Las abuelas del Camino (tres o seis, arriba o abajo)

 

En el catecumenado auténtico, el de la Iglesia Católica, se dedica una catequesis a hacer ver que Dios es uno sólo. Lo que implica que ninguna otra cosa es Dios y que nosotros no podemos adorar ni servir de forma absoluta nada que no sea a Dios vivo y verdadero.

En el Camino Neocatecumenal, como bien sabe todo aquel que lo conoce, lo que se enseña y katekiza machaconamente es que la vida de todo catecúmeno ha de girar en torno al trípode y la comunidad.

Exigencia esta que mucha veces conduce a una actitud en contra las madres, que son tildadas de histéricas sentimentales si se resisten a dejar a hijos pequeños al cuidado de extraños, en condiciones malas cuando no pésimas (porque no conozco ninguna parroquia dotada de guardería), día sí, día también.

 El recurso/ataque de que si esos padres neuróticos no obedecen es porque tus hijos son un ídolo y Dios es un Dios celoso que destruye a los ídolos, está muy extendido. Incomprensiblemente, sin embargo, jamás consideran que la comunidad y las cosas del Camino puedan ser ídolos.

Una lectora del blog lo expresaba así: «Pasamos de tener una vida normal a vivir para el Camino: reuniones, llamadas, encuentros, convivencias, preparar siempre los mismos, porque había muchos jóvenes rebeldes y hartos de tener que estar allí por imposición de sus padres, a la palabra no iba ni el tato»…

 Y si no se les hace caso a los agoreros y no se produce la destrucción del presunto ídolo decretado por ellos, entonces los detectores de ídolos ajenos asegurarán que el maligno ha engañado a esos padres para alejarlos de la comunidad... No apartarlos de Dios ni de la Iglesia, sino de la comunidad, que no tiene nada que ver.

También se da el caso de jóvenes captados a través de algún amigo (porque la cosa está tan mal en el Camino que todos los jóvenes han recibido la misión de salvar a sus amigos llevándolos a la comunidad, no a la Iglesia ni a la parroquia, que Kiko dice que no salva, sino a la comunidad). En el caso de estos jóvenes no es inusual que sus padres, al empezar a ver cosas raras, intenten convencer de que se salgan del CNC. Es regla kika que en estos casos se advierte al joven de que sus padres se han dejado engañar y están siendo utilizados por el maligno, que quiere destruirles a todos. Y para evitar la destrucción de la familia, se invita al joven a desobedecer a los padres (en la práctica se trata de que adopte a los catequistas como nuevos padres, 'divorciándose' de los de verdad). Y si la situación lo permite incluso se alienta el abandono de la casa paterna, para evitar las malas influencias. 

 También está el caso de quienes tienen turnos de trabajo o guardias que les impiden acudir regularmente a las reuniones de la comunidad. A estos se les invita con desenfado a cambiar de trabajo y, si no surge otro trabajo y la situación se prolonga, se les propone despedirse del trabajo en la confianza de que Dios proveerá. Si al interesado se le ocurre argumentar que prefiere que Dios provea otra opción de trabajo antes de dejar la que tiene, se le mentará el engaño del maligno, la idolatría del dinero y el resto del repertorio.

 En general, lo que te dicen es tan anti-natura, tan contrario a la lógica más elemental, tan desquiciado, que sólo se puede entender desde la religiosidad natural. Funciona sobre religiosos naturales que temen el castigo de un Dios rencoroso y caprichoso.

Y aún así, las comunidades cada vez van peor, como puede apreciarse en los siguientes recortes.