sábado, 23 de junio de 2018

Fetichismo neocatecumenal



Para los neocatecumenales, los hijos son fetiches. Ellos dicen que son flechas en la aljaba y tal y tal, que es otra forma de decir lo mismo: son los fetiches que creen que diosito (el suyo, tan pequeñito, débil y tiránico) les envía como signo y señal de que su matrimonio le complace.
Por eso se obsesionan tanto con los hijos.
Por eso y porque la presión tribal neocatecumenal les impulsa e incita a casarse muy jóvenes, sin estar preparados para dar tan decisivo paso y, sobre todo, sin saber si están con la persona adecuada. Porque entre fornicar y casarse apresuradamente, lo que impera es el matrimonio apresurado. Total, Dios proveerá y se manifestará si se fían de Él, dicen. Y eso quiere decir: Cásate. ¿Qué no sabes si l@ amas? Yo te lo digo: es imposible para ti amar al otro. Pero no te preocupes, cásate, que Dios proveerá.
Y se casan. Jovencísimos. Verdísimos. Confundiendo el deseo biológico con el amor.
Y se ponen a tener hijos de inmediato. Porque otro rasgo del neocatecumenado es que reducen el matrimonio a un contrato reproductivo. Para ellos lo importante es la reproducción biológica, la faceta de alianza vitalicia entre dos seres humanos es secundaria, tanto que falsamente llaman sacramento a la reproducción y no a la convivencia de común acuerdo.
El caso es que debido a que en tantas ocasiones se casan por la presión del grupo, porque los kikotistas “ven” que es lo conveniente, porque habrá grandes dramones en sus familias si no lo hacen y tal y tal, sucede que de repente se encuentran casados y agobiados, preguntándose si han acertado, si era eso lo que Dios quería, si era con esa persona…
Y aquí es donde interviene el pobre hijo fetiche. El hijo-objeto, aquel cuya concepción es invariablemente interpretada como la prueba que envía diosito para sellar tan traumático matrimonio.
Por eso entre los neocatecumenales hay algo así como un ranking de celeridad en el primer embarazo. Se estimula y se celebra que los recién casados regresen de su viaje de novios con la certeza de que el primer hijo ya está en camino. Porque eso, para ellos, quiere decir que todo va bien, que su unión es grata a diosito, que diosito les envía el fetiche para que sepan que él (diosito) es fiel y cuidará de su matrimonio, aunque tenga que destruirles a ellos para que el matrimonio se mantenga, como he visto pasar en el CNC.
Debo ser rara. Porque cuando vienen los recién casados, tan ufanos, con el mantra neocatecumenal de que cuanto les cuida diosito, cuanto les quiere, que les envía la certeza de un hijo veinte días después de haberse casado, para que ellos puedan saber que no se han equivocado ni precipitado sino que diosito les quería casados, yo no puedo sino preguntar: Si teníais dudas el uno respecto al otro, ¿por qué os habéis casado? ¿Os creéis que el matrimonio es un juego?
He visto sus ojos en ese momento. Para ellos el matrimonio no es una vocación, sino una simple herramienta. Porque ellos no viven para el otro, que es Cristo, ellos viven para la comunidad, para el CNC, para lo que el que firma sin trabajar disponga, y el otro, como los hijos, sólo son objetos que se usan para medrar en el camino.
 

23 comentarios:

  1. 1/3

    La entrada concuerda perfectamente con lo que he podido observar, a mi escala limitada, claro.

    Dicho esto, la visión algo inocente de Gloria no alcanza ubicar la práctica neocatecumenal en el contexto general.

    La dominación de los hombres sobre las mujeres es un modo de organización que permite a un grupo beneficiarse de servicios provistos por otro grupo evidentemente considerado como inferior. Los occidentales blancos no han dudado a la hora de explotar a los no occidentales, negros, rojos, amarillos, grises, verdes, entre otros. Oportunas teorías racistas y supremacistas, ya perfectamente dominadas por los hermanos mayores, han permitido justificar todo y aún más.

    La gran diferencia entre la mujer en una sociedad machista y el desgraciado ser inferior de otros horizontes es que la mujer está diseminada en el grupo dominante, en todas las categorías sociales. No pueden existir cosas tan simples como lo fueron las relaciones entre blancos y los considerados como inferiores.

    Sin embargo existe en las sociedades patriarcales una relación de poder que no existía en las sociedades de caza-recolección en las que todos trabajaban y en las que las mujeres eran las que viajaban y más contribuían al desarrollo tecnológico.

    Esa interpenetración de los grupos dominantes y dominados está presente hasta en la familia, lo que hace difícil considerar a un padre, a un hermano o a un hijo como explotador descarado; dificulta la percepción del poder y de los juegos de poder. La consecuencia es que las mujeres son un grupo oprimido pero no separado del grupo opresor.

    Se conoce la pequeña atracción del grupito por todo lo que hacían los hermanos mayores. Se recuerda que en la Torá, apartado Mandamientos, sección codicia, la mujer viene después de la casa, en el grupo del ganado y esclavos, algo adelante del ganado. De paso, Dios rectificó el tiro mediante soplos de Espíritu Santo y, en el Antiguo Testamento, la mujer aparece antes de la casa.

    Hoy sigue la situación complicada, la mujer, por su dispersión, tiene poca visibilidad en tanto que colectivo.

    En tal contexto, la sexualidad ha sido durante muchísimos siglos una moneda de intercambio para la mujer apartada del poder económico. El matrimonio, no únicamente el católico, no únicamente el occidental, ha sido un medio para adquirir un estatuto social y económico. Prostitución de una sola vez para escapar a la prostitución a diario o a la marginación en general cruel.

    Hasta los años sesenta del siglo pasado, el modo de acceso al mercado sexual variaba según la categoría social. Para el joven obrero o jornalero, hijo de obreros o jornaleros, no había otro acceso que el matrimonio temprano, tanto en países occidentales como en otros. A menudo, la norma social obligaba a esperarse a poder mantener la nueva familia. Para el hijito de burgueses, era muy diferente: se follaba tranquilamente las mucamas, las empleadas, con la bendición de papá que también le pagaba fiestitas en los quilombos dorados. Claro, el capitalismo trata de hacer producir el capital, las historietas románticas no vienen a cuento, y si matrimonio debe haber, de asociación de capitales se trata.

    Si alguien duda del factor de dominación organizada del macho, que mire quiénes son los reyes de la nueva economía. ¿Evolución de las mentalidades?
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  2. 2/3

    En los años sesenta del siglo pasado vino la liberación sexual, con posibilidades técnicas para la mujer de controlar la reproducción. En la cultura cristiana, la sexualidad tiene una finalidad social y una finalidad biológica, limitada a la reproducción. Esto no ha impedido nunca a los hombres con poder violar y abusar de sus subalternas, pero la sexualidad estaba estrechamente regulada por la moralidad. Es así que la Iglesia siempre fue muy indulgente con los hombres «puestos en peligro» por su mujer (cf. Pézzimo, el del Talamosutra), bien por motivos de salud, bien por (muy feos) caprichos tales como una adicción a la castidad. Esto explica tanta proliferación de casas de putas en países líderes de la teocracia católica, España siendo indiscutido líder en tal materia.

    La liberación sexual se puede ver como una desregulación, vertiente social de la económica. El único y frágil vínculo con la moral conservado siendo el mutuo consenso, es decir todo es posible provisto ambas partes estén de acuerdo.

    Esa desregulación, acompañada de la posibilidad de adquirir autonomía financiera puede pintar a igualdad de poder entre hombre y mujer. Sin embargo, la primera consecuencia de la desregulación es la multiplicación de las transacciones posibles, y la desaparición de las mediaciones sencillas permitiendo acceder a tal o tal socio. Hay una infinidad de mediaciones posibles.

    Pero el contexto para la mujer no ha cambiado, los hombres siguen con el poder por mucho que las mujeres trabajen más, sean más serias, más inteligentes, más educadas. Es lo que el gran protector de la sekta, definía como “igualdad en dignidad pero no en derecho”, saboteando de paso cualquier intento, hasta en países en los que la mujer es poco más que un objeto que se puede incendiar, vitriolizar, matar a golpes, de otorgar a las mujeres derechos formales. Es verdad que se puede terminar santo por muchos motivos, pero con simplemente esa acción de sabotaje ya bastaba para ser santo de categoría ultra-maxi-superior. Un cristiano no le puede reprochar nada, está todo en las Escrituras.

    Es así que, contadas excepciones aparte, las mujeres no tienen auténtico poder económico y, de momento, han perdido bastante en la liberación sexual por la ampliación de lo factible por quienes tienen el poder. No quiere decir que, una vez en posición de poder económico, la mujer no pueda reproducir en el ámbito sexual lo que el hombre suele hacer, hasta ser una fornicadora en serie de hombres-objetos.

    No podía fallar, la Iglesia siempre se ha basado en la explicación de los comportamientos por la «naturaleza». Explicación que carece de bondad cuando se analiza sociedades matriarcales o el estado de la humanidad antes de la sedentarización agrícola. Nos quedamos con que lo que tiene valor es lo masculino. San Agustín no podía describir la fe inquebrantable de su mamá, Santa Mónica, mujer poco educada, sino como «fe viril» porque, bien se sabe, lo inquebrantable es lo viril. Y no solamente esto, sino que también sólo el hombre tiene la capacidad de desarrollar con el tiempo la fuerza de quebrantar lo inquebrantable. Cuando es joven, no pueden sus dos brazos reunidos con una erección de su flauta. Pero, con mucho trabajo intelectual durante muchos años, sí que puede doblarse la flauta con tan sólo tres dedos.

    En materia sexual, el poder, si no es un juego y por tanto con todo el potencial para ser alternado, simulado o consentido, no es nada sexy. Pero, claro, el acto sexual limitado a la reproducción… condena a todos esos predicadores hipócritas que se masturban y fornican, cuando no violan. Condena, salvo cuando Putin les ha incitado para separar la Iglesia del Kamino (saludos a Apuron). Muy diabólico el señor Putin, antes mismo de nacer ya había creado el independentismo catalán. El problema con el imperio del bien y del caos reunidos es que entre farsa y masacre no conoce transición.
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  3. 3/3

    Volviendo al Tratado de kikología ofrecido por el blog, vemos a un grupito cultivando la endogamia en el que el acceso al mercado sexual es una herramienta controlada por los ambiciosos gurús y bendecida por los necesitados de carne de cañón.

    Lo que prevalecía entre obreros comunistas anticlericales de los siglos XIX y XX era que el bombo era demasiado riesgo como para tenerlo fuera de contrato, y cuando uno pretendía que su criatura no se llamara «De la Cruz, Dellacroce, Delacroix» porque rehusaba abandonarla, había que ser un poco serio. Era muy diferente de la cancha de golf de veinte o más hoyos en vigor en la propaganda neokat. Saludos a Rafael el Cruel.

    Otra vez, es interesante la comparación con los Amish. Sólo reciben el bautismo después de haber experimentado el siglo y decidido que prefieren vivir según los preceptos de la secta. El noviazgo es algo extremadamente serio. El novio va a vivir en casa de los padres de la novia y los novios comparten una cama. Se acuestan debidamente vestidos y la cama está partida en dos zonas por una tabla de madera. Convivir hasta la muerte es algo difícil, así que hay que estar bien seguro de no estar molestado por el espacio reducido, por los ruidos y movimientos del pesado o de la pesada de al lado. Después de una larga prueba, se puede acceder al matrimonio; tres cuartos de lo mismo pero sin la tabla de por medio y con todo el peso de la responsabilidad personal, a pesar de la extrema solidaridad del grupo en casos mayores tales como problemas de salud ya que rehusan cualquier tipo de seguro para no ir contra la voluntad de Dios pero no caen en lo de tentar a Dios, con lo cual reúnen entre todos el importe, considerable para ellos, exigido por la medicina del siglo. Amish 1 — cnc 0.

    En el cnc, tratándose de una sekta con aspiraciones a tribu de pastores de cabras, el sueño con la dominación del mundo mundial gracias a un líder de mil pares de kojones, conduce los gurús a un comportamiento de ganaderos proveedores de hipermercados de la fe (en la fe en la kantidad).

    Una consecuencia interesante de la sangría bestial sufrida por el pueblo ruso durante la segunda guerra mundial (algo como veinticinco millones o un poco más), ha sido un desequilibrio en el mercado sexual: mucho más de una mujer disponible por hombre. Milagro de la naturaleza, los tipos iban a por las más guapas. En el chiringuito, dos varones de cada tres —los más tontos— tendrían que estar empujados sí o sí hacia los seminarios pro domo para que la sekta no termine cretinizada del todo.

    Las más gilipollas, abandonadas a su virginidad virginal, podrían ocupar el puesto ad experimentum de Ascen, rotando cada dos minutos, día y noche, lo que permitiría reciclar a cuarto de millón de bobas cada año. El sorteo sería mucho menos emocionante, pero todas las komus estarían contentas ya que no sería más obligatorio tener ojos de vaca atropellada por un camión, casi todo valdría, vaca meando, pez muerto, panda sin bambú, etc.

    Por cierto, el cnc no es una democracia. Pero es demasiado elitista. Poquísimas pueden tener la mala leche de la Karmele o la mirada inimitable de la otra citando a la anterior maravillada por la belleza de la muerte de los primogénitos de Zimbabue cuyos padres se habían portado muy mal con los inmigrantes islandeses atraídos por las increíbles riquezas acumuladas ya que, en aquella época, los japoneses no tenían poder adquisitivo suficiente como para absorber la producción y los ángulos saxofonistas no habían soltado todavía a los gringos de sus cárceles. El líder islandés, un tal Moisón, sirvió de modelo a los gurús: para hablar con Dios se necesita un intermediario dotado de una línea directa. Y es así que los pobres kikines yerran en la nada, desde hace mucho más de cuarenta añitos de nada. El otro torpe pega la roca una y otra vez y, sistemáticamente, le sale algo improcedente. Lo último, un jet privado que ni se puede usar para rellenar la cisterna de los aseos ni tampoco para dar de beber a los burros cargados con toda la ferretería gurumenal.

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  4. Una pregunta, ¿en el último escrutinio se suele preguntar por los hijos?
    ¿Se da alguna instruccion sobre como doblegarlos, educarlos, presionarlos en todos los aspectos de su vida, tanto para que caminen como para que vivan de una manera concreta, aunque ya vivan de forma independiente casados o no y pertenezcan o no al camino neocatecumenal?

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    1. Respuesta: sí.

      Varias veces he contado que en mi comunidad un matrimonio se quedó sin sábana fantasmal por el gravísimo pecado de no obligar a sus hijos a caminar.

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    2. y como es eso de quedarse sin sabana? te dicen TRAELA Y LA GUARDAMOS, NO ERES DIGNO DE PONERTELA
      ¿no se supone qeu tú la has pagado?

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    3. Por supuesto, Kristo.

      Que tú no seas digno de figurar entre los fantasmas no significa que no tengas que apoquinar tu parte, que el cnc está muy necesitado.

      Lo que pasa es que tendrás que dejar la sábana guardada en casa hasta que los kikotistas decidan que ya estás maduro para que ellos te revistan. Porque como en el cnc nada es en tu libertad, tú no te pones lo que quieres, por más que has pagado por ello, sino que los kikotistas te imponen lo que llevas.

      Y sólo cuando los kikotistas te han revestido de fantasma, puedes usar la sábana. Antes, no. Antes, nunca.

      Yo tengo una sábana sin estrenar. En un altillo. Desde el día 1. Sabía que no la iba a usar.

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    4. Yo la aprovecharía como disfraz de fantasma en Halloween. Mejor eso que usarla para blanquear sepulcros, como hacen los kks.

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  5. No es lo que yo viví, ni lo que vivo actualmente.

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    1. Como no poseo visión mega-sideral para ver las intenciones y los pensamientos de los demás, no sé ni lo que viviste ni lo que vives actualmente, pero te voy a contar algo que viví yo en primera persona.

      Hace ahora 19 años tuve un aborto espontáneo; fue necesario hacerme un legrado, así que me pasé un par de días hospitalizada, con una empanada hormonal de campeonato, sin poder dejar de llorar. Y menos mal que lloré entonces, porque sólo tuve esos dos días para hacer duelo por el hijo perdido.

      El caso es que vinieron a verme de la comunidad y todo lo que se les ocurrió decirme fue que esa muerte estaba en el plan de Dios, que me quería tanto que me regalaba un hijo en el cielo para que permanentemente rezase por mi matrimonio.

      ¿Entiendes?

      Para ellos ese hijo no nacido no tenía otra función ni otra razón de ser que el uso que se le pudiese dar para beneficio de sus padres. Eso no es un hijo, eso es un fetiche.

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    2. Disculpa la falta de precisión, me refería a que yo no he tenido la experiencia que se describe antes de mi comentario

      Saludos!

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  6. He de decir, sin que sirva de precedente, que estoy en parte de acuerdo con la entrada. Soy del camino,y he vivido en mis carnes desde el principio de mi noviazgo las famosas preguntas de turno de todo el mundo:uy, ya un año juntos y no os casáis? Es que no os fiáis de Dios?

    Preguntas que hemos esquivado con educación al principio, y con mala leche conforme han pasado los años. Del camino me parece mal sin duda la ''abolición'' del noviazgo. Todo el mundo que esté ennoviado tiene que casarse enseguida, si no es que no se fían de Dios. Yo no solo me fío, sino que me lo tomo tan en serio, que he necesitado una relación de 7 años para considerar que ahora ya sí podemos dar el paso. Principalmente porque es un sacramento sagrado, y por nuestra parte, para siempre, pase lo que pase. Así que antes de atreverse a decir eso, nos hemos tomado nuestro tiempo, y he de decir que gracias a Dios de manera casta, porque esa es otra, cuando mantienes una relación larga ya todo quisqui da por hecho que hay sexo por medio.

    Lo que no creo es que los hijos sean fetiches, por lo menos no creo que sea la norma general, aunque no dudo que algún imbécil lo piense así.

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    1. Yo sí veo claramente que los hijos son fetiches. Fetiches que confirman que un matrimonio es válido a ojos de Dios (o más bien del kikotista), fetiches que sirven para medir la fe de sus padres (a más hijos, más fe), fetiches que doblegan el supuesto egoísmo y soberbia de los padres, fetiches que muestran cuánto odian sus padres a sus hijos para ser dignos del cnc (que no de Jesucristo), fetiches que demuestran cómo los obedientes padres pasan la fe (aunque sea a la fuerza).

      Claro que son fetiches. Personalmente, lo he vivido en carne propia y ahora veo cómo sucede entre los hijos de mis familiares kikos. Los hijos son trofeos, son logros que se muestran públicamente en el cnc.

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    2. efectivamente, ese fetichismo lo he visto recientemente. EStos hijos les han dicho por activa y pasiva que : "sois el fruto de la fé y la confirmacion de que esto es de dios" por lo tanto, ¿con que idea crecen los niños?
      aparte de eso el niño neo solo se le educa en una cosa "camina y camina, todo lo demas es secundario", y claro, asi salen sin educacion alguna en otros aspectos de la vida.

      por otro lado han sido educados en el kikismo desde bebés, y su desconocimiento del catolicismo es aún mayor que sus padres. Es por eso por lo que tienen la mentalidad de que la vida es una fiesta y una juerga, y vivir consiste en disfrutar el cielo en esta tierra, y quien te impida divertirte es mala persona. Por eso he visto a los kikijos divertirse sin límite faltando el respeto allí donde están a otras personas, les faltan los modales mas básicos de convivencia humana.

      ¿acaso no es esa la teologia kikiana?, siempre estan celebrando, todo es celebracion, cantos bailoteos y comilonas.

      pues no, LA MISA NO ES UNA FIESTA DE NADA, por lo tanto en la misa católica ni se canta, ni se baila ni se come ni se aplaude. Mas bien nos humillamos ante jesucristo , nos arrodillamos y oramos y comulgamos.

      Otra cosa muy distinta es que en la iglesia católica haya canto. Sí siempre hubo canto, pero solo estuvo permitido el canto gregoriano, que es un canto especial para dar mayor solemnidad a las oraciones, y punto.
      Cuando salgamos de misa ya podemos cantar y bailar si nos apetece con los amigos o la verbena del pueblo.

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    3. Anónimo de las 14:24:

      sólo agradecerte tu comentario, valiente en eso que —como bien lo habrás notado— el blog se opone firmemente al neo-invento de Fco. Gómez y muchísimos de los que escriben aquí han sido heridos, a menudo de muerte, cuando las derivas no conocían límites ni frenos gracias a una jerarquía corrupta, masónica cuando no satánica, o simplemente pasota, carrerista o cobarde.

      Te puedo asegurar que todo lo que he podido investigar confirma que los hijos son fetiches en ese reino de la cantidad llamado cnc. Obvio en los años ochenta y noventa del siglo pasado, pero nada escaso en los últimos años. Lo único que haya puesto algo de moderación es el impacto de la crisis económica, en particular en Europa. Los escaparates neocatecumenales, las familias en misión, todo esto conlleva el fetichismo conejil, con todas las trampas necesarias para lucir el Dios proveerá porque yo lo valgo.

      Rafael el cruel luce 19 goles y uno «en el cielo», en Perú se ha establecido el récord neocat de diez partos por cesárea, etc. Los recién captados te regurgitan invariablemente las mismas estadísticas, añadiendo localmente los tres o cuatro trisómicos de fila, los matrimonios de dos hijos reparados por meter una tanda de siete goles, de los que un par «en el cielo», etc.

      Pero no es el propósito de mi respuesta a tu comentario; simplemente quería saludar vuestro acercamiento prudente al matrimonio. No sorprende que tú y tu pareja hayáis tenido que aguantar innumerables finuras apalancadas en la simple racionalidad de la corrupción ajena que exoneraría de la corrupción propia. El hecho de que habéis tenido que vivir con la pegatina de “sexo por medio”, como dices, es un insulto en sí pero no tendría que afectaros si no fuera, acaso, por el peso de la historieta de la comunidad en la fantasmagoría neocat y en la realidad de una vida centrada en la exclusión del siglo.

      Siete años pueden parecer mucho. Diría que todo depende de las circunstancias. Únicamente en circunstancias extremas podrás llegar a conocer al otro muy rápidamente. En la vida normal se necesita mucho tiempo, en particular por la invasión de rutinas que impiden centrarse en el carácter profundo del otro. Lo verás toda tu vida, muchísimos hablan de amigos y más amigos cuando simplemente se trata de conocidos que suelen frecuentar algo más que relaciones indiferentes.

      Gloria menciona en la entrada la palabra peligrosa de amor. Eso de casarse por amor hace parte del imaginario occidental. En el resto del mundo no es así. El propósito es crear una familia dentro de una familia pre-existente. Los requisitos son la seriedad y la honradez, capaces de fomentar la estima recíproca. El amor puede nacer más tarde, o nunca. Si viene, en general es con la llegada de hijos ya que estos seres amados por ambos tienen algo del cónyuge.

      En tales circunstancias, cuando el matrimonio no está arreglado por las familias sí o sí, el noviazgo se parece mucho al proceso que permite filtrar para llegar a la certidumbre que tal o tal persona es o no es un amigo, es decir alguien que quieres a pesar de todos sus defectos y de quien sabes que no sólo no te traicionará, no cometerá nunca una de las dos, tres o cuatro cosas que no podrías tolerar, sino que también estará dispuesto a sufrir por ti al igual que tú estás dispuesto a dar mucho o todo por él o ella.
      …/…

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    4. 2/2

      En el cnc, el hincapié puesto en la resurrección y el casi desprecio puesto en la redención, en el sacrificio, es bastante revelador. Cristo resucitó por su mera esencia divina, si no sería por haber aprendido el yoga durante los años misteriosos indocumentados. El problema está en la apropiación por hombres de la divinidad mediante Cristo. Es típicamente masón. Cuando se han subido todos los escalones de la masonería, se llega a ser un hombre con esencia divina. Nueva Iglesia, nueva Evangelización, neo-catecumenado, etc. Huele mal. El paso siguiente es, lógicamente, el culto satánico.

      La fascinación por el Talmud, el fariseísmo rabínico, etc. desemboca en el engaño, la mentira, la desmedida, el racismo y lo que quieras, provisto sea anti-Bíblico.

      En realidad, me importan un bledo las herejías del cnc que han sido apuntadas por sacerdotes muy críticos y muy cualificados. Llegan a ser tantas como docena y media, un detalle. Soy el musulmán del blog, así que no me pertenece distribuir medallas de mejor o peor cristiano. Pero sí me importa el sufrimiento creado por métodos sectarios abyectos, lamentablemente bajo el ala supuestamente protectora de ¿pastores de ovejas o de carniceros de matadero? Si yo, desde fuera, lo puedo ver, ellos, estando dentro, ¿no se enterarían de nada? El fin de Donki, si es que llegue, no será causado por sus derivas heréticas y sectarias, sino por estorbar y meterse donde no le han invitado.

      Te deseo la bienvenida en este blog, esperando que si discrepas no te valga reacciones demasiado vivas y poco motivadas y te reitero mi agradecimiento por haber venido con una propuesta de diálogo.

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    5. Es cierto, al Anónimo de las 14:24 es muy difícil agradecerle lo suficiente su participación.

      Al menos un servidor, reconozco muy necesario que los kaminantes utilizaran está página para desempolvar sus contradicciones y dudas. Como muy bien apunta Anon, de parte de los que ya no kaminamos, mucha comprensión y disponibilidad para el diálogo. No en vano, muchas de esas dudas nos llevaron a dónde hoy estamos.

      Gracias a todos.

      -sepul-

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    6. Gracias anonimo de las 14:24. Yo también pertenezco al cnc, y aunque no he comentado nunca porque lo he visto innecesario, no está de más leer este blog, porque como bien dices, aunque podamos discrepar en algunas cosas, también nos sirve para aclarar dudas e informarnos desde otro punto de vista.
      Aquí se ve claro que se puede estar abierto al diálogo, como bien a comentado Sepul, cosa que es de agradecer.
      Un saludo

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    7. Pues para mí fue lo primero que me dejo loco, ver cómo cada vez que se daba un ECO en la eucaristía, se presentaba, decía la comunidad a la que pertenacía y el número de hijos que tiene. Si eso no es fetichismo que baje Dios y lo vea.

      Es que ¿qué sentido tiene presentarse ante la Iglesia y mencionar el número de hijos que tienes? ¿Acaso Dios te va a abrir sus puertas mas que a otro por tener 15 hijos? Dios dará a cada uno los hijos que Él quiera, 1,2,3 o ninguno, porque la Paternidad Responsable hay que tenerla en cuenta también, que es muy fácil ir pidiendo del Diezmo para dar de comer a los 9 críos...

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  7. Es cierto lo que se dice en la entrada. Por el número de hijos se mide la fe de los padres se desprecia a quienes tienen "dos o tres, como en el mundo". En las presentaciones, cuando hay algún paso en que coinciden distintas comunidades, cada quien dice el número de hijos que tiene (y los abortos) los aplausos son proporcionales al número de hijos. Si alguien tiene poco y hay algún motivo para ello, se apresura a decirlo. (tenemos dos hijos, pero es que mi mujer tuvo un cancer y quedo estéril, pero veo que el Señor....) las presentaciones son del tipo:"soy Pepe, de la primera comunidad de...., casado con Maria, tenemos ocho hijos en casa y tres en el cielo (por los abortos, aunque sean de un mes). En este caso habría aplausos nutridos.

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  8. Qué gran realidad aporta está entrada de lo que es el kamino...en este nivel.
    Yo lo viví y he vivido en mis carnes desde el minuto uno que me enamoré de una mujer maravillosa, con un solo defecto, estar en el Kamino, hasta hoy mismo, más de 10 años de haberlo dejado yo.
    8 años de noviazgo con la presión constante de «lo que quiere dios para ti», del "no es de dios...", del interés insano de conocer todos los detalles de nuestra vida sexual extraconyugal (la cual no existía, salvo en sus calenturientas mentes) y la posterior presión por los hijos, una vez nos casamos (solo tenéis dos ???) aunque por suerte, volvimos embarazados del viaje de novios...
    Conozco esas situaciones que se mencionan de los chorrocientos hijos, conozco gente que ya tenía hijos antes de entrar en el kamino y tuvo mas después y no duda en diferenciarlos públicamente entre "hijos de la carne" e "hijos de la fe"...
    Conocí novios hijos del camino, cuya parte masculina manifestaba publicamente donde cuadrará que estaba deseando casarse para estar "todo el día follando"...hoy hace muchos años ya que dejaron el kamino...y no son felices, precisamente.
    Conozco mujeres en grave peligro de muerte si tenían un hijo mas, sufrir por creer que no seguir pariendo,seria ir en contra de "los planes de Dios"...

    En fin, tantas cosas más, podría contar...

    Lazaro

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    1. Gracias, Lázaro, por recordar esa monstruosidad de «hijos de la carne» e «hijos de la fe». Puro narcisismo racista fariseo-talmúdico.

      Vi un caso concreto de la cosa y su tremendo impacto sobre un pequeño «de la carne». Si no es nazismo, ¿qué es?

      Hay que ayudarles: “Tengo un hijo de la carne, dos en la alcantarilla, cuatro de la fe y tres en el cielo”… ¡Degenerados!

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  9. Por mucho que digan, sin una institución que asegure ingresos, quite gastos y aligere carga es imposible tener y mantener una familia numerosa o ultra-numerosa. Sin el diezmo quisiera yo ver seguir dando pautas a todos estos. Me parece que decir por un lado que en tu matrimonio “no se ha de meter nadie”, y por el otro sacralizar la cama del dormitorio principal de tu casa, igual que es sagrado el altar de los templos, es simplemente, una barbaridad. Yo siempre me pregunto ¿y qué pasaría si dejaran el camino? Mucho me temo que dejarían de ser cristianos, por desgracia… pero además, ¿qué sería de su familia?

    Y también me pregunto, suponiéndolos comprometidísimos y aceptando sin filtros el CNC ¿es que no se dan cuenta, aunque sea por unos segundos en la soledad de su dormitorio, que están en un callejón sin salida? ¿es que nadie se ha preguntado qué efectos tiene la interpretación cruel de la paternidad responsable cuando cae en manos de catequistas CNC? ¿habrá alguno que no se haya dado cuenta de que a estos catequistas les importa más exhibir músculo (matrimonios, hijos, bebés, carritos, todos en peregrinación) que preocupación por la salud de las mujeres y de los matrimonios? ¿dónde queda la persona en medio de todo este lío? Conozco mujeres jóvenes con cinco o seis hijos que están agotadas físicas y mentalmente, envejecidas prematuramente, algunas se pasean dentro y fuera de la depresión. Conozco catequistas que ante tales circunstancias, dicen: “Le compras un vestido, sacas 100 euros del banco y te vas con ella a cenar” ¿es que nadie sabe qué nombre tiene esto?, pregunto yo.

    Padres “muy generosos, muy enamorados de Jesucristo” tienen hijos que viven realmente desorientados. Tanto, que duele. Hermanos mayores que hacen de padres y de madres, que no quieren esta vida que otros han elegido para ellos. Y los padres lavándose las manos (“yo le he dado el gran tesoro: la fe con mayúsculas, la de verdad”, pensarán). Y luego estos chicos entran en su comunidad y un buen día confiesan: “estoy abocado a reproducir en mí la violencia de mi padre, la ira de mi madre”. Yo esto lo he visto. Y he visto cómo cada generación se vuelve más radical: se casan a la primera de cambio, que yo no sé si es una huida hacia delante, porque en la práctica, en la realidad nunca se desvinculan de sus padres, de sus hermanos. No tienen ni idea de cómo llevar adelante su propia familia. Otros se encargarán de decírselo, seguro.


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