Testimonio en un simposio sobre sectas (II)

 

«Basta ya de hablar de mí, voy a empezar a hablaros un poco de qué es el Camino. 

 

Una pequeña introducción (esta parte se veía bastante mejor con la presentación que tenía varios datos más de los que voy a comentar). Lo básico, el Camino Neocatecumenal es un movimiento laico, es decir, no está formado exclusivamente, pero también forman parte curas, monjes, etcétera, sino que está enfocado a la población civil. Es un movimiento neoconservador, pero ellos se consideran a sí mismos que son renovadores de la doctrina, porque ellos surgen a partir del Concilio Vaticano II».

Esto es una entelequia sin fundamento que Kiko repite mucho, porque como los discípulos de Goebbels, está persuadido de que una mentira repetida infinidad de veces se transmuta en verdad aceptada. La realidad es que el CNC y el CVII son coetáneos, pero no tienen nada que ver, el CVII es apertura a todos, mientras que el CNC es un gueto solo para socios.

«Entonces, la idea de Kiko Argüello, que es el iniciador del Camino en Madrid junto a Carmen Hernández y a Mario Pezzi, que es un presbítero italiano, pues en Palomeras Bajas en los años 60, en Vallecas, era recuperar el espíritu de las primeras comunidades cristianas».

Lo de las primeras comunidades cristianas en relación con el Camino es otro dicho sin fundamento, solo por ver si cuela y prestigia. Lo que se sabe de esas primeras comunidades cristianas es que era solo una en cada localidad, no se dividían en mini comunidades dentro de la misma población.

«Esto pasó, según Kiko, porque tuvo como una visión de la Virgen que le dijo que… Esto no lo expliqué así, pero aprovecho porque lo de la visión, como esto es muy sectario, tener una visión de Dios, a veces dicen como la inspiración de la Virgen, pero ¿es una visión?, ¿es una inspiración? Porque decir que te inspiró la Virgen es no decir nada. Bueno, se supone que hubo una visión o se entiende que hubo una visión que le dijo a Kiko que montara el Camino y recuperara esas comunidades que había en la época romana.

De hecho, internamente más que Camino o que “los kikos”, como se los llama desde fuera, ellos se denominan comunidades».

Lo de la visión que después mutó en soplo en el cogote es otro bulo sin fundamento, por descontado.

«Para que entendamos el funcionamiento interno, podremos hacer una equivalencia con una Universidad en la que se desarrolla una única carrera. Cada parroquia con un “camino neocatecumenal” sería, pues, esta Universidad y las comunidades, por tanto, serían los cursos. Sin embargo, aquí los cursos no son anuales, sino que los exámenes finales, que son los pasos, van cambiando de periodicidad. Además, el aprobado no es individual, sino que debe ser colectivo, porque la comunidad funciona como una totalidad, como un único organismo dentro del Camino, aunque luego haya su propia jerarquía interna dentro del curso.

Cada año, normalmente, surge una nueva comunidad en cada parroquia y comienzan lo que ellos denominan caminar, que es pasar por una serie de ritos, de misa, etcétera hasta llegar a una especie de prueba final secreta, que son los pasos. Si se aprueba el paso, pasas al siguiente nivel y te preparas para el siguiente paso. Si suspendes, al año siguiente vuelves a hacer la misma prueba. Estas pruebas suelen ser conjuntas con otras comunidades, es decir, otros cursos de otras parroquias que están en el mismo paso, al mismo nivel».

Hace años era usual que saliese una comunidad de cada kikotización, ya no es así.

Otro detalle es que quien decide si la comunidad aprueba y pasa al siguiente nivel no es la Iglesia ni nadie designado para tal fin por la Iglesia.

«Hay mucha gente que sale del camino. Mi caso no es algo raro, ni mucho menos; por eso cuando un curso, es decir, en una comunidad, queda muy poca gente es normal que esta comunidad se fusione con otra que esté justo delante o la que esté por detrás.

En mi experiencia, cerca de la mitad de los miembros termina saliéndose en los primeros años, pero conforme pasa el tiempo más complicado es salir».

Y quien abandona la comunidad es considerado traidor a la misión encomendada por su dios, el de ellos, que es muy suyo.

«Este sería el funcionamiento general y luego hay como una serie de cargos internos para que cada persona se encargue de una cosa. Tenemos el delegado de clase, que sería el responsable o los responsables de la comunidad si son un matrimonio; los diáconos [sic, supongo que se refiere a los ostiarios], que son los encargados de hacer el pan y repartirlo en la Eucaristía, porque ellos hacen un pan especial con levadura y tal; los katekistas, que serían los profesores que se dedican a dar clase. Entre los katekistas hay como diferentes tipos con diferentes nombres, por ejemplo están los de niños, que están dando y metiendo la ideología desde que eres pequeñito; están los itinerantes, que van cambiando de lugar; los misioneros, que se van con su familia a otros países evankikotizar, a dedicarse exclusivamente a esto. Y luego también hay cargos menores, como los salmistas, que son los encargados de cantar; hay lectores, que se encargan de leer en público; floristas, etcétera.

En definitiva, aquí lo importante es que todo el mundo termina teniendo algún tipo de rol dentro del movimiento, todo el mundo es útil y todo el mundo es como necesario para que el curso se desarrolle con normalidad. Así nadie se queda atrás y si alguien se queda atrás es una traición enorme y llega el vacío».

También están los garantes de la kikortodoxia y la obediencia ovejuna, los padrinos de postconfirnmación, los que acompañan a otras comunidades menores para que los jóvenes no se desmanden demasiado… En suma, sí, se trata de ocupar todo el tiempo de todos para que nadie disponga de tiempo que dedicar a nada que no tenga que ver con el CNC.

«El Camino en sí mismo no se acaba, es decir los pasos se acaban, los pasos no son infinitos, sino que después de unos treinta años o así, depende de cuanto suspendan, acabas de Camino, haces un viaje a Israel y ya te dedicas a otras cosas dentro del movimiento y subes un escalón en cómo se te considera. De hecho, con los pasos hay ciertos privilegios que se van ganando y también, claro está, diferentes obligaciones. Pero como esto no es una charla sobre qué es el Camino, sino cómo salir del Camino creo que esta “intro” basta para entender el funcionamiento general y que entremos en materia».

Ya sabéis, a partir de cierto paso las manitas se ponen asá en lugar de así para rezar el Padre Nuestro; a partir de cierto paso tiene derecho a palma del Domingo de Ramo, antes no; a partir de tal paso cantas en Credo; hay que haber llegado a tal etapa del Camino para poder cantar determinados kikirikantos; solo los que han acabado se revisten de túnica en ciertas ocasiones… Pero de lo que de verdad importa (amar al prójimo, no juzgar, perdonar, tener discernimiento…),  las comunidades más viejas son tan deficitarias como las más jóvenes.