miércoles, 25 de octubre de 2023

Quien no quiere ser Iglesia no tiene a Dios por Padre

 

Dice San Agustín: «Teníamos un padre y una madre, que nos dieron la vida para el trabajo y la muerte. Pero ahora hemos encontrado otros, hemos encontrado a Dios Padre y una madre, que es la Iglesia, para que nazcamos de ellos a la vida eterna».

Yo soy vuestro padre
No puede tener a Dios por Padre quien no quiere a la Iglesia como madre, quien, por ejemplo, se horroriza ante la orden de que se deje de salitas tenebrosas y se sume a las celebraciones litúrgicas de toda la Iglesia; quien no duda en considerar que lo suyo vale 100, mientras que la Misa de la Iglesia apenas vale como 20; quien ataca a los obispos tildándolos de "llenos de demonios".

San Cipriano lo detalla más: «Dos hermanos son hermanos entre sí porque son hijos del mismo progenitor; dos cristianos, por el contrario, son hijos del mismo Padre porque antes son hermanos, hermanos de Cristo y, en Cristo, tenemos acceso al Padre. Para poder llamar a Dios Padre es preciso pertenecer a la comunidad de los hijos de Dios, a la comunidad de los que oran a Dios, diciendo “Padre nuestro”. Nadie puede tener a Dios por Padre si no tiene a la Iglesia por madre. Nadie puede tener a Dios por Padre si no tiene al prójimo por hermano».

Quien ve al enemigo en el más próximo no tiene a Dios por Padre, así de simple. Y sigue San Cipriano:

«Por ello el Doctor de la paz y Maestro de la unidad no quiere que oremos en particular y en privado, o sea, para nosotros mismos. No decimos: «Padre mío, que estás en los cielos», ni: «El pan mío dámelo hoy», ni pedimos el perdón de las ofensas sólo para cada uno de nosotros, ni pedimos para cada uno en particular que no caigamos en la tentación y que nos libre del mal. Nuestra oración es pública y común, y cuando oramos lo hacemos no por uno solo, sino por todo el pueblo, ya que todo el pueblo somos como uno solo».

No como en el CNC que no se utilizan las preces de la Iglesia, a quien no aceptan como madre, sino que improvisan las suyas propias, para ellos, por ellos, solo ellos. Y eso enseñan también a sus hijos.

Prosigue San Cipriano en referencia a los apóstoles y sus discípulos: «Todos ellos -dice la Escritura- se dedicaban a la oración en común, junto con algunas mujeres, entre ellas Maria, la madre de Jesús, y con sus hermanos. Se dedicaban a la oración en común, manifestando con esta asiduidad y concordia de su oración que Dios, que hace habitar unánimes en la casa, sólo admite en la casa divina y eterna a los que oran unidos en un mismo espíritu».

En resumen, los únicos que pueden, con propiedad, llamar Padre a Dios son los hermanos de Cristo.

Pero ¿Quiénes son los hermanos de Cristo?

La respuesta la da San Pablo: los que tienen el Espíritu de Cristo… «si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de Él» (Rm 8,9).

Y San Agustín remacha: «Únicamente el amor distingue a los hijos de Dios de los hijos de demonio. Ya pueden signarse todos con la señal de la cruz; ya pueden todos responder amén; ya pueden todos cantar el aleluya; ya pueden bautizarse todos. Solo por la caridad se disciernen los hijos de Dios de los hijos del demonio. Los que tienen caridad han nacido de Dios; los que no tienen caridad no han nacido de Él».

Lo repite San Juan Crisóstomo: «No podéis llamar Padre vuestro al Dios de toda bondad si mantenéis un corazón cruel e inhumano».

Ya pueden los neocatecumenales calentar silla durante horas, preparar cienes y cienes de reuniones, quedar afónicos de cantar, bailar en torno a una mesa y dar palmas hasta que les duelan las manos, someterse como niñitos inconscientes a sus kikotistas y planchar y vestir túnica blanca en cada Pascua, que si siguen siendo los últimos y los peores, siguen siendo hijos de su padre el demonio.

Esto es lo que hay.

 

11 comentarios:

  1. El camino neocatecumenal usa sólo a la Iglesia Católica como un rótulo para ir trompeteando que están autorizados y aprobados y para lograr entrar a las Parroquia y esparcir todas sus novedades y todos sus inventos anti católicos y anticristianos, diciendo que el Obispo nos envía (Obispos que al mismo tiempo desprecian y tratan de hasta endemoniados cuando les corrigen sus errores) pero en la práctica el camino neocatecumenal es una Iglesia paralela que ha venido causando estragos muy sutilmente en las Parroquias a donde llega. Se amparan y alardean de sus signos, todo pomposo, todo brillante, tapetes, flores, salones entapetados, trajes de noche y trajes con corbatas, guitarras, bailes por las calles y bailes dentro de sus eukas (como le llaman de una forma miserable a la Misa), panderetas, tener hijos a granel y abrir seminarios (vacíos).... pero por dentro y por debajo está la realidad judeo/luterana/protestante que predican! el camino neocatecumenal es un perfecto SEPULCRO BLANQUEADO. algo más, cuándo has oído a los kikos referirse a ellos mismos como: somos católicos o algo por el estilo????, jamás!!!!, claro esta que cuando se reúnen y esta presente el Obispo del lugar o un verdadero Sacerdote Católico Diocesano los hipócritas cambian el discurso y son capaces de ponerse a rezar el rosario para aparentar.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo que dices que se manifiesta exteriormente en el camino neocatecumenal no es garantía absolutamente de nada, por ejemplo si miramos a tantas sectas protestantes o a los testigos de Jehova también tienen mucho lujo, manejan mucho dinero a cuenta del diezmo impuesto, y mucha decoración en la manera de vestir, en sus lugares de encuentro etc, y estas sectas llevan muchos años, y el camino neocatecumenal es una más de esas sectas con la diferencia que simulan ser Católicos.

      Eliminar
  2. Los kikotistas han llegado a un nivel tan bajo que por esta zona siempre han trasmitido la siguiente interpretación retorcida con relación a la Iglesia Madre. Según esas lumbreras la Iglesia son ellos y por consiguiente ellos son la Madre. de esta manera manipulan a su antojo a los pobres ingenuos que creen en sus kikotesis.

    ResponderEliminar
  3. San Agustín:
    "Solo por la caridad se disciernen los hijos de Dios de los hijos del demonio. Los que tienen caridad han nacido de Dios; los que no tienen caridad no han nacido de Él"

    Kiko, Carmen, Pezzi y sus vasallos los mal llamados catequistas: "este camino no es para caridades y esas cositas de buenazos rezanderos religiosos de misa de 12", para que te quede claro la anterior es la máxima que te repiten desde un principio en el camino.

    ResponderEliminar
  4. Que buena cita para describir a los hermanos neocatecumenales, no se puede estar más de acuerdo:
    Lo repite San Juan Crisóstomo: «No podéis llamar Padre vuestro al Dios de toda bondad si mantenéis un corazón cruel e inhumano», que es lo que les pasa a esos que tanto presumen de sus pecados y de ser los último y los peores de todos.
    Esto es lo que hay.

    ResponderEliminar
  5. Tranquilos los intensos insistentes. Muy pronto el tostón de inicio de curso en versión resumida y comentada.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Seguramente lo mismo de todos los años, en decadencia total, kikotesis de la historia del pueblo de Israel y del Antiguo Testamento, kikotesis de la vida de Kiko y de carmen, y tiempos libres en los comedores para fumar, tomar café y murmurar de la Iglesia Católica, de los Párrocos, Obispos y del Papa; a ver si también le desean la muerte a esté como se la desearon al Papa Benedicto XVI.

      Eliminar
    2. Y el mamotreto en PDF? A mí me gusta leer en detalle algunas cosas...

      Eliminar
    3. Puedo sugerirte que se lo pidas a tu kikotista de zona. Seguro que te contesta con la amabilidad amorosa que caracteriza a los últimos y peores.

      Eliminar
    4. Muy oportuno tu comentario, un kikocura respondio así cuando en laguna oportunidad un hermano se atrevió a tocar ese tema: para qué lo quieres cretino, no seas burro.

      Eliminar

Antes de comentar, recuerda que tú eres el último y el peor de todos, y que el otro es Cristo.