Confieso
que no me he parado a leerlo, pero me ha parecido ver que el blog
neocatecumenali ha dedicado algunas de sus entradas recientes a poner en
evidencia la capacidad kikil para los viajes inter espaciales o para la multi ubicación
simultánea o, tal vez, se trate tan solo de un caso de ″kiko-cuentismo″.
El caso
es que hay quien afirma que fue exactísimamente en diciembre de 1959, más
concretamente el 8 de dicho mes, cuando uno que dice ser muy sensible vio lo
que no vio (salvo que además de viajar en el tiempo tenga la capacidad de ver
por el ojo que no ve), porque lo que dice su humildad es que a su espalda se
aparecieron nada menos que María y el Niño, a quien la primera llevaba en
brazos… y todo eso lo sabe porque lo vio sin verlo.
«Después
de haber hecho un viaje por Europa, en 1959, en el día de la Inmaculada Concepción, cerca de las tres de la tarde he sentido
de Dios que tenía que ir a orar a mi habitación, estaba muy decidido. He ido a
rezar y me he puesto cerca de la cama de rodillas. Y mientras estaba así, de
repente la habitación se ha llenado de luz y ha aparecido la Virgen,
místicamente, no la he visto con los ojos, la he visto con el intelecto. Se llama
visión intelectual o intelectiva afirman los teólogos, fortísima.
Detrás de mí estaba la Virgen con el Niño, siento una presencia real, profundísima, y en mi alma siento estas palabras: ″Hay que hacer comunidades cristianas como la Santa Familia de Nazaret que vivan en humildad, sencillez y alabanza; el otro es Cristo″. Y así ha terminado. Estaba allí y de repente desaparece la luz, desaparece la Virgen. Me he quedado impresionadísimo.
He llamado a un amigo mío, que era Director de la Acción Católica y le he dicho: ¡Ven, ven! Se me ha aparecido la Virgen. -¿De verdad? -Si, me ha dicho que el otro es Cristo, el otro. Esto es lo que más me había impresionado. Viviremos de ahora en adelante pensando que el otro es Cristo». Tostón de Inicio de Curso 2016.
Detrás de mí estaba la Virgen con el Niño, siento una presencia real, profundísima, y en mi alma siento estas palabras: ″Hay que hacer comunidades cristianas como la Santa Familia de Nazaret que vivan en humildad, sencillez y alabanza; el otro es Cristo″. Y así ha terminado. Estaba allí y de repente desaparece la luz, desaparece la Virgen. Me he quedado impresionadísimo.
He llamado a un amigo mío, que era Director de la Acción Católica y le he dicho: ¡Ven, ven! Se me ha aparecido la Virgen. -¿De verdad? -Si, me ha dicho que el otro es Cristo, el otro. Esto es lo que más me había impresionado. Viviremos de ahora en adelante pensando que el otro es Cristo». Tostón de Inicio de Curso 2016.
Ojo a la
fecha, porque ese mismo año 1959, en febrero, fue cuando ese ser tan sensible
ganó el único certamen de pintura que ha ganado en toda su vida. Por esas
fechas (finales de la década de los 50), según cuenta el interesado, él estaba
centradísimo en ser un artista de fama intersideral y las cosas iban de
maravilla en el plano profesional, lo que le condujo, sin que tenga ninguna
coherencia, a una profunda crisis existencial, que tal vez fuese la que, a su vez,
le llevó a los Cursillos de Cristiandad.
Lo
cierto es que no hay forma de precisar en qué fechas cursó Bellas Artes en la
Real Academia de San Fernando de Madrid, aunque todo apunta a que no acabase
hasta un par de años después de la aparición invisible. Además, su sensibilidad
lo equipara a la universidad y en los años 50 y 60 para acceder a la
universidad primero había que cursar 6 años de bachillerato y uno más de
preuniversitario.
El caso
es que, a juzgar por los pocos hechos biográficos que se pueden precisar, la
aparición que no lo fue no tuvo ninguna repercusión en la vida de su
sensibilidad, que siguió “aprendiendo” a pintar y deprimiéndose como si tal
cosa, hasta que, en 1962, funda junto con el escultor José Luis Coomontes y el
vidrierista Carlos Muñoz de Pablos, el grupo de investigación y desarrollo del
Arte Sacro “Gremio 62”,
con el que buscaban renovar el arte religioso.
Con
Gremio 62, el que se considera artista se dedica a exponer churros allá donde
le dejan durante los siguientes dos años…
Aquí ya
empieza a quedar patente la capacidad kikótica para la multi ubicación, porque
a la misma vez que se dedica a viajar por Europa de exposición en exposición;
está en la casa de sus padres consolando a la pobre cocinera del marido
alcohólico y decide irse a vivir con ella, el marido y los nueve hijos; y
también, a la misma vez, se va a las chabolas de Palomeras Altas, donde conoce
a una persona de categoría superior con quien funda la primera comunidad de las
chabolas; y a la misma vez le toca hacer el servicio militar en África.
Con toda
la confusión habitual, en el siguiente relato lo cuenta el mismo… sin ninguna
mención a la aparición que no se apareció, porque o no tuvo la menor
trascendencia o no se la había inventado todavía, digooooo, debió de ser en
otra revuelta inter temporal de viaje al pasado cuando tuvo lugar:
«Cuando
entro en la universidad, en Bellas artes, ya sabéis lo que es Bellas Artes…
pues un ambiente ateo, todo de izquierdas, todo comunistas, todo un
follón…entro en crisis con mi propia fe, ¡porque el vestido de primera comunión
que me habían dado en el colegio y en la parroquia era pequeñito para toda la
problemática que tenía planteada como joven y sobre todo en Bellas Artes! Así
que rápidamente me lo quité, ese vestido de primera comunión, y lo tiré, y
entré en crisis radical. A través de un grupo de teatro que teníamos en Bellas
Artes empecé…conocí el teatro de Jean Paul Sartre, y conocí la filosofía de
Sartre.
Entonces yo me preguntaba ¿Qué es la vida, quien soy yo, quien me ha creado?,
etc. ¿no? Entré en una crisis muy profunda y encontré en Sastre una respuesta:
“el absurdo de mi existencia”, que yo tenía que aceptar con valentía que yo no
había existido, que hoy existía, y que mañana tenía que… dejaría de existir, sin
tener que inventarme ningún consuelo en ningún cielo, ni ninguna cosa de ese
tipo. Intenté vivir con honestidad esto, pero sabéis que, sin embargo, el Señor
me estaba esperando, porque me dieron un premio extraordinario nacional de
pintura. Salí en la televisión, en el nodo, empecé a ganar dinero, y me quedé
sorprendido al darme cuenta que no me dio… que esto, tener dinero, tener fama,
en esos momentos ¡no me daba absolutamente nada! Osea (sic), que el sentido de
mi existencia se me estaba apagando. [Se refiere al
único premio de su vida, el de 1959].
(…) En
aquel momento, ya lo he contado alguna vez, Dios tuvo misericordia de mi (sic),
porque llegué a una situación en la cual me daba cuenta que como nada
absolutamente me satisfacía mi final iba a ser matarme, cuando ya no pudiera
vivir más, puesto que el arte se me había hecho cenizas.
Esto
comenzó, digamos…se abrió una brecha en mi ateismo (sic), en mi
existencialismo. De ahí… si existe Dios… pues pasé a convocar a Dios, a llamarlo
etc. Y el Señor me ayudó. Tuve una experiencia de Jesucristo profunda, que me
dejó sorprendidísimo, porque me acuerdo que estaba… que lloraba, me salían
lágrimas, y yo decía ¿Por qué lloro? lloraba, lloraba, como a chorros, ¿Por
qué?… pues lloraba por una razón muy sencilla: Porque… te digo, es como a un
condenado a muerte que está aterrorizado, que lo van a matar y en el mismo
momento que van a decir ¡fuego! le quitan la venda y le dicen “estas libre”». http://www.martinez-abad.es/sagradafamilia/kikobarce.htm
[El rollo sigue, pero viene a ser más de lo mismo, en esta época no había apariciones invisibles ni rezos ni rodillas... En la próxima entrada, más].