«También vosotros, al comienzo del camino, erais
politeístas, incluso si os
creíais cristianos, como Abraham.»
Porque hay algunos que se creen que
se puede ser cristiano sin que lo decrete su sensibilidad a base de
escruticidios. Esos tales tienen toda la razón.
«Porque creías en muchas cosas, en vuestra carrera, en
el matrimonio, en los hijos, les pedíais la vida y, tal vez, cuando comenzasteis
el camino, estos ídolos no os dieron vida. Estos ídolos a quienes os entregasteis en cuerpo y alma:
el dinero, el trabajo... con toda vuestra alma os entregasteis a ellos.»
Sí, son juicios de intención sin ningún
fundamento. Porque de lo que abunda el corazón…
«Así que no te
dijimos que todo eso no tenía valor, porque aunque tiene valor, no te dijimos que esos no son dioses;
te dijimos que aquí podríamos quitarte la sed y darte lo que te faltaba.»
Te mintieron. No te contaron la
verdad. Te ocultaron que su intención era someterte a un ídolo nuevo llamado
comunidad.
«Ahora, después de cuatro años de camino, te decimos
algo que tal vez ya hayas descubierto por tu propia experiencia: que nunca en
la vida ni la familia, ni la carrera, ni el éxito humano, ni la evasión que buscabas
en la religión te pueden dar la felicidad. Ya has entendido que lo demás son
ídolos porque cuando el
hombre dedica toda su vida, por ejemplo, a la familia, se prostituye,
porque el hombre no está llamado a dedicarse sólo a la familia.»
Desde luego que no, puesto que está
llamado a hacer lo que Kiko el sensible disponga.
«No, el hombre está llamado a vivir en una proyección
eterna y está dando todo su ser, su razón, su comodidad, su riqueza a una
familia, entonces está haciendo una idolatría. ¿Qué quiere decir esto? Que estás
rindiendo culto a una criatura, a una cosa hecha por Dios: la familia. Le estás
dando una parte de tu ser a algo, estás doblando la rodilla ante algo (postrarse
de hinojos es un símbolo) cuando la rodilla no debe doblarse excepto ante Dios.
Cuando un hombre consagra lo más profundo de sí mismo por ejemplo, a una mujer,
a algo, a una criatura, se convierte en idólatra, y si se entrega al dinero, al
trabajo o a la realización personal, se hace idólatra.»
«Entonces mañana seréis invitado a una renuncia que
haremos públicamente. Ya
os diré cómo se hace: lo haréis con el dedo extendido, como dicen los Padres de
la Iglesia, como si el demonio, Satanás, estuviera delante. Te
pondrás ante los demás y dirás la renuncia que harás
en la Vigilia Pascual, y harás otra renuncia el día de la renovación de tu
Bautismo, la renovación final. Se
dice: "Renuncio a ti, Satanás...", como si él estuviera presente allí.
Mañana os diré cómo hacerlo... Cirilo de Jerusalén cuenta cómo se hacían estas
cosas y que los catecúmenos decían cosas muy hermosas, los que
iban a ser bautizados. Y después de esto arrojaban el signo, el signo de esta
renuncia a no apoyarse más en los ídolos del mundo, en el éxito, en el dinero,
en el amor humano, en el afecto de los demás… Tu seguridad personal, tu
realización, tu autonomía total, tu completa autodeterminación, tu completa
realización, porque un ídolo nunca podrá darte nada. Los hombres son tan grandes
como el ídolo que tienen.
Luego dejaréis un símbolo en dinero que se distribuirá
entre los pobres de cada una de vuestras parroquias y será administrado por el responsable
ayudado por vuestro párroco. Hecho esto, entonces habéis abjurado públicamente del
poder que, por el temor que tenéis a la muerte, al poder que ha tenido el mal
sobre vosotros y os arrodilláis mirando hacia la Iglesia donde Jesucristo está
presente (los presbíteros lo hacen presente) y decís con las manos alzadas:
"Quiero entrar en el catecumenado para poder llegar a vivir el Bautismo”.»
Esto tiene sentido para los no
bautizados; para bautizados es un remedo que no aporta nada.
«"Quiero entrar al catecumenado para poder vivir
el bautismo". La
Iglesia entonces revivirá en vosotros, hará un exorcismo y dirá: "Espíritu
del mal, sal de esta criatura de Dios"; entonces
invocará al Espíritu Santo sobre ti y te impondrá las manos. Esto
se llama el exorcismo de la sal, así lo llamaban los Padres de la Iglesia. Luego está la segunda parte del
Rito. Esta es la primera parte. Después
de haber sido exorcizado por el poder de la Iglesia y gracias al hecho de que vosotros
le habéis dado a la Iglesia la posibilidad de que os saque los demonios (porque
la Iglesia le quita el poder que el mal tiene sobre vosotros a casusa de vuestro
egoísmo), entonces se os dará el Espíritu Santo con la
imposición de manos. Hay
muchas imposiciones de manos en todo el catecumenado. Es una cosa practicada en
toda la Iglesia. Después se
hace el rito de la sal. Nos
sentaremos como en una Eucaristía, se hace
una Ánfora de bendición para la sal [porque en el CNC no se rezan las anáforas, se hacen, como
quien hace un pasatiempo], se bendice al Señor por la sal, se invoca
al Espíritu Santo sobre esta sal y después se os dará a cada uno de esta sal,
esta sal de la sabiduría,
esta sal de la alianza. Tomas
esta sal que te da sed, sed la Palabra de Dios, sed de un alimento más
importante, sed del Cuerpo de Jesucristo, esta sal que es un signo, un
sacramento de la Cruz Gloriosa de nuestro Señor Jesucristo, significa que quien
la recibe conoce el misterio escondido a los ángeles y las potencias: lo conoce
y ya el demonio no le puede engañar.»
La prueba de que Kiko miente y no
existe un sacramento salino es que el demonio sigue teniendo poder sobre todos
los neohermanos.
«Sabe que la sabiduría de Dios pasa por la Cruz, y
entonces no se escandalizará cuando llegue una cruz concreta, de su hijo, de su
marido, de su esposa; ya
no tendrá miedo: sabe que Dios le está hablando, que le está hablando a él y
que él es un catecúmeno. Ya
sabe, está descubriendo el profundo secreto del cristianismo: la sal de la
sabiduría de Dios, y esta sal nos llevará a la vida eterna. Además,
esta sal te da la capacidad de cuando llegues a tu cruz concreta, mañana, de no
tener miedo, de enfrentar tu cruz tranquilamente, aceptando (no se trata de
fantasías) con una actitud completamente diferente.»
No se trata de fantasías, no, se trata
de supersticiones y religiosidad natural. Y no funciona.
Ahora que he dejado de reír a cuentas de los enunciados del "no kiko" , le puedo regalar un misil made in K....
ResponderEliminar«También vosotros, al comienzo del camino, erais politeístas, incluso si os creíais cristianos, como Abraham.»
(Principios del fin k)
Eso, Anónimo no kiko, es lo que están obligados a sentir los kaminantes con respecto de los católicos. Eso sí, con mucha hipocresía de por medio, hacer referencias del tipo: -pobrecillos, no se enteran de nada-
¿te queda claro ya, no kiko? ¿O sigo?..te adelanto que puedo seguir, y mucho.
-sepul-
Noni no kiko, ¿has leído? Eres un politeísta, por si tenías dudas.
EliminarSupongo que, mientras no te confundan con un kiko, que para eso has dejado claro que no lo eres aunque lo parezcas, no importa que te llamen politeísta.
¿Es eso, no?
Todas las sectas usan el aislamiento, la pérdida de referencias, y promueven la dependencia de los captados hacia el grupo.
ResponderEliminarEn esta entrada se aprecia claramente que kiko es líder de un grupo sectario. Y quien no lo vea, es sólo porque no quiere verlo.
-sepul-
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarBuenas,
ResponderEliminarUna vez tomada la decisión de dejar el camino, qué consejos podeis darle a alguien que quiere seguir en la Iglesia, pero necesita desintoxicación de toda la mierda neocatecumenal?
Una vez seguro de dar ese paso el tránsito no es fácil por la cantidad de tienpo dedicado, y porque es algo que ha absorbido casi la totalidad del ser y de la vida: rutina, relaciones humanas, conciencia, familia, en muchos casos trabajo....
En el daño tan profundo causado por la experiencia del invento kikiano, puede ayudar, al menos en parte, la conciencia del proceso de duelo explicado por Kübler-Ross. Es una pérdida comparable con la muerte de un ser querido o una separación o divorcio. No es que estén a la misma altura, simplemente son comparables. Pero el proceso de duelo es el mismo:
Eliminar1. Negación. ¡Cómo fui tan...! Esto no puede estar pasando a mí...
2. Enojo. ¿Por qué dejé que me abusaran...?
3. Negociación. Dediqué los mejores años de mi vida... ¿Por qué no hice...?
4. Depresión. La triste y cruel realidad se impone.
5. Aceptación. Asumir lo que sucedió y mantener la esperanza firme en un mañana mejor.
Pero como el elemento sectario es tan presente en la experiencia neo, nada más para comprobar basta leer esta entrada, es necesario la desprogramación. Ante las dudas doctrinales, es preferible ir a lo seguro, aclarar las cosas con el Catecismo de la Iglesia Católica. Escuchar una vez más las llamadas de atenciones que tanto Francisco como otros Papas han hecho al neosendero y ellos se han negado a obedecer.
En fin, no hay una sola respuesta para el estropicio neokatekumenal. Es como hacer rompope, hay que echarle muchos de aquellos para que pueda salir bien.
Muy poco a poco. El proceso de desintoxicación y desprogramación lleva su tiempo.
EliminarYo leo cruxcancta para desintoxicarme de las malvadas ideologias kikianas y acercarme al catolicismo verdadero.
EliminarA veces limpio el coche con cierta urgencia, con lanzas de agua a presión, por ejemplo, sin embargo, hay porquerías que sólo desaparecen cuando le paso la bayeta a mano,y con dedicación.
Eliminar-sepul-
Buenas, anónimo 14:04.
EliminarUna vez que has reconocido que el cnc intoxica, el proceso de purga se inicia por sí mismo.
Ten en cuenta que durante el tiempo que hayas estado en la comunidad, el objetivo de tus amorosos kikotistas ha sido uno: hacer de ti un ser dependiente.
Te han machacado con las palancas de la culpa y del miedo para hacer de ti un inválido, alguien que no puede fiarse de sí mismo, de lo que sus sentidos captan, su mente razona y su conciencia dictamina, sino que en todo y para todo ha de apoyarse en la comunidad y los kikotistas. Para todo, como dices en tu comentario, implica familia, relaciones sociales, trabajo, ocio, estudios... TO-DO.
Pero una vez que has visto que te han mentido, que son falsos, ¿con qué te volverán a engañar? No tienen otro poder sobre ti que el que tú les dieras.
Ánimo, se vive mucho mejor en la libertad de los hijos de Dios.