Tras muchos años en el CN

 

Tras muchos años en el CNC (hace casi 18 años que realicé las famosas “katekesis”), muchos de los aquí presentes y lectores ya conocéis un poco de mi historia (esto último suena muy kikiano).

Algunos me conocerán por el pseudónimo (INMACONC) y como otros muchos/as como yo, entramos dentro de esta secta destructora a raíz de nuestra pareja. Permitidme hablar sin definir en ningún momento quién soy porque, aunque suene triste, denunciar el sufrimiento que uno/a padece dentro de esta secta destructora no es fácil, e incluso es persecutorio.

Tenía la necesidad de escribir esta carta que le envío a Gloria para desahogarme y, sobre todo tras leer sus últimas y tan acertadas entradas me vino la inspiración para hablar. Con esta carta quiero tratar el tema “salir del CNC” porque en circunstancias como la mía es muy difícil salir, NUNCA se sale del CNC.

Como os decía, yo entré al CNC por mi pareja. Mi pareja es familia de kikos, son chorrocientos hermanos y sus padres son “katekistas” del CNC. Yo siempre he sido cristiano, he vivido la fe junto a mi madre en nuestra parroquia de toda la vida y al empezar la relación con mi pareja no vi, en principio, problema alguno a realizar las insistidas “katekesis”. También me cogió joven, iluso y muy enamorado, lo cual ayuda a ver las cosas de otra forma. Así pues, tras las “katekesis” entré a formar parte de una comunidad del CNC, concretamente era la 13 de esa parroquia (hoy es la 7 tras 3-4 uniones).

Al principio todo era muy bonito, preparar, escuchar la palabra, a tus hermanos (aunque la comunidad era un criadero de hijos del CNC de entre 13 -15 años) pero en cuanto llegó el primer paso (Primer Escrutinio) me empecé a dar cuenta de la realidad del CNC. Mi madre que como he dicho es la que me ha transmitido la Fe en casa y acompañado en mi formación toda la vida, desde que hice las “katekesis” me alertaba de que ojito con el CNC que no todo es tan bonito como yo se lo pintaba, y he aquí (Primer Escrutinio) cuando me empecé a oler la tostada. Hice el paso y le comenté a mi pareja las diferencias y contrariedades que encontré en dicho paso con respecto a la formación católica que yo tenía y me dijo textualmente: “no te preocupes, la Fe es difícil de entender, tu obedece a los kikotistas, que el que obedece no se equivoca, dice la lectura”. Como veis frase kikiana a más no poder. En fin, yo medio le hice caso y decidí continuar.

Pasaron los años e hice el Shemá. Si tras los Primeros Escrutinios ya tenía claro los intereses del CNC en deformar la mente de los que allí entramos, en el Shemá ya me quedó claro clarísimo. Al fin y al cabo, este paso es un recordatorio del Primer Escrutinio donde te meten la presión máxima para que vendas ya todos tus bienes, que el señor (concretamente el Segundo Escrutinio) viene ya y no vas a pasar por la puerta estrecha.

Durante el intervalo desde que hice el Primer Escrutinio, Shemá y Segundo Escrutinio mi pareja “entró en crisis” con el CNC y lo abandonamos. En ese intervalo debido a la crisis económica nos vimos abocados a emigrar al extranjero donde pasamos los mejores años de nuestra vida como pareja, sin ninguna duda. Al cabo de 7 años en el extranjero decidimos casarnos y volver a España, porque se daban las oportunidades óptimas para volver. El problema fue que decidimos volver a casa de nuestros padres hasta el día del enlace y he aquí nuestro mayor error. A mi pareja sus padres le hicieron el mayor boicot posible para que volviera al CNC. Mi pareja, en principio, por no escuchar monsergas vuelve a la comunidad llevándome por delante (la peor decisión que tomé). Mi pareja ya sabía ante todo que el CNC no me gustaba un pelo, que si aguantaba allí era por él/ella y que yo solo le aseguraba que mi Fe estaba con Jesucristo y la Iglesia Católica, pero que el CNC o cambiaba mucho lo que yo había visto a partir del Segundo Escrutinio o no le podía asegurar mi estancia en él mucho más allá. Mi pareja me dijo textualmente “yo al igual que tú sigo al señor y si el CNC no es para ti, no te preocupes, yo lo que quiero es que tu Fe no decaiga y nuestros hijos beban de la Fe de su padre y de su madre”.

En fin, al volver, tuvimos que hacer el Segundo Escruticidio, pues antes de nuestra huida solo lo habíamos hecho 2 veces y no lo pasamos ninguno de los 2. Mi experiencia en este Segundo Escruticidio fue tétrica, de hecho, antes de acabar me levanté y les dije a los “katekistas” que no iba a seguir con este fraude. Como ya conté una vez, nos aconsejaron de forma demoníaca deshacernos de todos los ahorros que teníamos comprometidos para adquirir una vivienda, diciéndonos los “katekistas” textualmente: “dad todo lo que tenéis acumulado para ese bien que tanto apreciáis y veréis que el señor os recompensará con el doble” Yo aluciné ante tal desdicha en la que finamente te insinúan que pongas a prueba a Dios tentándolo ¿por qué no pensar que el trabajo que uno tiene es un don de Dios que te está permitiendo crear un buen hogar para tú familia?. Finalmente, no sé cómo, pasamos el Segundo Escruticidio, quizás por la mano negra de mis mencionados suegros patanegra, y encima ipso facto nos nombraron responsables…

Como no quiero alargarla lectura, tras un breve inicio por mis inicios en el CNC, voy al meollo de la cuestión ¿Se puede salir totalmente del CNC? Pues en mi opinión es que no, nunca se sale. Yo, tras no aguantar más no ya las tergiversaciones catequéticas del CNC, sino el secretismo con el que se lleva todo (temas de dinero, celebraciones, ritos…) decidí plantarme en seco, aun a sabiendas de las posibles consecuencias que podría acarrear a mi propio matrimonio. Un día cogí el toro por los cuernos y decidí salir completamente del CNC, no asistiría a más palabras, celebraciones, preparaciones ni nada por el estilo. A lo único que me comprometí con mi pareja fue a asistir a las Eucaristías, si se terciaba, porque tampoco me parecía justo no poder vivir la Eucaristía de mi parroquia de toda la vida donde venga realizando mi labor como cristiano desde que mi madre me llevó a la Iglesia.

Aquí comenzó lo difícil y fue el primer signo que tuve para hacerme a la idea de que salir completamente sería imposible. Mi pareja en parte aceptaba mi decisión, pero como todo hijo del CNC cree que la única manera posible de trasladar la Fe a los hijos es que sus padres vayan a una en todo y para ellos ir a una en todo es estar ambos en el CNC. Empiezan los problemas. Tras una lucha (lucha muy triste, por cierto) de tú a tú en la que mi pareja justificaba todas las razones que le daba contra el CNC, y viendo que si no cedía en algo la cosa iba a acabar muy mal (separación) decidí ceder en algo. Mi salida del CNC era total y absoluta y me ofrezco a acompañar a mi pareja a Eucaristías cuando se tercie y “convivencias de transmisión”.

Como veis, al final en una situación de matrimonio en la que una de las partes no quiere estar ni un minuto más en el CNC, aunque la otra parte lo acepté en su totalidad y no asistas a absolutamente nada de lo que tenga que ver con el CNC nunca sales. Nunca sales porque tu pareja seguirá el ritmo de vida del CNC, preparará y traerá gente a casa a horas indecentes entre semana, asistirá a palabras y celebraciones semanales, te comes alguna que otra Eucaristía y tu mente, por un lado, descansa porque estas fuera de toda esa mierda, pero por otro lado lo tienes presente como una losa que no acabas de dejar de cargar.

En segundo lugar, nunca se sale del CNC porque la transformación que hacen con tu consciencia es absoluta. Aunque de primeras te hagas el/la fuerte nunca dejas de tener el runrún en tu cabeza de si actúas bien o mal. El CNC con sus formas de perturbar la mente de los incautos que allí entramos te hace pensar de esa forma. En cada reunión de “katekistas” no falta la pregunta de ¿has vendido tus bienes? ¿qué has vendido? ¿a quién le has dado el dinero? ¿rezas como os hemos enseñado nosotros? ¿Das el diezmo? ¿Estás abierto a la vida? Porque veo que llevas casado 8 años y tenéis 2 hijos solo, algo no funciona ahí ¿Cómo eras antes del CNC? ¿Cómo eres ahora? Son estas preguntas que te hacen cada vez que tienen oportunidad la que te hace pensar en cada acto de tú vida si estás haciendo bien o mal, especialmente con temas como el dinero y la sexualidad, los dos temas más tergiversados por el CNC y lógicos, porque son los temas con los que controlar y mantener a flote su estructura piramidal.

Yo no sé a otros, pero a mi ese machaque continuo sobre la consciencia me ha hecho tener que ser atendido por un gabinete psicológico.

En tercer lugar, nunca se sale del CNC especialmente si tienes hijos. ¿Por qué? Porque como he dicho arriba los kikos creen que la única forma de transmitir la Fe a los hijos es metiéndolos en el CNC, punto y pelota, no hay discusión. Claro, si una parte de la pareja se sale porque cree que el CNC no es sano para crecer en la Fe empiezan los problemas. ¿Qué hacemos? ¿cedemos aquí también y metemos a los niños en un itinerario “católico” en el que no creemos? Pues aquí está el turrón. Yo soy partidario de que en su libertad decidan qué hacer ya que han conocido la realidad de sus padres (del que está fuera y del que está dentro), la realidad de porque sus padres no están juntos en el CNC y conocen la vida en la parroquia, pues al menos en mi caso los involucro en las actividades y obligaciones para con mi parroquia de toda la vida. Pero aquí chocamos con un muro infranqueable, ya sabéis son kikos y como buenos kikos son personas de mente totalmente cerrada y te dirán textualmente: “un adolescente no tiene consciencia clara de lo que es bueno o no así que hay que obligarlos a entrar en el CNC y que, al menos, lleguen al 2º escrutinio y luego ya que decidan”. Porque claro, un adolescente se puede formar ya una opinión política (mejor o peor, pero tiene capacidad), decidir por donde enfocar sus estudios (realizar FP, bachillerato, trabajar) y según el Código Civil hasta casarse, pero claro no sabría decidir sobre dónde seguir construyendo su Fe, parece que la Iglesia lleva siglos equivocada.

En fin, como digo, habrá casos y casos, pero los que yo conozco, y el mío en particular, creo que NUNCA se sale del CNC. Y desde aquí quiero dar mi apoyo total a todas/os los que estéis pasando por una situación similar. Tenéis que seguir en la lucha, pero en una lucha sana en la que el amor al prójimo, al otro nos ayude a hacer ver a nuestras parejas que SOLO HAY UN CAMINO DE SALVACIÓN, Jesucristo y su Iglesia. Ellos nunca desaparecerán, en cambio los grupos católicos, asociaciones, fundaciones, movimientos van y vienen, no será el primero ni el último en desaparecer, en cambio Jesucristo y la Iglesia siempre permanecerán. No me arrepiento ni me arrepentiré nunca del matrimonio que he formado, pienso que Dios me ha puesto esta misión por delante por algo y doy gracias por ello. Por eso de nuevo, ánimo a todas/os los que estéis en mi situación.