viernes, 3 de enero de 2025

Biblia kikiana, rechace imitaciones cristianas

 

Tras evidenciar en la entrada del pasado 30 de diciembre que el fundamento de la praxis neocatecumenal consiste en hablar mal (mal decir) del prójimo en cualquier circunstancia, lugar y tiempo tal y como hace Carmen respecto a sus hermanos de sangre con ocasión de relatar la muerte de su madre, tenía pensado para este inicio del año santo 2025 una larga reflexión sobre los métodos captadores del CNC (no mía, sino tomada de la red), pero lo dejo para más adelante, primero algo un poco más liviano aunque de calado.

 

La cosa arranca en el último trimestre del 2020, cuando salió en Italia una edición renovada de la Biblia encaminada a facilitar los escrutes de la palabra (ver aquí y aquí).

Según su muy mundana propaganda, cualquier otra edición de la Biblia solo vale veinte, mientras que esta vale como cien: esta es única en el mundo, solo ella revaloriza el escrutinio de la palabra, incluso se argumenta que sus notas mejoran la Palabra de Dios pues en ellas se contiene la revelación exegética-histórica-teológica de la encarnación de la Palabra.

En suma, que Dios se dejó muchas cosas al idear la Biblia y por eso los amigos Francesco Voltaggio, Fabrizio Ficco, Carlos Granados, Stanislaw Witkowski o la madre Ignazia Angelini han tenido que mejorársela.

No sé qué éxito tendría, pero parece que la mayoría de las conferencias episcopales nacionales no se hicieron eco de la iniciativa.

Relacionado con esto una colaboradora del blog trae la siguiente noticia: aquí y aquí.

Dado que una imagen vale más que mil palabras y que a algunos les aburre leer, vienen a decir, han visto conveniente hacer un recorrido comentado por los kikonos con la excusa de que la evangelización del hombre moderno necesita una nueva estética. Me da que será que algunos necesitan hacer caja y cualquier ocasión es buena.

Un poco de seriedad, por favor. Quienes tanto alardean de cristianismo adulto deberían saber que una cosa es la Palabra de Dios y otra cosa son los adornos churros. Para quien de verdad busca escrutar la Palabra de Dios, cualquier adorno es superfluo e innecesario, aunque sea agradable a la vista -lo que no cumplen los kikonos-. Si se trata de embellecer la Palabra de Dios, pretensión de dudoso acierto, se podría haber optado por reproducir obras de arte como la Piedad, el David, el fresco de la Creación, los tres de Miguel Ángel, el Crucificado de Dalí, la Asunción de Murillo, las vidrieras de la catedral de León, el retablo de la basílica de Lequeitio…, pero el objetivo de esta edición no es editar una biblia cristiana, sino kikiana.


Por algún motivo, me da por pensar en simonía.

5 comentarios:

  1. Como se nota que es una secta protestante para destruir la Iglesia Católica desde dentro . Sólo les interesa la biblia interpretada cada uno como le de la gana y al final acaban sin aprender nada tras tropocientos años preparando. Nada de estudiar los catecismos de la Iglesia Católica. O las obras de los doctores de la Iglesia como San Agustín o Santo Tomás de Aquino. Catolico ignorante futuro protestante.

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    1. Las manipulaciones neocatecúmenales, parecen no tener fin...

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  2. ¡Vaya hombre! El libraco en cuestión, cuesta normalmente 250 euros, ahora con un descuento del 5% (qué generosidad).
    No sé muy bien si lo que la hace tan cara es el tamaño, la edición, el tipo de letra o qué. Porque los churrokikonos, ni de casualidad, no valen nada. Aunque kk se lleve un porcentaje de cada libraco que se venda, no creo que vayan a vender muchos. ¡Qué negociazo ha ido montantdo su humildisimidad! No deja pasar oportunidad de hacer caja.
    ¡Los humildes ya no lloran, los humildes facturan!

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    1. Al parecer todavía no se les ha ocurrido diseñar belenes con estética kika: que el establo parezca una sala de usos múltiples, que José esté ataviado con kipá y filacterias y tenga la barbita mefistofélica kikil, que haya un candelabro de nueve brazos para adornar el entorno, que los magos de oriente se parezca a Kiko, Carmen y Mario y que sus regalos sean el regurgitó, una guitarra y la biblia según el neocatecumenado...

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  3. Es mejor no dar ideas.

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