Testimonio en un simposio sobre sectas (IV)

 

«Quiero volver a un paso anterior. Los primeros escrutinios que ayudan a entender por qué alguien es capaz de someterse voluntariamente a este proceso de humillación. No solo eso, sino que lo repite al año siguiente tratando de ser lo suficientemente humilde para poder pasar la prueba. Y es que en el primer paso del Camino, que se hace tras llevar entre tres o cuatro años en el movimiento, este tiempo ya es suficiente para que esta dependencia comience a hacerse realidad. Hay un proceso que me parece clarísimo para entender esta dependencia. Los katekistas, es decir tus profesores, te ponen una prueba… 

Kiko todos los días da 50 euros al mendigo de la esquina

 

Bueno, le ponen una prueba a toda la comunidad, porque aquí como hemos visto o pasan todos o no pasa nadie. En este caso, la prueba es desprenderte de tus bienes más preciados, es decir, tienes que elegir aquel objeto u objetos materiales a los que tú tienes más aprecio y venderlos. En este primer paso, porque si no sería súper obvio, el dinero no es para la comunidad, te dicen ellos que el dinero no importa, que lo que se busca es como el valor sentimental de las cosas. El dinero que tú consigas tienes que dárselo a algún indigente, te dicen, que esté pidiendo en la puerta de una iglesia.

¿Por qué se hace esto? Es muy fácil. Oficialmente para demostrar que tu única prioridad es Dios, que no hay nada material que importe más que tu relación con Dios y con Jesucristo. En la práctica, ¿qué es lo que significa? Que te has desprendido de lo más importante que tienes porque tu profesor te lo ha dicho. Cuando dos pasos más adelante, como comenté antes, el dinero ya no te lo piden para un indigente en la puerta de una iglesia, el dinero te lo piden para ellos, como cuando tú das el diezmo, pues ya vas a tope. Fíjate, te has desprendido de tu coche o de tus joyas, has visto un poco de todo, qué no vas a dar en el futuro.

Muy interesante este paso, es un movimiento muy inteligente, porque ante la duda de si te quieren robar el dinero, que es algo que te haría sospechar porque llevas como tres añitos solamente caminando, la respuesta es que no, tú eliges al indigente al que se lo das y a nadie le importa a quién se lo des, con que lo des.

Además, el valor material no importa, no importa lo que cueste lo que tengas, sino que pongas a Dios por delante de lo material, pero aquí tengo que repetir, tú no estás poniendo a Dios por delante de lo material, a quién estás poniendo por delante es a ellos, es al movimiento, es al profesor que te lo dice en el Camino.

Además, en la parroquia en que yo he estado, el dinero de estas colectas se recoge en bolsas de basura. Porque dicen que el dinero es basura, que es necesario, pero es algo que se desprecia. O se dice que se desprecia. Así que cuando te lo piden, pues ya el valor no es lo mismo, te están pidiendo una mierda, una cosa que no importa».

Hay que ser libres respecto al dinero, dicen. Que el dinero no sea tu señor, dicen, recuerda que es basura y deshazte de ella. Y también dicen que Dios te devolverá el ciento por uno… Lo que es contradictorio, ¿qué clase de dios devolvería la basura centuplicada? En resumen, todos los grupos coercitivos viven a costa de sus miembros.

«Otro concepto del que quiero hablar es del tema de ser elegido por Dios, porque se trata de algo que favorece las situaciones de abuso. Se habla mucho de que la gente que camina es especial, ha sido elegida, no es que tú has entrado voluntariamente, sino que todo entra dentro de un plan divino. Dios ha decidido que tú eres de más valor que el resto, que tú eres la sal de la vida y que tienes que estar ahí. Entonces, cómo vas a salirte, cómo vas a llevar la contraria a Dios. Además, se suma que haya elegidos y elegidas entre comillas».

Hay una dicotomía caminante que asegura, por un lado, que los neocatecumenales son los peores de todos, allí Dios junta a lo peor de cada casa, los más soberbios, egoístas, truhanes, falsos y demás etiquetas que a Kiko tanto gusta lanzar sobre quienes le escuchan. Y por otra parte, siendo los peores y sin el menor esfuerzo por su parte por enmendarse, porque eso sería un moralismo y Dios no acepta los moralismos, también se les imbuye la pretensión de ser elegidos para la gloria, de ser los únicos que tienen el encargo divino de salvar al mundo.

 No razonan que nadie puede dar de lo que no tiene y que es imposible que lo peor corrija a lo que de por sí es mejor, ellos se limitan a seguir consignas, que para eso han sido debidamente condicionados, como el perro de Paulov.

«Ya he contado antes que el propio iniciador dijo que la Virgen le encomendó la misión. Pues los katekistas, los profes, están imbuidos del Espíritu Santo. Para esto también hay ciertos rituales, como la invocación del Espíritu Santo, que se hace en todos los ritos del movimiento, que es un poco “creeping”, es como ooooooooh, señoooor, envíííía tu espiiiiiiriiiiituuuuuuu.... Yo no sé cantar, pero suena así de mal. Y de creeping. Evidentemente tampoco hice el interno de cantar en el encuentro, pero aquí no tengo tanta vergüenza.

¿Y qué pasa si están imbuidos del Espíritu Santo? Pues que todo lo que hacen no se puede debatir, todo lo que dicen es como una especie de orden directa de Dios. Todos los mensajes oficiales, además, vienen en cadena desde las altas esferas. Hay una estrategia súper clara, marcada, de mensajes y comunicación, etcétera.

Cuando yo estaba todavía dentro, pasó una anécdota que me parece muy ilustrativa, así que la quiero compartir. Era 2005 y estábamos en una peregrinación que hubo a Ámsterdam del Camino de toda Europa, porque Ámsterdam era la capital del pecado. Y el mensaje que había que transmitir era anti musulmán, que es algo súper importante para ellos, pues las cruzadas y tal. De hecho, tienen un centro en Ceuta para para combatir el Islam, etcétera. Y entonces, en el autobús de San Fernando (Cádiz) a Ámsterdam, que es un buen viaje, el catequista comenzó a contar que de Marruecos venían chicas jóvenes en patera para seducir a jóvenes cristianos, tener hijos con ellos y llevárselos de vuelta para hacer la Guerra Santa contra sus propios padres.

Bueno, había allí un chico que trabajaba en Cruz Roja en Tarifa y él comentó al katekista que en su experiencia eran chicos jóvenes, no chicas, las que cruzaban y que eran fundamentalmente subsaharianos. Y que las chicas árabes no cruzaban en pateras. De hecho, pueden coger el ferry, que es mucho más sencillo. Y el katekista habló de que él lo sabía por el Espíritu Santo y entonces, todo el mundo entendió que el katekista tenía razón porque se lo había dicho el Espíritu Santo, y esa persona que lo vivía en su trabajo estaba engañada por el demonio».

En otra entrada reciente se comentaba el caso de una madre con un hijo asmático que irremediablemente, una y otra vez, acababa en urgencias por problemas respiratorios tras ser dejado durante un par de horitas de nada en una salita insalubre al cuidado de una niñera mientras sus padres se entregaban a la celebración comunitaria que tocase.

El de este niño era un caso contrastado por médicos, pero los kikotistas dispusieron que lo que pasaba era que el demonio engañaba a la histérica de la madre y que ella era la que enfermaba al hijo con su actitud neurótica y sobreprotectora. Y además, quien ama a su hijo más que a mí, no es digno de mí. Y se quedaron tan frescos, porque jamás dudan en cargar sobre las espaldas de los demás pesados fardos que ellos no llevan ni con un dedo.

«Y esto suena muy loco, pero cuando tú lo vives dentro es una dinámica súper normal. Este tema de la infalibilidad de los katekistas es bastante peligro. Por supuesto, hay contradicciones y si se equivocan optan por que son humanos y que la única persona que no falla es el Papa y Dios».

Eso de que reconozcan un error, yo no lo he visto nunca, por más que el error se les pasee delante de las narices.