viernes, 31 de enero de 2025

Mundo neocatecumenal (y IX)

 

Kiko planeando un concurso de cristianos

Los testimonios de quienes tienen que tratar con neocatecúmenos son casi unánimes en cuanto a la actitud de “soy mejor cristiano que tú” que parte de estos. Es usual que insistan en que solo se puede llegar a la fe adulta en el CNC. Algunos abundan que la “esclavitud” a la “vieja liturgia” y las “prácticas tradicionales” son básicamente superstición que los religiosos naturales usan como conjuros mágicos para controlar a Dios. Esto sí es un juicio. Un juicio de Kiko que sus loros repiten y esgrimen contra los parroquianos a secas.

Tales juicios no son frutos del Espíritu Santo, su padre es otro.

Hay un nivel de orgullo aún más profundo.

En la versión kikil de la fe hay desprecio por el ofrecimiento del Hijo al Padre para la reconciliación del hombre con su Creador. Lo rechazan por innecesario. El propio Kiko dice que la noción de sacrificio cuando se habla de la Pasión es “un escándalo”. Y tal ocurrencia nace del error de que no se necesita ninguna reconciliación con Él, que lo único que sí se necesita es la comunidad porque solo en "la comunidad" el Espíritu Santo actúa realmente y solo en ella nacen los frutos del Espíritu.

Esta actitud lleva a no aceptar participar en la vida parroquial a menos que la parroquia esté bajo el control de un presbikiko, e incluso en ese caso, no tienen noción de parroquia más que como "comunidad de comunidades" al margen de los parroquianos a secas, a quienes consideran cuasi paganos supersticiosos, que solo están para llenar cepillos. Los neocatecúmenos no tienen ningún interés en la parroquia en particular ni en la iglesia en general y lo admiten.

Esto en cuanto a “que todos sean uno”.

Lo que empeora las cosas, y los hace incapaces de meditar sobre esto y reconocer la verdad, es su interpretación del sufrimiento por Cristo y de la persecución. De hecho, la llamada a sufrir por amor a Él es una vocación universal.

DIOS AUTOR DEL MAL

En el deformante CNC, tu familia, tu cónyuge, tus vecinos, todo el mundo, están ahí para ser una cruz para ti. Según Kiko, Dios nos entrega intencionadamente a Judas, porque la traición es de alguna manera Su voluntad.

Eso es tan demoniacamente falso que solo diré esto: El existencialista francés Jean-Paul Sartre termina su obra "Sin salida" con la famosa cita: "El infierno son los demás". El CNC adopta rotundamente esta noción y la convierte en voluntad de Dios: "Ama a tu prójimo aunque sea codicioso, lujurioso y orgulloso, porque está alienado y no se entera de nada, mientras que tú tienes iluminado que el prójimo es una cruz para ti".

Todo nace de la confusión entre “Dios lo envía porque Él quiere” y “Dios lo permite para vuestro bien”. En verdad, Él tolera el mal, donde ese “mal” son acontecimientos “negativos” que no son ontológica ni moralmente malos. Distinto es que el CNC defienda que Dios alienta los pecados de los demás para que sean una cruz para ti. Tienes que amarlos porque son la cruz que hay que cargar. En este punto, hace tiempo que dejaron de ser seres creados a imagen de Dios.

¿Cómo es exactamente eso de "ama a tu prójimo como a ti mismo"? El amor al prójimo que nace del amor de Cristo busca el bien del otro y no lleva cuentas de tales cosas. Estamos llamados a amar al prójimo porque Dios lo amó primero, a pesar de que a veces no haga el bien.

Pero el CNC, en su desprecio luterano por la humanidad, predica el "amor" al prójimo a pesar de que es un pedazo de m*erda. ¿Por qué? Porque todos somos pedazos de m*#t, y la única manera de ser feliz es aceptar tu realidad de ser un gordo pedazo de m*#t aún más gordo que los otros pedazos de m*#t. Incluso en este supuesto acto de amor, el projeta Kiko juzga a su prójimo y se enorgullece de que solo los miembros adultos del CNC pueden amar a un ser humano tan horrible.

Y ese es el punto: la herejía SIEMPRE produce frutos malos.

Un ejemplo sacado de un blog del CNC autorizado por Gennarini en el que se dice que los católicos de misa de 12 tienen miedo de evangelizar y solo se aferran a su cómodo ritual sacramental (de un neocatecumenal siempre sale el juicio maledicente contra el otro). Alguien mencionó las obras de misericordia corporales y espirituales que llevan a cabo esos cómodos burgueses de misa de 12 y la portavoz del padre Pius y del CNC en Guam contestó lo siguiente:


 

"Todos los actos de misericordia", dice, no pasan de ser lo que "los ateos son capaces de hacer". Ya sabéis, los ateos dan de comer al pobre, pero llega Kiko el sensible y le da nada menos que la vida eterna ¡A ver quién quiere más a ese pobre!

El lorito se jacta de la presunta superioridad del CNC porque la evangelización es mucho más importante que la misericordia.

Sería gracioso si no fuera tan siniestro, porque está escrito “cuanto hagáis por los más pequeños, por Mí lo hacéis”. Pero el CNC se permite corregir a Cristo y asegura que cualquier obra de misericordia es una puerilidad de cobardicas porque incluso los ateos pueden hacerlo. Tan ciegos están que contradicen directamente a Jesucristo en las obras que Él espera de nosotros.

En su falta de discernimiento, no entienden que el problema no es que prediquen, sino el contenido que predican. No entienden que el problema no es el CV II, sino los inventos kikiles con los que desvirtúan la Liturgia, que pertenece a la Iglesia.

Un grupo que presume de conseguir conversiones, de reconstruir matrimonios, de arreglar familias y que a la misma vez desprecia a los parroquianos a secas y mira mal a quienes abandonan el grupo no viene de Dios, al contrario, tiene dentro la semilla del maligno.

Debería ser evidente que no se puede pretender tener fe adulta y no ser más humilde que los que no la tienen. Sin embargo, lo que sale de dentro de los neocatecúmenos tunicados es una arrogancia burlona y un desprecio profundo a la caridad.

Y la clave para entender esta publicación es esta: el espíritu del anticristo odia a Cristo Crucificado y lo que representa. A ese mal no le importa el amor al prójimo, ni la comunidad, ni la espiritualidad. SÍ le importa Cristo Crucificado. Cristo Crucificado -la Cruz y el Corpus- lo trastoca todo porque se trata del sacrificio del mismo Dios por el rescate de la criatura. En Cristo Crucificado Dios demostró su perfecta humildad, y en la Eucaristía se entrega a nosotros para divinizarnos.

Pero el CNC predica una resurrección sin sacrificio y sin esfuerzo, solo fiesta, de tal modo que la cruz se desvirtúa y los sacramentos se vuelven meros rituales culturales.

Por eso el Camino no lleva a ninguna parte.

 

Estas entradas están tomadas, en su mayor parte, de aquí.

 

 

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