a uno "Menganito, ¿me amas?" y uno a uno, humildemente, contestábamos "Señor, tú lo sabes todo, tú sabes que te quiero" y entonces recibíamos la bendición. 

En la domus, que aseguran que está levantada en el mismísimo monte de las bienaventuranzas, nos contaron la historia de que las crónicas relatan que Jesús se sentó a la sombra de tres árboles, un terebinto, una encina y no sé cuál otro, para dar el sermón y como se sabe que la encina se murió y también se sabe que los terebintos pueden ser milenarios y en el jardín de la domus justo hay un solo árbol que justo es un terebinto, pues está claro que allí es el sitio desde donde Jesús predicó a sus seguidores.

Además de la propaganda del sitio, también te repiten el discurso kikiano sobre el sermón de la montaña (el mismo que se da en la convivencia de formación de la comunidad); y te llevan a la capilla y te explican el icono del juicio final que la preside; y te enseñan la biblioteca, en la que, en el sitio preferente, encima del sagrario, hay una urna con un rollo de la torá y también te enseñan una sala aula que, a diferencia del resto, conserva el estilo tradicional de conventos y congregaciones.

[Ver artículo sobre los extraños Sagrarios kikos]

Acomodados en esta sala, el segundo del padre Pino (otro italiano cuyo nombre no recuerdo), nos contó lo importante que estaba siendo la domus para tender lazos con nuestros 'hermanos mayores en la fe', los judíos y el papel tan decisivo que ellos intuían que iba a tener el cnc en la conversión de Israel, el padre hubiera seguido refiriéndonos el luminoso futuro que espera al cnc, verdadero faro de la cristiandad entre los judíos, pero la llegada de los autobuses del siguiente grupo, le interrumpió y tuvimos que salir todos a cantar y dar palmas de bienvenida a los siguientes.

Lo que no nos enseñaron fue el salón de conferencias donde Kiko larga tostones a los obispos, se conoce que hay que ser mitrado para tener acceso al ala noble de la domus. Otro detalle,  he puesto 'hermanos mayores' para referirme a los judíos, pero nos contaron que esa expresión la había usado el Papa y que a los judíos no les gusta, porque el hermano mayor es Esaú, [ y no nos olvidemos de Caín] el que perdió la primogenitura a favor del hermano menor, Jacob, por eso nos invitaban a no considerarles hermanos mayores, sino padres en la fe (y es que, si hay que corregir al Papa, se le corrige y punto).

[(13 de abril 1986) durante una visita memorable a la sinagoga romana   –Juan Pablo II decía - definí a los judíos como hermanos mayores en la fe” “Sois nuestros hermanos predilectos y en cierto modo podría decirse que sois nuestros hermanos mayores” había dicho.]

Y antes de abandonar la domus, te 'regalan' una réplica del icono ese del juicio final. 

De camino a Jerusalén, se pasa por Gerasa, donde hay otro rito: un exorcismo para libarnos de nuestros demonios. 

Y una vez limpicos por dentro, se para a orillas del Jordán para rememorar el Bautismo en sus aguas. Uno tras otro, pasamos ante el sacerdote que nos roció la cabeza con agua en esa rememoración en la que, si no recuerdo mal, lo que se nos decía era: "Fulano, recuerda tu Bautismo en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo".

Se hace otra parada en Qunrán, comunidad de ascetas con quien parece ser que estuvo Juan el bautista. Y por fin se llega a Jerusalén.

Desde Jerusalén se visita Jericó, el mar muerto, con baño y barros incluidos, Betsaida, la casa de san Joaquín y santa Ana, Belén, la torre Antonia, la domus Mambré (aquí se celebra una misa y te 'regalan' una alfombrilla como señal de acogida -la que tú has recibido, que debe ser también la que tú des al resto del mundo-), el muro de las lamentaciones (no recuerdo si fuimos el viernes por la tarde o qué día, pero estaba de bote en bote), la explanada de las mezquitas, se hace medio vía crucis a través de la vía dolorosa (con una cruz a cuestas y todo) y, por supuesto, se visita el Santo Sepulcro (fuimos en dos ocasiones). También recuerdo que paramos en el santuario del Padrenuestro y en el cenáculo (donde no se pudo hacer misa porque el que lo regenta se negó a dejarnos el sitio para nosotros solos durante una horita de nada).

Nosotros no tuvimos misa en el cenáculo porque el encargado con quien los cats habían apalabrado (a cambio de unos cuantos billetes, claro) que se ocupase de retener fuera a todos los demás peregrinos durante una hora , no estaba. Pero aunque no hubo misa (después de pasear las túnicas blancas, je, je, je, je, je), sí tengo idea de que se nos leyó algo allí y que uno a uno nos fuimos presentando ante el sacerdote para que nos untase las manos con ungüento perfumado. 
La foto oficial de la peregrinación es a la salida del Santo Sepulcro, todos revestidos de palomas blancas y con las manitas juntas, en unos escalones que hay adosados en el lateral de la basílica.
Y también hubo tiempo libre (mucho en mi opinión) para hacer compras en la parte vieja de Jerusalén.

Ritos:
1) en Betsaida, en la tumba de Lázaro. Bajas a la tumba, los catequistas se quedan en la antecámara y los demás, de cuatro en cuatro, nos metemos en la misma tumba, se apagan las luces se espera un poco y entonces el cat resuena con voz fuerte "Zutano, sal fuera", se enciende una luz en la antecámara para que Zutano vea por donde salir y al salir extiende los brazos en cruz, instante que es inmortalizado por el fotógrafo. A mí, que ni tengo claustrofobia ni dotes teatrales, me pareció un rito para escolares, pero la gente salía muy impresionada.
2) En el cenáculo. Te hacían un exorcismo para darte la gracia de poder catequizar a otros, como los discípulos que recibieron el Espíritu Santo y fueron transformados.
3) El rebautizo en el rio Jordán, cosa que hacen otras muchas religiones de las que hacen peregrinación a Tierra Santa.

4) La última noche, cena de gala en el mejor hotel de Jerusalén (King David) y a los postres discurso del responsable de la comunidad y reparto de regalos a los esforzados catequistas.

5) La Eucaristía en el cenáculo, con las túnicas blancas.

Y de camino hacia el aeropuerto, una última parada en el que nos dijeron era el sitio de la ascensión. Donde se hacen las últimas peticiones del viaje -en casi todos los sitios donde se paraba o bien se celebraba la misa del día o, al menos, se daba tiempo para hacer peticiones (no oración, peticiones)- y la última bendición colectiva.

Fin