sábado, 25 de enero de 2025

Mundo neocatecumenal (VII)

 

Importante que siempre haya ruido y alboroto, impide pensar con claridad

EL COLAPSO DE LA FE EN LA EMOCIÓN

Una vez tan alienados para creer en este modelo de “iglesia” según el cual “salvación = comunidad”, lo siguiente es desechar la Tradición como algo caduco, moralista y clericalista, y para concluir se refuerza al grupo con la pantomima de que están siendo perseguidos por causa de Cristo.

Así todo lo que el CNC cree y hace adquiere un tono escatológico: son los elegidos de Cristo en los Últimos Tiempos. La suya es una salvación nacida de sufrir persecución y de testificar a Cristo en medio de esa persecución. Y como los primeros mártires el ambiente tiene que ser de fiesta, porque la fiesta eterna está sobre ellos, que son la comunidad fiel a Cristo.

No importa que su persecución sea imaginaria, que proceda de la Iglesia, que intenta corregir sus errores. Sus afirmaciones de opresión son parte de la máscara que les hace sordos, mudos y ciegos.

Estos sentimientos y enfoque se fortalecen desde el principio (en realidad, desde la tercera kikotesis de inicio), cuando Kiko enfatiza la urgencia de experimentar la fe, experimentar el amor entre los demás y dejar de lado la razón como algo contradictorio con la fe, la esperanza y el amor.

Tal declaración no solo contradice la enseñanza de la Iglesia, también niega el papel del conocimiento en la fe. Estamos llamados, como dice Efesios 3:19, a conocer el amor de Cristo, no a sentirlo de una manera sentimental y confusa, ajena al entendimiento. El peligro de confiar en las emociones es que nos hace creer que hay fe cuando podría ser una música apasionada, un arcoíris o la falta de sueño lo que origina los “sentimientos” que Kiko llama experiencia de fe.

No es casual que Kiko imponga que en las reuniones neocatecumenales siempre haya un bombardeo sensorial: la profusión de cantos y palmadas, el colorido de la abundancia de flores, las alfombras abigarradas, los iconos en las paredes en contraste con la superficie rugosa y blanca, la distribución del espacio y el no hacer silencio. Cuanto más dinamismo mejor para evitar el pensamiento racional. La técnica en sí fue expuesta antes por el teólogo y traductor protestante alemán Friedrich Schleiermacher, cuya orientación a los pastores jóvenes era la siguiente:

NO IMPORTA LO QUE ENSEÑES CON TAL DE QUE CREES EN LOS OYENTES EL SENTIMIENTO DE DEPENDENCIA ABSOLUTA DE DIOS.

En otras palabras, no te preocupes por la verdadera doctrina, la fe, la moral, lo que sea; simplemente usa la predicación para crear en la gente el sentimiento de que necesitan a Dios, y el sentimiento de que no valen nada sin Él, el sentimiento de que no pueden continuar su vida como hasta entonces. En suma, religiosidad natural que no se nueve por amor a Dios, sino por sentimentalismo e interés.

Por supuesto es cierto que necesitamos a Dios y que no podemos hacer nada sin Él, pero el acento no se pone en explicar de forma racional la necesidad de Dios, sino crear el sentimiento de que la gente necesita a Dios. En otras palabras, manipulación emocional.

Sí, Schleiermacher enseñó eso antes que Kiko.

En última instancia, toda esta envoltura afectivo-emocional que sustituye a la fe hace que la experiencia de la muerte, la experiencia de los conflictos internos y la experiencia de la obediencia, todo ello, sea la sustancia de la comunidad. Entonces la praxis de la caridad, del amor o del ágape es puro sentimentalismo y buena voluntad. Eso no es más que desterrar al Espíritu Santo que es el Amor mismo.

Y con esta droga de la comunidad que despierta, sostiene y luego satisface las emociones, el amor a Dios y al prójimo se confunden con sentimientos felices de satisfacción y realización personal. Es como una droga y hace que el CNC sea un hábito difícil de abandonar.

 

En las siguientes entradas se trata de las técnicas del control del CNC por medio de la inculcación del pecado elogiado como virtud. Pero antes intentaré resumir el gran problema que es el CNC para la Iglesia en un par de párrafos breves.

La Eucaristía es la fuente de nuestra Fe. El amor, la unidad, la reconciliación, lo que nos convierte en Cuerpo de Cristo, todo fluye de la Eucaristía. La Eucaristía no se deriva de la Iglesia, es al revés.

Y ESO es lo que hace que el CNC esté fuera de la Fe. Ponen en el centro la comunidad y hacen de la Eucaristía una herramienta para la comunidad.

 

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